domingo, 6 de diciembre de 2015

COMUNICANDO DESDE LAS ESCRITURAS

         COMUNICANDO  DESDE  LAS  ESCRITURAS



                             MOISÉS ASTO HINOSTROZA


Material escrito en Sao Paulo Brasil  2006


                                     INDICE

PARTE 1: EL PROCESO DE LA INTERPRETACIÓN
1.    La interpretación
2.    El proceso Hermenéutico
3.    Procedimiento de la exegesis
4.    El creyente frente al texto
5.    Orientaciones prácticas para hacer hermenéutica

PARTE 2: SEMIOTICA Y COMUNICACIÓN
1.    Modelo lineal de la comunicación
2.    La semiótica
3.    El uso de los signos en el pasado
4.    El inicio de la semiótica contemporánea
5.    La relación entre semiótica y comunicación
6.    El proceso cognitivo
7.    Métodos de Estudio
8.    El estudio bíblico según sus temas
9.    La Mayéutica

PARTE 3: LA SEMIOTICA
1.    ¿Qué es la semiótica?
2.    Signos y significado
3.    La semiótica y el significado
4.    Códigos
5.    Sistemas de signos en la comunicación visual

 PARTE 4: EXEGESIS BÍBLICA
1.    Una constante y una variante
2.    Un libro igual y diverso
3.    Exegesis y Hermenéutica
4.    El itinerario exegético
5.    Critica textual
6.    Análisis Literario
7.    Critica Histórica
8.    Exegesis y fe

PARTE 5: EXEGESIS DEL NUEVO TESTAMENTO
1.    Critica Contextual (CT)
2.    Crítica literaria del NT (CL)
3.    Funciones del CL del Nuevo testamento
4.    Critica de los géneros y formas del NT
5.    Géneros y formas en la literatura bíblica
6.    Los grandes géneros literarios del NT
7.    ¿Cómo trabajar la crítica de las formas?
8.    Tabla de géneros, formas y formulas del NT
9.    Critica de la tradición
10. Critica de la redacción
11. Procedimientos de la CR de los evangelios
12. Elementos teológicos de los cuatro evangelios
13. La importancia de la Crítica de la redacción
14. Pasos para el desarrollo de una exegesis
    
PARTE 6: MÉTODO DE EXÉGESIS
1.    Exegesis Bíblica
2.    La investigación exegética
3.    Sentido de las sagradas escrituras
4.    Hermenéutica
5.    Retorica sagrada
6.    Historia de las exegesis
       
PARTE 7: LA PREDICACIÓN
1.    ¿Qué es la predicación?
2.    La predicación expositiva
3.    La construcción del sermón
4.    El contexto
         
PARTE 8: HOMILETICA, HERMENÉUTICA Y EXÉGESIS
1.    Interpretación Bíblica o Hermenéutica
2.    Exégesis del Nuevo Testamento
3.    El Jesús histórico
         
PARTE 9: BREVE HISTORIA DE LA HOMILETICA Y LA PREDICACIÓN
1.    La predicación en el nuevo testamento
2.    La predicación en la iglesia primitiva y el periodo patrístico
3.    En la edad media
4.    El periodo del renacimiento y la reforma
5.    La Homilética y la predicación en la modernidad
6.    La predicación en América Latina
7.    Etapa de la transculturación
8.    Etapa de la enculturación
9.    Etapa de la contextualización
10. La predicación actual en América Latina


COMENTARIO FINAL
BIBLIOGRAFIA  




                                           

                                                        INTRODUCCIÓN



Los ochenta marco mi quehacer teológico y mi labor pastoral al integrarme a una comunidad de fe quebrada. Venia de ser atrapada, perseguida por Sendero Luminoso y a esto se sumaba una falta de directriz con postura propia de una reflexión teológica, un análisis hermenéutico a partir de nuestra realidad propia.
Quizá no encontramos nuestro propio espacio de hacerlo, pero como olvidar a monseñor Oscar Arnulfo Romero cuando estuve en  San Salvador había muerto dos años antes que llegara, comenzó a aproximarse a la difícil situación política de su país, donde desde hacía décadas gobernaba el Ejército. Se implicó de lleno en la cuestión una vez nombrado arzobispo de El Salvador en 1977. Sus reiteradas denuncias de la violencia militar y revolucionaria, que llegaba hasta el asesinato de sacerdotes, le dieron un importante prestigio internacional. Ello no impidió que, al día siguiente de pronunciar una homilía en que pedía a los soldados no matar, fuese asesinado a tiros en el altar de su catedral.
Gustavo Gutiérrez me hizo mirar la realidad social donde se movía mi congregación, era  pastor en San Borja, Lima. En primer lugar, en el pensamiento de Gutiérrez se observa la realidad latinoamericana, fundamento y motor de la teología de la liberación, tal y como la entiende él. Sin lugar a dudas su vida marcó de forma definitiva en su pensamiento teológico. El mundo que conoció en su juventud era un mundo de injusticia y opresión en contra de los menesterosos. Como él mismo dice:
Vengo de un continente en el cuál más del 60% de la población vive en situación de pobreza y el 82% de esta se encuentra en pobreza extrema.
Iba recogiendo el trabajo e itinerario del pensamiento teológico desde nuestro contexto que vine realizando desde las últimas décadas entre los muchos profesores e investigadores que unimos y vinculamos nuestros esfuerzos desde el comienzo de los Años 90 hasta la actualidad. Lo hemos convocado entre todos/as con una voluntad pluralista, abierta, y crítica contra los fundamentalismos dogmáticos y ciertos relativismos neoliberales hoy hegemónicos. Desde tal perspectiva se pretende en asumir la responsabilidad de pensar y de crear cuáles son hoy los modos y las condiciones prácticas y teóricas necesarias para hacer que nuestro mundo sea tan social y fraternalmente digno como menos violento. Esto exige tornarlo en tan habitable, respetuoso y sensible como demandan nuestras culturas diferenciales interpretativas, artísticas y tecnológicas.
Tuve el privilegio de arrancarle un tiempo especial a José Míguez Bonino en CLADE III Quito Ecuador el año 1992; dialogar con el pastor metodista fue abrir espacios a mi reflexión pastoral y comunicadora a mi comunidad de fe. Él estaba convencido de que “el aporte ético del evangelio a la crisis moral – la del primer siglo y la nuestra – no consiste tanto, ni fundamentalmente en principios, instituciones o leyes nuevas, como un hombre nuevo. Lo que Jesucristo pone en este mundo es una nueva humanidad, una nueva forma de ser hombre”.

Las teologías contextuales se han beneficiado del desarrollo de la filosofía hermenéutica y, al hacerlo, han obligado a toda teología a explicitar para qué se interpreta, quién interpreta, qué se interpreta y cómo se interpreta.
¿Para qué interpretar? En estas teologías pueden parecer obscenas sus declaraciones de intenciones. Suponen que toda teología, como toda idea, es "interesada", cumple una función respecto de la realidad histórica. Dice Jon Sobrino: "Todo pensamiento está ubicado en algún lugar y surge de algún interés; tiene una perspectiva, un desde dónde y un hacia dónde, un para qué y un para quién. Pues bien, el desde dónde de este libro (Fe en Jesucristo) es una perspectiva parcial, concreta e interesada: las víctimas de este mundo". Nuestra pastoral está inmersa en todo esto que procura "cambiar por completo las estructuras de alienación, explotación y exclusión.
¿Qué se interpreta? Otro punto de ruptura con la hermenéutica teológica tradicional de las teologías contextuales de liberación atañe al objeto de interpretación. Estas teologías pretenden interpretar una praxis determinada de liberación. Este es su objeto específico.
"Hoy nos encontramos en una nueva fase de la humanidad. Todos estamos regresando a nuestra casa común, la Tierra: los pueblos, las sociedades, las culturas y las religiones. Intercambiando experiencias y valores, todos nos enriquecemos y nos completamos mutuamente.
Vamos a reír, a llorar y a aprender. Aprender especialmente cómo casar Cielo y Tierra, es decir, cómo combinar lo cotidiano con lo sorprendente, la inmanencia opaca de los días con la trascendencia radiante del espíritu, la vida en plena libertad con la muerte simbolizada como un unirse a los antepasados, la felicidad discreta de este mundo con la gran promesa de la eternidad. Y al final habremos descubierto mil razones para vivir más y mejor, todos juntos, como una gran familia, en la misma Aldea Común, bella y generosa, el planeta Tierra." Esto lo había dicho Leonardo Boff cuando fui a Acre Brasil para realizar mi labor pastoral. Necesitaba considerar muchas cosas, redireccionar el pensamiento hermenéutico más contextual con nuestra realidad peruana.
Abrace en mi época de seminarista el pensamiento de Dietrich Bonhoeffer: “se hace necesario tomar una decisión, pues nuestra opiniones difieren, venid, vosotros los que habéis sido abandonados, los que habéis perdido la iglesia, queremos volver a las Santas escrituras, queremos buscar juntos la iglesia, se fiel a tus principios, se fiel a tus creencias. Hoy hacen falta pastores capacitados íntegros en su quehacer pastoral, que lejos estamos de esta realidad pastoral.
Quiero concluir con una frase de Karl Barth: “¿Buena fe? Nunca me la permitiría. Cuando sea llamado ante mi Dios y señor, no me voy a presentar con una cesta a la espalda llena con mis obras completas; todos los ángeles se echarían  a reír. Ni tampoco diría para mi justificación: siempre tuve buena intención, buena fe. No, me presentaré allí con las manos vacías y solo me parecerá oportuno decir: Dios, ten misericordia de este pobre pecador”.



Parte 1              

                            EL PROCESO DE LA INTERPRETACIÓN


1.    La Interpretación


1.1    ¿Qué significa la palabra hermenéutica?


La palabra “hermenéutica” pertenece  a ese grupo de palabras misteriosas que se usan mucho  y sin embargo no están del todo claras. De manera que para referirse a ella con sentido, es necesario restituirle su propio sentido. Para ellos hemos escogido el camino histórico.

Desde la época de Aristóteles, el arte de traducir e interpretar las manifestaciones de la vida fijadas por escrito, el acto comunicativo de una cultura o las prácticas, recibía el nombre griego de HERMENEUTICA.

Originalmente se asoció a la palabra hermenéutica el término:
Griego: TECHNE  -   Técnica, arte, disciplina
Cuyo equivalente Latino era: ARS
Así: “ars hermenéutica”  (técnica hermenéutica) designaba tanto el conjunto de caminos por los que se llega a traducir una realidad cualquiera como la reflexión sobre estos caminos. La hermenéutica era entonces tanto “Arte”  como “ciencia” de la Interpretación.

La palabra hermenéutica hunde sus raíces en la mitología griega. Según la leyenda, el dios HERMES era el mensajero divino encargado de traducir o interpretar el pensamiento de los dioses para los hombres, especialmente el del dios ZEUS.
HERMES era considerado por ellos, el inventor del lenguaje, la escritura y el comercio, dado que por estos medios se lograban algunos niveles de comunicación.

En la Biblia (Hechos 14:11,12) encontramos una referencia a esta leyenda cuando Pablo y Bernabé recorrían el mundo predicando el evangelio.
En este contexto es fácil comprender porque HERMENEUTICA de HERMES significa: expresar, comunicar, traducir o interpretar.


1.2    ¿Cuándo es necesaria la Interpretación?


Cuando una persona está familiarizada con lo que leen, oyen o ven en un lenguaje común, el proceso de comunicación y comprensión se da sin más. Pero cuando se toma una literatura desconocida  en un lenguaje distinta al suyo o  ve una obra de arte de la antigüedad, se hace necesaria la ayuda de un intérprete para interpretar la obra y poder comprenderla.
Con la Biblia sucede más o menos lo mismo. Como fue escrita inicialmente en los idiomas Hebreo (Arameo) y Griego. Fue necesario traducirla al idioma de los lectores. Es así como nosotros la tenemos traducida (interpretada en cierto modo) al español.
Para ello un grupo de hombres consagrados a la tarea  traducir el texto bíblico, comprendieron primero el lenguaje en que venía escrita la Biblia, conocieron las reglas del idioma  en cada caso (hebreo y griego) los modos de hablar de la época bíblica, sus costumbres y tradiciones.

Esto suponía que el Traductor-Interprete debía conocer tanto el lenguaje antiguo que quería traducir y el mundo en que tuvo lugar ese  lenguaje, como el lenguaje actual al que habría de ser traducido y el mundo receptor.


1.3    Propósito de la hermenéutica


Toda interpretación supone un para qué, un propósito, una finalidad.

¿Con que propósito interpretamos la Sagrada Escritura? 

.   Para conocer a Dios
.   Para entender su voluntad
.   Para escuchar su palabra
.   Para entender los acontecimientos actuales
.   Para comunicar su mensaje a los hombres

Esto es claro. Vamos a la Biblia con la finalidad de recoger el mensaje de la voluntad de Dios para los hombres.

¿Pero porque vamos a Ella?  ¿Por qué recurrir a la Biblia?

.  Porque somos creyentes y creemos que Dios tiene algo que decirnos
.  Porque creemos que ella es el registro de la Revelación de Dios y de su voluntad
.  Porque creemos que es la Palabra de Dios actual y pertinente
.  Porque la Sagrada Escritura ilumina los acontecimientos actuales

¿Y cómo es que llegamos  a la Biblia y a que parte de ella vamos?

. Cuando tenemos necesidad de Dios
. Cuando alguna situación específica demanda una palabra como respuesta
. Buscamos en ella el mensaje apropiado a nuestra situación


¿Qué debemos interpretar entonces?

DIOS Y SU PALABRA:


             .  ¿A Jesucristo?
             .   ¿A Dios?
             .   ¿Los escritos Bíblicos?
             .   ¿Los evangelios?
             .   Profecías?

  ¿PARA QUE?

Los acontecimientos y sus interpretaciones:

                .    ¿Los acontecimientos?
                .     ¿Las interpretaciones de esos acontecimientos?
                .    ¿Del pasado o del presente?
 
  ¿POR QUE?

Nuestra realidad, nuestra cultura:

                 . ¿Y nuestra realidad, nuestra cultura?
                 . ¿Nuestra iglesia?
                 . ¿Esta situación?
 
 ¿POR QUE?

¿Por qué esto último?

                  . Porque Dios HABLA HOY
                  .  Por medio del HIJO-  Jesucristo, el Logos (palabra) de Dios
                  .  Por los acontecimientos, señales, signos del reino de Dios

.  Para saber que parte de la Biblia interpretar
.  Porque entendiendo nuestro contexto podemos entender mejor el contexto antiguo
.  Porque entendiendo nuestro contexto podemos comunicar mejor la palabra interpretada.        

¿Por dónde Empezar? ¿Por la Biblia  o por nuestra situación?

Generalmente partimos de una situación concreta: Se da el caso, por ejemplo, de una situación de infidelidad (primer momento). Buscamos en la Biblia que nos dice Dios respecto, encontramos el pasaje de 2 Timoteo 2: 11-13 lo interpretamos (segundo momento) y lo comunicamos (tercer momento)

En el ejemplo, hemos interpretado primero la realidad (¿cómo hemos llegado a la conclusión que es una situación de infidelidad?)   Y ella nos ha sugerido que buscar en la Biblia: ¿Qué dice Dios sobre la infidelidad?
 


1.4    Niveles de interpretación
Como habremos notado, la interpretación  tiene que ver directamente con el lenguaje. Este puede ser hablado, escrito o de imágenes  (visualizado). Se hace necesario distinguir por lo menos tres niveles de interpretación:


  1. La Interpretación Literaria (lenguaje escrito)

Lo que interesa es comprender la literatura. Aquí la interpretación busca un análisis formal de la obra literaria, de su estructura y de su estilo. Tiene que analizar la composición de la obra literaria y para ellos se vale de las reglas de la gramática y del estilo.
       
A.   La Interpretación Oral (lenguaje hablado)

Juegan además del lenguaje oral, otros factores que son fundamentalmente psicológicos, sociales, culturales, etc. Del momento.
Aquí la interpretación está al servicio del acto comunicativo inmediato del hablante y del oyente. No es lo mismo interpretar lo que nos está diciendo José en este momento y estando presente, que interpretar lo que nos dejó (incluso indirectamente) San Pablo en 1º a los Tesalonicenses 2


B.   La interpretación simbólica (lenguaje de imágenes)

Intervienen factores de toda índole. No solo se pondrá atención a los hechos (monumentos, obras de arte, retratos) sino también a la interpretación de estos hechos que le imprimió una determinada cultura, los elementos sociales, económicos, políticos y religiosos, etc. que nos permitan una cabal comprensión de los mismos.

Una cosa es interpretar los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan en tanto como obra literaria. Otra cosa es interpretar al interior de los evangelios la conversación entre Jesús en la cruz y el malhechor. Otra cosa muy diferente es procurar comprender lo que esta conversación significo para la iglesia primitiva del nuevo testamento, anterior a la redacción de los evangelios. Y otra cosa más diferente todavía es interpretar lo que significa para nosotros hoy todo este proceso.


1.1    Interpretación de la Literatura bíblica


A.    Los escritos bíblicos

La palabra “Biblia” del griego “biblos” significa: Libros.
Como libro, es una colección de antiguos escritos sobre Dios y por consiguiente es el libro de referencia de nuestra fe cristiana.

El Antiguo Testamento relata la historia de una esperanza y el Nuevo testamento es el cumplimiento de una Promesa.
El Antiguo testamento, colección de 39 libros contiene la historia  del Pacto o Alianza de amor entre Dios y su Pueblo.
El Nuevo testamento colección de 27 libros, transmite la vida de Jesús, sus enseñanzas y la historia de la Primera Iglesia que procura comprender quien es Jesús. Es la nueva y definitiva Alianza entre Dios y toda la humanidad que cree en EL  le acepta y le sigue.
Estos libros fueron escritos por varios autores, la mayoría hebreos, algunos desconocidos, pero todos ellos inspirados por Dios con su Espíritu Santo. Fueron escritos en tiempos diferentes: durante unos mil años aproximadamente (900 años antes de Cristo y 100 años después de Cristo).
Estos libros fueron escritos en lugares diferentes (Palestina, Babilonia, Egipto, Roma, Éfeso, etc.) y con propósitos y destinatarios también diferentes: para anunciar al Mesías, para normar la conducta de los cristianos, para dar consejos pastorales a creyentes de diferentes lugares, y como interpretación de quién es Jesús.



Los manuscritos esenios permitieron completar algunos pasajes poco claros de las Sagradas Escrituras, pero no descubrieron nada realmente fascinante, a pesar de que se trató de uno de los hallazgos arqueológicos más importantes del siglo XX.-
Luego se vio que su contenido eran en parte textos bíblicos, pero solo del Antiguo Testamento, y en parte textos religiosos pero no bíblicos, de diverso signo, como ser reglas morales y legales. Unos 200 manuscritos son textos bíblicos, entre los que se encuentran 32 copias del Libro de los Salmos, 28 copias del Deuteronomio, 21 copias del Libro de Isaías, citas ínfimas (los teffilim, o pequeñas tiras de cuero) del Éxodo y del Deuteronomio, tiras que se ponían en un estuche y que se llevaban en el brazo o sobre la cabeza.- www.cronicadelnoa.com.





A.    Unidad y diversidad de la Biblia

Aun cuando la Biblia revela una diversidad en cuanto a forma, contenido  y lenguaje ella constituye una unidad orgánica por tres razones:

1.    Tienen un autor primordial

Aquellos que escribieron los libros fueron todos inspirados por el Espíritu Santo de Dios. Cada uno escribió  en la libertad de su estilo y reflejando su idiosincrasia cultural, pero investidos del Espíritu del Señor que les inspiraba y les cuidaba que no cometieran errores en el contenido de su mensaje.

2.    Unidad de contenido fundamental

A pesar de su variedad en contenidos, los libros de la Biblia tienen a Cristo como centro de su mensaje. Ponen atención a la obra redentora del Cristo,  a la llegada y establecimiento del Reino de Dios sobre la tierra.
Además de ello concuerdan en los principios básicos de ética y práctica de la fe cristiana. La unidad de la Escritura no se da inmediatamente sino que debe ser el objeto de una búsqueda. Piénsese por ejemplo en quienes organizaron el canon de las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Pacto, como producto de su fe y evidentemente de su teología de la Historia. Esa unidad de la Biblia lo revelan también las citas colectivas entre los escritores.

3.    Carácter progresivo de la Revelación divina

Al dar una lectura corrida e histórica, por el Antiguo y Nuevo Testamento, uno encuentra que Dios se va dando a conocer de una manera progresiva. Se ve cómo Dios muestra su plan de Redención para el hombre caído y como Jesucristo se da el cumplimiento de la promesa de salvación.




    
A.    LOS GÉNEROS LITERARIOS DE LA BIBLIA

Considerando que la Biblia es tanto como una unidad cuanto una diversidad de libros con marcadas diferencias de tiempo, lugares, personas, propósitos, lenguaje y contenido, esta debe ser interpretada atendiendo a la variedad de su composición.
La Biblia en tanto obra literaria, está revestida por diversos  géneros literarios.


Así tenemos:

Género histórico
Profético
Poético
Hímnico
Legislativo
Sapiencial
Apologético
Apocalíptico
Cronístico
Epistolar
Numeral



Cada uno de estos géneros merece una atención especial.
Un  GENERO LITERARIO  es el modo de expresar por escrito un pensamiento, cuya fisonomía personal tiene la forma singular que la distingue de otra.

Así por ejemplo, no es lo mismo interpretar una poesía a la madre, que interpretar la historia de una madre, aun cuando en ambos casos se tenga en común a la misma persona. El uno pertenece al género poético, y su interpretación exige el auxilio de ciertas técnicas de la investigación poética. El otro pertenece al género histórico y las consideraciones obedecen a las reglas de la interpretación histórica.


                PRINCIPALES GENEROS LITERARIOS EN LA BIBLIA

.   Historia Religiosa (Crónicas)
.   Narración etiológica (Gén. 11:1-9; 9:18-27)
.   Narración ficticia (Tobías, Judith)
.   Narración folklórica (Jueces 13:16)
.   Narración mítica (Gén. 2:4b-3:24)
.   Fábula (Jueces 9:7-15)
.   Parábola  (Jonás)
.   Milagros (Mt 9:1-8)
.   Apocalíptica (Is 13 y 34:9-11; Dn 7; Apoc 4)
.   Epistolar (corpus paulino, Tim 1:1-2)
.   Profético (profetas, Os 1; Amós 3:9-12)
.   Legal (Lv, Ex 20:1-17; Dt 5:6-21)
.   Sabiduría (Proverbios, Mt 6:19-34)
.   Poesía (Salmos, Cantares, coplas proféticas)
.   Himnos (Col 1:12-20; Ef. 1:3-10; Lc 1:46-55)
.   Genealogías (Mt1:1-16, Gén. 5)




1.    EL PROCESO HERMENÉUTICO


A.   Naturaleza del proceso hermenéutico

La interpretación es un proceso que se inscribe en la misma estructura de la comunicación. Como tal es un  proceso que involucra una serie de elementos espirituales, sociales, culturales y prácticos orientados a modificar o influir sobre la conducta de los demás.

Desde el punto de vista de la fe cristiana, la hermenéutica es aquel proceso de comprensión y actualización del mensaje de Dios a los hombres EN, DESDE  y PARA una situación específica.

El pueblo de Dios ha experimentado este proceso durante miles de años, oyendo y viviendo la palabra de Dios en el tiempo y el espacio con la finalidad de conformarse a la Voluntad de Dios. En el transcurso de los siglos este pueblo se ha valido de diversos caminos y modos operativos de interpretación. Pero ha mantenido inalterable  un propósito último; la obediencia al Señor de la historia.

La interpretación, como obediencia de la fe, ha tomado múltiples formas según la ubicación socio-cultural  de los intérpretes, sus modalidades aproximativas a la Escritura, los condicionamientos a los que están sometidos consciente o inconscientemente, sus modos de comunicar el evangelio en una cultura determinada y en definitiva, según su disposición a dejar que el texto dé de si todo lo que tiene que dar.


B.   Dos fases de la Interpretación bíblica:

B.1    La exégesis

Es aquel momento de la interpretación que procura entender o dilucidar el acto comunicativo en la historia de una cultura referente a:

       .   ¿QUIEN HABLO?
       .    ¿A QUIENES?
       .    ¿SOBRE QUE?
       .    ¿CON QUE PROPÓSITO?
       .    ¿BAJO QUE CIRCUNSTANCIAS?


Aplicada a la literatura, la exégesis se hace técnica de la comprensión del sentido de un texto

 




B.2    La  Hermenéutica


Es aquel momento en el que se procura traducir o hacer comprensible el sentido que el hombre inscribió en sus prácticas y en la interpretación de las mismas por medio de un texto literario o por otras prácticas 






Un acontecimiento arquetípico es considerado tal cuando a partir de una nueva situación (acontecimiento ectípico o de cumplimiento) este último encuentra sentido sólo en el primero. Es decir, se descubre un acontecimiento que permanecía oculto, sin sentido, a partir de un acontecimiento nuevo.

Así por ejemplo, en América Latina dada las condiciones sociales, económicas y religiosas calificadas como una situación de pecado (opresión, muerte, pobreza) de pronto encontraremos que el EXODO tiene un significado especial para nosotros. Pues aquella situación (con sus necesarias diferencias y distancias teológicas de fondo: Pueblo de Israel diferente del pueblo latinoamericano) ofrece para nosotros un modelo de vida, esto es la Nueva Vida en Cristo, pues en Jesús se da el cumplimiento del NUEVO EXODO (Jer 23:7-8; Lc 9:31) y el arranque de un Nuevo Éxodo  hasta la Nueva Tierra prometida (1 Pedro 2:9-16; Apoc 21)


B.3  Pasos en el proceso hermenéutico

Los pasos a seguir durante todo el proceso de la Interpretación son:

.    Análisis de situación
.    Organización de la idea del Mensaje
.    Selección de una base bíblica
.    Interpretación de la base bíblica
.    Bosquejo – síntesis de contenidos
.    Actualización del mensaje bíblico


Para el momento de la interpretación de la base bíblica considera los siguientes pasos:


  1. Lectura del texto- Versiones (texto original)
  2. Estudio del Contexto histórico
  3. Estudio del texto literario:
.  Delimitación del contexto estructural
.  Análisis de los géneros
.  Análisis gramatical
.  Análisis retórico – figuras literarias
.  Análisis del léxico
.  Análisis teológico – teología bíblica
  1. Presentación esquemática del texto

  
Preguntémonos si el pasaje elegido fue bien seleccionado. Si no lo ha sido, buscar otra porque podemos tener limitaciones.
Releer la situación ahora desde otro punto de vista. Ver sino hemos omitido algún aspecto de la realidad y preguntarnos porque.
Preguntarnos si hay realmente una base bíblica para esta situación. ¿Todos los problemas o situaciones en el mundo tienen que tener una base bíblica? Si descubrimos que no, busquemos principios bíblicos que nos den luz a nuestro trabajo de investigación


A.   La actualización del mensaje bíblico

No se trata de una actualización del texto como texto. Esto sería una traducción, un trabajo lingüístico. Se trata de buscar por diferentes medios, modos o formas que ese mensaje interpretado se haga carne, cobre actualidad en nuestra cultura.

Esta actualización a la que hacemos referencia la podemos llamar también  RELECTURA. Pero no se trata de un acto académico, sino de una experiencia, es interpretar cada nueva situación a la luz de la Biblia, es confrontarse ante el texto bíblico y entender desde él; es buscar el sentido salvífico de nuestras prácticas humanas.
Releer así la Escritura y nuestra situación es actualizar hoy en nosotros la acción de Dios.
  


1.    PROCEDIMIENTO DE LA EXEGESIS

  1. La exégesis como método

El método exegético vive tres etapas:

  1. Etapa de Investigación:

Comprende el análisis del texto desde su estructura interna y desde su contexto histórico. Desde su estructura interna: el ejercicio de los métodos históricos- críticos (crítica textual, crítica literaria, historia de las formas, historia de la redacción).
Desde su contexto histórico la explicación del sentido intratextual en su relación con la época y circunstancias sociales, económicas, políticas y religiosas, etc.


  1. Etapa de sistematización

Compara, sintetiza y ordena cada una de las instancias del proceso de investigación en forma de un bosquejo analítico.
Esto no es otra cosa que la reproducción exacta de la secuencia, estructura y sentido que el mismo texto arroja.


  1. Etapa de exposición

Presentada la secuencialidad del texto y su lógica interna sigue la explicación teológica o exposición de tallada de cada parte del bosquejo analítico. No es todavía una interpretación  del sentido del texto para la comunidad a quien originalmente fue dirigido y desde la cual tuvo origen.  Es presentar una exposición contextualizada al contexto de hoy.


        4. Elementos del proceso hermenéutico

En el proceso hermenéutico entran en juego una serie de elementos que condicionan y a veces determinan la interpretación. Ellos  están presentes en cada proceso de interpretación y el intérprete avisado deberá estar atento y saber en qué medida está orientado su interpretación, iluminado el texto bíblico o impidiéndole recibir la riqueza de su mensaje.

Algunos elementos del proceso para considerar:

  1. El  contexto socio – cultural

Con esto nos referimos a la situación histórica de los intérpretes, su cultura, su lengua materna, sus patrones de pensamiento, sus patrones de conducta, sus métodos de aprendizaje, sus reacciones emocionales, sus valores, sus intereses, todo esto condiciona su interpretación. Ejemplo: 1 Cor 11 sobre el atavío de las mujeres; 1 Cor 8 lo sacrificado a ídolos, etc.

  1. La comunidad hermenéutica

Toda interpretación es comunitaria. En el afán de descubrirla presencia de Dios, el sentido de la vida. Entran en juego acciones colectivas, experiencias conjuntas. En este mismo afán, indirectamente dos comunidades entran en diálogo: la comunidad actual y la comunidad antigua.
¿Qué significa 1 Cor 1:10? ¿Qué implicaciones tiene la unidad de la iglesia para la hermenéutica?

  1. Los métodos, teorías y técnicas

El término  “methodeia” aparece solamente dos veces en la Biblia y en ambas oportunidades se refiere a los métodos del demonio (Efesios 4:14 y 6:11) su sentido semántico hace referencia a la búsqueda de las mejores formas de estrategia  para alcanzar un objetivo. Hay varias clases de métodos como:
. El método intuitivo.- la escritura esta para las gentes de la comunidad sin acepción, la palabra de Dios está dada en palabras humanas y que se necesita una sumisión a la palabra de Dios para entender lo que nos dice hoy.
. El método científico.- en el afán de llegar hasta la situación y a las palabras de Jesús el intérprete tropieza con el problema de la Objetividad y la Historicidad de los relatos bíblicos más bien que de nuestra situación.
. El método contextual.- La meta es que el horizonte de la cultura receptora (los intérpretes) se fusionen con el horizonte del texto, de manera tal que el mensaje proclamado en la cultura receptora sea un equivalente dinámico del mensaje proclamado en el contexto original.

  1. Pre-comprensión e interés particular

Es aquel momento previo a la comprensión realizada, en la que se da una relación con situación a interpretar que constituye un primer acercamiento necesario, todos tenemos una postura de algo, nos acercamos a la Biblia siempre desde una situación determinada.


  1. La sagrada Escritura

La sagrada escritura es norma final (autoridad)  en toda interpretación. No es posible leer los acontecimientos actuales y ver en ellos la acción de Dios si no es por el don de la fe iluminado por las Sagradas Escrituras. En la escritura la que en definitiva da sentido a nuestra vida pues a partir de ella escuchamos la palabra de Dios hablándonos HOY y AQUÍ.


4.   EL CREYENTE FRENTE AL TEXTO


  1. El intérprete como persona en el contexto.


El intérprete no sólo acepta la Biblia como palabra de Dios sino que la estudia y la vive a partir de su encuentro con el Señor.

. La tarea de interpretación establece una relación estrecha de juicio recíproco o crítica entre el intérprete y el texto bíblico.
. El texto bíblico nos habla, se comunica con nosotros, de acuerdo a las preguntas que hacemos.
.  La observación es el aspecto más útil para ver el texto. En todo método de estudio bíblico tenemos siempre que echar mano de esta habilidad sino cometemos el error de hacer hablar al texto lo que no es.

  1. La selección del texto

Cuando el estudiante va a las escrituras se encuentra con su vida personal  de ver a su manera la Biblia.
Debemos tener cuidado cuando vemos una situación concreta en el entorno de nuestra vivencia, pues frente a una circunstancia que pasaje debemos tomar para predicar el domingo que ayude a la congregación a animarlos, a seguir adelante, para ser una sola comunidad que se ayude ante los problemas sociales, económicos, políticos, etc.
¿Qué preguntas podemos hacer para entender un texto? ¿Hasta qué punto estas preguntas las suscita también la realidad presente?


  1. La demarcación del texto

Cuando seleccionemos un texto debemos tener en cuenta lo siguiente:

B.1   cuando indiquemos un pasaje debemos ver con mucho cuidado donde empieza el Pasaje y donde termina.

B.2   Luego que detectamos el inicio  y término del pasaje al que llamaremos sus FRONTERAS  Inicial y  Frontera Final.

B.3  Esto es muy importante porque nos ubica primeramente en el contexto del mismo  Pasaje y no tomar otras citas que no correspondan.

B-4  Luego desde sus fronteras podemos extraer una palabra que mueve todo el texto  y así tendremos un pensamiento uniforme de que habla nuestro pasaje.

B.5  A partir de esto podemos trabajar el contexto con que se mueve nuestro pasaje: ¿Cuál es el tema  principal que trata nuestro pasaje?           

  1. Interrogando al texto

Son preguntas comunes y útiles como:

¿Quién habla en el pasaje? ¿Por qué? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Para qué? ¿Cómo nos afecta el pasaje? Vale aclarar que en el diálogo con el texto, las preguntas deben hacerse con el fin de provocar y motivar aquellas preguntas que el texto no plantea ni puede responder.                                                                                            

                                                                  
  1. EL TEXTO EN SU CONTEXTO

En muchos estudios no se toma en cuenta seriamente la conexión de una oración con otra, de un verso con otro o de párrafos entre sí.

Hay un Contexto Literario
Hay un contexto histórico
Contexto social
Contexto Político
Contexto Religioso
Todo esto es muy importante  para nuestro estudio ya que no podemos sacar al pasaje fuera de su contexto con que fue escrito.




5. Los principios de la hermenéutica

La historia de la hermenéutica fue decantando algunos principios interpretativos que conviene sintetizar, pues constituyen el trasfondo del círculo hermenéutico en cuanto método de interpretación:
1.    El todo explica la parte y la parte explica el todo.
2.    Es preciso comprender los prejuicios que tenía el autor del texto, lo que parecía obvio en la mentalidad de su tiempo (horizonte del autor).
3.    Siempre interpretamos un texto desde nuestros propios prejuicios (horizonte del lector).
4.    Para interpretar se debe poner en diálogo los prejuicios del autor y los del lector (fusión de horizontes).
5.    El texto “forma” al lector (Wirkungsgeschichte) y el lector “reforma” el texto.
6.    Comprender un texto es también comprenderse a sí mismo.
7.    La comprensión de un texto nunca se termina.

Supongo que ustedes conocen los elementos principales del triángulo hermenéutico de Carlos Mesters: Texto, Con-Texto y Pre-Texto. Vamos a mirar primero el triángulo como ilustración del proceso de la formación del texto bíblico. Partimos del Pre-Texto. Con este término se designa todo que ya existe en los lectores antes de una lectura: la vida o sea la realidad histórica y la cultura. Como cristianos tenemos la fe de que Dios está presente en esta realidad. Él es el creador de todo, a través de su Palabra creadora actúa en la creación. Por tener el don de la razón los hombres deberían poder descubrir la presencia de Dios dentro de la vida. Sin embargo por causa de su egoísmo que se convierte en una “aversio a Deo” y una “conversio ad creaturam” los hombres ya no son capaces de percibir la presencia de Dios en la creación. Con sus acciones impiden que la creación y la historia se desarrollen según el plan de Dios. Por eso Dios se revela en la historia humana a través de su Palabra salvadora. El escuchar y transmitir de la Palabra salvadora se hace en el Con-Texto. La aceptación de la revelación de Dios da origen a una fe; la misma fe une a personas y tribus aisladas y da origen a la formación de un Pueblo. Este Pueblo con su fe en Dios es el Con-Texto. Con su fe, los hombres pueden descifrar el texto de la vida, es decir el Pre-Texto, percibir la presencia de Dios y actuar según su voluntad. Aunque la fe es un don sobrenatural de Dios, para poder ser una fe humana debe ser expresada en formas humanas, es decir en formas condicionadas por el tiempo y el espacio. Estas formas se crean en relación al Pre-Texto. El Pre-Texto sin embargo no es una cosa estática. La historia humana nunca para y las culturas son dinámicas. Por eso el Pre-Texto sufre cambios constantes. Las formas de expresión y transmisión de la fe que fueron establecidas en otras circunstancias históricas y culturales ya no sirven para descifrar un Pre-Texto distinto. Por eso hay que adaptar los medios de expresión y transmisión de la fe a la nueva realidad. Así se hacía durante mucho tiempo en el pueblo de Israel. Los medios de comunicación de la fe como son las fiestas y ceremonias, leyes y tradiciones, dichos sapienciales, poesía y arte y también las personas con oficio religioso como reyes, sacerdotes y profetas sufrieron cambios enormes durante el tiempo. El criterio para juzgar la validez de estos cambios fue la efectividad: La nueva forma de un medio de comunicación de la fe tenía valor si ayudaba en la tarea de descifrar la realidad en búsqueda de la voluntad de Dios. Debido a la destrucción del templo y la deportación de la alta sociedad en el año 587 a.C. el pueblo de Israel perdió casi todos sus medios de comunicación de la fe. Justamente en este tiempo comenzó una intensiva producción literaria. En los textos escritos se hacía una objetivación de los medios perdidos; los textos se convirtieron en un santuario portátil. En el acto de la lectura de los textos los medios perdidos renacieron en la imaginación del lector; así los textos ayudaron a descifrar nuevamente la realidad. En cuanto se experimentaba la efectividad de los textos se les conservaba. Con el tiempo creció su autoridad y después de muchos siglos se designaba a estos textos como “textos sagrados” (1 Mac 12,9) o textos inspirados por Dios (cf. 2 Tim 3,16). Para los textos vale lo mismo que he dicho por lo que toca a los medios de comunicación de la fe representados en los textos. Ellos están impregnados por las condiciones históricas y culturales de su producción. Para mantener su efectividad se tenían que adaptar los textos a los cambios históricos y culturales. Estas adaptaciones se hacían a través de la relectura de los textos. En los textos canónicos encontramos rasgos de varias relecturas. Las relecturas bíblicas se caracterizaban por una gran libertad en el cambio de las palabras y al mismo tiempo por una gran fidelidad. No se quería ser fiel a las palabras; se quería ser fiel a la pragmática de los textos. Una relectura fue válida si ayudaba a leer nuevamente el texto de la vida. Se expresaba la valoración de la relectura mediante su conservación como texto con autoridad.
Mediante estas dos distinciones se construye el cuadrilátero hermenéutico de la exégesis socio-histórica 




6.  Orientaciones prácticas para hacer hermenéutica: el círculo hermenéutico

Gadamer insistía en que la hermenéutica no se puede reducir al seguimiento mecánico de unos pasos, sino que es más bien un arte, una capacidad vamos desarrollando cuando seguimos el ejemplo de otros intérpretes y cuando los principios arriba mencionados permean nuestra sensibilidad de lectores. Sin embargo, sí es posible indicar un modo de proceder que nos ayude a familiarizar con esta práctica. El siguiente esquema puede servir:

1. Pre-comprensión:

Antes de leer un texto tenemos ya alguna idea o sentimiento sobre él, que actúa como “proyecto de interpretación”; luego, una primera lectura del texto nos deja una comprensión inicial y nos lleva a replantear el proyecto y cada nueva relectura modificará la comprensión previa. Es necesario preguntar: ¿Qué idea tenemos del texto antes de leerlo? ¿Qué entendimos del texto en la primera lectura? Al volver a leer, ¿qué nuevas ideas tenemos del texto? Cada pre-comprensión que se haga debe escribirse.

2. Reconocer prejuicios:

En este paso debemos “tener un ojo agudo” y esforzarnos por identificar los prejuicios que surgen en la lectura que hacemos del texto. A medida que vamos identificando los prejuicios, estos nos van revelando algo significativo de nuestras vidas. Pero también es necesario reconocer los prejuicios (o presupuestos) que tuvo el autor al producir el texto. Se trata de aquellas ideas que eran obvias para el autor, pero no para nosotros y que, por eso, hacen que ciertos pasajes del texto nos resulten oscuros. A este respecto es importante responder ¿Cuáles son los prejuicios, nuestros y del autor, que identificamos en el texto? Cada prejuicio que se identifique debe escribirse.

3. Fusión de horizontes y contextos:

Existe una distancia entre el tiempo en que fue escrito el texto y nosotros. En primer lugar, debemos remitirnos a la situación histórica pasada (contexto) en que brotó el texto: ¿Qué datos biográficos puedes investigar del autor? ¿En qué época fue escrito el texto? ¿Cuál es el contexto histórico e ideológico del texto? En segundo lugar, no debemos olvidar nuestro tiempo ni nuestra propia situación histórica y socio-cultural ni el horizonte de significados en el que vivimos, debemos integrar el texto a nuestra época y preguntarnos ¿Qué relación tiene dicho contexto histórico del autor con el nuestro? ¿Qué diferencias hay entre el contexto del texto y el nuestro? Integrar estos dos contextos hace posible un horizonte común más amplio. Cada una de las respuestas a estas preguntas debe escribirse.


4. Oír el texto:

En el cuarto paso debemos experimentar o sentir ese texto en su verdadera alteridad, es decir, tenemos que oírlo con atención para dejarnos decir algo de él. Al oírlo aprendemos algo que no sabíamos y enriquece el horizonte de significados de nuestra existencia. ¿Cuáles son esas nuevas ideas que aprendí del texto? ¿Cuál es la idea más significativa del texto? Cada idea debe escribirse.

5. Aplicar el sentido:

El quinto paso que debemos dar para alcanzar una comprensión correcta es el de aplicar en un caso concreto presente de nuestra existencia el sentido que hemos alcanzado del texto. Pues al aplicar ese sentido a una situación particular para hacerla comprensible logramos una prueba de la validez de ese sentido que asegura su vigencia histórica. Es en el acto de aplicar el sentido de un texto donde se logra confirmar su continuidad en el tiempo. Pero además logramos enriquecer ese sentido general del texto en la medida en que la situación concreta en la que lo aplicamos nos revela algo nuevo y diferente que no estaba contenido en el texto. ¿Hay ideas del texto que tengan semejanza con alguna situación vital que yo esté viviendo? ¿Algunas ideas del texto se relacionan con mi modo de ser, de actuar, de pensar? ¿Por qué? Cada idea que surja debe escribirse.


6. Interrogarse:

Finalmente, la comprensión del texto nos debe llevar a cuestionarnos. ¿Qué pregunta tengo para hacerme a partir del texto? ¿Qué respuesta le doy a esa pregunta con base en el texto mismo? Cada pregunta y respuesta debe escribirse.
(Lenguajeyfilosofia.wikispaces.com/Guía+El+círculo+hermenéutico)


Un acontecimiento arquetípico es considerado tal cuando a partir de una nueva situación (acontecimiento ectípico o de cumplimiento) este último encuentra sentido sólo en el primero. Es decir, se descubre un acontecimiento que permanecía oculto, sin sentido, a partir de un acontecimiento nuevo.








Parte 2

                                                                                            
SEMIÓTICA Y COMUNICACIÓN

1.    Modelo lineal de la comunicación
Comunicarse implica una interacción con alguien. Sin embargo, esta interacción posee cualidades y consecuencias distintas según el punto de vista con el que analicemos la comunicación. El punto de vista más clásico en la teoría de la comunicación es aquel en el que se tiene en cuenta un aspecto de la interacción: la transmisión de información. Este punto de vista ha surgido desde el modelo lineal de la comunicación.
Desde la Teoría de la Comunicación, Shannon elaboró una teoría matemática de la comunicación. Esta teoría describía la comunicación como un proceso lineal. En el contexto de la comunicación humana a este proceso de comunicación se le etiquetó como modelo lineal de la comunicación. El modelo tuvo gran influencia en las ciencias sociales de la época, hasta el punto de que posteriores modelos, que han intentado describir el proceso de la comunicación desde la psicología, han mantenido el esquema básico del modelo de Shannon.
El estudio de la comunicación desde este modelo se apoya en la descripción del proceso que sigue el acto comunicativo. Un primer aspecto a tener en cuenta desde este proceso es que sólo hay comunicación cuando aquello que se comunica tiene un significado común para los dos elementos de la interacción. Antes de atribuir significado a una idea es necesario codificarla en términos comprensibles, y a partir de ahí realizar el acto de la comunicación. Un segundo aspecto consiste en que no se puede transmitir una idea sin disponer de un medio o soporte. Aquí es necesario referirse a dos conceptos que suelen confundirse: información y comunicación. Para el modelo lineal de la comunicación, el primer concepto (información) hace referencia a la acción de informar, es decir, al contenido de una comunicación (mensaje); el segundo (comunicación) se refiere a cómo el proceso pone en contacto dos o más polos (emisores y receptores) que intercambian información.
La comunicación desde el modelo lineal se concibe como un proceso de transmisión de información, realizado con un acto lingüístico, consciente y voluntario. En este proceso los dos elementos más importantes para el éxito de la comunicación son el emisor y el receptor, considerados individualmente.
Este modelo ha sido pensado para sistemas técnicos. Cuando se intentó aplicarlo a la comunicación entre personas se vio que era insuficiente. Posteriores modificaciones del modelo desde la psicología, siguen manteniendo una concepción de la comunicación entre dos personas como transmisión de un mensaje sucesivamente codificado y después descodificado. Sin embargo, ha sido necesario incorporar al modelo el concepto aplicado por Wienner de retorno. El retorno proviene del modelo cibernético de Wienner, y rompe el esquema lineal al hacerlo circular. Es la única forma de que la base del modelo pueda tener una aplicación en la comunicación humana, puesto que las personas no son elementos estáticos en el proceso de comunicación, como lo puedan ser dos terminales telegráficos.
De esta forma la estructura del acto comunicativo sigue manteniendo la misma concepción de comunicación como proceso de transmisión de información, pero desarrollando un modelo circular, más próximo al modelo cibernético de Wiener. Un modelo humano basado en el modelo lineal de la comunicación quedaría así:







Vemos, pues, la relevancia que tienen los procedimientos simétricos de codificación y descodificación en todo proceso comunicativo. Estos procedimientos se llevan a cabo mediante signos y por ello ha irrumpido la semiótica (la ciencia de los signos) en el campo de la Teoría de la Comunicación.
1.    La semiótica
Es difícil dar una definición unánime de lo que es la semiótica. Sin embargo, puede haber acuerdo acerca de "doctrina de los signos" o "teoría de los signos". Esta definición presenta el inconveniente de transferir al término "signo" la mayor parte de los interrogantes. Para algunos el signo es, en principio, un objeto construido; para otros, es, en principio, un objeto observable; otros sólo toman en cuenta sistemas de signos previamente establecidos, que  pueden alcanzar desde sistemas de señalización concretos hasta los sistemas de significación implícitos en toda práctica social (ritos, mitos, costumbres). Existen, pues, concepciones opuestas de la disciplina, que van desde el estudio de un sistema concreto de señales hasta una concepción "absolutista" que hace depender la propia cultura del fenómeno comunicativo. Un breve sumario de estas concepciones sería el siguiente:
1.    Una concepción limitada a los sistemas de signos instituidos en la práctica social y no-lingüísticos: carteles de señalización, escudos, uniformes, etc... En todo caso, podría hablarse de "signalética" para calificar esta concepción. (cuadro de matamua)




1.    La concepción que puede llamarse "saussuro-hjelmsleviana" que considera con Saussure, que la lingüística es una parte de la semiología, "ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social". Extendiendo el modelo lingüístico a todos los sistemas de signos humanos, la misma podría calificarse como "semiolinguística" aun cuando sus sostenedores recusan este apelativo. Sin embargo, construye sus objetos sobre el "patrón" de los objetos de la lengua.
2.    La concepción peirceana que combina, en el estudio de los signos un análisis de los fenómenos de significación como la cooperación de tres instancias que implican al representante (el signo propiamente dicho), al representado (aquello de lo que el signo da cuenta) y a un intérprete genérico considerado como un muestrario representativo portador de los hábitos interpretativos de la comunidad a la que pertenece.
3.    Concepciones etnoculturales que ven en la cultura una combinación de sistemas "modelizadores" de lo real (Yuri Lotman, Escuela de Tartú).
4.    Concepciones que tienden a abolir la separación entre ciencias humanas y ciencias de la naturaleza, a partir de una zoosemiótica, de una fitosemiótica, reagrupadas con la teoría de la información y las neurociencias, para constituir una especie de "perspectiva semiótica" (Círculo de Toronto).
5.    Concepciones "regionales" del objeto semiótico limitadas a campos como el visual, las prácticas culturales y artísticas (danza, literatura, poesía, urbanismo y arquitectura, cine, teatro, circo, pintura, presentación de la persona, etc...), los "discursos" de carácter social (jurídico, religioso, político, etc...). Aunque pretendidamente independientes, dada la especificidad de su objeto, no dejan de vincularse, más o menos explícitamente, con alguna de las concepciones enunciadas anteriormente.
Las concepciones 2) y 3) son las más comúnmente aceptadas y no han dejado de existir intentos de proceder a síntesis de ambas, de los que el más reputado ha sido el de umberto Eco(1). Sin embargo, dicha síntesis se presenta problemática, ya que, como veremos, sus metodologías de trabajo se presentan casi como irreconciliables, apoyándose la concepción saussureana en una base binaria (significado / significante) mientras que la pierceana se apoya en una base triádica (objeto / signo / interpretante).




1.    El uso de los signos en el pasado
Los hombres primitivos se contentaban con un uso puramente instrumental de los signos, ligado a sus condiciones de subsistencia (lugar donde encontrar la caza, avisar de peligros inminentes, etc.), lo que no implicaba problemáticas específicas que resolver. Pero, a medida que la realidad social se va haciendo más compleja, el uso de los signos deviene más estricto: el signo debe reproducir de forma unívoca las realidades del mundo material con el fin de preservar la integridad y la identidad del grupo humano. Los primeros pensadores que reflexionaron sobre los signos fueron Aristóteles y los estoicos, quienes buscan las relaciones entre la configuración de los términos en el silogismo y la configuración del orden real, así como los motivos de la transferencia de valores de verdad de una a otra. La primera ampliación del campo de estudio se la debemos a Leibniz, quien con su Mathesis Universalis, extenderá las nuevas funciones matemáticas a nuevos campos significantes. Sin embargo, el proyecto quedará inconcluso al enfrentarse con los numerosos problemas de polisemia que requerirán el regreso al estudio específico de la lengua humana. Locke y los filósofos ilustrados (especialmente Condillac) fundamentarán la semiótica en la gramática.
2.    El inicio de la semiótica contemporánea
Pese a que todos los grandes pensadores, aunque no lo hayan hecho explícitamente, se hayan interrogado acerca del problema de la significación, generalmente se coincide en distinguir dos fuentes de la semiótica contemporánea: F. de Saussure y Ch. S. Peirce. Para completar conviene acercar al nombre del primero el del lingüista danés L. Hjelmslev.
Ferdinand de Saussure (1857-1913) tenía como objetivo estudiar la lengua considerada en sí misma, retomando de esta forma el proyecto estoico sobre la base de la materialidad del lenguaje mismo. Naturalmente, ubica a la lingüística como una parte de la semiología, ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social y que nos enseñaría en qué consisten los signos y qué leyes los rigen. Para Saussure el signo es una unidad psíquica de dos caras: la imagen acústica (el significante) y el concepto (el significado); la unión que existe entre ambos es totalmente arbitraria. El signo es, pues, fruto de un contrato concertado entre los miembros de la sociedad, que actúa como fuerza externa sobre la lengua modificándola pero sin alterar sus características formales.
Louis Hjelmslev (1899-1963) era un lingüista danés cuya obra es un eslabón indispensable para comprender la evolución de la lingüística moderna surgida de las intuiciones de Saussure. Hjelmslev añade dos caras más a cada una de las caras de Saussure: tanto el contenido (significado) como la expresión (significante) tienen forma y substancia. La función semiótica se establece entre la forma del contenido y la forma de la expresión; mientras que la substancia del contenido (el pensamiento) y la substancia de la expresión (la cadena fónica) dependen exclusivamente de la forma y no tienen existencia independiente. Este homomorfismo entre el plano de la expresión y el plano del contenido abre las puertas a una semántica estructural.

Charles Sanders Peirce (1839-1914) se interesó, entre otras cosas, en la semiótica a la que consideraba ante todo como una lógica, lo que no deja de evocar el proyecto estoico. Sin embargo, su propósito apunta a aprehender la totalidad de los procesos comprometidos en el establecimiento de las significaciones, por ello su concepto de signo es general y pragmático. En la significación cooperan tres instancias: el objeto (que se pretende representar), el signo (que lo representa) y el interpretante (que lo interpreta). El interpretante es, a la vez, una norma social o un hábito colectivo institucionalizado y la determinación aquí y ahora de una mente que interioriza esta norma.
1.    La relación entre semiótica y comunicación
Todo acto de comunicación puede describirse como un par constituido por un signo producido por un emisor, interpretado luego por un receptor. Su estudio combinará producción e interpretación de un mismo signo. Tomando el modelo peirceano podríamos representar los procesos de producción e interpretación con un gráfico como el siguiente, en el que O representa el objeto, S representa el signo, I representa el interpretante y las flechas muestran las relaciones de dependencia:
La mayor parte de los autores se han interesado casi exclusivamente en el problema de la interpretación de los signos, partiendo de la opinión, ampliamente extendida, de que la producción y la interpretación son procesos absolutamente reversibles. De esto se desprendería que describir la interpretación es describir también, como en un espejo, la producción.
Contra esta afirmación se puede observar que, si el productor es dueño del objeto que elige para comunicar su mensaje (elección de palabras, de grafismos, de gestos, de configuraciones múltiples de unos y de otros), el intérprete está obligado a efectuar un trabajo de reconstrucción de ese objeto (una semiosis inferencial) que no tiene por qué llegar necesariamente a reencontrar el mensaje original. En efecto, las relaciones singulares que productor e intérprete mantienen con las instituciones de la significación son las que regulan su comunicación. Hay, entonces, una disimetría a priori, puesto que el primero pone en marcha algo ya presente en él, mientras que el segundo debe descubrir precisamente lo que el primero actualizó.
Lo que hay que remarcar antes que nada es que toda producción es, en alguna medida, una interpretación a priori. Dicho en otras palabras, la producción es un proceso de incorporación de un pensamiento en una configuración que se ubica bajo la dependencia de una interpretación anticipada, respecto de la que el productor se vuelve un intérprete más. En este sentido participa en este proceso colectivo de interpretación que describimos como una institución social. Por parte del intérprete hay un proceso que va de lo particular a lo universal, de lo individual a lo colectivo, mientras que, de parte del productor, se va de lo universal a lo particular y de lo colectivo a lo individual. Más que de reversibilidad, que no diferencia los dos procesos, debemos hablar de dualidad. Algo pasa de la mente del productor a la del intérprete. Más formalmente, puede considerarse que en todo fenómeno semiótico hay un traspaso, a través de un signo, de una cierta forma de relaciones que está en la mente de un productor hacia la mente de un intérprete. El signo se transforma en un medio para la comunicación de una figura. Hay que destacar que en el acto de comunicación, definido como un par (signo producido / signo interpretado), tanto el productor como el intérprete hacen referencia a la misma relación de naturaleza institucional que liga al signo con su objeto. El productor lo utiliza como algo ya institucionalizado que le permite elegir una cosa (el signo) y presentarla como el sustituto de otra cosa ausente (el objeto), con la garantía (en el interior de su comunidad) de que un intérprete eventual que comparta su cultura tendrá la posibilidad de poner en funcionamiento la relación empleada en el otro sentido. La comunicación sólo se logra cuando el objeto del que habla el productor es el mismo que imagina el intérprete. Es precisamente en este sentido donde la concepción peirceana del signo se muestra más potente que sus rivales binarias. La noción de interpretante nos remite a las normas sociales compartidas que hacen posible la simetría en el proceso de producción y en el de interpretación; mientras que, en las concepciones binarias[2], nada nos remite a una intersubjetividad indispensable para cerrar felizmente el proceso comunicativo.
2.    El proceso cognitivo
Para que exista esta intersubjetividad que permite la comunicación, es necesario postular que existen rasgos comunes en los procesos cognitivos de todos los seres humanos. Tanto si se cree que el proceso de conocimiento es categorial (como dirían Aristóteles o Kant) como si se cree que es puramente perceptivo (como defenderían Locke o Hume), el producto de este conocimiento individual establece un área de consenso con el resto de los miembros de la comunidad




[1]  .En la primera página de su artículo "La vida social como un sistema de signos". [VSSS] (VV.AA. "Introducción al estructuralismo". Alianza. Madrid, 1976. Pág. 89), facilitado con los apuntes, cita precisamente a Saussure y a Pierce, aceptando sus definiciones de signo "como punto de partida indiscutible". El propio Eco lo reconoce en una obra reciente (Eco, Umberto. "Kant y el ornitorrinco". [KO] Lumen. Barcelona, 1999. Pág. 290): "Durante mucho tiempo he temido que el enfoque semiótico del Tratado adoleciera de sincretismo. ¿Qué quería decir intentar, como hice, juntar la perspectiva estructuralista de Hjelmslev y la semiótica cognitivo-interpretativa de Peirce?".
[2]  .Umberto Eco en VSSS Pág. 96-97 reprocha que "muchos lingüistas han supuesto que el extenso campo de la Forma del Contenido (Hjelmslev) caía fuera de la jurisdicción de la lingüística y lo concebían como materia propia y privativa de la antropología cultural, de la ciencia física, de la filosofía





7. MÉTODOS DE ESTUDIO BÍBLICO

a. EL MÉTODO INDUCTIVO
La palabra "inductivo" viene del verbo inducir, y éste del latín inducere, que es un antónimo de deducir o concluir. La inducción, nos dice el diccionario, es "un modo de razonar que consiste en sacar de los hechos particulares una conclusión general". Por tanto, denominamos método inductivo aquel mediante el cual se somete un pasaje bíblico a investigación, con el fin de obtener conclusiones generales sobre su contenido. El método opuesto es el "deductivo" que partiendo de una premisa predeterminada, procede a establecer una base bíblica en su apoyo, empleando varios pasajes. Ambos métodos se pueden ilustrar así:
Método inductivo
Método Deductivo
El método inductivo no se emplea únicamente para el estudio de las Escrituras; es también muy usado en la investigación de las ciencias experimentales, y se basa en tres principios de operación:
1.- La Observación       Descubrir lo existente.
2.- La Interpretación     ………Determinar su significado.
3.- La Aplicación                      Apropiar los resultados.
Por observación entendemos el acto de considerar con atención el estudio intenso de algún objeto, asunto o relato; la práctica de la observación es indispensable, porque nos permite saturarnos del contenido del pasaje. Por eso debemos formarnos este hábito de tal manera que nunca leamos una frase o pasaje bíblico sin observarlo cuidadosamente. Consta de cuatro partes principales:
1.- La Observación de palabras o términos. La Biblia contiene miles de palabras con significado oscuro o desconocido. Otras veces las palabras se usan en sentido figurado, y no quieren decir en el pasaje lo que significan en el uso común.
2.- La observación de las relaciones entre las palabras se les llama estructuras. Las estructuras se relacionan entre sí por medio de palabras que adoptan la función de "eslabones".
3.- La observación de formas literarias generales. El pasaje que estudiamos puede ser prosa, poesía, drama, parábola, literatura apocalíptica, etc.
4.- La observación de la atmósfera, puede ser de compasión, tristeza, dolor, amor, alegría, humildad, ternura o alguna otra.
El segundo principio de este método es la interpretación. El propósito aquí es determinar el significado de lo que el autor escribió. En este caso la imaginación se convierte en una valiosa herramienta que nos ayuda a transformarnos a los tiempos bíblicos, y sentir, pensar y actuar, como lo hicieron los escritores.
El resumen de la interpretación, apoyado en la evaluación anterior, este paso consiste en adaptar las enseñanzas del pasaje a nuestras circunstancias particulares, y en apropiar lo que sea de utilidad a nuestra vida personal.

b. EL MÉTODO ANALÍTICO
La palabra analítico tiene su origen en el término griego análisis que significa "Descomposición". En el estudio de la Biblia quiere decir separar o desmenuzar las partes de un pasaje con el fin de arribar a la médula de su contenido. El método opuesto es el sintético, en el cual se realiza la labor contraria, esto es, se resume y compendian las enseñanzas para poseer un cuadro general y completo de una determinada porción bíblica.
El análisis de que hablamos principia con una porción entera, que en este caso invariablemente debe ser un párrafo, y nos lleva hasta la frase o pensamiento que nos interesa en particular.
La gran utilidad de este método reside en que el estudiante se ve forzado a analizar el texto bíblico, y no los comentarios sobre la Biblia; tres son los pasos principales del proceso analítico.
1.- El examen estructural
Reorganización del texto

Bíblico.


2.- El bosquejo del contenido
Presentación sistemática

de los pensamientos del

Escritor.


3.- Las observaciones
Búsqueda de enseñanzas

Pertinentes.
El primer paso consiste entonces, en colocar en orden lógico las declaraciones del escritor, de tal manera que a simple vista podamos tener todo el desarrollo de su pensamiento en forma bien organizada. De Juan 5:1-5.
El segundo paso del análisis consiste en formular un bosquejo. Este bosquejo debe apegarse al texto lo más posible, de manera que podamos presentar en forma sistemática del pensamiento del escritor. He aquí un bosquejo del párrafo citado arriba: La victoria del creyente.
Estamos listos para proceder al tercer paso. La observación deberá girar en torno a siete preguntas fundamentales. Las respuestas a éstas constituirán el verdadero fruto del estudio analítico. Las preguntas son:
¿Qué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo?, ¿por qué?, ¿quién?, ¿para qué?

c. EL MÉTODO SINTÉTICO
A este sistema de estudio bíblico también se le conoce como "el método del Dr. Gray", debido a que este célebre siervo de Dios, por muchos años decano del Instituto Bíblico Moody en Chicago, escribió un libro entero cubriendo de Génesis a Apocalipsis, basándose en tan singular método. El estudio sintético es la labor de compendiar o resumir lo más posible, un pasaje, para obtener un cuadro general, pero completo.
La piedra angular de este método es la lectura repetida de un libro de la Biblia a la vez. Durante las repetidas lecturas de un libro, se recomienda tener en mente tres distintos aspectos:
A.- El tema central del autor.
B.- El desenvolvimiento.
C.- El bosquejo del contenido.
1.- Trabajemos en el libro de Job aplicando los pasos anteriores, y observaremos la forma como se puede arribar a la comprensión fundamental de su contenido. Las primeras ocasiones que lo leamos, buscaremos su tema central. Tal vez nos parezca que ese tema pueda ser el significado de la lucha entre el bien y el mal, y sus resultados, bajo el gobierno de un Dios sabio y todo poderoso.
2.- El siguiente paso consiste en leer Job nuevamente, ahora con el tema central en mente, observando cómo el autor desenvuelve su argumento.
3.- Con el material anterior cuidadosamente anotado, estamos listos para formular un bosquejo. Como se ha podido ver hasta aquí, la organización del material bíblico es siempre un proceso fundamental e imprescindible para el estudio provechoso. El Dr. Gray bosqueja el libro Job en esta forma:
I.- El prólogo.
II.- El diálogo.
III.- Las palabras de Eliú.
IV.- Las Palabras del Todopoderoso.
V.- La respuesta de Job.
VI.- El epílogo.
Para elaborar el bosquejo resulta ser de gran ayuda tomar en cuenta la división de capítulos, párrafos y versículos ya que el estudiante necesita encontrar las unidades de pensamiento para irlos acomodando en forma organizada. Sugerencias generales para facilitar el trabajo con este método.
1.- Cada vez que se lea el libro, léase completo y de una sola vez, a fin de mantener frescos todos los detalles de su contenido.
2.- No haga uso de libros de consulta. Satúrese solo del texto bíblico, y luche porque su mente trabaje con diligencia en los descubrimientos necesarios.
3.- Cada vez que lea el libro, procure enfocar la mente en un aspecto distinto de la narración puede ser el histórico, doctrinal, geográfico o biográfico.
4.- Al leer, transpórtese mentalmente a la época, las circunstancias y el trasfondo del escritor. ( http://www.seminarioabierto.com) Seminario Reina Valera.

d. EL MÉTODO CRÍTICO.
La palabra crítico proviene del término griego (krino) krino, que quiere decir juzgar. Así entonces, se llama Crítica Bíblica a la ciencia que busca por medio de una detallada y cuidadosa encuesta, establecer las palabras exactas de los manuscritos, versiones y citas, y determinar la composición, fecha paternidad literaria, y valor histórico, según se encuentra juzgado por la evidencia interna. Se divide en dos clases o dramas principales: La Critica Baja, y La Critica Alta. Estas también reciben los nombres de Histórica y Textual, respectivamente como su nombre lo indica, la Crítica Textual es la que se encarga de verificar la exactitud del texto bíblico.
Hoy en día existen alrededor de 5,338 copias completas o en parte, copiadas a mano, más cientos de copias de algunas de las primeras traducciones hechas, más la evidencia de las citas bíblicas en los escritos de los padres de las iglesia primitiva. Sin embargo no existen dos copias que sean exactamente iguales, y mientras más grande sea el número de copias, mayor será el número de diferencias (o variantes) entre ellas.
Por lo que toca a la crítica histórica, se ocupa de trabajar empleando los resultados de la crítica textual aceptando como un hecho que se posee el texto correcto, procede a confirmar las afirmaciones que el texto hace en relación con su paternidad literaria, a la fecha en que se escribió, la veracidad de su mensaje, la unidad de su estructura literaria, y declaraciones similares. Para tal efecto es preciso elegir primeramente un libro que constituya la unidad básica de estudio. Luego realizaremos el estudio investigando las siguientes áreas.
1.- Paternidad Literaria             ¿Quién fue el autor del libro?
2.- Destinatario                         ¿A quién se escribió?
3.- Lugar                                  ¿En dónde se escribió?
4.- Fecha                                  ¿Cuándo se escribió?
5.- Propósito                            ¿Cuál era el objetivo del autor?
Para establecer la paternidad literaria de un libro de la Biblia, es necesario depender de las evidencias que encontraremos dentro y fuera de él.
En ocasiones es fácil determinar el destinatario, es decir, la persona o personas a quienes se escribió el libro.
Pocos libros de la Biblia mencionan dónde fueron escritos.
Las fechas en que se escribieron los libros de la Biblia si son de importancia estratégica, ya que con frecuencia se encuentra íntimamente ligadas al problema de la paternidad literaria.
Por último, nos interesa descubrir el propósito que el autor haya tenido al escribir su libro.

e. EL MÉTODO TIPOLÓGICO.
Este no es para los aprendices. No recomendamos su uso cuando, apenas se comienza a conocer el contenido de la Biblia. Más bien, para ponerlo en prácticas se exige un conocimiento completa de las Escrituras.
La palabra tipológico, proviene del verbo griego tupo que significa golpear, y del término tupco V, que quiere decir la marca de un golpe, una impresión, forma o tipo. Por lo que toca a las diversas clases de tipos, debemos mencionar seis: de Personas, de instituciones, de oficios, de acontecimientos, de acciones y de cosas.
Algunas recomendaciones fundamentales que se deben tener en cuenta para este estudio son:
1.- Estúdiense las reglas de la Hermenéutica sobre la tipología.
2.- Princípiese con los tipos más sencillos. Por ejemplo los que se hallan en Éxodo 12 y 1 Corintios 5:7,8.
3.- Conserve discreción y sentido común.
4.- Recúrrase a todas las referencias bíblicas que sea posible para respaldar la interpretación de un tipo dado.
Para aquella persona que desee lanzarse de inmediato a poner en práctica este método, le podemos sugerir los siguientes temas donde encontrará abundante material de esta naturaleza: Adán como tipo de Cristo; Abraham como tipo de Dios; el sacrificio de Isaac y el sacrificio expiatorio de Cristo; José y la vida de Jesucristo.

8. EL ESTUDIO DE LA BIBLIA SEGÚN SUS TEMAS 
El estudio de la Biblia encierra tres graves peligros. El primero consiste en el empeño de conocer su contenido, apoyados solamente en la inteligencia, y dependiendo del esfuerzo propio.
Un segundo peligro reside en estudiar la Biblia por un sentimiento de deber religioso. Hay quienes la estudian creyendo almacenar méritos, y en esa forma agradar a Dios. Otros lo hacen movidos por la creencia de que es su deber destilar toda la información posible contenida en sus páginas. El autor del Eclesiastés escribió: "El mucho estudio es fatiga de la carne", (Eclesiastés 12:12), y Pablo agregó: "La letra mata...." (2 Corintios 3:6). La Biblia no se debe estudiar como un fin en sí misma, sino como un medio para un fin. No es un libro que tan solo se tenga que leer y aprender, sino más bien, uno que se tiene que vivir. Los métodos de estudio bíblico pretenden enseñar al estudiante la manera de adentrarse en la Escritura, con el propósito de que aprenda a vivirla y no solamente a recitarla.
Y el tercer peligro grave consiste en estudiar la Biblia olvidando que fue escrita con cierto propósito primordial revelarnos a Jesucristo como salvador del hombre. El apóstol Pablo declara que el evangelio de Dios es "Acercar de su hijo" (Romanos 1:1,3), y especialmente el ministerio del Espíritu Santo se encuentra enfocado a este mismo fin.
Cristo declaro: "El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Juan 16:14).

a.            EL TEMA BIOGRÁFICO
Este puede resultar un estudio altamente provechoso e inspirador. Se ha calculado que la Biblia menciona cerca de tres mil personajes diferentes, cada uno de ellos con sus características específicas.
Quizá una de las razones por que resulte tan fructífero este sistema, se ha debido a la verdad variedad de los personajes bíblicos. Se habla tanto de hombres como de mujeres y niños; los hay valientes y cobardes, perversos y santos; algunos alcanzaron gran renombre, otros permanecieron en la oscuridad; de algunos se narran extensas e interesantes biografías, mientras que otros prácticamente se pierden en el anonimato. Pero lo de ellos se narra, constituye una rica fuente de conocimientos en relación con el plan de Dios para la humanidad.
1.- El nombre, lo primero que nos interesa es el nombre.
2.- Los rasgos físicos, no hay que abrigar esperanzas de encontrar mucha información a este respecto.
3.- Antepasados y descendientes, en esta sección la búsqueda tiene que ver con las características de los antepasados y los descendientes del personaje.
4.- Su niñez y juventud, aquí se estudia ya directamente la vida del individuo, buscando acontecimientos o influencias que en una forma u otra moldearon su carácter e influyeron decisivamente en la trayectoria posterior de su vida.
5.- Su ocupación Estudiemos ahora su trabajo. Encontraremos que éste encierra buen número de facetas diferentes; por ejemplo. Los lugares donde trabajo.
6.- Carácter. Lo que más importa de un hombre no es lo que hace, sino lo que es; por tanto, su carácter es un aspecto clave del estudio.
7.- Su vida espiritual. En gran parte elegimos a un personaje para estudio por las lecciones que su vida espiritual nos pueda ofrecer.
8.- Influencia en su vida. Aquí dedicaremos tiempo a la consideración de todas aquellas influencias ejercidas sobre la vida de nuestro personaje por individuos, circunstancias y fuerzas que modelaron su vida y al final jugaron un papel definitivo en sus decisiones.
9.- Su influencia sobre los demás. Los hombres no son sólo receptores pasivos de los efectos de circunstancias, fuerzas o personas, sino que voluntaria o involuntariamente también una influencia definida sobre quienes los rodean.
10.- El pecado en su vida. Parte de la experiencia espiritual del individuo es, claro está, sus luchas con el pecado.
11.- Conclusiones. Al estudiar los puntos anteriores, habremos acumulado considerablemente información sobre el personaje bajo estudio.

b. EL TEMA HISTÓRICO.
La Biblia se ha constituido en un infalible libro de historia para esos estudiosos. No fue escrita con ese fin, pero sus narraciones se han verificado a través de los siglos, encontrándoseles siempre veraces.
Para el progreso en la aplicación de este método, se recomienda un procedimiento similar al sugerido para el sintético; esto es, principiar con lo general, y avanzar paulatinamente hacia lo detallado y minucioso, en este caso, la primera área de estudio será la Biblia entera. Con esto queremos decir que debemos primero ubicarnos históricamente en relación con todo el período bíblico, antes de concentrar nuestra atención en el pasaje que específicamente nos interesa.
Una vez que contemos con el cuadro histórico general, podremos realizar un estudio más detallado. Este se puede efectuar de tres maneras principales.
Primera, dedicándonos al estudio de un periodo especifico de la historia bíblica. Por ejemplo, el tiempo de los jueces aquí es posible adentrarse en los detalles y circunstancias de este lapso de la historia de Israel. El reino de Salomón sería otra época rica en enseñanzas.
La segunda forma es estudiar la perspectiva histórica de un solo libro. La comprensión exacta de algunos de ellos, en gran parte depende de los antecedentes que poseamos sobre los eventos que allí se narran.
Por último se puede someter un solo capítulo al análisis histórico. Cuántos emocionantes descubrimientos nos esperan al estudiar en esta forma, por ejemplo, el capítulo 6 de la profecía de Isaías. Llegaremos a comprender por qué el profeta principia el capítulo aclarando: "En el año que murió el rey Uzías..."

c.EL TEMA PROFÉTICO
Para muchos cristianos, hablar de profecía significa perder tiempo. Es importante y aun urgente, que nos entreguemos a un estudio serio de la profecía bíblica. Además, no menos que una tercera parte de la Biblia está dedicada a asuntos proféticos, de tal manera que si en verdad nos interesa llegar a conocer la Palabra de Dios, irremisiblemente nos veremos obligados a dedicar una buena parte de nuestro tiempo a ellos.
Profecía es la proclamación de la voluntad de Dios para los hombres, y en ocasiones incluye el anuncio de algún evento futuro como parte del cumplimiento de esa voluntad. La profecía no es la bola de cristal de Dios dada a los hombres para saciar su curiosidad. Es la proclamación de la voluntad de Dios para los hombres, y en ocasiones incluye el anciano de algún evento futuro como parte del cumplimiento de esa voluntad. La profecía no es la bola de cristal de Dios dada a los hombres para saciar su curiosidad. Es la proclamación de su voluntad soberana y amorosa para toda la creación, y su llamamiento a un pacto de fidelidad con el pueblo que es llamado por su nombre, y el cual está listo para seguirlo son el conocimiento previo de hacia dónde le lleva. La esperanza que se ve, no es esperanza. Romanos 8:24. Hoy día, la iglesia necesita la profecía más que nunca, no para condenar a los paganos, ni para satisfacer una curiosidad necia, sino para despertar un sentimiento de insatisfacción con nuestra propia situación, y para encender los corazones tibios con una esperanza vital en el glorioso mundo futuro de Dios, el cual será dado a conocer en la aparición de nuestro Señor Cristo Jesús.
Estudiar la Biblia siguiendo este método significa la lectura repetida del libro o porción deseada. Aun cuando en la primera lectura parezca un confuso laberinto de ideas, personajes, lugares, etc., no debemos desmayar, sino seguir leyendo hasta lograr organizar su contenido.
1.- Es de gran importancia ubicarnos en el medio ambiente del profeta.
2.- Se busca también los temas principales del pasaje.
3.- La descripción de la personalidad y las características del mensajero también interesan.
4.- Durante lecturas subsecuentes anotaremos lo más posible, la cronología del pasaje profético.
5.- Ahora enfocaremos la atención sobre los individuos a quienes se dirigió el mensaje de Dios por boca del profeta.
6.- Se debe buscar también los propósitos que Dios haya tenido para enviar a su mensajero.
7.- Enseguida se debe trabajar exclusivamente en los mensajes proféticos.
8.- El siguiente paso será comparar cada mensaje con pasajes similares o paralelos en otras partes de las Escrituras.
9.- Por fin arribamos a la delicada tarea de clasificar el contenido de los distintos segmentos de la porción bajo estudio.

A.- Los pasajes proféticos y los didácticos.
B.- Los mensajes que ya se hayan cumplido, o los que aún están por cumplirse.

10.- Una vez formado un criterio sobre el mensaje de la profecía, resta solamente elaborar las conclusiones y aplicaciones personales.

d. EL TEMA TEOLÓGICO
La teología no es más que el estudio de las enseñanzas contenidas en la Biblia. Frecuentemente se le denomina también como la ciencia que estudia a Dios.
Se denomina ciencia a la teología porque consiste en hechos o verdades relacionadas con Dios y las cosas divinas, presentadas en forma lógica y ordenada. El vocablo religión se deriva de una palabra latina que significa ligar; en otras palabras, la religión representa aquellas actividades que ligan al hombre a Dios en cierta relación. La religión es una práctica, mientras que la teología es conocimiento. La religión y la teología deben marchar unidas de la mano en la experiencia bien equilibrada; empero en la práctica son separadas a veces, de manera que no puede ser teólogo sin ser verdaderamente religioso, y por otra parte, uno puede ser verdaderamente religioso sin poseer un conocimiento sistemático de las verdades doctrinales.
El material con el cual trabaja la teología es la Escritura. Es la Biblia la cantera de donde se desprenden las verdades gloriosas utilizadas en la construcción del edificio de la doctrina cristiana.
Si como hemos dicho antes, la Biblia es la base de la doctrina del cristianismo, es imprescindible que el cristiano, además de otros métodos practique el teológico, buscando cimentar debidamente su fe, y a fin de presentarle un fundamento sólido a sus creencias. Especialmente el pastor, el predicador, el maestro o el misionero, deben familiarizarse con esta forma de estudio, pues de ello dependerá en mucho la solidez de su predicación y enseñanza. Para estudiar la Biblia de acuerdo con este sistema, se ponen en práctica cuatro pasos definidos. Cada uno de ellos, a la vez que es progresivo, pretende llevar al estudiante a la médula doctrinal de la porción elegida.
1.- El descubrimiento. No es raro que leamos muchas veces algún pasaje bíblico sin percatarnos de que contiene profundas enseñanzas doctrinales.
2.- La comparación. La lista de enseñanzas doctrinales que hayamos compilado en el proceso anterior, servirá para iniciar la labor de confrontación entre las diferentes declaraciones del texto.
3.- La organización. Reunidas ya todas las enseñanzas doctrinales de un segmento bíblico, el siguiente paso consistirá en su organización.
4.- La interpretación. El último paso en el método teológico, consistirá en encontrar el significado de las palabras del escrito.
La manera de obtener el significado de las palabras en el pasaje, es por medio del contexto.

e. EL TEMA DEVOCIONAL
Se conoce este método con el nombre de "devocional", porque acentúa el estudio con el fin de producir la edificación de la vida espiritual del cristiano, llevándole a una experiencia más real de su conocimiento de Dios y de su entrega personal a él.
Este tipo de estudio lo podemos practicar cuando menos de cuatro diferentes maneras:
1.- Progresivo. Para un gran número de cristianos, estudiar la Biblia significa únicamente leerla progresivamente de Génesis a Apocalipsis.
2.- Práctico. Una segunda forma de realizar el estudio devocional, consiste en analizar pasajes que sean adecuados a nuestro interés o a nuestra necesidad espiritual.
3.- Pastoral. La vida cristiana no es una emoción momentánea; es un proceso que dura toda la vida.
4.- Personal. Las Escrituras serán a nuestro corazón dulces como la miel, sólo en la medida en que logremos localizar entre sus páginas a Jesucristo, el Hijo muy amado del Padre, en el cual él tiene su contentamiento.
Una vez elegida la porción que deseamos estudiar, la cual puede ser un libro, un capítulo, un párrafo o un versículo, procedemos a establecer primero la similitud entre las circunstancias en que vivían los personajes del pasaje, y las de los tiempos de Cristo.

f. EL MÉTODO

Gustavo Gutiérrez en su comentario sobre Tillich menciona lo siguiente:



Si bien la teología de Tillich a menudo puede parecer ambigua y abstracta, su método de correlación es una herramienta valiosísima en el acompañamiento teológico de la praxis de la iglesia. Es un método que presta atención no sólo a la adecuación de un mensaje, de un kerygma (Bultmann), a un lenguaje entendible para los oyentes de hoy, sino que impulsa a incorporar como materia prima teológica realidades, lenguajes y ámbitos cognitivos que en principio parecerían ajenos a la teología. Esto da una amplitud de espíritu muy importante, aunque también es necesario percatarse de la propia idiosincrasia del lenguaje cristiano (articulado por las teologías más kerigmáticas). 

Así a la teología le corresponde una tarea constructiva muy peculiar desde el momento en que la revelación es un evento que se sitúa en las coordenadas de cada tiempo y lugar. La revelación es conjunción de milagro y éxtasis, de lo fáctico y la recepción subjetiva. Ahora bien, la palabra reveladora sólo hace contacto con la situación humana en su situación concreta de preocupación (ultimate concern). Identificar esta preocupación dará un cariz peculiar a la manera como se presenta el hecho revelador. Tillich lo encara desde la temática ontológica-existencial, aplicando categorías universales. Muchos critican esta visión de Tillich, pero no debe escaparse la tremenda reserva de sentido, la profundidad, y la riqueza de las formulaciones que aparecen en su obra –como también era el caso de Bultmann. No debemos despreciar estas claves, a pesar de la “aridez” de ciertas categorías filosóficas. Las preocupaciones ontológicas y existenciales están implícitas en el testimonio bíblico, y constituyen una dimensión de profundidad presentes en las categorías sociales, políticas, ecológicas o de género. 

Ahora bien, sigue presente el tema de la situación concreta de “preocupación” que compone nuestro escenario tardo-moderno. Este es el desafío que plantea la metodología de Tillich y que también se le plantea a ella. Para comenzar, debemos recordar una cosa: esta preocupación, según Tillich, es más latente que manifiesta. Plantearlo como preocupación ya es una interpretación de una interpretación que le cabe al teólogo. Un sociólogo hablará sobre demandas sociales, un antropólogo sobre símbolos culturales, la psicología sobre patologías, pero todo esto remite a interpretaciones sobre cuestiones que tiene que ver con el conjunto de realidades humanas, con la estructura y la significación de la vida. Hay una latencia en estas interpretaciones, lo mismo que en las manifestaciones estéticas, artísticas y lúdicas (populares o no). ¡Esto es lo que inspira a una Facultad de Teología a tener un departamento de correlación

Pero el problema al que nos enfrentamos en el escenario globalizado y tardo-moderno es doble: por un lado hay una explosión, un desenfrenado pluralismo de interpretaciones que ante la socavación del referente occidental de racionalidad parece legitimar todo tipo de posturas. Acá habrá que discernir, sin abandonar del todo un mínimo concepto de racionalidad (tal vez apelando a una racionalidad post-fundacional que dé cuenta de las buenas razones que existen para mantener ciertas creencias, juicios e ideas). Por el otro lado tenemos la misma realidad cultural que genera el capitalismo tardío (siguiendo las hipótesis de los teóricos Frederick Jameson, David Harvey y Zygmut Bauman): una realidad plástica, que fluye, simulada de 1000 maneras, más la dificultad de establecer mapas cognitivos con anclajes profundos, hace difícil la tarea de establecer preocupaciones que puedan denominarse últimas en el sentido universal. Siempre existirán, pero es como si nuestra atmósfera cultural los rociara de un bálsamo simulador que los mantienen camuflados, a raya, o directamente no permitiendo que se comuniquen entre ellas para cuestionar la banalidad de un sistema. 


Esto último también tiene que ver con la otra “pata” de su sistema, la autoridad de la revelación bíblica, su supuesta “objetividad.” Hay una tendencia a desestimar el hecho de que toda tradición es formada por una lectura que constantemente la reconstruye desde un marco histórico-lingüístico particular (confesión), asumiendo ciertas experiencias, contextos y teorías consideradas como normativas. Por supuesto el método tillichiano invita a explorar estas dimensiones, pero es necesario explicitar aún más el rol que jugaría las perspectivas derivadas de las teorías semióticas, cognitiva-lingüísticas, la psicología analítica, la sociología del conocimiento y la misma realidad del pluralismo religioso.
(Métodos Teológicos, I.U. ISEDET, Buenos Aires, Argentina, 2008)



9. Mayéutica


La mayéutica que proviene del griego μαιευτικη que significa "dar a luz". Se le da este nombre pues la madre de Sócrates era partera y él tenía la ideología que el saber era dar a luz un nuevo conocimiento. Es el conocimiento a través del cuestionamiento. Es una técnica que consiste en interrogar a una persona para hacer que llegue al conocimiento a través de sus propias conclusiones y no a través de un conocimiento aprendido y concepto pre conceptualizado. La mayéutica se basa en la capacidad intrínseca de cada individuo, la cual supone la idea de que la verdad está oculta en el interior de uno mismo.
La técnica consiste en preguntar al interlocutor acerca de algo (un problema, por ejemplo) y luego se procede a debatir la respuesta dada por medio del establecimiento de conceptos generales. El debate lleva al interlocutor a un concepto nuevo desarrollado a partir del anterior. Por lo general la mayéutica suele confundirse con la ironía o método socrático y se atribuye a Sócrates.
La invención de este método del conocimiento se remonta al siglo IV a.C. y se atribuye por lo general a Sócrates histórico en referencia a la obra Teeteto de Platón. Pero el Sócrates histórico empleó la llamada ironía socrática para hacer comprender al interlocutor que lo que se cree saber no está en lo que se pensaba como creencia y que su conocimiento estaba basado en prejuicios. La mayéutica, contrariamente a la ironía, se apoya sobre una teoría de la reminiscencia. Es decir, si la ironía parte de la idea que el conocimiento del interlocutor se basa en prejuicios, la mayéutica cree que el conocimiento se encuentra latente de manera natural en el alma y que es necesario descubrirlo. Este proceso de descubrimiento del propio conocimiento se conoce como dialéctica y es de carácter inductivo.
«Mayéutica» es una simple palabra griega (μαιευτικη) dicha "maieutik" y que traduce obstetricia, es decir de manera inversa, la que se ocupa del parto o embarazo. La madre de Sócrates, Fainarate, era comadrona.
Sócrates modificó el significado médico que tenía mayéutica y lo reorientó al ámbito filosófico. Mientras el significado real de mayéutica es «El arte de hacer nacer (bebés)» Sócrates lo focalizó en «El arte de hacer nacer o arte de dar a luz (al humano pensador)». El estilo socrático es que a base de preguntas, el receptor de ellas medite y encuentre la respuesta él mismo.
Posible origen
Los únicos documentos que atribuyen la invención de la mayéutica a Sócrates son los diálogos de Platón El banquete y Teeteto. Por lo tanto, no está históricamente demostrado que Sócrates haya sido su inventor. Pero en la filosofía actual se cree que él es el autor de este método y esto se encuentra en libros acerca de Sócrates escritos por su discípulo Platón.
Su tema fundamental es la pregunta: ¿Qué es el conocimiento? Teeteto, un joven estudiante de matemática y ciencias afines, propone tres definiciones que son rechazadas por Sócrates. El saber no puede ser definido ni como percepción, ni como opinión verdadera, ni tampoco como una explicación acompañada de opinión verdadera. Sócrates rebate estos argumentos desde un punto de vista crítico, es decir sólo cuestiona lo que propone Teeteto a través de preguntas y no formula un concepto de lo que es conocimiento.
De este diálogo proviene una definición tradicional del conocimiento, la que lo considera como creencia verdadera justificada.
Técnicas: mayéutica e ironía socrática
Esta técnica, es una evolución de los conocimientos técnicos del orfismo los cuales se basan en la creencia de la Teoría de la reminiscencia y la práctica de la catarsis, especialmente desarrollada en Pitágoras.
La mayéutica consiste en la creencia de que existe un conocimiento que se acumula en la conciencia por la tradición y la experiencia de generaciones pasadas. Por lo tanto, en la mayéutica el individuo es invitado a descubrir la verdad que se encuentra en él latente sin haberla hecho consciente, mientras que la ironía, históricamente creada por Sócrates, combate en el individuo lo erróneo de lo que cree saber y tiene como verdad, siendo falso.
La ironía se dirige a aquellas personas que pretenden saber, pero que en realidad son ignorantes, mientras que la mayéutica se dirige al que se cree un ignorante sin serlo.
Presentada por Sócrates
En filosofía el concepto de mayéutica es erróneamente ligado al personaje histórico de Sócrates.
El primer texto de Platón (en orden cronológico) que relaciona la mayéutica al personaje Sócrates es El banquete. Sócrates, que repite las palabras de la sacerdotisa Diotima, dice que el alma de cada hombre está embarazada y que quiere dar a luz. Sin embargo, este parto no puede llevarse a cabo, dice la hermosa Diotima. Es precisamente el papel del filósofo el de ayudar dar a luz al alma (el "partero") y esta luz es la Belleza que se define como el λóγος. De este parto viene la palabra "mayéutica, que traduce "la partera".
El segundo diálogo platónico para comprender la mayéutica puesta en el personaje de Sócrates es el Teéteto. Le recuerda al personaje de este nombre que su madre, Fernareta, era partera, y le advierte que él mismo también se ocupa del arte obstétrico; sólo que su arte se aplica a los hombres y no a las mujeres, y se relaciona con sus almas y no con sus cuerpos. Porque así como la comadrona ayuda a dar de luz, pero ella misma no da a  luz, del mismo modo el arte de Sócrates consiste, no en proporcionar el mismo conocimiento, sino en ayudar al alma de los interrogados a dar a luz los conocimientos de que están grávidas.
En una definición simple y coherente, mayéutica es responder preguntas con más preguntas; de este modo llegamos a un final, final en que la respuesta la dimos nosotros mismos.
En la educación
La mayéutica como método del conocimiento, ha sido especialmente importante en educación, pues compara al filósofo con el educador como el de una partera que porta a la luz al niño. La mayéutica emplea el diálogo como instrumento dialéctico para llegar al conocimiento.
La idea básica del método socrático de enseñanza consiste en que el maestro no inculca al alumno el conocimiento, pues rechaza que su mente sea un receptáculo o cajón vacío en el que se puedan introducir las distintas verdades. En la escuela socrática el discípulo busca el conocimiento a través del diálogo con el maestro.
Otras disciplinas y ciencias se han inspirado en el método mayéutico. En el siglo XX Jacques Lacan ha entendido el psicoanálisis principalmente como un método mayéutico mediante en el cual el analista (psicoanalista) favorece que el analizante (paciente) encuentre su propio proceso, pues este es considerado como quien es en verdad el que tiene (inconscientemente) el saber de lo que le afecta. En tal caso el analista estimula al analizante para que pueda hacer consciente lo que es inconsciente.
Así mismo, Paulo Freire, educador brasileño e influyente teórico de la educación, le otorga un gran valor a la palabra. En su obra Pedagogía del oprimido, nos ofrece la búsqueda de una educación liberadora, y desde luego, neosocrática, puesto que la comunicación concientizadora que nos expone es eminentemente mayéutica. Según este pedagogo el diálogo es un encuentro de los hombres mediatizado por el mundo, para pronunciarlo, no agotándose, por lo tanto, en la mera relación yo-tú. Como exigencia existencial, comprometerse a pronunciar al mundo por medio de la dialogicidad, no implica la imposición de una verdad; sino que se trata de un acto creador. De ahí que para concebir este acto dentro de la educación como práctica liberadora no es permisible la presencia del “educador bancario”, “antidialógico”, puesto que insiste en la promoción de respuestas a preguntas que no se han hecho y posiblemente esas respuestas sean dominantes, impositoras, de aparentes verdades no sometidas a juicio. Para el educador-educando, el diálogo promueve la devolución constante (no el depósito) de elementos organizados, sistematizados y acrecentados. Solamente el diálogo implica el pensar crítico, potencializando con ello la capacidad de trascendencia y creatividad del hombre al educar dentro de un contexto de libertad y no de imposición. Contempla al hombre como un sujeto y ente pensante que puede aportar al educador, quien no cuenta con la verdad absoluta, y de esta forma crear una sociedad educada más no domesticada, sólo con ello, considera, podremos romper con modelos establecidos y llevar a cabo una transformación total. Por eso, para Freire, la verdadera educación es diálogo.
Método mayéutico
La mayéutica se integra necesariamente a la ironía socrática, la cual es la primera fase de depuración del pensamiento de prejuicios.
Los elementos básicos del diálogo socrático son la pregunta, la respuesta, el debate y la conclusión. Entre estos elementos está la idea inicial que puede ser errática o ignorada y la idea final que es a la cual se llega por medio del discernimiento intelectual.
En este sentido se pueden determinar tres fases dentro de la escuela socrática:
·         La ironía socrática: En esta, el estudiante responde sin pensar mucho en lo que dice. Por lo general, el estudiante o discípulo piensa que lo que cree es cierto, pero en realidad no ha tenido tiempo de desarrollar un pensamiento objetivo acerca de lo que cree. Esto corresponde a lo que se conoce en filosofía como el prejuicio. El filósofo debate la idea que tiene el discípulo por medio de preguntas, hasta que el discípulo descubra que lo que pensaba era errado o incompleto.
·         La mayéutica: Esta se pone en el segundo nivel del proceso socrático. Libre del prejuicio, el discípulo es invitado a continuar el diálogo para descubrir de manera profunda la coherencia de la verdad. Se parte de la idea que el conocimiento se encuentra latente en la conciencia humana y que es necesario hacerlo nacer, parirlo (partera = mayéutica).
·         Alétheia: transcripción de la palabra del idioma griego ἀλήθεια, palabra que se traduce como "la verdad" o lo verdadero, es la fase de conclusión en la cual el estudiante se hace dueño de la verdad que ha descubierto. la palabra griega alétheia se traduce literalmente como "sin velo" (ἀ-λήθεια), tomando también los significados de "el no estar oculto", "lo que es evidente"



POSTURA EMPÍRICO-ANÁLITICA
POSTURA HERMENÉUTICA
·         Modelo de investigación científica
·         Se basa en la lógica empírica
·         Es uno de los dos métodos más usados en el campo de las Ciencias Sociales y en las Ciencias Descriptivas
·         Empírico se relaciona con el término experiencias que es la aproximación más cercana a su definición; por tanto los datos empíricos son sacados de las pruebas acertadas y los errores, es decir de la experiencia.
·         Estos métodos posibilitan revelar las relaciones esenciales y las características fundamentales del objeto de estudio.
·         Son accesibles a la detección sensoperceptual a través de procedimientos prácticos con el objeto y diversos medios de estudio.
·         Su utilidad destaca en la entrada en campos inexplorados o en aquellos en los que destaca el estudio descriptivo.
·         La lógica empírica representa la base del razonamiento empírico y por consecuencia del método empírico
·         Su origen se deduce a través de la observación de las relaciones entre los objetos la convierte en la base ideal para las leyes del conocimiento.
·         Provoca el descubrimiento de la lógica experimental.
·         Es un método fáctico que se ocupa de hechos reales
·         Se vale de la verificación empírica, es decir, pone a prueba las hipótesis mediante una cuidadosa contrastación por medio de la percepción.
·         Es autocorrectivo y progresivo, es decir, construye ciencia a partir de la superación gradual de sus errores
·         No considera sus conclusiones infalibles o finales.
·         El método está abierto a la incorporación de nuevos conocimientos y procedimientos con el fin de asegurar un mejor acercamiento a la verdad
·         El muestreo es un parte importante del método analítico ya que si se toma mal la muestra los resultados serían erróneos o inservibles
·         Entre los Métodos Empíricos se encuentran:
·         Método experimental: que es el más complejo y eficaz de los métodos empíricos, por lo que a veces se utiliza erróneamente como sinónimo de método empírico.
·         Método de la observación científica: Fue el primer método utilizado por los científicos y en la actualidad continua siendo su instrumento universal. Permite conocer la realidad mediante la  sensopercepción  directa de entes y procesos, para lo cual debe poseer algunas cualidades que le dan un carácter distintivo.
·         Método de la medición: Es el método empírico que se desarrolla con el objetivo de obtener información numérica acerca de una propiedad o cualidad del objeto, proceso o fenómeno, donde se comparan magnitudes medibles conocidas. Se apoya en métodos estadísticos, todas las ciencias experimentales son ciencias empíricas, pero no todas las ciencias empíricas son experimentales ya que pueden utilizar algún método de verificación distinto al experimental, como el observacional y el correlacional; por ejemplo, la psicología diferencial y otras áreas principales de la psicología científica.
·         Entre las ciencias empíricas se distinguen:
·         Las ciencias naturales: que se ocupan del mundo físico y suelen ofrecer leyes de gran universalidad y exactitud, presentando una idea determinista de la realidad: entre ellas; la física, la química y la biología. Por ejemplo.
·         Las Ciencias Sociales: estas estudian el más complejo de los objetos de investigación: El ser humano. Se ocupan del mundo social, de los individuos y de las colectividades. Se destacan: Economía, psicología, sociologíaantropología, etc.
·         Hermenéutica significa "arte de explicar, traducir o interpretar" sobre todo de textos
·         Se clasifica en:
·         Hermenéutica filológica: que se ocupa de la traducción de textos antiguos.
·         Hermenéutica bíblica: se ha utilizado desde el siglo XVII para una correcta, objetiva y comprensible interpretación de la biblia; con el fin de indagar en el contexto bíblico y su connotación, su pertinencia y relevancia.
·         Hermenéutica filosófica: busca determinar las condiciones trascendentales de toda interpretación.
·         Hermenéutica jurídica: es un método de interpretación de textos legales.
·         Hermenéutica  en su aproximación conceptual puede traducirse así: que alguna cosa se ha vuelto comprensible o es llevada a la comprensión.
·         Cuando se habla de comprensión se hace referencia a:
·         Estructura de horizonte: y se refiere al contenido singular y aprendido en la totalidad de un contexto de sentido, que es pre-aprendido y co-aprendido.
·         Estructura circular: se refiere a la comprensión dialéctica entre la pre- comprensión y la comprensión de la cosa.
·         Estructura de diálogo: esta mantiene una comprensión abierta para enriquecerse y corregirse.
·         Estructura de mediación: se presenta y se manifiesta en todos los contenidos, y se interpreta como la comprensión en nuestro mundo y en nuestra historia.
·         La temporalidad en la hermenéutica hace referencia a la presencia del sujeto pedagógico en la historia.
·         En torno a la pedagogía hermenéutica existe un círculo hermenéutico que consta de: preguntas iniciales, investigación de textos y autores, lectura y diálogo con textos y autores, interpretación y comprensión de los discursos
·         La pedagogía hermenéutica entiende la educación como un proceso íntimo de formación del hombre desde una perspectiva holística
·         La pedagogía hermenéutica no propone un modelo pedagógico canónico, sino que lo propone abierto, a la misma vivencia y comprensión de los sujetos
·         Reubica el sujeto en el centro de la pedagogía, y al mismo tiempo de la investigación pedagógica, más allá de la insistencia en la búsqueda de objetividad
·         Parte de la propia experiencia, del reconocimiento del sujeto como actor, que como sujeto histórico busca el diálogo.
·         La hermenéutica nos ofrece la posibilidad de situar al sujeto de la investigación en otras posiciones (más allá de la búsqueda irracional de objetividad) que le pueden permitir partir de su experiencia y de la experiencia de los otros.
·         La hermenéutica nos permite: la concepción textual de muchas de las dimensiones del sujeto de la educación (corporal, emocional, intelectual, experiencial, etc.) nos abre nuevos caminos hacia una pedagogía menos restrictiva monolítica, que en definitiva nos permite explorar "otras facetas" de la pedagogía.



      

Filosofía educativa (IRMA ELVIRA TAMEZ GARCÍA)

Desde una concepción personal, a la manera más adecuada de generar conocimiento, le podemos llamar constructivismoaprendizaje significativodesarrollo de competencias, educación holista, hermenéutica, científica, etc. existe una infinidad de metodologías, teorías de E y A, corrientes filosóficas, sociológicas, epistemológicas, teorías psicológicas, pedagógicas, etc. y entre tanta información nos hemos llegado a perder y a crear eclecticismos para "enseñar".
Sin embargo, en 28 años como profesora de primaria, preescolar, y educación superior he llegado a la conclusión que; el aprendizaje por descubrimiento y con una perspectiva holista, es más sólido, pues es pertinente permitirles a los alumnos realizar sus construcciones cognitivas en interacción con el medio que les rodea, enfrentarlos a situaciones problemáticas, proporcionarles información básica referencial como punto de partida para indagaciones e investigaciones; conocer al sujeto que aprende y aprehende desde la multidisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la intradisciplinariedad.
Independientemente del método que proponga el currículo, los docente debemos de tener una clara concepción de lo que es nuestro papel como guía y orientador de procesos de aprendizaje, un "análisis multirreferencial" de los propósitos educativos del nivel escolar en cuestión para que se tengan muy bien establecida la metas, saber qué constructos se desean y se promueven en cada área del conocimiento, promover la empatía con el grupo, saber sus conocimientos previos, ser competente con todo lo que ello significa para poder llevar a los alumnos a constructos propios desde un marco referencial científico, llevados a cabo en la acción y el auto análisis. Esto sin importar si son de preescolar o de posgrado.
Una situación que nos lleva a repensar la reforma curricular y plantear otra filosofía que sustente a la educación, es lo que en estos tiempos de "guerra" cultural, social, política, educativa, y por qué no, armada estamos viviendo; por lo que se torna inminentemente necesario promover una educación, además, humanista, con alto contenido axiológico que contrarreste los efectos de "la cultura híbrida" en que transitamos y que nos ha dejado movimientos belicosos, la pérdida de la identidad nacional, aspiraciones indefinidas, metas endebles, objetivos difuminados, una política del más ínfimo nivel, una sociedad perdida en el desánimo y el confort, en fin. Un cúmulo de aspectos a considerar que nos dan la pauta para la valoración de la actual situación y el replanteamiento educativo.
Un método por demás eficaz, es la mayéutica; muy utilizado en preescolar, no importa el enfoque del currículo del momento, esto nos ha permitido lograr que los alumnos razonen y estructuren de manera lógica su pensamiento a través de la expresión verbal, y se autocorrijan y se autorregulen en la acción propiamente dicho. La interacción entre pares les permite generar más ideas, profundizar en sus conocimientos, comprender más y mejor y por lo tanto construir su lógica de pensamiento y sus competencias desde su propio actuar. Esto es, en vías del desarrollo de un pensamiento complejo y epistemológico.
Una filosofía que sustente la educación no podría estar completa si no se considera esa dialéctica educativa, o binomio educativo disociable, profesor-alumno; mismo que representa un círculo complejo donde el uno depende del otro y viceversa, donde el docente como profesional competente de la educación, debe estar perfectamente informado de las actualidades educativas, trabajar en su propio desarrollo personal y profesional pues estas dos también conforman un binomio importante en el ser humano que tiene como responsabilidad la construcción de personalidades, de conocimientos en otras personas, de competencias para que enfrenten la vida con su multifacética apariencia.
Pues es una gran responsabilidad el tener en tus manos la vida de otras personas, ya que un buen maestro puede hacer la diferencia en el destino de un individuo y del entorno circundante. y en extremo, también la suma de buenos maestros hace la diferencia en los rumbos y destino de un país. Es de esta magnitud, que tal vez se perciba como potenciada, la responsabilidad del magisterio nacional, aunque, por lo regular, no lo hemos visto de esta manera. 

Un aspecto que en Educación Pública no se ha considerado como parte importante del desarrollo de la 
población es la inteligencia emocional, y las inteligencias múltiples de Gardner, el desarrollo de la ciencia como parte de la curricula y no como programa alterno optativo. Con ello, entonces, podríamos decir que realmente todas las áreas a desarrollar en el ser humano están cubiertas. Otro aspecto no contemplado o al menos no operado es una formación docente inicial, la actualización y capacitación permanente; estas acciones impactan a los procesos de Enseñanza y por consecuencia a los constructos logrados en los alumnos.
"Un docente competente en la más amplia acepción del término dará como resultado, seguramente, alumnos competentes." 





La técnica consiste en preguntar al interlocutor acerca de algo (un problema, por ejemplo) y luego se procede a debatir la respuesta dada por medio del establecimiento de conceptos generales. El debate lleva al interlocutor a un concepto nuevo desarrollado a partir del anterior. Por lo general la mayéutica suele confundirse con la ironía o método socrático y se atribuye a Sócrates.

La invención de este método del conocimiento se remonta al siglo IV a.C. y se atribuye por lo general a Sócrates histórico en referencia a la obra Teeteto de Platón. Pero el Sócrates histórico empleó la llamada ironía socrática para hacer comprender al interlocutor que lo que se cree saber no está en lo que se pensaba como creencia y que su conocimiento estaba basado en prejuicios. La mayéutica, contrariamente a la ironía, se apoya sobre una teoría de la reminiscencia. Es decir, si la ironía parte de la idea que el conocimiento del interlocutor se basa en prejuicios, la mayéutica cree que el conocimiento se encuentra latente de manera natural en la conciencia y que es necesario descubrirlo. Este proceso de descubrimiento del propio conocimiento se conoce como dialéctica y es de carácter inductivo. 



Parte 3

                                           LA SEMIÓTICA

El proceso de la comunicación es la transferencia de un mensaje de A y B y sus principales intereses están en el medio, el canal, el transmisor, el receptor, la interferencia y la retroalimentación.
Para que la comunicación ocurra, y la persona a quien se dirige comprenda lo que significa nuestro mensaje, es necesario crear el mensaje con signos. Este mensaje le estimula a crear para sí mismo un significado que se relacione de alguna manera con el significado que yo generé primeramente en mi mensaje. Surge entonces un nuevo conjunto de términos: signo, significación, íconos, denotar, connotar. Todos son términos que se refieren a las varias maneras de crear significados.

1.    ¿Qué es la semiótica?
Es el estudio de los signos y su funcionamiento. Tiene tres áreas de estudio principales:
1.1.- El signo mismo: porque los signos son creaciones humanas, y sólo pueden ser comprendidos en función del uso que la gente haga de ellos.
1.2.- Los códigos o sistemas de organización de los signos: aquí se estudia cómo se ha desarrollado una variedad de códigos para satisfacer las necesidades de una sociedad o una cultura, o para explotar los canales de comunicación disponibles para su transmisión.
1.3.- La cultura dentro de la cual operan estos códigos y signos: ésta, a su vez, depende para su propia existencia y forma, del uso de estos códigos y signos.

La semiótica centra su atención primordialmente en el texto. Se busca el status del receptor. Y es que aquí el receptor tiene un papel muy activo y ayuda a crear el significado del texto al aportarle su experiencia, sus actitudes y sus emociones.

          2. SIGNOS Y SIGNIFICADO
Todos los modelos de significado comparten, como rasgos generales, tres elementos que deben aparecer al analizarlos:
1) El signo
2) Aquello a lo cual se refiere el signo.
3) Los usuarios del signo.
Un signo es algo físico, perceptible por nuestros sentidos; se refiere a algo diferente de sí mismo; y debe ser reconocido por sus usuarios como signo (el alfabeto de sordomudos, por ejemplo).
El signo se relaciona con la realidad solamente a través de los conceptos de la gente que lo utiliza.
El filósofo y lógico C.S. Peirce, identifica una relación triangular entre el signo, el usuario y la realidad exterior. En su modelo vemos:
Que un signo es algo que de alguna manera representa algo para alguien. Se dirige a alguien y crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o tal vez un signo más desarrollado. Llamaremos interpretante del primer signo a este signo creado. El signo representa algo, su objeto.
Un signo se refiere a algo diferente de sí mismo -el objeto- y es comprendido por alguien: es decir, tiene un efecto en la mente del usuario, el interpretante. Decodificar es un proceso tan creativo como codificar.
Otros teóricos de la Semiología, Ogden y Richards, derivaron un modelo triangular del significado muy similar al de Peirce. En su modelo hay conexión directa entre referente-referencia, y entre símbolo-referencia.
Aquí los símbolos dirigen y organizan nuestros pensamientos y nuestra percepción de la realidad. Símbolo y referencia para Ogden y Richards son conceptos similares a significado y significante para Saussure (importante lingüista francés).
El signo, para Saussure, consiste de un significante y un significado:
El significante es la imagen del signo tal como lo percibimos, las marcas en el papel o los sonidos en el aire; el significado es el concepto mental al cual se refiere. Este concepto mental es por lo general común a todos los miembros de la misma cultura que comparten el mismo lenguaje.
Los significados son hechos por el hombre, determinados por la cultura o subcultura a la cual pertenece.

3. LA SEMIÓTICA Y EL SIGNIFICADO
Para la semiótica, la comunicación es la generación de significados en los mensajes, ya sea por parte del codificador o del decodificador.
El significado no es un concepto absoluto, estático. Al contrario, el significado es un proceso activo para el cual los semiólogos usan términos como crear, generar o negociar.

A. CATEGORÍA Y CLASIFICACIÓN DE SIGNOS
Peirce definió tres categorías de signos, cada una de las cuales muestra una relación diferente entre el signo y su objeto, o aquello a lo cual se refiere:
En un ícono, el signo se parece de alguna manera a su objeto, se ve o se oye parecido.
En un índice hay un lazo directo entre el signo y su objeto, tienen una conexión real. Un estornudo es indicio de resfriado.
En un símbolo no hay conexión o parecido entre el signo y el objeto: un símbolo comunica solamente porque la gente se ha puesto de acuerdo en que va a representar algo. Una fotografía es un ícono, el humo es indicio de fuego, y una palabra es un símbolo. Las palabras en general son símbolos, los números son igualmente símbolos.
El signo es tema central para cualquier comprensión de la semiótica.


 B. LA ORGANIZACIÓN DE LOS SIGNOS
Los signos se organizan en códigos de dos maneras:
1.- Por Paradigmas (un paradigma es un conjunto de signos de entre los cuales se escoge el que se va a usar). Por ejemplo, el conjunto de formas para las señales de carretera (cuadrada, redonda o rectangular).
2.- Por la Sintagmática (un sintagma es el mensaje dentro del cual se combinan los signos escogidos). Por ejemplo, una señal de carretera es un sintagma, una combinación de la forma con el símbolo seleccionado.
En el lenguaje podemos decir que el vocabulario es el paradigma, y una frase es el sintagma. Así todos los mensajes incluyen selección (tomada de un paradigma) y combinación (en un sintagma).

C. DENOTACIÓN Y CONNOTACIONES
La Denotación está constituida por el significado concebido objetivamente
La Connotación expresa valores subjetivos atribuidos al signo debido a su forma y a su función. Por ejemplo, un uniforme denota un grado y una función y connota el prestigio, la autoridad que le son atribuidos.

D. LA COMUNICACIÓN NO VERBAL: CODIFICACIÓN
La comunicación no verbal se realiza por medio de códigos presenciales tales como gestos, movimientos de los ojos o calidades de la voz. Estos códigos pueden transmitir mensajes solamente sobre el aquí y ahora, se limitan a la comunicación cara a cara.
El lenguaje verbal o la fotografía son ejemplos de códigos representativos; los representativos son los únicos que pueden cumplir la función referencial; los presenciales son los más eficientes en las funciones connotativas y emotivas; ambos actúan con la función estética y la fática y la metalingüística se limita en general a los representativos.

El cuerpo humano es el principal transmisor de códigos presenciales. Según el autor Argyle (1972) se definen diez códigos presenciales:
1.- Contacto físico
2.- Proximidad
3.- Orientación
4.- Apariencia
5.- Inclinaciones de cabeza
6.- Expresión facial
7.- Gestos (Kinésica)
8.- Postura
9.- Movimiento de ojos y contacto visual
10.- Aspectos no verbales de la palabra hablada.

Estos códigos tienen relativamente, en su dimensión paradigmática, pocas unidades para escoger. Y en la sintagmática, reglas de combinación muy sencilla.

4. CÓDIGOS
Los códigos son los sistemas de organización de los signos y están gobernados por reglas que son aceptadas por todos los miembros de la comunidad que los utiliza. Esto quiere decir que el estudio de los códigos da mayor énfasis a la dimensión social de la comunicación.
Distinguimos códigos de comportamiento y códigos de significación. Los primeros se ocupan de gobernar nuestra vida social, y los segundos son sistemas de signos.
Los códigos de significación, tienen ciertos rasgos comunes:
1.- Tienen varias unidades de las cuales se hace la selección, y pueden ser combinadas según sus reglas.
2.- Todos los códigos expresan un significado: sus unidades son signos que se refieren, de alguna manera, a algo diferente de ellos mismos.
3.- Los códigos y la cultura se interrelacionan dinámicamente.
4.- Todos los códigos cumplen una función social.
5.- Todos los códigos pueden ser transmitidos a través de los medios o canales de comunicación apropiados.

A. CÓDIGOS PARALINGÜÍSTICOS
Entendemos por Códigos Paralingüísticos los relevos, sustitutos y auxiliares de la lengua articulada.
Relevos, es la clasificación donde se ubican los diferentes alfabetos.
Sustitutos, dependen del lenguaje articulado; son simples transcripciones de los diferentes sonidos, cambian sustancia según el país, pero su forma es la misma. La letra A y la misma letra en clave Morse.
Auxiliares son las entonaciones, la mímica, los gestos que acompañan al discurso. Su función es más expresiva que técnica.
B. CÓDIGO PROSÓDICO
Utiliza las variaciones de elevación, de cantidad y de intensidad del habla articulada. Desempeña un papel importante en la comunicación afectiva.
C. CÓDIGO KINÉSICO
Utiliza los gestos y las mímicas. Es también un código paralelo estrechamente asociado con el habla, y con los signos prosódicos.
D. CÓDIGO PROXÉMICO
Utiliza el espacio entre el emisor y el receptor. Son signos de nuestro status social y constituyen un código elaborado que varía según las culturas.

E. CÓDIGO PRÁCTICO
Formado por señales y programas; tiene por función coordinar la acción por medio de invitaciones, instrucciones, avisos o llamadas de atención. Las primeras permiten dirigir la circulación o movimientos de conjunto. Los segundos son sistemas de instrucción para efectuar un trabajo.

F. CÓDIGO EPISTEMOLÓGICO
Las insignias y las señales son signos de comunicación. Su función explícita consiste en informarnos sobre la identidad de los individuos (o de los grupos) y en transmitir informaciones aproximadas para coordinar la acción. Por ejemplo, algunos códigos científicos, que constituyen las formas más típicas de un saber sistemático.

G. CÓDIGOS SOCIALES
El hombre, como individuo, se inserta en la sociedad. Los códigos sociales son una organización y una significación de la sociedad. La vida social es un juego en el cual el individuo interpreta su propio papel.
Sus signos son: de identidad (insignias y carteles) y de cortesía (modales).
Sus códigos: el protocolo, los ritos, las modas y los juegos.

H. CÓDIGOS ESTÉTICOS
Los códigos estéticos son más difíciles de definir, sencillamente porque son más variados, están menos definidos y cambian con mucha rapidez. Se ven muy afectados por su contexto cultural.
Los códigos estéticos convencionales logran el acuerdo entre sus usuarios por la experiencia cultural compartida. El arte masivo y el arte folklórico usan códigos estéticos convencionales. A veces, cuanto más convencionales o redundantes son, más se les llama incultos y llenos de clichés.
El artista que rompe los convencionalismos de su tiempo espera que la sociedad aprenda los nuevos códigos, a partir de su obra y gradualmente llegue a “apreciarla”.
En una sociedad, con producción industrial y consumo masivo, la obra de arte única adquiere status adicional simplemente por el hecho de ser única.

  
5. SISTEMAS DE SIGNOS EN LA COMUNICACIÓN VISUAL
En nuestro tiempo, junto al lenguaje hablado y escrito, los símbolos visuales y especialmente los símbolos gráficos se han convertido en medios de entendimiento indispensables.
El desarrollo acelerado de la humanidad va sustituyendo la comunicación escrita por símbolos.
A lo largo de la historia, la ciencia y la técnica han desarrollado su propio sistema de símbolos. Carreteras, estaciones de ferrocarril, aeropuertos, ferias, hoteles, instalaciones deportivas, locales comerciales, así como instalaciones públicas resultan ya inimaginables sin símbolos gráficos para la orientación e información de los usuarios.

A. CLASIFICACIONES SEMIÓTICAS
Existen diez clases de signos:
1.- Ícono que representa cualidad material con interpretación abierta. Ejemplo: un color.
2.- Ícono que representa forma individual con interpretación abierta. Ejemplo: dibujo de una flor.
3.- Ícono que representa forma arquetípica con interpretación abierta. Ejemplo: pictograma de un peatón en una señal de tráfico.
4.- Índice de formación individualizada con interpretación abierta. Ejemplo: mancha en la pared cuya causa podría ser la presencia de humedad en el lugar.
5.- Índice de formación arquetípica con interpretación abierta. Ejemplo: determinada señal en un punto concreto de una red de carreteras.
6.- Índice de forma arquetípica con interpretación abierta. Ejemplo: flecha indicadora de dirección en una pared.
7.- Índice de forma arquetípica con interpretación concluible. Ejemplo: alarma de incendios.
8.- Símbolo de forma arquetípica con interpretación abierta. Ejemplo: triángulo para “peligro”; círculo para “prohibición”, “orden”; cuadrado para “indicación”.
9.- Símbolo de forma arquetípica con interpretación concluible. Ejemplo: distintivo rojo en la llave de agua caliente.
10.- Símbolo de forma arquetípica con interpretación completa y sistemática. Ejemplo: sistema de signos alfabéticos.



 


B. CAMPOS DE LA DISCIPLINA
El conjunto de todos los sistemas de signos humanos (códigos) se puede dividir en tres grupos diferenciados atendiendo a sus funciones:
1.- Sistemas de signos estéticos que posibilitan la expresión subjetiva, las reacciones emotivas sobre el mundo, la naturaleza y los hombres. Conciernen a la disciplina de la semiología del arte. Estos sistemas de signos, son “simbolizaciones” casi individuales, y por lo tanto, afectan a un grupo reducido, “el círculo íntimo” del autor. Aportan muy poco al entendimiento internacional.
2.- Sistemas de signos que se utilizan como fórmulas de comportamiento en el marco de las relaciones sociales. Son generalmente muy limitados en su radio de acción. Están ligados a grupos, clases o naciones, entorpeciendo el entendimiento internacional. Se manifiestan con frecuencia como modelos de comportamiento.
3.- Sistemas de signos lógicos que deben proporcionar una descripción, explicación y pronóstico (racionales) del entorno y una efectiva regularización de los modelos de comportamiento y operaciones, así como un aumento de la función lingüística. Por regla general, este sistema está ligado fuertemente a la lengua de cada nación. También están orientados hacia alguna ciencia, son competentes en ambientes concretos muy especializados.
4.- Sistemas de signos prácticos, sirven para la regulación del comportamiento humano, del flujo de masas o del tráfico, en la esfera pública así como en los edificios, para el manejo de máquinas o artículos y para la realización de operaciones complejas.


C. ALFABETO VISUAL
La primera experiencia de aprendizaje en un niño se realiza a través de la conciencia táctil. Además de este conocimiento “manual”, el reconocimiento incluye el olfato, el oído y el gusto en un rico contacto con el entorno. Lo icónico supera rápidamente estos sentidos.
La visión es una experiencia directa y el uso de datos visuales para suministrar información constituye la máxima aproximación que podemos conseguir a la naturaleza auténtica de la realidad.
El modo visual constituye todo un cuerpo de datos que, como el lenguaje, puede utilizarse para componer y comprender mensajes situados a niveles muy distintos de utilidad, desde la puramente funcional a las elevadas regiones de la expresión artística.
La preocupación última de la alfabetidad visual es la forma entera, el efecto acumulativo de la combinación de elementos seleccionados, la manipulación de las unidades básicas mediante las técnicas y su relación compositiva formal con el significado pretendido.
La experiencia visual humana es fundamental en el aprendizaje para comprender el entorno y reaccionar ante él; la información visual es el registro más antiguo de la historia humana.


D. CONOCIMIENTO VISUAL Y LENGUAJE VERBAL
Visualizar es la capacidad de formar imágenes mentales. “El pensamiento en conceptos emergió del pensamiento en imágenes a través del lento desarrollo de los poderes de abstracción y simbolización, de la misma manera que la escritura fonética emergió, por procesos similares, de los símbolos pictóricos y los jeroglíficos”.
La evolución del lenguaje comenzó con imágenes, progresó a los pictógrafos, pasó a las unidades fonéticas y finalmente al alfabeto. Cada nuevo paso adelante fue un progreso hacia una comunicación más eficiente.
El lenguaje ha ocupado una posición única en el aprendizaje humano. Ha funcionado como medio de almacenamiento y transmisión de la información, como vehículo para el intercambio de ideas y como medio para que la mente humana pueda conceptualizar.
En el lenguaje, la sintaxis significa la disposición ordenada de palabras en una forma y una ordenación apropiadas. Se definen unas reglas y lo único que hemos de hacer es aprenderlas y usarlas inteligentemente.
En el contexto de la alfabetidad visual, sintaxis sólo puede significar la disposición ordenada de partes. No existen reglas absolutas sino cierto grado de comprensión de lo que ocurrirá en términos de significado si disponemos las partes de determinadas maneras para obtener una organización de los medios visuales.
Captamos la información visual de muchas maneras. El cómo vemos el mundo afecta casi siempre a lo que vemos. Después de todo, el proceso es muy individual en cada uno de nosotros. El control de la mente viene programado por las costumbres sociales.
La alfabetidad visual nunca podrá ser un sistema lógico tan neto como el del lenguaje. Los lenguajes son sistemas construidos por el hombre para codificar, almacenar y decodificar informaciones. Por tanto, su estructura tiene una lógica que la alfabetidad visual no es posible de alcanzar.

F. CARACTERÍSTICAS DE LOS MENSAJES VISUALES
Los mensajes visuales presentan tres niveles distintivos e individuales:
1.- El input visual que consiste en una miríada de sistemas de símbolos.
2.- El material visual representacional que reconocemos en el entorno y que es posible reproducir por el dibujo, la pintura, la escultura y el cine.
3.- La infraestructura abstracta, o forma de todo lo que vemos, ya sea natural o esté compuesto por efectos intencionados.



G. TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN VISUAL
Son las que manipulan los elementos visuales con un énfasis cambiante, como respuesta directa al carácter de lo que se diseña y de la finalidad del mensaje.
La técnica visual más dinámica es el contraste, que se contrapone a la técnica opuesta, la armonía.
Son muy numerosas las técnicas aplicables para la obtención de soluciones visuales. Enumeramos las más usadas, disponiéndolas en pares de opuestos:

Contraste Armonía
Exageración Reticencia
Espontaneidad Predictibilidad
Acento Neutralidad
Asimetría Simetría
Inestabilidad Equilibrio
Economía Profusión
Audacia Sutileza
Variación Coherencia
Complejidad Sencillez
Distorsión Realismo
Inestabilidad Equilibrio
Profundo Plano
Fragmentación Unidad
Agudeza Difusión
Actividad Pasividad
Aleatoriedad Secuencialidad
Irregularidad Regularidad
Yuxtaposición Singularidad
Angularidad Redondez
Representación Abstracción


Las técnicas son los agentes del proceso de comunicación visual; el carácter de una solución visual adquiere forma mediante su energía.

H. ELEMENTOS BÁSICOS DE LA COMUNICACIÓN VISUAL
En la Comunicación Visual distinguimos elementos visuales y materiales:
Son elementos visuales aquellos que constituyen la sustancia básica de lo que vemos y su número es reducido: punto, línea, contorno, dirección, tono, color, textura, dimensión, escala y movimiento. Son la materia prima de toda la información visual.
Son materiales, los elementos que sustentan físicamente a los elementos visuales: papel, madera, yeso, pintura, etc.
El diseñador, debe decidir qué hacer con ellos, y analizar las múltiples opciones.
El conocimiento en profundidad de la construcción elemental de las formas visuales permite una mayor libertad y un mayor número de opciones en la composición; esas opciones son esenciales para la comunicación visual.

 I. EL ESTILO VISUAL

Es la síntesis de los elementos, las técnicas, la sintaxis, la expresión y la finalidad básica.
El estilo influye sobre la expresión artística. La historia da nombre a cada estilo. Cada nombre conjura una serie de claves visuales reconocibles que, en conjunto, abarcan la obra de muchos artistas, además de un período y un lugar.
Dar nombre a un estilo o una escuela de expresión visual presenta grandes ventajas históricas pues facilita la identificación y las referencias.
En las artes visuales, el estilo es la síntesis última de todas las fuerzas y factores, la unificación, la integración de numerosas decisiones y grados.
Casi todos los productos de las artes y los oficios visuales pueden relacionarse a lo largo de la historia del hombre con cinco categorías amplias de estilo visual:
1.- Primitivo
2.- Expresionista
3.- Clásico
4.- Embellecido
5.- Funcional.
Los estilos y las escuelas menores se relacionan por su carácter con una o varias de estas categorías generales. Las creencias, la religión y la filosofía forman las percepciones; lo que uno cree ejerce un control tremendo sobre lo que uno ve. Los factores políticos y los económicos, influyen en la percepción y conforman la expresión. La política, la economía, el entorno, y los esquemas sociales crean juntos una psicología de grupo. Estas mismas fuerzas, que dan lugar a lenguajes individuales en el uso verbal, se combinan en el modo visual para crear un estilo común de expresión.

J. ALFABETIDAD VISUAL: CÓMO Y POR QUÉ

La alfabetidad visual debe suministrar un cuerpo de información y experiencia compartida, así como su comprensión. Significa una mayor inteligencia visual que incrementa el efecto de la inteligencia humana, ensanchando el espíritu creativo y enriqueciendo al ser humano. Porque a fin de cuentas el diseño gráfico busca ordenar las imágenes creadas por el hombre para el hombre.





Parte 4
                    EXÉGESIS BÍBLICA 

"Exégesis" es una palabra de origen griego (exégesis) que significa relato, exposición, explicación, comentario, interpretación. Hacer exégesis significa interpretar el texto sacando fuera (es lo que significa el verbo griego exégeomai) su significado.
I.              UNA CONSTANTE Y UNA VARIANTE
El esfuerzo por explicar la Biblia es un hecho constante, ya presente dentro mismo de la Biblia, en donde los autores más recientes recogen e interpretan los escritos anteriores. Pero los métodos y las técnicas interpretativas varían. Una rápida mirada a la historia de la exégesis descubre que son dos los elementos en juego: uno teológico y el otro cultural. Podemos considerar el elemento teológico como una constante, a pesar de que es fácil descubrir que también aquí hay un coeficiente de variabilidad no indiferente: el modo de concebir la inspiración y la verdad de la /Escritura, la relación Escritura/ tradición, son susceptibles de clarificación y de profundización, y todo esto no deja de influir en la elaboración del método exegético.
Pero el hecho es que el convencimiento de que la Biblia es palabra de Dios es el dato constante y fundamental de la fe de la Iglesia. Podemos, por el contrario, considerar el horizonte cultural, dentro del cual actúa como variante la lectura bíblica. Las primeras comunidades cristianas leyeron el AT a la luz de su fe en Cristo, pero también sirviéndose de las técnicas exegéticas y rabínicas, lo mismo que más tarde la exégesis sacó sus procedimientos del alegorismo alejandrino o de la retórica latina. El horizonte cultural no ofrece solamente nuevos instrumentos de investigación, sino también intereses, provocaciones, mentalidades, cuestiones nuevas.
El horizonte cultural dentro del cual se realiza desde hace un siglo la lectura de la Biblia está caracterizado por un sentido vivo de la historia y por el despertar del espíritu crítico y científico. Esto explica la aparición y la imposición del llamado método histórico-crítico, un conjunto de métodos de análisis literario e histórico que se caracterizan por su exigencia de rigor científico. Este método pretende (con toda justicia) corresponder tanto a la estructura histórica de la Biblia como a la comprensión moderna del hombre. Pero no puede pretender ser el único método. Precisamente por estar ligada a la variable cultural, la exégesis no es nunca un itinerario ya concluido, y ningún método puede juzgarse definitivo; y esto bien porque la "palabra" es inagotable, bien porque los instrumentos de investigación se están continuamente perfeccionando y pueden aparecer siempre nuevos datos y nuevas aportaciones. De hecho, en estos últimos años se están asomando a la escena nuevos métodos, todavía en parte experimentales. No hay ninguna objeción apriorista sobre ellos. La única atención que se precisa (para el creyente) es verificar que no partan de presupuestos contrarios a la naturaleza de la Biblia, tal como la concibe la fe cristiana.
II.            UN LIBRO IGUAL Y DIVERSO
Tratándose de la interpretación de la Biblia se plantea enseguida un problema. En efecto, la Biblia es un texto literario al mismo tiempo parecido y distinto de cualquier otro texto literario. Parecido, en cuanto que está escrito por manos de hombres, que han utilizado métodos, instrumentos y categorías propias del tiempo en que vivían. Distinto, en cuanto que, según la fe de la Iglesia, transmite una palabra de Dios. La Biblia es palabra de Dios y palabra del hombre. Esto permite comprender que su interpretación ha de seguir caminos en parte comunes y en parte singulares respecto a la interpretación de cualquier otro texto literario de la antigüedad [/Cultura/ Aculturación].
De las dos dimensiones de la Escritura se derivan dos órdenes de principios interpretativos. Del hecho de tener a Dios por autor se deducen la unidad de todas sus partes, su orientación hacia Cristo, la concordancia de cada una de las verdades particulares con la totalidad de la revelación, su relación con el magisterio de la Iglesia. Fácilmente se comprende que estas convicciones están cargadas de influencia en la interpretación en sentido global, pero no igualmente en todas las etapas de su itinerario. Del hecho de que la Biblia es palabra del hombre se deducen la posibilidad y la necesidad de interpretarla, recurriendo a todos aquellos métodos de análisis literario e histórico que acostumbramos a utilizar al interpretar un texto literario de la antigüedad. Por eso la Biblia está sujeta a una interpretación científica que aplica al texto las leyes del discurso normal, lo cual significa que ha de leerse dentro del entramado cultural que la vio nacer.
Es oportuno decir una palabra más para justificar la exégesis científica contra la aparición en nuestros días de ciertas tendencias que intentan más bien marginarla, por considerarla inútil, si no nociva, para una lectura que quiera ser espiritual y fructuosa. La fe en la inspiración no quita nada al carácter histórico y humano de la Escritura, puesto que Dios utilizó a los hagiógrafos respetando plenamente su personalidad literaria. Dios y el hombre no actuaron como dos autores uno junto al otro, sino más bien como uno dentro del otro, cooperando a la producción de un único texto con un solo significado. Por ello, si se quiere comprender lo que quiso Dios comunicar, hay que buscar con atención "lo que los hagiógrafos intentaron significar". Saltarse la exégesis científica significa meterse en peligrosos vericuetos. No pasar a través del espesor humano e histórico de la Escritura es olvidar el misterio de la encarnación. La fidelidad a la historia no impide alcanzar la fuerza espiritual y actual de la "palabra", sino que más bien la libera y es su premisa indispensable. "Hoy se critica al exegeta que se refiere a la crítica histórica. Es verdad que no hay que refugiarse en el pasado desde el momento en que la `palabra' tiene que ser vivida hoy. La crítica histórica no debe constituir una excusa para evadirse del presente. Pero el hecho es que este pasado tiene una gran fuerza de apertura al porvenir que ha de dar sentido a nuestro presente... Las técnicas más precisas, los métodos más rigurosos sirven para encontrar la fuente de juventud que tanto necesita nuestro mundo" (J. Dupont).


 



I.              EXÉGESIS Y HERMENÉUTICA
Son tres las preguntas principales que hay que plantear al texto bíblico: ¿Cómo se presenta el texto en su objetividad y qué cosa dice exactamente? ¿Es verdad lo que refiere? ¿Qué mensaje me revela a mí hoy? Para el creyente la pregunta a la que todo se orienta es la tercera. Pero no se llega correctamente al tercer interrogante sin pasar por los otros dos. Vislumbramos toda la complejidad del itinerario interpretativo, si observamos que las tres preguntas pertenecen a planos distintos, y que requieren por tanto metodologías diversas. En las dos primeras se estudia el texto como un objeto y nos colocamos fuera de él, mientras que en la tercera nos ponemos dentro del mismo texto. Pero, además, es grande la diferencia entre la primera pregunta y la segunda: en la primera nos ponemos a nivel de la literalidad del texto (y por tanto se exige un método de crítica literaria); en la segunda nos ponemos más bien a nivel del acontecimiento narrado (y por tanto se exige un método de crítica histórica). Para algunos autores la exégesis debe limitarse rigurosamente a comprender lo que el texto dice y repetirlo luego en términos actuales. Para otros el itinerario exegético se prolonga hasta la actualización del texto. Personalmente, somos de la segunda opinión. Las dos partes —comprensión del texto y actualización— constituyen un único proceso interpretativo, sin solución de continuidad. En este artículo, sin embargo, nos fijaremos sobre todo en la primera parte, dejando la segunda para la voz Hermenéutica




I.              EL ITINERARIO EXEGÉTICO
En concreto, el itinerario exegético consiste en ir del texto a su ambiente y a su origen para volver luego al texto: una sucesión de lectura sincrónica-diacrónica-sincrónica.
La primera aproximación —todavía genérica y, en cierto sentido, previa al auténtico trabajo exegético consiste en colocar el texto en su ambiente general, lingüístico, histórico y religioso. Esto nos hace de algún modo contemporáneos de la obra que leemos, al mismo tiempo que nos hace conscientes de la distancia que nos separa de ella. Además, nos permite comprender que la Biblia no es un libro aislado dentro de un mundo extraño, sino un libro profundamente encarnado en su tiempo y en su ambiente a pesar de tener una originalidad innegable. El exegeta riguroso se mostrará igualmente atento a las semejanzas y a las diferencias.
La segunda aproximación se centra más bien en la individualidad del texto: ya no se pregunta por su ambiente general, sino cuándo, dónde, por quién y para qué destinatarios se escribió, en qué circunstancias y sirviéndose de qué fuentes, qué ediciones y reformas sufrió. Ordinariamente la respuesta a estos interrogantes no la ofrece directamente el texto, sino que ha de buscarse en su interior mediante detenidos análisis de su contenido y de su forma. De aquí la aparición de diversas metodologías de investigación, que tienen la finalidad de reconstruir un texto seguro (crítica textual), estudiar los criterios lingüísticos, la forma, la composición, las dependencias, el ambiente cultural y religioso (crítica literaria) y valorar, finalmente, su valor histórico (crítica histórica). Crítica textual, análisis literarios y crítica histórica son los tres momentos clave a los que todo exegeta tiene que referirse. Nos bastará con indicar sumariamente sus etapas, según un esquema que repite a grandes rasgos el itinerario de un exegeta en su trabajo.

I.              CRITICA TEXTUAL
 El objetivo de la crítica textual es reconstruir lo más fielmente posible el texto original de una obra literaria, realizando su edición crítica. Esto se lleva a cabo reconstruyendo ante todo la historia de la transmisión del texto: la crítica textual busca todos los manuscritos, los fecha y establece su mutua dependencia. Luego enumera todas las variantes, confrontándolas y valorándolas, de manera que pueda decidirse la lección más probable, eliminando los elementos parasitarios que se han ido introduciendo sucesivamente: interpolaciones, glosas, deformaciones, incidentes de copia. Se trata de una tarea compleja que siempre puede perfeccionarse.
La determinación de las variantes procede sobre la base de criterios externos e internos. Criterios externos son los códices más autorizados, las versiones más antiguas, las citas. Criterios internos son algunas reglas ya codificadas desde el siglo XVIII por J.J. Griesbach. Las principales son tres: la lección más difícil es a menudo la más originaria (el que transcribe el texto se siente inclinado a allanar más bien las dificultades); la lección más breve es generalmente preferible a la más larga, especialmente en el caso de que esta segunda parezca como una explicitación de la primera o como su armonización con pasajes paralelos; la lección más probable es aquélla de la que puede deducirse la explicación de las otras.
La crítica textual nos asegura que el texto bíblico fue especialmente respetado en cuanto texto sagrado. En comparación con los clásicos de la antigüedad puede gloriarse de tener un número mucho más elevado de manuscritos: solamente para los evangelios se cuentan unos cinco mil documentos entre códices, papiros, leccionarios y fragmentos variados. Y todos estos manuscritos son idénticos sustancialmente. Como es lógico, son muchísimas las variantes, pero no sustanciales. "Podemos reconstruir el NT con la convergencia de millares de manuscritos, llegando a un texto prácticamente único. No existe ningún texto tan seguro como el texto del NT; no hay ningún texto tan ampliamente documentado, en donde la sustancia del texto esté tan idénticamente presente en todos los códices" (C.M. Martini). Aunque sea con un cierto margen de diferencia, lo mismo puede decirse del AT.
II.            ANÁLISIS LITERARIO
Por análisis literario entendemos una vasta gama de operaciones que comprenden tanto la lectura sincrónica del texto (traducción, estudio de la composición, determinación de los géneros literarios, reconstrucción del ambiente vital), como la lectura diacrónica (búsqueda de las fuentes, historia de las formas e historia de la redacción).
El primer paso en el trabajo exegético consiste en identificar con exactitud el comienzo y el fin de la perícopa bíblica que se pretende examinar. No se puede tomar para su examen una porción del texto cortada arbitrariamente. Además, como los libros bíblicos no son generalmente una antología de unidades separadas, reunidas arbitrariamente, es importante el estudio del contexto que sirve de marco. La colocación de un pasaje dentro de la sección o del libro al que pertenece no está exenta de significado.
El primer encuentro con el texto no tiene la finalidad de traducirlo, y por tanto de considerarlo ya comprendido, sino más bien de escribirlo y de problematizarlo, acumulando interrogantes, problemas y dificultades y poniendo de relieve las diversas posibilidades de sentido que encierran los vocablos y las frases. Traducir es ya interpretar, y por tanto encerrar el sentido de un texto. Así, sin embargo, lo que se quiere es mantenerlo abierto. La traducción no es el primer paso, sino el último. La opción entre los diversos significados posibles sólo tendrá lugar al final, después de haber observado el texto desde múltiples ángulos.
El análisis literario se esfuerza, ante todo, en poner de manifiesto la unidad o el carácter elaborado del texto examinado. Los criterios para esta operación son múltiples y de diverso valor, que es preciso apreciar atentamente; por ejemplo, la presencia de duplicados o de repeticiones, tensiones y contradicciones; la presencia o ausencia, en las diversas secciones del pasaje, de los mismos caracteres estilísticos. Se comprende fácilmente cómo esta operación encierra una gran importancia para pasar luego a la búsqueda de eventuales fuentes, tradiciones y unidades preexistentes.
Hace ya varios años que los exegetas se aplican a destacar las estructuras de los textos. No nos referimos aquí a la propia y verdadera lectura estructuralista, sino más simplemente a un análisis atento de las estructuras de superficie, como, por ejemplo, las palabras-gancho, las repeticiones, las correlaciones internas, el movimiento de las escenas. Este análisis se emprendió primero casi exclusivamente para descubrir la unidad o el carácter elaborado de un texto, pero ahora se le utiliza también positivamente para descubrir el sentido de la composición: las correlaciones, las conexiones, lo mismo que las interrupciones, revelan precisamente un sentido. El presupuesto es que un texto manifiesta su significado no sólo mediante sus contenidos, sino también mediante sus entramados internos. El texto bíblico es siempre una respuesta a preguntas que han nacido de situaciones concretas: preguntas que normalmente imponían replanteamientos, exámenes en profundidad y actualización del patrimonio tradicional. Por eso es importante determinar el ambiente vital —pastoral y cultural— en el cual y para el cual cobró vida el texto.
De importancia capital para señalar la intención de un texto y su verdad es la determinación del género literario. Se adivina hasta qué punto es distinto el género poético del género histórico, el género epistolar del género apocalíptico, etc. Por poner un breve ejemplo, tomemos el caso de los evangelios. Podemos situar el género "evangelio" en el género histórico, pero hay que decir que se trata de una historia distinta de aquella a la que estamos habituados; en efecto, su objetivo no es hacer revivir el pasado en su carácter fáctico, sino contarlo de tal manera que suelte toda su carga religiosa y salvífica para alimentar la fe de los creyentes. Además, dentro de los evangelios encontramos diversos géneros: parábolas, relatos de milagros, frases del Señor encuadradas dentro de un relato, trozos apocalípticos, etc. Cada uno de estos géneros no sólo se distingue por determinadas características de forma y de estilo —el género está determinado precisamente por sus características formales—, sino que tiene su propia intención y su verdad. Así, por ejemplo, las / parábolas son un relato ficticio en donde todo el peso de la narración recae en un solo punto (generalmente sorprendente y paradójico, no habitual), que encamina hacia la comprensión de una verdad superior (la presencia del reino de Dios en la acción de Jesús). Los relatos de / milagros están estructurados de manera que pongan de relieve el poder de Jesús. Los dichos enmarcados dentro de un relato, por el contrario, no llaman la atención sobre el hecho que acontece ni sobre el poder de Jesús que lo realiza, sino sobre la palabra del Señor. No hay por qué alargarse. Estas breves alusiones bastan para demostrar hasta qué punto es esencial para comprender un texto el conocimiento de su género literario.


 


a)    Búsqueda de las fuentes
 Después de la lectura sincrónica que hemos descrito en sus aspectos principales, se pasa a una lectura diacrónica, que tiene la finalidad de ir más allá del texto actual para estudiar su formación. La primera etapa es la búsqueda de las fuentes. Por "fuentes" entendemos tanto los conjuntos eventuales ya literariamente fijados que están en el origen de un texto como aquellas tradiciones —en todo o en parte aún a nivel oral, pero de todos modos ordenadas ya en conjuntos estructurados y con su propia fisonomía concreta— que luego confluyeron en un texto literario. Se definen los contornos de esas fuentes y se estudia su origen, su ambiente, su pensamiento y su historia.
Es muy conocido el caso de los /evangelios sinópticos: sus semejanzas extraordinarias, así como sus diferencias igualmente extraordinarias, plantean inevitablemente el problema de las dependencias, es decir, de las fuentes: problema que sigue todavía abierto. También es conocido el caso del /Pentateuco, en el que confluyeron diversas tradiciones (yahvista, Elohista, sacerdotal, deuteronómica). Lógicamente, este problema se plantea además para otros muchos libros; actualmente, por ejemplo, es muy viva la investigación de las fuentes del libro de los  Hechos y del evangelio de /Juan.
A nadie se le escapa la fascinación y la importancia de estas investigaciones. Pero tampoco faltan los riesgos; por ejemplo, el de proceder por hipótesis no suficientemente fundadas, o el de pasar ingenuamente de un análisis literario a una valoración histórica, como si el contenido de la fuente —por el mero hecho de ser más arcaico— fuera también necesariamente más histórico. La antigüedad literaria no equivale de suyo a historicidad. En efecto, por una parte la fuente puede ser ya una interpretación del dato histórico; por otra, los elementos que confluyeron en un segundo tiempo en la fuente pueden tener un mayor grado de probabilidad histórica.
b)   Historia de las formas
Con la búsqueda de las fuentes se va más allá del texto en su redacción actual, pero se sigue estando dentro de una tradición ya desarrollada. Por eso los críticos han elaborado un método para poder dar un nuevo paso y llegar hasta la prehistoria del texto, es decir, aquella etapa preliteraria en que se formaron y circularon de forma dispersa cada una de las unidades que confluirían más tarde en la composición final del texto. Es el método conocido con el nombre de "historia de las formas" (Formgeschichte), denominación que creemos se deriva de la obra de M. Dibelius (Die Formgeschichte des Evangeliums). Los fundadores de este método aplicado a los evangelios fueron M. Dibelius con la obra citada (Tübingen 1919), K.L. Schmidt (Der Rahmen der Geschichte Jesu, Berlín 1919) y R. Bultmann (Die Geschichte der synoptischen Tradition, Góttingen 1921). Este método no sólo es aplicable a los evangelios, sino también —en mayor o menor medida— a todos aquellos textos que están compuestos de unidades literarias que tuvieron una vida preliteraria.
Hoy este método se ha liberado ya casi totalmente de algunos presupuestos ideológicos que lo condicionaban pesadamente. Así, por ejemplo, el presupuesto de la comunidad creadora: hoy se reconoce cada vez más que la comunidad elaboró las formas a partir de sus propias exigencias, pero que no creó los contenidos. O el presupuesto de que en las comunidades estaba ausente todo interés histórico; en realidad, este presupuesto no tiene fundamento alguno: es verdad que la comunidad transmitió los hechos por una finalidad de fe, pero la fe no elimina el interés por la realidad de lo que se cree, sino que lo exige. El mismo principio de crítica literaria que está todavía en la base del método (o sea, que los evangelios están compuestos de pequeñas unidades literarias que circularon al principio dispersas unas de otras) tiene que matizarse ulteriormente: los evangelios no son una antología de textos separados, las unidades literarias no se reunieron al azar y los evangelistas no son unos simples recopiladores.
El procedimiento del método de la historia de las formas se articula sustancialmente en cuatro operaciones.
Primera: se separan las unidades del cuadro evangélico redaccional, para catalogarlas luego sobre la base de su forma literaria. Estas unidades representan la etapa de la tradición oral y atestiguan la fe y la vida de las comunidades cristianas en aquel nivel de la tradición.
Segunda: se determina el "ambiente vital" (Sitz im Leben) de cada uno de los géneros en los que se catalogó cada una de las unidades, es decir, el ambiente y los intereses en los cuales y para los cuales cobraron vida dichas unidades: el anuncio misionero, la catequesis, el culto, la polémica.
Tercera: se prosigue el camino que recorrieron esas unidades, desde su ambiente de origen hasta los evangelios, poniendo de relieve los cambios que tuvieron lugar en su transmisión; se trata de un trabajo delicado e incierto, que raramente va más allá del valor de una simple hipótesis.
Cuarta: al final de este procedimiento, el exegeta se siente muchas veces movido a emitir un juicio sobre la historicidad de las unidades examinadas. Con esto se pasa del análisis literario a la crítica histórica, paso éste que requiere mucha atención y el recurso a criterios que no son ya literarios, sino históricos. La valoración se efectúa sobre la base de elementos que han surgido dentro del proceso de tradición de las unidades estudiadas (ambiente de origen, intereses, influencias), o bien sobre la base de analogías con las literaturas contemporáneas (la judía y la helenista).
El método de historia de las formas que hemos descrito sumariamente tiene en su favor los grandes méritos conseguidos, a pesar de los excesos en que ha caído y sigue cayendo. Colocado en un itinerario más amplio, sigue siendo insustituible. Ha despertado el interés por la tradición preliteraria, haciéndonos conocer mejor tanto la formación de los evangelios como la vida y la fe de las comunidades en la etapa precedente a la redacción de los textos literarios. Pero esto no se realiza sin algunos riesgos por ejemplo, el de conceder demasiada importancia a la prehistoria de los textos, olvidando la composición final que de allí resultó.

c)    Historia de la redacción
 Reaccionando contra las limitaciones de la historia de las formas —que analiza las diversas unidades, pero descuidando el conjunto—, surgió por el año 1950 una nueva corriente, que se interesaba no ya por las fuentes y por la prehistoria del texto, sino por su composición final, por su redacción; de ahí la denominación de Redaktiongeschichte (historia de la redacción). También aquí el campo privilegiado de la investigación han sido los evangelios; pero lógicamente este método puede aplicarse también a todos los demás textos en que han desempeñado una función la tradición y la redacción.
El presupuesto de partida es que la composición de un texto (p.ej., de un evangelio) no es una mera colección de materiales preexistentes, sino una operación inteligente, que busca un proyecto teológico. Es este proyecto el que intenta poner de manifiesto la historia de la redacción. Y lo hace recogiendo y valorando todos aquellos indicios que muestran el trabajo realizado por el redactor sobre el material tradicional: la selección hecha en el material tradicional, las inserciones y las omisiones practicadas, los enlaces que ligan a los materiales de diverso origen, los sumarios, los cambios de vocabulario.
El gran mérito de este método es la justa valoración del proyecto teológico del último autor bíblico. Pero ni siquiera aquí está ausente cierta unilateralidad. A menudo estos exegetas no se interesan por el libro en todas sus partes, sino únicamente por lo que en él hay de típico, de particular respecto a las fuentes usadas o las redacciones precedentes. Nosotros creemos, sin embargo, que hay que interrogar a los textos tal como son, con todo lo que contienen, atentos tanto a los elementos redaccionales como a los tradicionales. La exégesis va orientada al texto en su objetividad, no simplemente a la intención de su redactor.
I.              CRÍTICA HISTÓRICA
Después de la reconstrucción del texto y del análisis literario (tanto sincrónico como diacrónico), el itinerario exegético llega a la crítica histórica. Esta expresión tiene diversas acepciones: para algunos autores entra también en la crítica histórica el estudio de la formación del texto (etapa preliteraria, composición, sucesivas redacciones); para otros también la determinación de su ambiente vital; otros, finalmente, reservan esta expresión para la valoración de la verdad histórica de lo que narra el texto. Nosotros la utilizaremos en este último sentido restringido. En efecto, los dos primeros intereses entran sustancialmente en las metodologías literarias, mientras que el tercero se aparta claramente de ellas y exige su propio método.
La Biblia es el relato de la "historia de la salvación"; y, por consiguiente, la realidad o no realidad de lo que en ella se narra no es indiferente a su comprensión. De todas formas, es de la mayor importancia para el creyente. Pensemos, por ejemplo, en la importancia que tienen para la fe los hechos de la historia de Jesús. La exégesis, que quiere comprender los evangelios, no puede sustraerse de la tarea de valorarlos históricamente. La cuestión básica es determinar algunos criterios que permitan distinguir lo que es histórico de lo que no lo es. Pongamos una vez más como ejemplo los evangelios: ¿cómo distinguir los hechos y las palabras que se remontan al mismo Jesús de lo que es más bien fruto de la fe de la comunidad? Los autores han elaborado principalmente tres criterios: el criterio del testimonio múltiple, en virtud del cual se considera probable un dato atestiguado por fuentes múltiples e independientes; el criterio de la discontinuidad, en virtud del cual se considera auténtico un dato que no se explica ni como derivación del ambiente judío ni como producto de la comunidad cristiana; el criterio de la conformidad, en virtud del cual se considera digno de fe lo que está en conformidad con las situaciones concretas de la vida de Jesús y con sus características de estilo y de lenguaje.
a)    Insuficiencia de la exégesis histórico-crítica
 Recientemente y desde diversas partes se han hecho críticas contra la exégesis histórico-crítica que acabamos de describir. Se le ha reprochado que es un saber reservado (posible para pocos), arqueológico y cerrado. Precisamente porque subraya (y es ése su mérito) la historicidad de la palabra, su individualidad, su vínculo con un tiempo determinado y con un ambiente determinado, acaba aumentando la distancia que hay entre el texto y el lector (y es ésa la otra cara de la medalla). Abre un foso. De este modo la exégesis corre el peligro de encerrarse en el pasado y, en la medida en que así ocurre, la protesta contra esa exégesis está plenamente justificada. En efecto, la exégesis tiene que ayudarnos a encontrar en el texto un sentido abierto, no cerrado. Después de todo, la Biblia no es un texto cerrado en el pasado, muerto; es más bien un libro que se mantiene perennemente vivo dentro de una comunidad que lo lee continuamente. Ciertamente, el momento original, es decir, el contexto histórico concreto en que nació el texto, encierra una especial importancia; pero no es el único contexto ni el único factor que contribuye a su significado (C. Buzzetti). La exégesis crítica, además, identifica demasiado el sentido del libro con la intención del autor que lo ha escrito. Reconocer la intención del autor es sin duda un principio de gran validez, a pesar de ciertas afirmaciones esgrimidas en contra. Sobre todo si se tiene en cuenta que la Biblia no es simplemente una obra de arte, una novela, una poesía; en estos casos el sentido sería más abierto, más disponible: una obra de arte, en cierto sentido, tiene tantas caras cuantos son los ecos que suscita en quien la contempla. La Biblia es más bien un mensaje; proviene de alguien que quiere decirnos algo. En este caso es capital la intención. Sin embargo, es igualmente verdad que el texto no se reduce simplemente a la intención del autor que lo ha escrito. El texto, una vez escrito, es un hecho objetivo y tiene su propia vida. De todas formas, la finalidad de la exégesis no es reconstruir la intención del autor, sino descubrir el sentido de su escrito; su escrito es la carta que Dios nos dirige a nosotros. Por ejemplo, hay que comprender el sentido del escrito dentro de un canon y dentro de una tradición viva: dos cosas que encierran consecuencias y resonancias que no necesariamente pretendió su autor. Pero esto está en su origen. En resumen, hay una cierta autonomía del texto en relación con su autor, y hay que tenerla en cuenta. Finalmente, se le reprocha al método histórico-crítico una ilusión de objetividad; tiene la ilusión de poder llegar a la intención del autor, al texto en sí, cuando en realidad ningún conocimiento histórico puede separarse del sujeto, de su presente, de su cultura: nunca es posible alcanzar el pasado en sí mismo, sino tener siempre nuestro conocimiento del pasado.
Todas estas críticas son válidas y oportunas en la medida en que la exégesis histórico-crítica tiende a absolutizarse. Pero no anulan su importancia y su validez; simplemente, lo que hacen es declarar su insuficiencia. Estas críticas pueden explicar —pero no justificar— la intolerancia que se manifiesta en algunas partes contra la exégesis científica en provecho de lecturas pretendidamente teológicas y espirituales. Creemos que ambas perspectivas se completan entre sí y que no conviene oponerlas.
b)   Aportaciones y límites de la lectura estructuralista
 La reacción contra el método histórico-crítico no se produce solamente en el ámbito de aquellas lecturas que buscan directamente un objetivo espiritual, sino también en el ámbito de lecturas científicas que parten, sin embargo, de otros presupuestos y enfocan el texto desde ángulos diferentes. Las metodologías histórico-críticas destacan exclusivamente, o casi exclusivamente, la perspectiva histórica, a costa del texto captado en su conjunto y en su materialidad. El deseo de superar estos límites mueve actualmente a numerosos exegetas (sobre todo franceses) a aplicar a la Biblia los métodos de la lectura estructuralista. Estos métodos están ya hoy debidamente comprobados. No es éste el lugar para describir los presupuestos y las técnicas de procedimiento del estructuralismo [/Hermenéutica]. Nos basta con indicar su intención.
No se trata de investigar las estructuras de superficie (operación ésta que hemos encuadrado en el análisis literario), sino de investigar las estructuras profundas que presiden, mediante su lógica interna, la producción de los textos sin que intervenga la intención de los autores. Se comprende enseguida que el análisis estructuralista se distingue claramente de la exégesis histórico-crítica por un claro cambio de perspectiva; en efecto, pone entre paréntesis precisamente lo que la exégesis histórica sitúa en primer plano, es decir, la intención del autor, la historia de la formación del texto, su ambiente histórico. El punto de partida es que un texto es siempre un conjunto de elementos organizados, estructurados, capaces de manifestar un sentido no sólo en virtud de su contenido, sino también por el juego de sus relaciones, por el funcionamiento de su estructura.
Nuestra conclusión es que la lectura estructuralista ofrece ventajas distintas de las que ofrece el método histórico-crítico, pero que resulta igualmente limitada y unilateral. Por eso no se trata de una lectura alternativa a la histórico-crítica. Más bien la integra, observando el texto desde otra perspectiva. En este sentido puede representar una etapa ulterior en el itinerario exegético [/ Biblia y cultura: I; Biblia y arte, II].
II.            EXÉGESIS Y FE
Un problema de gran importancia es la relación entre la exégesis hecha científicamente y la fe. Estamos convencidos de que esta relación, antes de ser un problema teórico que analizar, es una experiencia concreta que hay que vivir. Muchos exegetas son al mismo tiempo fieles a su ciencia y a su fe. Pero es también un problema.
En línea de principio no debería existir conflicto entre la lectura científica y la fe, pero de hecho los ha habido incluso en un pasado reciente: la historia de las formas, por ejemplo, ha parecido por mucho tiempo una lectura incompatible con la visión de los evangelios que proponía la fe. Pero cuando esto sucede no es por culpa de los métodos en sí mismos, sino por los presupuestos ideológicos de que son prisioneros. Esto puede ocurrir también debido a teología y a una visión incorrecta de fe. Algunas de las conclusiones que se han presentado como fruto de investigaciones rigurosas y científicas pueden estar realmente contaminadas por presupuestos ideológicos. En este sentido, la ciencia y la fe están llamadas a purificarse mutuamente: la exégesis científica puede ayudar a la teología a purificar algunos de sus contenidos considerados como de fe, pero que en realidad sólo son culturales; y la fe puede ayudar a la exégesis a aceptar sus propios límites y a romper con presupuestos ideológicos indebidos (y a veces ocultos).
A primera vista se diría que el método es simplemente un hecho técnico: el método es método, se dice, y no hay diferencia alguna en que lo emplee un creyente o un no creyente. Pero no es así. La investigación exegética en su globalidad no es neutral, especialmente en algunos momentos de su itinerario (una cosa es ciertamente la crítica textual, otra cosa el análisis literario y otra la valoración histórica). "El método histórico-crítico no se apoya en sí mismo, sino que supone a su vez una visión más amplia de la realidad" (N. Lohfink). Por ejemplo, si un exegeta trabaja con una visión de la realidad en la que por principio no se admite a Dios ni los milagros, frente a los datos evangélicos se comportará, aun usando el mismo método, de una forma bastante distinta que otro exegeta para el que Dios y los milagros son nociones reales. La exégesis es una ciencia, pero tiene que ser responsablemente asumida en la fe. El exegeta creyente se mueve manteniendo unidas las dos extremidadades de la cuerda: el rigor y la paciencia del trabajo científico y la vida de fe que proyecta su luz sobre todo.
La fe no dicta los resultados de forma apriorista. Si así fuese, se vendría abajo la autonomía y el rigor de la investigación científica. La fe es más bien una luz que ilumina el sentido de la Biblia en su globalidad. La Biblia es un discurso unitario, madurado progresivamente; de aquí se sigue la necesidad de una lectura sintética, global, a partir de su centro. Podríamos hablar, de manera general, de / teología bíblica. Es sobre todo en este nivel donde la fe puede iluminar al investigador. Un artesano, para trabajar, no sólo tiene necesidad de sus instrumentos técnicos, sino también de la luz para poder ver.
Leer un texto en la fe no significa proyectar en el texto significados que éste no tiene, sino penetrar a fondo, como por con naturalidad, la experiencia que intenta comunicar: significa leerlo a partir de su centro. Leer la Biblia en la fe quiere decir leerla a partir de una experiencia que le es congénita.
La exégesis científica llega a la "letra" del texto, y en este sentido es indispensable; pero es solamente una lectura global, y por tanto de fe, la que hace explotar el "Espíritu". La crítica literaria y la crítica histórica no bastan para interpretar la Biblia; por sí solas no logran captar entre el follaje de la letra los frutos del Espíritu (san Gregorio Magno).
La luz de la fe es esencial, precisamente porque la Escritura narra una experiencia de fe. Nacida en la fe, no puede ser comprendida plenamente más que en la fe. Es verdad que también el exegeta no creyente puede decir cosas muy interesantes sobre la Biblia, pero no se ve cómo va a ser capaz de llegar a su alma más profunda.
Por el contrario, entre el texto y el exegeta creyente se establece algo así como una relación de con naturalidad: se da en común entre ellos la misma experiencia de fe. Se trata de una experiencia de fe que confiere a la Biblia una profunda unidad aun dentro de la variedad de sus muchas páginas, y que da sentido a todos sus detalles. Sustraerse de la luz de la fe significa cerrarse a la posibilidad de alcanzar esta experiencia que constituye la esencia del texto bíblico que se quiere interpretar: su coherencia interna, su unidad, su actualidad. Es verdad que la fe no es la única luz. A su vez, ella requiere la luz que le viene de las diversas técnicas de la investigación. La fe es "una luz polivalente y con globante, que llega a todo a partir de lo esencial. Respecto a las luces selectivas y limitadas de cada una de las técnicas en particular, la fe hace pensar en esa luz blanca que integra todos los elementos del arco iris" (R. Laurentin).
Un problema análogo es el de las relaciones existentes entre la ciencia exegética desarrollada de forma autónoma y el reconocimiento del magisterio eclesiástico. No queremos entrar en los detalles de esta cuestión. Sin embargo, podemos decir que el magisterio está más comprometido en el sentido global, es decir, en una lectura que va más allá de la exégesis precisa de cada uno de los textos. La lectura del magisterio utiliza particularmente aquellos principios (la unidad de la Escritura, la analogía de la fe, la orientación hacia Cristo) que hemos derivado del origen divino de la Biblia. Esto significa que el exegeta católico se mueve, por así decirlo, "globalmente" dentro de la interpretación autoritativa de la Iglesia, pero no es que él se refiera de forma metódica a esa autoridad en su trabajo. Por lo demás, es bien sabido que el magisterio se ha comprometido en muy raras ocasiones sobre el sentido de cada uno de los textos. Así, el exegeta católico, a pesar de su vinculación con el magisterio, no se ve obstaculizado en su investigación científica concreta. Por otra parte, también es verdad, al revés, que la investigación científica precede en cierto sentido a la lectura del magisterio, desempeñando de esa manera una función crítica importante: "Es misión de los exegetas... contribuir a la inteligencia y exposición más profunda del sentido de la Sagrada Escritura, ofreciendo los datos previos sobre los cuales pueda madurar el juicio de la Iglesia"



Parte 5

EXÉGESIS DEL NUEVO TESTAMENTO

Los textos literarios, entre ellos la Biblia, están sujetos a la época en que se escribieron, su lenguaje, su situación histórica, social, política, etc., y pretenden comunicar un mensaje específico, con un propósito bien definido. La distancia histórica y la diferente situación de vida como lectores contemporáneos nos alejan de la comprensión inmediata del texto bíblico, por lo tanto se hace necesario que busquemos cómo acceder a una explicación satisfactoria que refleje el sentido original y que sea acorde con la realidad. Con este propósito se recurre a las distintas herramientas de la exégesis. (Ausencio Arroyo)


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El abismo temporal-cultural que separa al mundo contemporáneo del mundo bíblico, nos obliga a construir un puente entre ambos. La ciencia bíblica nos lleva por el camino correcto, para evitar especulaciones que surgen de la fantasía humana y que pueden distorsionar el verdadero sentido del mensaje bíblico; el método histórico-crítico, es el método de controlar racionalmente el contenido del texto.
Al recurrir a métodos se pretende que las conclusiones puedan ser controladas por los distintos sistemas de validación. Implica ser conscientes de la distancia y de los presupuestos que relativizan la lectura.

El propósito de los métodos exegéticos es explicar o explicitar el texto según la intención del autor; su función es descriptiva no dogmática.

Diferencias fundamentales entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.

a)   El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo y algunas partes en arameo.
      El Nuevo Testamento fue escrito en griego koiné.
b)    El Antiguo Testamento abarca casi un milenio y medio, desde Abraham hasta sus últimos escritos.
      El Nuevo Testamento implica apenas un siglo.
c)    El Antiguo Testamento contiene la historia y las experiencias de fe del pueblo de Israel.
      El Nuevo Testamento contiene la proclamación cristiana con proyección universal.

Puntos de unión decisiva entre el Antiguo y Nuevo Testamento

a)    Son el testimonio de la presencia y acción del  mismo Dios en el mundo y con los hombres.
b)    Hay un mismo concepto antropológico, ambos señalan lo profundo del pecado en el ser humano, su incapacidad para liberarse a sí mismo. Ven al hombre como imagen de Dios. Tienen una comprensión integral del ser humano. Le reconocen su papel de responsable en la creación.
c)    Hay un ofrecimiento por gracia divina de perdón, reconciliación y vida nueva.
d)    Hay armonía en la enseñanza escatológica. Mantienen las mismas esperanzas mesiánicas e igual concepto del Reino de Dios.

Es importante corregir la comprensión sobre la relación de los dos testamentos. No hay gradación de sentido, el Antiguo no es provisorio, sino que habla de manera ejemplar. Los dos se aclaran recíprocamente. Hay que terminar el esquema antitético de AT igual a ley, y NT igual a gracia. Hay que terminar las visiones parciales de Dios, AT igual a ira, NT igual a amor. Hay una frase sobre esto: “El que no sabe qué hacer con el AT, es que ya no sabe qué hacer con el NT”.

Este curso tiene como propósito presentar, de forma elemental el método histórico-crítico del estudio de la Biblia. De ninguna manera lo señalamos como el método perfecto, ya que ninguno lo es, pero este modo de aproximación al libro sagrado nos da la posibilidad de verificar los resultados y de corregir las intuiciones personales.
La pretensión de todo estudiante de la Biblia, y sobre todo de todo predicador, es ser fiel al texto. Estamos obligados a decir la verdad sobre las palabras de Dios registradas en el libro. Ningún esfuerzo en esta búsqueda será demasiado. Por otro lado, señalamos que, la comprensión del libro sagrado, no se puede lograr separados del Dios del libro. Confiamos que todo estudiante emprenderá esta exigente labor en diálogo personal y frecuente con el Dios eterno, que quiere hacerse cercano y comprensible a todos los hombres y mujeres de todo el mundo.


            LOS PASOS DEL MÉTODO EXEGÉTICO

 Crítica Textual.
 Crítica Literaria.
Crítica de los Géneros y Formas.
Crítica de las Tradiciones.
Crítica de la Redacción.

Incluimos al final un ejemplo sencillo de exégesis, esperando que sea orientador para los estudiantes de la Biblia, y que tratemos respetuosamente los escritos sagrados.

1.    Crítica Contextual (CT)

La exégesis bíblica debe tratar de remontarse al texto original. Como original se entiende el texto autógrafo, o sea, tal como salió de la mano del autor.

Lamentablemente no poseemos ningún original de los textos bíblicos. Hasta el momento sólo se hallaron y conservaron copias posteriores. Los originales se perdieron, cosa explicable si se toma en cuenta que se escribieron sobre el frágil papiro. Los manuscritos (así se llaman los textos copiados a mano, antes de la invención de la imprenta en Europa en el siglo XV) de libros bíblicos o de partes se produjeron en una época bastante posterior a la redacción de los originales, en algunos casos hasta siglos. Son por lo general copias de copias. Algunos manuscritos son anteriores a la canonización definitiva del Nuevo Testamento en el siglo IV, pero la mayoría son posteriores. Algunos fragmentos se originan a partir del siglo II en adelante; pero copias manuscritas enteras del Nuevo Testamento se poseen sólo de la segunda mitad del siglo IV, cuando se comenzó a emplear un material más duradero: el pergamino.

Mientras los textos bíblicos fueron copiados y multiplicados una y otra vez a mano durante varios siglos, se introdujeron en ellos cambios de todo tipo, unos involuntarios, otros intencionales. Así es como los manuscritos que hoy poseemos de un mismo texto original difieren bastante entre sí.

La investigación ha tratado de acercarse lo más posible al original de cada libro bíblico, reconstruyendo su texto en base a comparaciones entre las copias posteriores. La compaginación de estas copias y la indicación de las diferencias entre ellas constituyen las ediciones críticas del mejor nivel científico y ampliamente reconocido en todo el mundo, no debe producir la impresión de que ese texto ya es directamente el original del Nuevo Testamento. Es la mejor reconstrucción posible en base a los conocimientos actuales de la redacción y transmisión de cada libro, y en base a los mejores y/o más antiguos manuscritos. Sus editores se han remontado en el tiempo lo más que pudieron. Si se incorporan mejores manuscritos o acaso algún original, ese texto quedará superado y hasta podrá sufrir modificaciones sustanciales. Por eso siempre conviene tener presente que a pesar de la exactitud y los esfuerzos, se trata sólo de una reconstrucción.

Los cambios en el texto, omisiones o agregados, errores y modificaciones intencionales, diferencias entre distintos manuscritos, constituyen lo que se llama “variantes”. Variante es simplemente una diferencia. La edición crítica del Nuevo Testamento contiene esas variantes en el llamado aparato crítico al pie de cada página, debajo del texto, con letras pequeñas.

El propósito de la crítica textual del Nuevo Testamento (CT) es un acercamiento, con la mayor exactitud posible al texto original de cada uno de los libros del Nuevo Testamento; llegando, como ya se indicó, a una reconstrucción hipotética.

El material de trabajo de la CT son los “testigos” del texto y su edición compilada con indicación de las variantes.

El objetivo de la CT es la reconstrucción del texto, lo más cercana posible al texto original; eliminando cambios y errores originados en el proceso de copiado.

Los cambios pudieron ser introducidos por error o intencionalmente. Los errores involuntarios se pudieron deber a: la confusión de renglones (saltos por comienzos o finales idénticos o similares, saltos transversales), los efectos de la memoria, influencia de paralelos, errores de lectura-escritura-dictado, omisiones o adiciones, división errónea.

Los cambios intencionales quizás nos choquen más que los otros errores, porque hemos desarrollado la concepción del carácter sagrado e intocable de las Escrituras. Pero en un primer momento no existía esa fijación por escrito, y lo que se quiso hacer fue mejorarlo. Así se introdujeron modificaciones estilísticas, asimilación de textos paralelos, cambios de definiciones históricas y geográficas, integración de cambios anteriores superpuestos en un mismo manuscrito, identificación de personas mediante el agregado de un nombre, correcciones de citas del Antiguo Testamento, correcciones de errores reales o supuestos, modificaciones dogmáticas o teológicas, modificaciones gramaticales.

Reglas para establecer el texto original.

Comenzando siempre con los criterios externos y prosiguiendo luego con los internos. Los externos se refieren a los testigos; los internos, al contexto, estilo, estadística de términos, mundo teológico del autor. Si todos coinciden, la decisión será fácil y certera. Los criterios externos tienen prioridad para la decisión.

Criterios externos:

1.        La lección más y mejor apoyada por los mejores testigos pueden ser la original. Debe tenerse en cuenta la calidad de los testigos, sobre todo su fecha y el tipo de texto: el mejor es el alejandrino; el más alejado y cambiado es el Koiné.
2.        Al tratarse de manuscritos de una misma rama, su peso queda reducido al de uno solo.
3.        Hay que confrontar los grupos de testigos entre sí.
4.        Se debe tener en cuenta el influjo de los paralelos y del texto de la versión griega del Antiguo Testamento, la llamada Septuaginta (LXX).
5.        Hay que prestar atención a la relación entre las variantes.

Criterios internos:

1.        La lección más difícil suele ser la primitiva. Esto se comprende fácilmente: un copista es más propenso a aclarar un pasaje difícil u oscuro, y así introduce una variante más fácil.
         Esta regla por supuesto no puede aplicarse mecánicamente, pues muchas variantes difíciles se deben simplemente a errores de copiado o dictado, y no a la composición del autor original.
2.        La lección más corta es la primitiva. Es más probable que alguien haya ampliado y explicado un texto, y no que lo haya acortado.
3.        La variante elegida debe armonizar con el contexto. Si una variante entra en colisión con el versículo o capítulo entero, no puede ser original. Tampoco puede ser original si es contraria al contenido y estilo del libro entero.
4.        La variante elegida debe explicar la formación de las demás, con la ayuda de las fuentes de errores y de los intentos de aclaración, explicación, armonización.

Otros consejos útiles:

Ø   No conviene apoyarse en la conjetura. Cuando ninguna variante satisface, es mejor dejar constancia del problema
Ø   Conviene tener conocimiento del estilo de cada autor, su vocabulario, el contexto de sus pasajes, sus enseñanzas en general.
Ø   Conviene tener presente que las palabras de Jesús en los Evangelios tienen un trasfondo arameo.
 

 2.  Crítica Literaria del Nuevo Testamento  (CL)


Todo texto escrito, antes de llegar a nosotros, pudo haber pasado por diversas vicisitudes: relato oral, colección de otros escritos, citas incorporadas o agregadas, cambios. Se trata pues de la historia del texto, o mejor dicho, de su prehistoria.

Para estudiar la prehistoria de los textos bíblicos se desarrollaran cuatro metodologías que pueden subsumirse bajo el concepto de estudio diacrónico (o sea, a través del tiempo o de la historia) que incluye: crítica literaria, análisis de géneros y formas literarias, análisis de tradiciones, y análisis de la composición o redacción. Este análisis también suelen llamarse críticas, pues examinan crítica o científicamente los géneros, las fuentes, las tradiciones y el trabajo redaccional; y establecen comparaciones con otros textos, estadísticas, contenidos y teologías.

La CL estudia el texto tratando de describir las unidades, verificar particularidades de la historia del texto, identificar fuentes y autor(es). En el estudio actual de un escrito antiguo el conocimiento de sus fuentes puede ayudar enormemente en su comprensión e interpretación, y en la precisión de su grado de veracidad.

La CL siempre comienza su tarea centrándose en aquellos datos que rompen la unidad normal de un texto y que crean determinadas tensiones: interrupciones bruscas, duplicaciones, repeticiones, incongruencias, contradicciones, diferencias de vocabulario y de estilo.

En el campo del NT la CL ha estudiado sobre todo las fuentes de los Evangelios Sinópticos (EvSin), las etapas de la composición del EvJn, dependencias entre diversas Epístolas y sus refundiciones.


Muestra sencilla de CL del NT

Para aclarar el problema sinóptico, que consiste en la extraña mezcla de coincidencias y diferencias entre los EvSin, Mt, Mc y Lc y otros problemas de dependencia literaria la CL trabaja básicamente con dos reglas:

1)    La relación de dependencia literaria entre dos o más textos se descubre por aquello en que concuerden literariamente.
2)    Las diferencias entre dos o más textos dependientes el uno del otro indican cuál es el texto base.

Hay una serie de cambios constatables y que los autores introducían sobre sus textos base. Son ellas: mejoras estilísticas, reducciones, ampliaciones, empalmes o yuxtaposiciones, aclaraciones, cambios de sentido, ordenamiento de datos.

Veamos el funcionamiento de estas dos reglas básicas con un ejemplo. Se trata del estudio de la historia sinóptica de la curación de la suegra de Pedro.




Mt. 8:14-15

Y vino Jesús a casa de Pedro.
Y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.
Y toco su mano,
Y la fiebre le dejó;
Y ella se levantó, y le servía.


Mc. 1:29-31

Al salir de la sinagoga.
Vinieron a la casa de Simón y Andrés, con Jacobo y Juan.
Y la suegra de Simón estaba acostada con fiebre;
Y en seguida le hablaron de ella.
Entonces él se acercó,
Y la tomó de la mano y la levantó;
Y le dejó la fiebre
Y ella les servía.
Lc. 4:38-39

Entonces se levantó y salió de la sinagoga, y entró en la casa de Simón.
La suegra de Simón tenía una gran fiebre;
Y le rogaron por ella.
E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre,
Y ésta la dejó;
Y levantándose ella al instante, les servía.





Los tres EvSin tienen este texto. Las semejanzas permiten suponer dependencia(s) literaria(s); las diferencias indican que hubo cambios.
Los tres textos tienen un desarrollo común:

1.    La llegada de Jesús.
2.    Presentación de la enferma y de su enfermedad.
3.    La intervención de Jesús;
4.    La constatación de la curación;
5.    la consecuencia de la curación.

El conjunto de semejanzas es más complejo:

Mt y Lc comienzan sus respectivos relatos con una indicación de la procedencia de Jesús: él sale de la sinagoga.
Luego los tres mencionan la casa del discípulo.
Los tres presentan el cuadro clínico de la suegra. Mt y Mc indican que está acostada, y usan el mismo giro para describir la fiebre.
Mc y Lc indican que le hablaron a Jesús acerca de ella.
En la descripción de la curación coinciden Mt y Mc en el detalle de tomarla de la mano.

Los tres coinciden luego en la indicación del servicio de la sanada.

Las coincidencias entre Mt y Mc permiten pensar en dependencia literaria; lo mismo que las coincidencias entre Mc y Lc. Mt y Lc coinciden en esta historia juntos con Mc; por lo demás cada cual coincide por separado en varios puntos con Mc.

Mc ocupa pues un lugar intermedio entre Mt y Lc; o sea, Mt y Lc, respectivamente y cada uno por su lado, están más cerca de Mc que entre si. Esto permite establecer las siguientes relaciones literarias: Mt y Mc por su parte, y Lc y Mc por otra. No se puede hablar de una relación literaria directa entre Mt y Lc.

Considerando las diferencias, se descubre la prioridad. Entre Mt y Mc: Mt no tiene la indicación de la procedencia de Jesús de la sinagoga. Mc por su parte no tiene el nombre de Jesús. Donde Mt tiene simplemente Pedro, Mc tiene más datos: Pedro y Andrés; y también indica la compañía de Jesús: Santiago y Juan. Aquí puede deducirse que Mt abrevió el texto de Mc, pues es algo difícil que un evangelista pueda inventar de la nada una lista de personajes, y es más coherente imaginarse una abreviación por parte de Mt a los efectos de llevar toda la historia a un encuentro entre Jesús y la enferma.

Mt no tiene la referencia a la información que le brindan a Jesús acerca de la mujer enferma. Aparentemente Jesús no necesita este tipo de indicación: él mismo ve la situación de la mujer, como lo indica Mt. Esto evidencia una reflexión teológica: Mt presenta la soberanía de Jesús con más fuerza que Mc, y Jesús toma la iniciativa. Tenemos pues un indicio más de que Mt usó el texto de Mc, transformándolo.

La descripción del proceso curativo también es más sobria que en Mc. La bella frase sobre el efecto de la curación quedó igual.

El giro la levantó de Mc, omitido por Mt, es transformado en se levantó, subrayando mejor el efecto del milagro y confirmándolo.

El cambio de Simón (Mc) por Pedro (Mt) se explica recordando que Mt ya lo había presentado así en Mt 4:18.

Como Mt estructura una escena de pareja (Jesús y la enferma), la lógica pide que la sanada al final le sirva a Jesús, no a ellos como en Mc.

Mc y Lc: él entró en casa de Simón de Lc es más pulido que el vinieron de Mc. Nuevamente hay omisión de Andrés y de la compañía de Jesús.

En la descripción de la curación toma los colores de una especie de exorcismo: Jesús conmina u ordena a la fiebre. Con ello Lc adapta la historia a los relatos que vienen antes y después.
En ambos casos, Mt y Lc, se notan pues intentos de purificación, elaboración y transformación de la historia. La de Mc es más directa, hasta popular. En síntesis, puede deducirse que tanto Mt como Lc se sirvieron de Mc como fuente.

La exégesis del NT considera como texto original el texto final, fruto de un proceso complicado de elaboración. Ello amplía la concepción de la autoría: si bien cada redactor final es a la vez autor original, no es el único creador: hay un trabajo  colectivo previo, llevado por él a su culminación. Se puede hablar pues de una autoría comunitaria.


                                  3.  Funciones de la CL del NT

La CL del NT delimita unidades temáticas en el texto, actuales y anteriores, prestando atención a los contextos y fijando el comienzo y el final de una unidad.

La CL estudia la integridad de un texto a partir de tensiones de contenido, puentes, diferencias de estilo, duplicación. Un texto con muchos saltos y/o repeticiones puede evidenciar por ejemplo la incorporación de varias fuentes.

La CL restaura el orden original cambiado en ocasiones por coleccionistas o transmisores de los escritos. Para ello analiza el contenido, las contradicciones y los puntos llamativos.

La CL determina o cuestiona la autenticidad de textos, preguntándose por la autoría. Para ello se vale de estadísticas de palabras, análisis de estilo y de la temática.

La CL verifica relaciones de dependencia literaria, como lo indicó el ejemplo sinóptico. Para ello compara los textos, sus formulaciones, contenidos, estructuraciones, terminología; y determina la prioridad mediante el análisis de las diferencias, las tendencias teológicas y los objetivos de cada escrito.

La CL busca y descubre fuentes (generalmente escritas), originalmente independientes y luego incorporadas a los documentos. Lo hace a partir del análisis de estilo y de temas, de suturas y de irregularidades en el discurso.

Como el campo de tareas de la CL es muy amplio, ella se vale de muchos datos y procedimientos. Entre otros:

1.    análisis de contenido y de contexto de unidades menores y mayores;
2.    análisis terminológico, estilístico y temático;
3.    estadística de palabras;
4.    análisis de duplicaciones, repeticiones, tradiciones paralelas;
5.    análisis de tensiones en el texto, suturas, irregularidades;
6.    verificación de tendencias teológicas (su análisis detenido es materia de la crítica redaccional);
7.    comparación de textos paralelos en cuanto a contenido, estructuración, terminología, giros, contexto;
8.    verificación de relaciones de dependencia literaria.

4. Crítica de los Géneros y Formas (CG y F)
Del Nuevo Testamento


Cada persona tiene su estilo personal de comunicación, ya sea oral o por escrito. El estilo es una manera de hablar o de escribir peculiar y privativa de una persona; es como un sello de expresión de su personalidad.

Además del estilo personal de cada persona también existen formas más o menos típicas para los grupos. El estilo es personal; pero las formas, los géneros literarios y las fórmulas no son obra de un solo individuo aislado; son producto de convenciones, reglas, tradiciones, costumbres, exigencias.

Toda afirmación o exposición se hace dentro de alguna forma. Con toda la inmensa libertad que tenemos o creemos tener, nuestras expresiones se rigen en buena parte por moldes ya formados, que a su vez están en constante evolución y transformación.



5. GENEROS Y FORMAS EN LA LITERATURA BIBLICA

En el campo bíblico el análisis de los géneros y las formas es sumamente necesario para no levantar falsas expectativas ante los textos, para comprender la situación que dio origen a los mismos y para captar sus mensajes antiguos y actuales.

Se han cometido graves errores por desconocer las peculiaridades de ciertos moldes bíblicos. Durante siglos, la iglesia se ha peleado con los científicos por tomar el primer relato de la creación del Génesis como información científica, al estilo de una página de un libro de paleontología o biología; en vez de comprender su mensaje teológico esencial.

Por no comprender el estilo oriental y la forma literaria de la paradoja que exagera y hace comparaciones impresionantes, algunas personas incluso se han mutilado al aplicarse literalmente lo que dice en Mt 5:29-30; Mt 19:12.

Cada tipo de texto tiene su propia terminología, estilo y molde. El exégeta debe prestar atención a todo esto en su búsqueda del sentido y del mensaje del texto. Esa atención es precisamente el análisis de géneros y formas. Juntamente con la comprensión de los moldes específicos el exégeta también descubrirá elementos de la situación que los originó. Ningún texto existe en una abstracción del tiempo y del marco en que ha nacido. Entenderlo como abstracción es entenderlo mal.


                          Definiciones de género, forma y fórmula

Género: Evangelios, Hechos, Epístolas y Apocalipsis. Estos moldes son exclusivamente géneros, ahí no se puede hablar de formas. Son moldes extensos y abarcadores.

Géneros y/o formas: a las unidades de las que están compuestos los géneros mayores. Se trata de parábolas, milagros, dichos, etc.

Fórmulas: a los giros o maneras de hablar breve, expresiva y fija; unidades breves de tipo confesional y litúrgico; fórmulas de fe y doxologías.


La tarea y la problemática de la crítica de las formas

El primer objetivo de la CF del NT consiste en determinar qué géneros y formas se encuentran en el NT, y cuáles son sus características y leyes.

Se concentra en el análisis de unidades menores: la parábola, la historia de milagro, la disputa; o más pequeñas: un dicho de seguimiento, una confesión, una doxología.

La segunda gran tarea de la CF consiste en la determinación de la situación matriz de contexto, el “Sitz im Leben”; o sea, debe preguntar acerca de la situación que dio origen a cada texto y la situación para la que estaba destinado.

Sitz im Leben (SiL) es una expresión alemana que significa ubicación en la vida. Para el material evangélico conviene hablar de un triple SiL surgido de los distintos momentos:

Ø  La vida y proclamación del mismo Jesús.
Ø  La vida de las primeras comunidades que transmitían esas piezas e la misión, la enseñanza, el culto;
Ø  La misma obra literaria en cuestión o la escuela que la produjo (escuela de evangelistas, misioneros, predicadores, maestros).

Veamos un ejemplo de triple Sitz im Leben.

Lea las palabras de Jesús contra los escribas y fariseos hipócritas en Mt 23:13-32. Estas 7 maldiciones tuvieron un primer lugar concreto en la vida de Jesús, como distanciamiento de la hipocresía de sus enemigos.

Las primeras comunidades cristianas transmitían estas palabras para subrayar su distanciamiento de los grupos judíos que las atacaban.

Cuando Mt escribió su Evangelio no debió haber tenido en vista eventuales lectores judíos, sino cristianos (más exactamente, judeocristianos). Las maldiciones de escribas y fariseos judíos en realidad se trasladan entonces a los hipócritas cristianos: no vaya a ser que ese pecado horrible de la falsedad, ocultado detrás de máscaras piadosas, también contamine las propias filas. La serie de las maldiciones cumplió pues varias funciones sucesivas. Desconocer este proceso es mutilar el texto, desembocando por ejemplo fácilmente en una crítica estéril del judaísmo farisaico.


6. LOS GRANDES GENEROS LITERARIOS DEL NT

El NT contiene cuatro géneros literarios mayores: Evangelios, Hechos, Cartas y Apocalipsis. Los Evangelios y Hechos son creaciones auténticamente cristianas; Cartas y Apocalipsis son géneros que preexistían en el ambiente.

Evangelios

Loe evangelios se proponen despertar y afirmar la fe en Jesucristo y orientar la vida de los creyentes. Sus narraciones, parábolas, dichos y reflexiones están al servicio de la proclamación. Los evangelios predican a Jesucristo por escrito en forma de exposición histórica. Dan forma a las tradiciones sobre Jesús desde la perspectiva de la fe en El cómo Señor y Salvador. Proclamando lo que hizo y dijo Jesús, lo proclaman a él. La historia está puesta al servicio de la proclamación. El carácter de los hechos y enseñanzas, la pasión y resurrección, evidencia al mismo tiempo que la fe cristiana no se basa en mitos, sino en la revelación de Dios ocurrida en la historia concreta de Jesucristo.

Los evangelios anuncian al Cristo presente y actuante en su comunidad de fe.


Hechos de los Apóstoles

El libro de los Hechos de los Apóstoles no es ni praxis ni biografía. Su autor Lc presenta una serie de materiales sobre diversos personajes y eventos para ilustrar un desarrollo comprensible de la primitiva iglesia y mostrar la expansión de la misión desde Jerusalén hasta el centro del imperio romano. No se centra en el interés biográfico, ni en todos los hechos de Pedro y Pablo; sino en el interés teológico.


Epístolas o Cartas

La Carta comienza con el nombre del emisor, luego viene el del destinatario y después la fórmula de saludo. Este encabezamiento se llama prescripto. Después puede ir a un agradecimiento o una intercesión.

Luego de la parte principal de la carta, el llamado cuerpo, vienen los saludos; y en el caso del NT, también hay deseos de bendición y doxologías.

Pablo empleó esta forma que hizo escuela en la literatura epistolar cristiana.

Como Pablo se dirige a comunidades en situaciones muy diferentes, suele agregar indicaciones sobre su apostolado y otros elementos en los prescriptos. Los destinatarios también reciben diversos atributos, según la situación, tal como después se evidencia por el contenido del documento.

Si bien las cartas del NT se dirigen a comunidades o personas concretas, no son escritos ocasionales, sino que tienen carácter semioficial y características oficiales. La iglesia comprendió esto de manera cabal y le dio a la colección de estos escritos validez normativa.


Apocalipsis

El género apocalíptico es una creación literaria judía. Las obras completas más antiguas que se conservan son parte de 1 Henoc (siglo III a.C.) y el libro de Daniel, ubicado entre los “Escritos” en la Biblia judía (Ley – Profetas – Escritos) y entre los Profetas en la Biblia cristiana.

La apocalíptica floreció enormemente en la época intertestamentaria y neotestamentaria.

Los apocalipsis judíos son pseudoepigráficos; o sea, se basan en la ficción de que provienen de la mano de personajes célebres del pasado: Daniel, Abrahán, Esdras, Henoc, Baruc, Moisés, Elías. Pretenden comunicar revelaciones (Apocalipsis significa revelación) recibidas luego de la extinción de la profecía de Israel. Esas revelaciones divinas versan sobre la historia presente y futura (hasta el fin del mundo), y también sobre el mundo futuro.

Para la correcta comprensión del género apocalíptico debe tenerse en cuenta que este género es expresión de una determinada comprensión de la historia. El autor apocalíptico parte de la idea de que toda la historia universal se desarrolla según un plan previamente trazado por Dios. Este plan puede descubrirse en la historia pasada, y así es posible verificar en qué momento o etapa uno se encuentra ahora.

El momento actual del autor es comprendido como tiempo final, sometido al poder del mal y en el que los justos, buenos y creyentes padecen creciente persecución. La confrontación entre ambos poderes, el de Dios y el del mal, culminará con una batalla final en la que triunfará Dios luego de una intervención espectacular. Entonces comenzará el nuevo eón. Este tiempo de salvación retribuirá con creces a los fieles perseguidos.



La meta de los reveladores consiste en afianzar la fe, la paciencia, la fidelidad y el amor del pueblo creyente, inculcando el pronto fin del presente eón (o época) con todas sus angustias.

Los apocalípticos transmiten su mensaje de fortalecimiento mediante llamados, aseveraciones y expresiones de confianza en la intervención final de Dios; su interpretación de la historia se realiza a través de predicciones, imágenes, visiones, audiciones, simbología, alegorías, mitos, animales, especulaciones numéricas y astrológicas. Todo vibra en colores, turbulencias, cataclismos y una meteorología enfurecida, sangre, tormenta, profundidad, espectáculos cósmicos. Cierra esa literatura una brillante descripción del nuevo eón y de los castigos de los infieles y malvados.

El Apocalipsis del NT contiene elementos de los libros del AT y de las tradiciones judías. Pero en su conjunto es una producción cristiana con un claro centro cristológico, y con nuevo énfasis en relación a la cuestión de los eones. La apocalíptica judía está llena de especulaciones sobre los plazos de la historia y el comienzo del nuevo eón. El Apocalipsis de Jn inculca que el hecho de Cristo ya inaugura el nuevo eón, que pronto llegará a su manifestación total. Su meta principal fue consolar y animar a los cristianos de Asia Menor, oprimidos por angustias y persecuciones por el imperio romano. Les inculca que Cristo ya ha triunfado, y quienes se mantienen fieles a él incluso hasta el martirio, participarán de lleno en su gloria.


7. ¿CÓMO TRABAJA LA CRITICA DE LAS FORMAS?

La CF puede empezar así su tarea de la identificación de unidades originalmente independientes.

Ø  El análisis define en primer lugar la estructura del texto, sus características, su forma, los rasgos típicos y los elementos llamativos.

Ø  Luego se compara el texto en estudio con otros, estableciendo diferencias, coincidencias, similitudes. Las coincidencias permiten englobar los textos en un mismo género o forma.

Ø  Como cada género y cada forma se relacionan con determinadas circunstancias de los transmisores y los lectores, y asimismo cada molde quiere transmitir algo específico, la CF trata de descubrir las circunstancias del origen de las unidades. Este paso comprende una investigación social y sociológica del texto.

Una vez hecha la descripción formal del texto, se lo califica según una tipología de géneros, formas y fórmulas.

Luego se pasa al SiL, preguntando qué ambiente, esfera o ámbito de la vida de la iglesia primitiva pudo haber producido este tipo de unidad.

Dentro del ámbito del NT pueden identificarse tres matrices. Son ellas:

Ø  El culto con la proclamación y la predicación, sus elementos litúrgicos (himnos, oraciones, confesiones, homologías, alabanzas, doxologías); el fenómeno de la profecía, la celebración del bautismo y la cena del Señor;

Ø  La actitud misionera con la proclamación conversionista del mensaje; a veces con defensa de la fe (apología) ante extraños y enemigos;

Ø  La enseñanza, doctrina, instrucción en la fe y en la vida práctica de la comunidad.



8. TABLA DE GÉNEROS, FORMAS Y FORMULAS DEL NT

EVANGELIOS                                                 EPÍSTOLAS

Material verbal                                                Material litúrgico
Dichos proféticos                                            Textos sacramentales
  De salvación                                                    relatos de institución de la Cena del Señor
  De amenaza                                                    textos bautismales
  De advertencia                                              Confesiones de la fe o credos
  Palabras apocalípticas                                 Himnos
Dichos sapienciales                                      
Dichos jurídicos o legislativos                      Fórmulas
Reglas para la comunidad                              Homología
Los “Yo”                                                              Fórmulas de fe
Dichos de seguimiento                                    Doxología
Comparaciones                                                 Elogia
  Comparaciones                                               Fórmula de bendición
  Imagen                                                              Llamado del Señor
  Hipérbole
  Paradoja                                                         Material parenético
  Metáfora                                                            Catálogo de virtudes y pecados o vicios
  Género parabólico                                          Tablas de deberes domésticos
  Comparación más completa/parábola          o cuadro de moral familiar
    Parábola                                                         Tablas o catálogos de deberes ministeriales
    Ejemplarización/narración de ejemplos
    Alegoría
Agrupación y composición de dichos

Material histórico:
  Narraciones cortas (paradigmas)
  Diálogos-disputa
  Diálogos doctrinales
  Historia de milagros
      Curaciones
      Exorcismos
      Revivificaciones
      Salvación de peligro
      Donaciones
      Castigo
  Narraciones cristológicas
  La historia de la pasión y resurrección
  Otras narraciones históricas.





9. Crítica de la Tradición (Ctrad)

Como tradición, la exégesis entiende un conjunto claro y cerrado de ideas, símbolos y representaciones sobre Dios, el mundo, la fe, un acontecimiento, la esperanza, la antropología, la soteriología, etc.

Las tradiciones siempre se relacionan con grupos humanos específicos, con lugares y épocas. Así hubo tradiciones peculiares de los grupos sacerdotales, los levitas, profetas, los pobres, la realeza, los grupos apocalípticos, el pueblo en su representación nacional, los seguidores de distintas expectativas mesiánicas y del mesías concretas, los justos, los fariseos, el Yavista, el Elohista, los predicadores ambulantes, los carismáticos, los evangelistas y muchos otros más.

Toda tradición siempre es interpretación de algo. No es sólo una transmisión de un hecho o de un concepto, sino la interpretación específica que el grupo en cuestión tiene, hace y reproduce de ese hecho o concepto.

En el Éxodo, el cruce del Mar Rojo no se transmite como mero evento del pasado, sino como interpretación de ese cruce gracias a la intervención de Dios; el maná no se transmite como mero alimento ocasional encontrado en el desierto, sino como don de Dios.

Los desastres históricos como: guerras, destrucciones, exilio no se transmiten como simples desgracias históricas, sino como castigos, purificación, juicio de Dios; y a la vez se combinan con promesas y esperanzas.

La tradición no es pues una crónica o un concepto abstracto, sino una interpretación de algo, percibido como significante para la vida.

Los textos bíblicos también evidencian conflictos de tradiciones. Las tradiciones vinculadas a la realeza de Israel están en conflicto con las expectativas del pueblo pobre y oprimido por los sectores dominantes; la línea profética tiene que oponerse frecuentemente a la línea sacerdotal.

Será importante analizar por cuáles de las tradiciones opta Jesús.

El análisis de tradiciones en el NT se propone:

Ø  Reconocer que los textos neotestamentarios no se produjeron en un vacío, sino que además de su creación directa por sus autores, también deben muchísimos elementos al mundo histórico, religioso, espiritual, cultural, cultico del AT, del judaísmo y del helenismo.

Ø  Identificar conceptos, motivos y tradiciones provenientes de esos campos; rastrear su origen y su historia; y a analizarlos para que su comprensión colabore en la interpretación de los textos del NT.

La CTrad se basa en la constatación de que toda comunidad estructurada tiene tradiciones cuya función consiste en expresar la propia concepción del mundo, la identidad de la comunidad y la interpretación de sus historias y experiencias.

Los autores del NT recurrieron a tradiciones del AT, del ambiente judío y del mundo helenístico (y romano, en menor escala), para ayudarse a expresar sus mensajes mediante imágenes o motivos conocidos por sus lectores. Así iluminaban sus contenidos mediante hechos significativos de la historia conceptual y religiosa de su mundo.

La historia del concepto y de sus tradiciones complementará la compresión que brinda el contexto literario inmediato del término.

La CTrad del NT identifica pues esas tradiciones que aparecen en el NT, investigando su origen, su historia y su aplicación concreta.

La CTrad es uno de los pasos más difíciles de la exégesis, no por complicaciones de método (como quizás la crítica textual y el análisis estructural), sino por exigir la mayor cantidad de conocimientos previos de los motivos tradicionales que pueden ocultarse detrás de los conceptos más comunes y caseros como: casa, hoy, tierra, pan, nube, tres.

La CTrad nos revela la complicada historia de las tradiciones bíblicas; la intención de los autores y la formación de los escritos. Permite distinguir entre el origen, el núcleo, los revestimientos y agregados en un texto; y así brinda ayuda elemental para una mejor comprensión. Al develar el empleo de las tradiciones y sus cambios nos ayuda a acercarnos al mensaje de cada texto.

Ejemplos de tradición del AT en el NT:

Diversos motivos, tradiciones y fórmulas de textos del Deuteroisaías se hallan en muchos textos del NT. Se los empleó para interpretar el hecho de Cristo.

Varios elementos de las historias de vocación de profetas ingresaron a las historias del bautismo de Jesús: visiones, audiciones, aclamación.

Determinadas figuras fueron empleadas como tipos, calcándose moldes de su actuación sobre realizaciones de Jesús: Elías, Moisés, Jonás.




10. La Crítica de la Redacción (CR)

El paso metodológico de la CR sirve para investigar las intenciones del autor que armó la obra final, su trabajo específico y detallado, sus situaciones históricas y la de sus lectores, así como su mensaje. De esta manera el recorrido vuelve a rehacer el camino que anduvo el autor desde el material crudo hasta el texto actual.

La CR permite precisar los ensambles que hizo el autor con todos los elementos previos y propios; los cambios que impuso, los retoques, las omisiones, los agregados; la estructuración final que imprimió a su obra.

La CR se dedica a analizar el trabajo de un autor en cuanto redactor: los cambios, retoques, omisiones, agregados, nuevas estructuraciones y la composición general de su obra. A partir de estos elementos trata de descubrir las líneas teológicas fundamentales de la obra y describir su mensaje.

El análisis redaccional tiene que relacionar constantemente los elementos menores (cambios estilísticos, el marco geográfico y cronológico dado a unidades menores) con los elementos generales de la obra (unidades o secciones mayores, estructura general); y tomar en cuenta el lugar que cada elemento ocupa en el conjunto del libro entero.

En este sentido la CR da especial valor a la forma canónica de los textos, pues es ésta y no la cantidad de fragmentos lo que recibe el lector.

La CR parte del reconocimiento de un texto como producto final de un proceso más o menos largo, y en cuya etapa final o composición última tuvo un papel decisivo el redactor o autor que lo compendió, que ofreció ese texto a sus lectores. Para la CR el texto final no es una suma de fragmentos y tradiciones, sino un conjunto ordenado y consecuentemente estructurado. Esto no sólo implica cambios estilísticos y adaptaciones de materiales sueltos; sino también cambios de formas y géneros, de contenido y de SiL debido a nuevas funciones de materiales en la obra final.

La CR analiza los textos en cuanto producto de sus respectivos autores, investigando el trabajo de los mismos sobre sus fuentes. La meta final de la CR es la descripción de la teología y de la situación histórica y eclesiástica de cada autor.

En el campo de los EvSin la CR analiza la selección que hizo cada evangelista, cómo estructuró su obra, cómo ordenó sus diversas fuentes y cómo reelaboró esos materiales. Si el análisis de los géneros y las formas se dedica a las características de unidades de textos y a su historia, la CR se dedica a la conformación global de la obra entera como producto final de un proceso de formación y redacción.


11. Procedimientos de la CR de los evangelios

El estudio redaccional de un Evangelio debe tener presente que la redacción escrita de este tipo de libro en sí es el resultado de una historización, sólo posible en la segunda y tercera generación cristiana. Se debió a la merma de las expectativas escatológicas, la necesidad de conservar los tesoros de la proclamación apostólica, la importancia de fijar normas éticas practicables (diferentes de una ética muy entusiasta que espera el inminente fin del mundo). También hubo necesidad de introducir instancias ordenadoras y normativas en la doctrinal. Luego se necesitaban materiales para la enseñanza en general y la instrucción de maestros y predicadores en especial.

Lo decisivo de todo esto fue el recurso al Jesús histórico y no a mitos, supuestas revelaciones angélicas o nuevas teofanías, decisiones jerárquicas de colegios de líderes, o cosas así. Ello indica que la generación de los evangelistas comprendió acertadamente que la fe cristiana tiene anclaje en la revelación de Dios en la historia, y concretamente en la historia de Jesús de Nazaret, el Mesías.


                      12. Elementos teológicos de los cuatro evangelios

Marcos

En el EvMc predomina el llamado secreto mesiánico. Se expresa en mandatos de silencio dados por Jesús a diversos grupos: no hablar sobre curaciones ni comentar que él es el Mesías (Mc. 1:34, 44; 3:12; 5:43; 8:30; 9:9); en la incomprensión de los discípulos; y en la teoría del oscurecimiento del entendimiento por medio de parábolas, Mc 4:10-12.

Mateo

Mt dio un carácter doctrinario a su Evangelio mediante la composición de cinco grandes discursos, agrupando allí la mayor parte del material oral de la enseñanza de Jesús. Los cinco discursos constituyen una especie de Pentateuco cristiano, adquiriendo Jesús los rasgos de un nuevo Moisés.

Al mismo tiempo Mt quiere hacer ver a sus lectores que en Jesús y con él se cumplen las Escrituras del Antiguo Pacto, siendo los seguidores del Mesías así los herederos de las promesas divinas. Esto lo presenta mediante una serie de citas de reflexión: Mt 1:22-23; 2:5-6, 15, 17, 18, 23.

Lucas

Lc tiene varias líneas peculiares. La acción del Espíritu Santo ocupa un lugar preponderante en su obra. Temas menores son la relación con Israel, la ciudad de Jerusalén, Abraham, la oración, los samaritanos. Un tema fundamental es Jesucristo Hijo de Dios.


La línea preponderante cosiste en el hecho de que Lc es el portavoz de pobres, pecadores y despreciados, más que los otros evangelistas.

Al lado de los materiales provenientes del EvMc y de la fuente de Dichos Lc incorporó en su Evangelio un cúmulo de material peculiar que le sirvió para presentar a Jesús en un ministerio dedicado a la solidaridad con pobres, marginados, menospreciados; y a la vez como juez de ricos y riquezas, y de despreciadores prestigiosos.


Juan

Jn tiene varios acentos específicos. Están por ejemplo los malentendidos joánicos: Nicodemo, la mujer samaritana, los discípulos, los judíos constantemente malentienden o malinterpretan las palabras de Jesús. Con este recurso el evangelista puede aclarar dudas sobre la misión de Jesús, inculcar reiteradas veces un mismo tema, profundizar contenidos difíciles para sus lectores. Las breves notas redaccionales crean entonces la satisfacción en el lector por el hecho de que él sí entiende las cosas. Los malentendidos también son contrarrestados mediante fórmulas de presentación con las cuales el enviado de Dios se caracteriza a sí mismo y su misión. Se trata de los llamados Yo soy (de tradición veterotestamentaria): Jn 6:35; 8:12; 10:7, 11; 11:25; 14:6; 15:1-5.





                                 13. LA IMPORTANCIA DE LA CR DEL NT

La Critica de las Redacción del NT analiza los medios literarios y las características del redactor final de una obra, sus tendencias, sus metas, transformaciones literarias  y teológicas de sus fuentes. Busca describir las líneas teológicas maestras de cada escrito. Ayuda a comprender los procesos de relecturas, interpretación y reinterpretación que se produjeron en la época neotestamentaria.

La CR aclara la fase final de los procesos de formulación de textos. Permite conocer mejor las intenciones específicas de cada autor.

Gracias a la CR es posible interpretar una unidad menor de un texto a partir de la teología de la obra total, y viceversa. Todo ello completa el panorama de las teologías bíblicas neotestamentarias.



14. PASOS PARA EL DESARROLLO DE UNA EXÉGESIS 

  

INTRODUCCION:
Situación histórica del libro, autor, destinatarios, personaje histórico, la teología del texto, su época. (René krüger)

PASOS EXEGÉTICOS


1.        LECTURA DETENIDA. Leer varias veces en voz alta.
2.        CRITICA TEXTUAL.
-       Para el AT empelar la Biblia Hebraica Stuttgartensia.
-       Para el NT emplear el NTG26 con su aparato crítico.
3.        TRADUCCIÓN
-       Primero literal.
-       Posteriormente de ayuda para el lenguaje, definición de términos, la gramática y la sintaxis: Diccionarios, la clave lingüística, las gramáticas y los interlineales.
-       Para tener el mejor texto, podemos apoyarnos en varias versiones como: RVR, BJ, NVI, DHH entre otras.
4.        UBICACIÓN HISTÓRICA Y LITERARIA
-       Empleo de Introducciones al AT/NT, Comentarios, artículos de revistas especializadas.
-       Identificar: autor, fecha y lugar de composición, estructuración de la obra, destinatarios.
5.        CRITICA LITERARIA. Verificar la delimitación propia del texto.
-       Delimitar subunidades internas en base al cambio de personajes, lugares, etc.
6.        CRITICA DE GENEROS Y FORMAS.
-       Identificar el género específico, su forma, el sitz im Leben.
7.        CRITICA DE LA TRADICIÓN.
-       Rastreo de tradiciones a partir de un análisis de conceptos claves.
8.        CONCEPTOS CLAVES.
-       Uso de diccionario teológico y concordancia.
9.        CRITICA DE LA REDACCIÓN. Indicios de intereses teológicos y prácticos.
10.     OTROS ANÁLISIS: La fenomenología, historia de las religiones, lectura socio-analítica, análisis feminista, lectura psicoanalítica.
11.     ESTRUCTURAS MANIFIESTAS.
12.    HERMENÉUTICA: Transferir el núcleo del testimonio a la actividad.

EJEMPLO DE UNA EXÉGESIS


EXÉGESIS DE 1ª Pedro 4:1-11.

CRITICA LITERARIA.

La primera carta de Pedro se puede entender en estos apartados generales: (Elliot pp. 333-336, arreglado) (Ausencio Arroyo)


      1:1-2                  Saludos epistolar.
I.    1:3-2:10             Confirmación de ser el pueblo elegido y santo de Dios por su sola misericordia.
II.   2:11-4:11          Como extranjeros y forasteros de paso en la sociedad, por medio de la obediencia a Dios, conserváis el carácter distintivo y la solidaridad de vuestra casa de la fe, para la gloria de Dios.
III.  4:12-19              El sufrimiento inocente debe ser motivo de gozo pues esta obediencia los une con Cristo y con los demás miembros.
IV  5:1-11                Mediante el liderazgo responsable pueden resistir las fuerzas del mal.
      5:12-14              Despedida.

Nuestro texto 4:1-11 se encuentra al final del segundo apartado como conclusión de una serie de exhortaciones a la obediencia y a la conservación de la identidad peculiar.
El pasaje en cuestión no presenta grandes dificultades de orden literario.

La datación de la carta varía, según Elliot sería de entre el 73-92 de nuestra era. Best la ubica entre el 80-100 ad. Probablemente, durante el reinado de Domiciano 95 A.D., pero sin tener claramente una relación con su persecución.

La intención de la carta es clara: “Yo quería exhortaros y confirmaros que esta es la verdadera gracia de Dios: apoyaos en ella” (5:12). “La condición de sus destinatarios era la de desplazamiento geográfico, discriminación y alienación social, cultural y religiosa, inferioridad política, jurídica, social y psicológica. Su conversión a la fe cristiana había exacerbado su ya tenue posición social como peregrinos (paraikai). Las exigencias exclusivistas de su nueva secta religiosa, al chocar con la ignorancia, la sospecha y el desdén con que la población nativa miraba tradicionalmente a las religiones exóticas venidas de Oriente.

A causa de las presiones de la recriminación social, la difamación y el injusto reproche de ser supuestamente fanáticos e inmorales, los cristianos se hallaban en peligro de permitir que se erosionara su conciencia interna de grupo, su cohesión y su espíritu de entrega.

El sufrimiento estaba conduciendo al temor y a la mengua de la confianza real de que gozaban ante Dios, al debilitamiento de los lazos que los unían a los unos con los otros y de la certeza sobre su salvación, corrían el peligro de diluirse en el conformismo social.

La carta de Pedro pretende reafirmar la identidad comunitaria distintiva de los convertidos cristianos, refuerza su cohesión interna y da una interpretación plausible de cómo eran compatibles su experiencia y sus esperanzas, su condición social y su vocación divina, constituye así, una respuesta fraternal de aliento y exhortación, de consuelo y confirmación.


II.        GENERO Y FORMA

La carta tiene todas las características de una genuina carta, en la que se hace uso de la tradición litúrgica, catequética y parenética, a pesar de su carácter de misiva encíclica.

Según Lohse: Se emplea abundantemente elementos de tradición transmitidos oralmente. Contiene citas del AT, proverbios judíos y expresiones de la filosofía popular helenista. La parénesis se ve asociada con formulaciones kerigmáticas de credos e himnos proto-cristianos. Por las heridas de Cristo se produjo la curación de los creyentes, el sufrimiento de los cristianos es participar de los sufrimientos de Cristo. Por eso, el gozo reina en medio de las comunidades perseguidas.

Para Kistemaker, es una carta compuesta de una sola vez, tiene encabezamiento y salutación, va acompañada de una oración, su conclusión se asemeja a las paulinas – presenta numerosos elementos tradicionales difíciles de determinar, pero adaptados a las circunstancias en forma de exhortaciones. Esta afirmación la hace en base a la unidad de vocabulario, de estilo y de las motivaciones.


III.       CRITICA DE LA TRADICION

Es probable que la carta haya sido compuesta por un grupo petrino de Roma, integrada por personas nominalmente mencionadas como Silvano y Marcos, y por una hermana cristiana cuyo nombre no se menciona (5:12-13), y que la carta fuera enviada en nombre del apóstol Pedro (que ya había sufrido el martirio, y con quien este grupo había estado íntimamente relacionado) a la casa cristiana –que estaba sufriendo- de las comunidades del Asia Menor (Elliot).

La carta es auténticamente petrina en el sentido de que transmite las tradiciones conocidas por el apóstol Pedro, las ideas, la teología y la perspectiva social que él habría tenido, y que fueron luego compartidas, conservadas y desarrolladas por el grupo que lo consideraba como su dirigente espiritual.

Se habla de grupo, ya que era difícil que una persona llegara a trascender por sus experiencias, pensamientos, concepciones y acciones por sí sola, las mismas se hacían eficaces cuando eran compartidas por un grupo o grupos de simpatizantes.

La primera carta de Pedro sería el primer documento existente del intento de los cristianos de Roma por extender su influencia y construir un puente entre el movimiento cristiano en Roma y los movimientos cristianos en Asia Menor.

El movimiento cristiano consideró la casa y la familia como el fundamento y el modelo indispensables para su organización social, su lucha ideológica y su mensaje evangélico. En el mensaje de primera de Pedro, pueden encontrar aliento y consuelo los extranjeros, los desarraigados, los que carecen de patria y hogar de todos los tiempos. En la comunidad de los creyentes, el extranjero no se encuentran ya como un extraño aislado, sino que se siente un hermano o una hermana. Para los “paraikoi” de la sociedad, hay posibilidad de vida y comunión en el “oíkos toú theoú” la casa de Dios, un hogar para los que no tienen hogar.

TEXTO 1 Pedro 4:1-11.  IV.  ANALISIS ESTRUCTURAL

A.   1 ya que Cristo padeció en la carne, armaos también vosotros de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado, 2 para vivir ya el tiempo que le quede en la carne, no según las pasiones humanas, sino según la voluntad de Dios.
B.   3 ya es bastante el tiempo que habéis pasado obrando conforme al querer de los gentiles, viviendo en desenfrenos, liviandades, crápulas, orgías, embriagueces y en cultos ilícitos a los ídolos.
C.   4 A este propósito, se extrañan de que no corráis con ellos hacia ese libertinaje desbordado, y prorrumpen en injurias.
C1 5 Darán cuenta a quien está pronto para juzgar a vivos y muertos. 6 Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva, para que, condenados en la carne según los hombres, vivan en espíritu según Dios.
B1 7 El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, sensatos y sobrios para daros a la oración. 8 Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados. 9 Sed hospitalarios unos con otros sin murmurar.
A´  10 Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios. 11 Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Los elementos de esta estructura, aunque son trazos muy gruesos, permiten observar el contraste entre dos modos de vida, destaca la temporalidad y sentido verdadero del sufrimiento, reconociendo que la cruz no fue la derrota sino la gloria de Dios.


1.            El apartado A – A´  (vv. 1-2 y 10-11) plantea la experiencia del dolor de Cristo en su realidad física, y si Cristo, que es Dios sufrió, entonces, también Dios sufrió en Cristo; el Jesús terrenal sufriente es el Cristo glorificado a quien pertenece todo el poder. El sufrimiento de Cristo es el sufrimiento del inocente (2: 21-22). Si Cristo padeció, entonces, los que le siguen deben estar dispuestos a lo mismo, a sufrir por hacer el bien (2:20).

El escrito les hacer ver que la razón de la vida no la deben determinar las condiciones humanas sino la suprema voluntad de Dios. Ahora tienen un motivo elevado para enfrentar su existencia. Son receptores de los carismas de Dios y tienen la facultad de ponerla a disposición de sus congéneres. Deben asumir que ya no son los mismos, han puesto un alto al pecado.

También hace ver que a Dios se le glorifica en lo ordinario y en las condiciones en que cada uno vive; basta que su habla refleje, el nuevo contenido de sus pensamientos. La nueva identidad produce un nuevo discurso que crea a su vez nuevas actitudes.

El pasaje resalta también que lo esencial de un servicio es hacerlo en función del poder divino con que han sido investidos.


2.        B-B´ (vv. 3 y 7-9).
Esta sección plantea el código del tiempo al cual está sujeto el convertido. En primer término, el pasado no se olvida, pero no debe repetirse. Su vida pasada fue parte del ambiente recibido, entre otros: de sus padres (1:18) y de la sociedad pagana que conforma sus ciudades.

En segundo lugar, se anuncia la realidad escatológica a la que están sujetas todas las cosas, les recuerda la santa expectación de la consumación del Reino que deben aguardar pacientemente. La cercanía del fin no debiera llevarlos a despreciar la vid, sino, aún más, a vivirla en profundidad.

Contrastan aquí dos listas; una de vicios y otra de virtudes. El escrito dice que los inconversos practican dos tipos de pecados: sexuales y de incontinencia. Como pecados sexuales señala: desenfreno (aselgeias) o lascivias que denota indecencia sexual; también, liviandades o concupiscencias (epithumiais), que se refiere al deseo, y que en el contexto remite a la “pasión sexual”.

Los excesos sexuales eran frecuentes en la sociedad gentil, el adulterio era tolerado, los amos podrían usar de sus esclavas  para satisfacer sus deseos sexuales, los prostíbulos funcionaban libremente en las ciudades.

Los pecados de incontinencia se refieren a abusos de alcohol en reuniones sociales: embriagueces o crápulas (oinoflugíais) significa: ratos de borrachera con licor, probablemente  los excesos ocurrían en las fiestas donde también se entregaban a la glotonería; orgías (kómois) se refiere a una procesión nocturna y bulliciosa de algún grupo ruidoso y medio borrachos quienes después de la cena desfilaban a través de las calles con antorchas y música en honor de Baco o alguna otra deidad, cantaban y tocaban ante las casas de sus amigos masculinos o femeninos. La disipación (potois), es la fiesta de borrachera o parranda.

La lista incluye la idolatría: es un grave error adorar a las criaturas antes que al Creador.

La lista de virtudes comienza con la recomendación de ser sobrios (sófronésate) que es: ser razonable, sensato, serio, con el propósito  de dedicarse a la oración. Los cristianos deben esforzarse en ser de una mente clara. Deben mostrarse templados en la comida y en la bebida y exhibir los principios de su conducta moral.

En primer lugar debe mostrarse un amor constante. La hospitalidad, era muy necesaria, entre otras cosas por los predicadores itinerantes. Esta acción traía aparejada algunas incomodidades, pero, recomienda hacerlo sin murmuraciones.


3.            C-C´ (vv 4 y 5-6).
El centro de esta estructura simétrica aborda el tema del juicio. Los conversos eran objeto de burla y de difamación de parte de sus antiguos compañeros de parranda. La “extraña” conducta de los cristianos para el mundo, resultó en una campaña de insultos y calumnias (3:16).

Esos que juzgan a los cristianos a su vez serán enjuiciados, los perseguidores deberán dar cuenta al que juzgará a vivos y a muertos. Nadie escapará, ni vivo ni muerto, del juicio de Dios.

La expresión de que la buena nueva ha sido anunciada a los muertos, tiene diferentes interpretaciones; muy probablemente se refiere a aquellos primeros cristianos que ya murieron y que fueron rechazados por los hombres, pero que esperan el día de la reivindicación.

La doxología final resalta el valor de lo dicho. La vida del cristiano debe ser un canto de alabanza a Dios. Cualquiera que quiera puede cantar esa canción.



IV.      INTERPRETACION


SERMON: “TU ERES, TU DEBES”


Lectura de 1 Pedro 4:1-11.

Un granjero mientras recorría una montaña cercana a su casa, encontró un huevo de águila abandonado entre unas rocas, lo llevó consigo y al llegar a su granja lo puso junto, en el nido de una gallina que comenzaba a empollar; cumplida la fecha, nacieron los polluelos y también el aguilucho. Este creció junto con sus “hermanos” y todo el día caminaba atrás de su “madre”, creció como un ave de corral. Hasta que, un día el granjero le habló y le explicó quién era, le hizo ver que él estaba llamado a surcar los cielos ayudado de esas enormes alas que comenzaban a notarse, de principio se resistía, prefería la vida que conocía y decía que con gusto permanecería en ese gallinero; el granjero le reprendió y le dijo que él no había nacido para ser gallina, que era un águila y como tal debía ocupar su lugar en la vida.

Hay muchos que hemos sido criados atados a la tierra, fuimos mutilados en la imaginación, hemos vivido como personas sin nombre; quizá algunos nos alimentamos de reproches permanentes, se nos ponían apodos que nos humillaban, alguien nos dijo que nunca seríamos alguien con valor. Crecimos atados a la condición de vida que nos tocó.

Muchos de los cristianos de los primeros años de la iglesia, eran personas marginadas en la sociedad. Pesaba sobre sus mentes la falta de esperanza, para todos ellos, el mensaje de Jesucristo les cambió la imagen que tenían de sí mismos; adquirieron una nueva identidad. Aprendieron a ser otros. Pero esto tenía un costo, convivían con las mismas personas pero dejaron de hacer lo de ellos.

La sociedad no perdona a los diferentes, pretende que todo siga igual.

Los creyentes adquirimos una nueva identidad; somos hijos de Dios, por su gracia somos partícipes de sus dones. Nadie que se sabe amado de Dios debe olvidar quién es. Fuimos comprados por un precio muy alto, fuimos rescatados de una vida vana y sin esperanza real. Somos elegidos para ser un pueblo especial, como tales debemos vivir.

La presión del entorno es muy fuerte y se nos antoja asimilarnos a esta sociedad superficial con su hedonismo egocéntrico y su falta de principios éticos. Mantengamos firme la idea de quienes somos, a quién nos debemos y hacia dónde vamos.






Parte 6

MÉTODO DE EXÉGESIS
Estos pasos de axiomas pueden ayudarnos mucho para desarrollar los pasajes, trozos, perícopa, o un capítulo o todo el contenido del libro.

AXIOMA: Los autores bíblicos escribieron no en capítulos ni en versículos sino en unidades integradas de comunicación. Una de estas unidades (que llamaremos trozo), debe ser el objeto de nuestro estudio, que llevaremos paso por paso).

PRIMER PASO:
IDENTIFICAR UN PASAJE PARA EL ESTUDIO (o sea, una unidad básica y coherente, un trozo)
Análisis
Buscar pistas de las fronteras de un trozo, indicios de su comienzo o su terminación.
¿Hay frases que demarcan el comienzo o bien el fin de un relato o tema? A menudo tales frases mencionan el tiempo o el lugar; una obvia frase inicial sería: “Un día, mientras Jesús estaba en el Templo enseñando a la gente…” (Lc. 20:1).

¿Se alcanza la meta de la unidad/trozo? ¿Se completa la narración, se resuelva la tensión, o se termina el tema tratado.

Por ambas fronteras de la unidad/trozo, ¿Hay un trozo anterior que termina claramente y otro posterior que comienza?
Como "marcador" de la división entre trozos, algunos autores introducen comentarios editoriales. Por ej. Gén. 13:13, "Ahora bien, toda la gente de Sodoma era muy mala y cometía horribles pecados contra el Señor".

Buscar indicios de transición entre uno y otro enfoque en la comunicación.
¿Hay cambio de personajes, de escenario o de tema? Por ej. Lc.7:1, "Cuando Jesús terminó de decir todas sus enseñanzas a la gente, se fue a Capernaum".
¿Hay una transición abrupta que casi interrumpe el flujo de ideas? Quizá notamos cierta aspereza gramatical un cambio de tiempo verbal, o de número del verbo, o de destinatario o de antecedente de los pronombres. Un ejemplo clásico sería el quiebre entre Gén. 13:18; 14:1 (buscarlo por favor).
¿Hay cambio en el género literario, por ej. De narración a la cita directa?

Lea Ud. varios capítulos para familiarizarse con el estilo del autor, el tipo de trozos que prefiero y como los junta, Este panorama puede ayudarle a dividir el material bajo estudio en trozos básicos.

Observar si la estructura formal de la unidad/trozo está completa. Cuando leemos un chiste, aguardamos la “gracia” al final. Sin esto quedamos frustrados, pero con esta conclusión sabemos que el trozo llegó a su clímax y que otro puede iniciarse.

Síntesis
Escoger uno de los trozos básicos que Ud. ha identificado para estudiar a mayor profundidad.
Explicar por qué le parece un trozo básico.
¿Qué lo aísla de los pasajes colindantes?
¿Qué unifica el contenido?
¿Qué puede decir Ud., con base en su análisis hasta aquí, acerca del significado del pasaje su enfoque, tema, o énfasis por ejemplo?

Advertencia: Puede haber subdivisiones dentro de una unidad/trozo, no las confundamos con el trozo completo. Por ej. Sería incorrecto aislar Mr.5:24-34 del contorno (v.21-24 y 35-43), que Marcos lo ha dado con tanto esmero.

AXIOMA: En la normal transmisión de cualquier texto, se han introducido a través de los milenios errores de parte de los copistas. Por tanto es menester reconstituir, hasta donde nos permita la ciencia moderna, las palabras textuales del autógrafo de nuestro trozo.

PRIMER PASO:

ESTABLECER EL TEXTO ORIGINAL

Consultar The Greek New Testament (Stuttgart, 1975) u otra edición crítica.
¿Hay variantes registradas en el texto impreso del trozo? Lea el aparato crítico (pie de la página), al respecto y explique cada variante.

Consulte Metzger A Textual Commentary on the Greek New Testament (London, 1971), para ver si tiene a bien de explicar las deliberaciones y justificaciones del comité que preparó The Greek New Testament referentes al trozo bajo estudio.

Consultar cuando menos 3 versiones recientes (cuya fecha sea entre 1958 y 2012) para ver cómo sus respectivos comités han resuelto los problemas de crítica textual.

¿Están de acuerdo, las 3 versiones? Sino, por qué será?
Justifique la elección del texto que a Ud. le parece originario.

AXIOMA: Es vital hallar, cuando queremos descubrir el contexto en que se han de comprender las palabras y oraciones de un pasaje las partes componentes del trozo.

PRIMER PASO:

DETERMINAR LA ESTRUCTURA LITERARIA DEL TROZO

Análisis
Buscar frases o palabras que puedan indicar la presencia de sub-secciones.
Palabras como “he aquí”, “pues entonces” o “por tanto” pueden señalar una transición importante dentro del trozo.
¿Hay repetición de frases o palabras? ¿Hay binomios?
¿Existen palabras o frases que sirven de encabezamiento, o preguntas retóricas que inician sub- secciones.

Analizar bien el estilo (la manera en que se usan las palabras); buscar rupturas o cambios de estilo.
¿Hay cambio de tiempo en los verbos? ¿Cambio de sujeto?
¿Se expresa el pasaje principalmente en primera, segunda o tercera persona? ¿Cambia el auditorio o la persona de los pronombres?
¿Dominan ciertas pautas de sintaxis: oraciones sencillas oraciones complejas? ¿Se usan muchos o pocos modificadores? ¿Hay mucha descripción? ¿Cambia la estructura de las oraciones de sencilla a compleja, o de voz activa o pasiva?
¿Dominan ciertos tipos de palabras por ej. Nombres propios, verbos activos, verbos copulativos, clases de sustantivos? ¿Hay cambios de vocabulario?
¿Hay cambios de tonalidad en el pasaje? ¿Se hallan "comentarios editoriales" que dan información de trasfondo, o se hacen juicios de valor?
¿El género literario del pasaje es didáctico? ¿Sería en tal caso útil preparar un análisis métrico de la poesía.
Buscar cambios en el tipo o la función del contenido. Por ej. Un cambio de cita directa a narración señala a menudo la presencia de sub-secciones.
Finalmente, observar el contenido del trozo. Busque los componentes narrativos de un cuento, o los puntos lógicos de un argumento que son en realidad subdivisiones. Determine también el hilo conductor del trozo, lo que le dé coherencia. ¿Cuál es el énfasis, el centro? Distinga bien entre lo esencial y lo que simplemente da trasfondo o comenta parentéticamente sobre el relato o el argumento.

Síntesis
Después de subdividir el trozo en segmentos, preparar un bosquejo de la estructura del pasaje. Tal bosquejo puedo tomar la forma de un diagrama.
Puesto que este bosquejo ha de exhibir la estructura del trozo, procurar usar etiquetas formales o funcionales para describir los segmentos. Por ej. Términos como "introducción, discurso, resolución, ejemplo o ilustración, razones y conclusión" le ayudarán a definir su comprensión del trozo. A la vez, agrupe los subpuntos en el bosquejo bajo el punto principal en el que pertenecen. Tenga cuidado de que su etiqueta (título o subtítulo), se ajuste a todo el contenido; si no, subdivida más el segmento o cambie la etiqueta.
Indicar cuáles pistas o marcadores lo han inducido a bosquejar así el pasaje.
¿En qué forma arroja luz este bosquejo sobre el significado del pasaje? 

AXIOMA: Sólo cuando hemos comprendido el aspecto funcional - la razón detrás de la estructura - podremos realmente comprender el lenguaje del trozo.
           
PRIMER PASO:
DETERMINAR LA LÓGICA QUE UNIFICA LOS SEGMENTOS DEL TROZO

Análisis
Eslabones que desarrollan puntos anteriores. A veces una sub-sección" simplemente añade, o corre paralela, a las ideas ya expuestas. Las más de las veces, esto ocurre en pasajes narrativos. En todo caso, el contenido es independiente.
Eslabones que sustentan o apoyan puntos anteriores. En estos casos el contenido es dependiente. Puede clarificar, introducir la idea de "causa y efecto" o ubicar el material ya expuesto, informándonos del tiempo, lugar y circunstancias de la acción.

Síntesis
La explicación suya de la estructura puedo tomar la forma de un bosquejo. Puede repetir el que Ud. elaboró en el punto arriba agregándolo las relaciones lógicas que eslabonan los segmentos.
Explique cómo esta comprensión de la estructura del trozo afecta su comprensión del trozo.
AXIOMA: Un trozo puede ser el producto de la fusión de dos composiciones (o más), o puede contener adiciones.

PRIMER PASO:
AVERIGUAR SI MÁS DE UNA MANO SE HA METIDO EN LA PRODUCCIÓN DEL TEXTO (múltiple paternidad literaria)

Análisis
¿Hay duplicados, redundancias o información repetida sin razón?
¿Hay inconsecuencias internas?
¿Hay cambios abruptos de ideas, vocabulario, estilo, teología o perspectiva en el trozo?
¿Se detecta contenido que evidentemente presumo una paternidad diferente? ¿Hay comentarios secundarios o notas explicativas (como en Jn.5:3b, 4)?
¿El presente contenido, unido aquí, se halla en otra parte en la forma de dos bloques separados?
Existen anacronismos, es decir se puede probar que parte del texto procede de una época anterior?

Síntesis
Si Ud. halla evidencia fuerte de paternidad múltiple, debe decidir de qué tipo.
Si el trozo da muestras de haber recibido varias adiciones se  puede clasificar como expandido.
A veces se percibe la mano de un editor que une dos documentos en un "trozo compuesto”.
Pero si faltan las señales indicadas de paternidad mixta, es un trozo simple.

AXIOMA: Cada pasaje de la Escritura pertenece a un cierto tipo o forma de literatura que tiene sus propias "convenciones" Una interpretación válida tiene que estar de acuerdo con estos presupuestos literarios.

SEGUNDO PASO:
DEFINIR EL GÉNERO LITERARIO DEL TROZO.

Análisis
Estructura convencional (soneto, acróstico, endecha, adivinanza, etc.)
Lea el resto del libro en que se halla el trozo para ver si hay otras unidades que tienen la misma estructura.

Lea otros libros de contenido semejante para ver si se hallan pasajes de estructura parecida. En esto los comentarios pueden ayudarnos.

Bosqueje los pasajes parecidos; así se notarán las semejanzas estructurales y las diferencias.

En cuanto a los pasajes similares ¿Son dependientes el uno del otro? Si uno es copia del otro, o hecho por el mismo autor, quizá no se trate de un “género" nuevo, sino de un "estilo" único.
Tema y estilo convencionales (tema = doxología, parábola, por ej.) estilo = leyes apodícticas, bienaventuranzas, por ej.)
Ya que en Jue.9:6-15 los árboles hablan, reconocemos que se trata del género "fábula". Sin embargo en Nm.22:28-30 habla un animal sin que el género sea fábula (el actor principal en este caso es Balaán, un ser humano). Hay que prestar atención a la función de los elementos así dentro del trozo, de otra manera un "paralelo" puedo resultar otra cosa.
Ciertos rasgos pueden caracterizar un estilo. Cláusulas que comienzan con "pues/entonces" son típicas de ciertas leyes y en los argumentos persuasivos recurren mucho las preguntas retóricas. Por supuesto advertencias pueden enfatizar la palabra clave "ay” (Mt.23), y la palabra "bienaventurado(s)" señala casi siempre una bienaventuranza.

Presupuestos sociales
Ciertos roles sociales se presuponen en algunos pasajes, que anuncian un género. ¿Quién habla y quien escucha? Cuando ciertas palabras se dirigen a Dios, es lógico pensar en la "oración" o ¿Qué efecto se procura lograr? ¿Cuál función social tiene el trozo? Los chistes buscan una finalidad y los sonetos de amor otra.

Síntesis
Cuando Ud. tiene 3 ó 4 trozos que quiere comparar, ordénelos en su grado de semejanza:
Más semejante -  menos semejante
Estudie detenidamente las diferencias y las semejanzas. Los rasgos de los pasajes más similares ¿Nos justifican para hablar de un género literario en común?

En el caso de no hallar pasaje alguno similar al trozo bajo estudio, haga simplemente una lista de sus características, "sin" asignarlo un género.
¿Qué significan los resultados de este paso para entender el trozo? EI lenguaje convencional aquí ¿arroja luz sobre cómo debemos interpretar el trozo?

AXIOMA: Todos los ejemplares de un género difieren en mayor o menor grado del modelo, ya que los "tipos" literarios como todo el resto de nuestro lenguaje, no quedan inmóviles sino que cambian con el uso individual en situaciones específicas.
SEGUNDO PASO:
AVERIGUAR COMO EL TROZO SE APARTA DEL MODELO CLÁSICO DEL GÉNERO

Análisis
¿Cómo varía el pasaje bajo estudio, del modelo del género en cuanto a:
Estructura, Vocabulario, estilo  y situación social (los detalles de este último aspecto se considerarán)
¿Cuáles cambios se han efectuado a través de los años en el género-cambios de estructura y contenido-? ¿Dónde en este historial se coloca nuestro pasaje?
¿Cuáles factores históricos o culturales so reflejan en estos cambios? ¿Cómo se relacionan con el trozo?

Síntesis
Con base en estas huellas, Ud. debe decidir si las variaciones de lo normal se deben a cambios históricos en la forma, a la pura suerte o a la intención del autor. ¿Cómo afecta todo entonces nuestra comprensión del pasaje?

AXIOMA: EI significado de una palabra se descubre al ver los diferentes contextos en que se usa la palabra y como estos contextos difieren de los que piden otras palabras afines.

TERCER PASO: DEFINIR CON ESMERO CADA PALABRA CLAVE DEL TROZO

Análisis
No hay necesidad de dedicarlo estudio especial a cada palabra del trozo. Es más, algunos pasajes no piden estudio lexicográfico alguno. Además la profundidad del estudio que debemos hacer depende del tipo de vocablo, su importancia y las demandas del contexto.
Haga una lista de las palabras que necesitan aclararse. Divídala en 2 secciones;

a) Palabras que se refieren a personas, lugares, eventos, costumbres, instituciones u objetos con los que no estamos familiarizados
 b) Las que necesitan estudio fondo por otras razones.

Para arrojar luz sobre las palabras de la lista a); se consulta un Diccionario Bíblico o enciclopedia Bíblica. Por ej. La ciudad "Gaza" se halla nombrada en Hch.8; un atlas o diccionario bíblico dirá cuanto dista de Samaría. Para los propósitos del trozo, no hace falta un repaso pormenorizado de la historia do la ciudad ni una descripción de sus fortificaciones y sistemas de gobierno.

La lista b); puede dividirse en 2: (1) Habrán palabras que Ud. querrá tratar con auténtico sentido de las palabras, se consigue el verdadero sentido de sus textos en la regla de la antigua instrucción judía, estos verbos sí merecen un estudio esmerado? (2) colocamos el uso figurado de una palabra, en una expresión como" ¡Qué cochino para comer!" aplicada a un hombre, novemos necesidad alguna de investigar científicamente cómo es que comen los puercos.

Para palabras y expresiones que Ud. Piensa investigar detenidamente, haga una lista de todos los textos bíblicos en que aparece la palabra. Esto se hace valiéndose de una concordancia (puede sor el idioma original o en castellano), en este último caso, se recomienda el trabajo de Carlos Denyer publicado por Ed. Caribe /basado en RV'60, CD27.7, D48, (1969)/ o el de Santiago García R. publicado por Delachaux y Nestlé /basado en BJ, CD29.7, G160, (1975)/- Luego haga observaciones así: ¿Con qué términos se usa la palabra? Para sustantivos, busque adjetivos y verbos; para adjetivos, busque sustantivos, etc. De esta usanza, construya una pautas ¿Con qué clases de palabras (cosas animadas, inanimadas, humanas, no-humanas, abstractas, concretas, etc.), se asocia el término?

Los ejemplos de la palabra ¿Se hallan distribuidos generalmente o más bien agrupados en ciertos libros o tipos de literatura? ¿En qué contexto social se halla "en casa" la palabra? Búsquela en la narración o las leyes bíblicas -que tienden usar concretamente el léxico y en un contexto sociocultural definido en la poesía, donde el paralelismo nos da en muchos casos sinónimos o antónimos que nos ayudan a definir la palabra.
Luego, quizá será necesario ver como difiere la palabra bajo estudio de otras en su "grupo”. Un ejemplo de tales relaciones verticales sería "frío, fresco, tibio, cálido, caliente”; que son graduaciones; otro ejemplo serla un grupo de palabras parcialmente sinónimos, como: "fuerte, poderoso, potente” y desde luego, habría que ver los binomios contrarios: "fuerte, débil”. Es importante notar que el adjetivo "caliente”, por ej. Representa una gama de temperaturas según la palabra que califique; "horno caliente” "café caliente" y "día caliente”. Quisiéramos definir en todos estos casos por qué el autor usó este vocablo y no algún otro que es parecido, y es útil para este fin observarla pauta de distribución en la Biblia de todos los vocablos afines. En el caso de expresiones (de más de una palabra), ¿Qué variantes lingüísticas encontramos y cómo afectan el significado (¿es lo mismo "palabra do Cristo" (Ro.10:17) que "palabra de Dios)?

Busque la palabra original (en el caso del N.T.) en Arndt y Gingrich A Greek-English Lexicon of theN.T. (Chicago: Univ. of Chicago Press, 1979) para ver su traducción (al inglés) en el trozo bajo consideración. Fíjese en las otras traducciones del mismo vocablo para formarse un panorama de su significado.

Busque esta misma palabra griega en Kittel y Friedrich (eds.) The logical Dictionary of the N.T. (Grand Rapids: Ecrdmans, 1932-1973, 10 tomos). Lea  el trasfondo en el A.T. y el judaísmo, y el uso de la palabra en otros libros del N.T., pero fíjese en particular en lo que el autor comenta sobre nuestro trozo.

Síntesis
Defina las palabras o expresiones así estudiadas según sus rasgos distintivos, tal como ha averiguado de su distribución en la Biblia.

EN LOS CASOS en que no parece necesario investigar las otras palabras del grupo (relaciones verticales), basta definir la palabra bajo estudio en términos de sus relaciones horizontales (el tipo de contexto inmediato o ambiente en que ocurre la palabra). ¿Con qué clase de palabras se asocia (en parte "paz" se define porque se halla a menudo en la fórmula "gracia y paz")? Clasifique por inferencia las reglas de distribución, usando la concordancia. ¿Qué acepciones tiene la palabra?

Busque el significado de la palabra más acorde con el contexto en el pasaje bajo estudio.
Clasifique las expresiones (grupos estereotipados de palabras) según las siguientes categorías:
Expresiones idiomáticas de uso general ("como venido del cielo”; "gato por liebre")
Expresiones típicas de una subcultura ("como único y suficiente Salvador”, "María, Madre de Dios")

Fórmulas enraizadas en una situación particular ("os declaro hombre y mujer”; "te bautizo en el nombre del Padre…”)
No olvide que las palabras pueden cambiar de acepción a través de los años. La mejor evidencia de lo que significa viene del mismo autor;  un poco menos vale la evidencia de la misma época o cultura pero de otro autor; faltando estas, podemos sacar alguna conclusión de la evidencia quo viene de épocas remotas.

En última instancia -por ej. En el caso de un hápax legómenon (una sola vez aparece la palabra en toda la Biblia;- se puede recurrir a la etimología (= estudio de las raíces); o a palabras cognadas (-afines tomadas de otros, idiomas emparentados con el hebreo o el griego); pero el resultado queda bastante conjetural.

AXIOMA: El proceso de escribir algo siempre involucra el uso creativo de materia prima sacada de la herencia literaria e intelectual del autor. La forma en que el autor relaciona y reelabora esta herencia para redactar su propia composición señala el significado de dicha composición.

CUARTO PASO:

ANALIZAR LAS TRADICIONES USADAS EN EL TROZO POR EL AUTOR

Análisis
Averiguar si el trozo tiene relación reconocible con otras tradiciones que conocemos; este paso depende mucho de la comparación.
¿Contiene el trozo frases hechas o vocabulario típico? ¿Puede Ud. atribuir estos rasgos a cierta "escuela" de pensamiento? ¿Señalan los rasgos una situación social en particular (ver también el segando paso, "Análisis del género literario")? Por ej. ¿Se usan metáforas u otras imágenes que apuntan a un cierto tipo literario o su contorno social?
¿Se perciben elementos de estilo que caracterizan una tradición? Por ej. El género "proverbio" pertenece a la tradición de corte sapiencial.
¿Se observan ideas, conceptos o una cosmovisión que nos dan la pista para identificar una tradición intelectual? En Colosenses Pablo parece luchar contra un gnosticismo incipiente en este caso, "sombra”; "filosofía" y otros términos técnicos de este movimiento gnóstico tendrían una acepción particular y podríamos identificar el mundo particular de ideas en que se mueve el autor.
El tema del trozo ¿se halla en otra parte de la Biblia o en la literatura afín? Para la narración del diluvio universal, por ej., tenemos paralelos en los escritos de Babilonia y otros países y mención del dato bíblico en varios pasajes del N.T.
¿Se hallan la trama o argumento central del trozo (o algunos rasgos del mismo) en otros pasajes? La trama del diluvio serla la sobrevivencia de las criaturas por medio de la construcción del arca; rasgos, en cambio, serían el aterrizaje del arca en un monto, el envío de las aves, las 3 veces que se envían y el arco iris.
Dadas las semejanzas y los paralelos ¿podemos postular el y préstamo directo de parte del autor bíblico? ¿Habrá usado él autor fuentes o citas directas al componer el trozo?
¿Hay dependencia literaria de un pasaje bíblico sobre otro? ¿Es tan parecido el uno al otro quo tenemos que postular una dependencia directa (véase 2da. Pedro y Judas)? ¿Cuál de los dos pidió prestado del otro? ¿O es que los dos usaron una misma fuente ya desaparecida? ¿O serán tan significativas las variantes entre uno y otro que tendríamos que excluir la posibilidad de un eslabón directo?

Faltando tales escritos paralelos, las pistas para detectar la presencia de una cita pueden surgir del trozo mismo. Primero, puede haber un cambio brusco del estilo dentro del trozo. Es probable, por ej. queFil.2:6-11 sea un himno cristológico que Pablo cita y comenta en su trozo 2:1-11.
Segundo, (aunque esta pista no surge del trozo mismo) nuestra observación del texto puedo conducir a hipótesis plausibles quo afectan nuestra lectura. Se supone que ciertos textos por ej. Son el fruto de una larga tradición oral-o sea, que los autores bíblicos han elaborado muchos pasajes sobre la base esencial de la tradición oral. Nos preguntamos en tales casos cuál fue la forma oral del trozo (y algunos estudiosos hasta conjeturas, reconstruyéndolos pasos de la evolución del trozo, por cuales etapas circuló la tradición). Por ej. Sabemos bien quo intervino una etapa oral en la transmisión de las enseñanzas de Jesús; «Si no dejó nada escrito, y entre su muerte (30. D.C.) Y la publicación del primer evangelio (digamos, 69 d.C.) la iglesia conservó a viva voz su enseñanza y la narración de su actividad. Es más, Jesús enseñó en arameo pero los evangelistas consagraron sus dichos en griego.
Donde hemos detectado, por medio del análisis estructural, citas en el trozo hechas por el autor, podemos proceder a definir el trasfondo de estos fragmentos, Pero hasta en el siguiente paso vamos a estudiar adiciones al texto agregadas posteriormente en un estilo parecido al del autor.

Síntesis
Diga con qué tradiciones literarias o intelectuales se relaciona el trozo. Este paso le ayuda a evaluar el trozo en su contexto más amplio y lo da perspectiva para entender las ideas y los temas y rasgos del trozo.
Averigüe si el autor recogió o no materia fija de otra fuente. Trate de reconstruir la forma do osta materia antes do ser incorporada al trozo.
¿Pertenece el trozo a una fuente? Si lo parece así, dé las razones de su decisión. Describa la fuente (aquí nos acercamos un poco al análisis de la redacción, el paso siguiente).
Ahora si puede Ud. describir cómo las diferentes tradiciones se han combinado. ¿Qué elementos se han utilizado? ¿Cómo fueron modificados? ¿Cómo funcionan en el nuevo contexto? ¿Dónde se ubica este trozo en la historia de su tradición (¿es innovador o Simplemente consumidor?)

Conclusiones
¿Qué puede Ud. afirmar a estas alturas acerca del propósito del autor, ya quo ha visto cómo él usa sus tradiciones?
Este propósito ¿Cómo le ayuda a comprender el trozo?
¿Cómo le ayuda a Ud. en su interpretación la perspectiva del trasfondo amplio de tradiciones que se han incorporado en el trozo?

AXIOMA: Ya que el autor del trozo puede ser diferente del autor de la obra donde el trozo se halla publicado, hace falta trazar la historia del trozo desde el momento de composición hasta, el memento de su inclusión en la obra. Si podemos reconstruir esta historia, sabremos el significado del trozo cuando el autor final lo incorporó en su obra canónica.

QUINTO PASO:

 RECONSTRUIR LA HISTORIA DEL TROZO(o parte del trozo)

Que el autor incorporara en su obra definitiva, si este paso viene al caso (OJO: Si el autor final es también autor do la cita, incorporada, no es posible distinguir entro etapas -por ej.- si Pablo escribe un himno bautismal en el 49 y lo incorpora en una carta en el 51 y por tanto este paso no os aplicable. Sólo funciona cuando se trata de dos autores distintos.)

Análisis
¿Es el trozo entero parte de una fuente o capa de tradición (como por ej.) que el autor final ha recogido en su obra? Si es así, hay que reconstruir la historia de dicha fuente en toda su extensión.
Ahora bien, dentro del trozo ¿Hay tensiones internas que indican la historia de transmisión del trozo porque señalan etapas de composición? Repase los datos observados en el paso 1.4.
Compare el trozo con otros de la misma forma las diferencias pueden indicar cómo se usaba el trozo, ya que la forma del Lenguaje se relaciona directamente al uso y al propósito.
Comparo el trozo con otros cuyo contenido es semejante. ¿Señalan las diferencias de contenido pueden bien sugerir las ópticas divergentes de los transmisores (por ej. en Crónicas brilla por su ausencia el relato acerca de Betsabé).

Síntesis
¿Qué cambios ocurrieron durante el proceso de transmisión?¿tomaron lugar simultáneamente estos cambios?
Con base en las pistas anteriores, trate de contestar las siguientes preguntas generales:
¿Cómo logró sobrevivir el trozo -o sea, ¿por qué se introduje ron cambios?- Las siguientes preguntas específicas pueden ayudarle a enfocar sus observaciones;
¿Cuáles fuerzas o valores se reflejan en los cambios? ¿Qué podemos inferir de esto en cuanto a la transmisión del trozo? ¿Quiénes se hubieran interesado en la conservación del trozo ¿Por qué lo dan importancia? ¿Cómo lo hubiera usado?

AXIOMA:

Ya que los trozos se nos presentan como bloques de construcción íntegramente incorporados en una estructura literaria más extensa, hace falta comprender el diseño del todo y la función de cada trozo dentro del mismo.

QUINTO PASO:

a)    ANALIZAR LA REDACCION DE LA OBRA ENTERA Y EL LUGAR PARTICULAR DENTRO DE ESTE MARCO DEL TROZO.

Análisis
Selección. ¿Cómo ha usado el autor sus fuentes en la construcción de su obra? (Ya en el cuarto paso, análisis de las tradiciones Ud. puede haber enfocado cómo el autor utilizó fuentes dentro del trozo; el presente acercamiento extenderá este estudio al libro entero). ¿Qué asuntos ha omitido? ¿Cuáles principios guiaron al autor en su selección de materiales? ¿Qué asuntos nuevos ha agregado el redactor/autor a sus fuentes?

Adaptación
¿Cómo ha adaptado el autor los diferentes tipos literarios para lograr sus propósitos (aquí se construye sobro las observaciones que Ud. hizo en su análisis do las formas segundo paso)? ¿Cómo los cambios de forma ajustan el trozo a su contexto actual? ¿Cómo ha ajustado el autor el estilo lingüístico, para que quepa el trozo en su lugar?
¿Cómo ha tratado el autor el tema del trozo con miras a  lograr su propósito (aquí se construye sobre el análisis de la tradición, cuarto paso)? ¿Se relacionan los cambios efectuados en el trozo con su función en su contexto actual ¿Puede Ud. observar cambios consecuentes que señalan el punto de vista del autor?

Organización
¿Qué lugar ocupa el trozo en la estructura de la obra? ¿Cómo se eslabona el trozo con su contexto inmediato (ver las observaciones que Ud. hizo en el paso 1.1)? ¿Forma parte de un conjunto, digamos un cielo de relatos o de dichos? Si es así, defina la estructura de este conjunto.

Óptica
El tema tratado aquí ¿Cómo so trata en otros pasajes del libro? ¿Qué aprendemos aquí de las ideas -clave del autor?
Síntesis
¿Cómo revela el trabajo de racionar el autor su punto de vista es decir, su manera de combinar fuentes; de quitar, de añadir a sus fuentes a juzgar por las pistas anteriores ¿Cuál es el tema principal de la obra? ¿Cómo es su teología? ¿En qué forma iluminan estos factores el significado del trozo?

AXIOMA:

Las palabras tienen sentido dentro de un contexto dado; ya que cuando cambiamos el contexto, el significado puede variar bastante, una comprensión válida de un texto tiene que basarse en su contexto originario. Este sentido histórico es normativo.

SEXTO PASO:

RECONSTRUIR EL AMBIENTE HISTORICO Y CULTURAL QUE DIO ORIGEN A LA OBRA.

Mucho de lo que llamamos introducción especial –paternidad literaria, destinatarios, proveniencia geográfica, fecha y Ocasión- se estudian aquí. Logramos dos fines: a) una idea más precisa del por qué se escribió la obra y b) herramientas para cotejar un pasaje con otro sobre el mismo asunto; a menudo la Escritura habla con varias voces al respecto, y nosotros como intérpretes buscamos “anunciar todo el plan de Dios" (Hch.20:27, VP), que abarca, desde luego, todo el canon.

Análisis
¿Cuál fue el contexto mayor -histórica y culturalmente hablando— de la obra? Es decir, ¿Cuál fue la situación política a la época? ¿La situación social? ¿Cuáles corrientes o eventos parecen reflejarse en la obra? ¿Cuáles ideas teológicas la Informan?
¿Cuáles circunstancias inmediatas motivaron la composición del libro? Es decir, ¿Cuándo y dónde se escribió? ¿Quién la escribió y bajo qué circunstancias? ¿A quiénes se dirige la obra y con miras a qué auditorio? ¿En cuál contexto hornos de entender su mensaje?

Síntesis
Con base en el anterior análisis, ¿Cuáles eran las influencias que precipitaron la composición del libro?
¿En qué forma podemos utilizar ésta información en la interpretación del trozo?

AXIOMA:

Dada la relatividad de las culturas por una parte, y por otra, el hecho da que el lenguaje del trozo se dirige a un contexto específico, necesitamos guiarnos en nuestra integración actual del mensaje por principios que se aplican por analogía.

SEPTIMO PASO:

SACAR DEL TROZO LAS IMPLICACIONES PARA LA VIDA NUESTRA HOY.

En vez de hablar de un principio hallado en el texto y "aplicado" a nuestra nueva situación, es preferible hablar de describir nuestra nueva situación, comparada con la del texto bíblico, y por vía de la analogía buscar acciones y actitudes consonantes con las que indica el trozo.

Análisis
Definir el significado. Se puede afirmar el sentido del trozo de varias maneras:
Comentario:
Una explicación versículo por versículo, paráfrasis; el sentido del trozo expresado en sus propias palabras. Resumen» el punto principal o la lección que se enseña; la gente que escuchaba ¿Qué tenía que hacer?
Descubrirlos principios ¿Cuál fue la intención originaria del pasaje (su función/aplicación)?, Por inferencia ¿hasta qué punto podríamos generalizar esta intención? ¿Cuáles son los presupuestos del trozo? ¿Qué principios generales (sí es que los hay) sustentan el pasaje o lo ilustran?
Compararlo con otros trozos ¿Qué más hay en la Biblia que debernos recordar en la actualización de trozo, es decir ¿En cuáles otros pasajes se trata este tema, y como afecta el "principio o proyección" del pasaje bajo estudio?
Hallar la integración actual ¿Cuál es la relevancia en nuestra situación del trozo? ¿Hay algo tan diferente en nuestro contexto que tendríamos que aplicar el principio diferentemente? ¿En qué medida es igual nuestra situación, o sea ¿Cuáles elementos re compartimos con los primeros lectores? ¿Cuáles áreas de nuestra vida caen (por implicación) bajo el escrutinio del pasaje?

Síntesis
Formule definiciones activas cuando Ud. busca las implicaciones del trozo. En las áreas implicadas por el texto ¿Cómo se vería el crecimiento? ¿Qué cara llevaría? ¿Cómo podríamos medir tal conocimiento?
Tome en cuenta la responsabilidad hermanable a otros ¿Cómo pueden ayudarle a rendir cuentas del conocimiento suyo y viceversa? Piense en alguna dinámica del grupo o las ministraciones de un mentor o confidente} y en actividades como confesión y testimonio, discusión y el desarrollo del discipulado.


.   LA EXEGESIS BIBLICA


El término exégesis corresponde a la palabra griega exegesis, que significa explicación, interpretación, y deriva del verbo ex-egeomai, dirigir, sacar fuera; por extensión, explicar, exponer, narrar. En este sentido se usa en lo 1,18: «Nadie ha visto jamás a Dios. Dios unigénito, el que está en el seno del Padre, pl lo ha dado a conocer» (exegesato), lo ha explicado (Lc 24,35; Hechos 10,18; 15,15; 21,19). Muy a menudo, y por razón de su etimología, el término exégesis se toma como sinónimo de hermenéutica (INTERPRETACIÓN), del griego hermeneuo, que significa traducir (lo 1,42; 9,7; Heb 7,2) y exponer (Lc 24,27). El origen etimológico de hermeneuein y de sus derivados es discutido, pero parece conducir a raíces que significan hablar, decir.  
      Algunos autores contemporáneos engloban la exegesis y todo trabajo bíblico en general con la hermenéutica. Sin embargo, la  mayoría de los autores distinguen en la práctica entre hermenéutica y exegesis, entendiendo por aquélla la búsqueda de la naturaleza y de los principios de una justa interpretación, cuya significación no tiene evidencia inmediata. Por exegesis se entiende la exposición y declaración de un libro o de un pasaje del mismo. La hermenéutica es la ciencia (episteme) que señala las reglas que el exegeta debe tener en cuenta para interpretar rectamente un libro, la exegesis es el arte (texne) de aplicar las reglas de la hermenéutica, de utilizarla como medio para conseguir su propio fin. Si la hermenéutica y la exegesis tienen por objeto los libros de la Biblia, reciben el calificativo de bíblica
     
      1.1 Finalidad de la exégesis bíblica.
 La tarea suprema de la exegesis bíblica «es la de hallar y exponer el verdadero sentido de los Libros Sagrados y al hacerlo, deberá tener siempre presente que lo que más ahincadamente ha de procurar es ver y definir cuál es el sentido de las palabras de la Biblia, que llaman literal». Pero como los libros de la Biblia han sido escritos por inspiración del Espíritu Santo, y Dios en su composición se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos, se deduce que estos hombres son también verdaderos autores de sus respectivos libros, pues, al obrar Dios «en ellos y por ellos, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería». Esta dualidad de autores no significa que en el texto sagrado haya dualidad o disparidad de sentidos literales, es decir, un sentido divino, el único infalible, y un sentido humano, bajo el cual se oculta el sentido divino. Todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, y viceversa.      En las Escrituras suelen distinguirse varios sentidos como consecuencia de la riqueza del texto bíblico, al que puede y debe acudir el cristiano para encontrar alimento para su fe, estímulo para su esperanza, impulso para su amor, norma para su comportamiento. Pero esos sentidos no están en contradicción entre sí ni forman una dispersión inorgánica, sino que se basan en uno que debe considerarse primario: el que se llama sentido literal, o expresado por la letra del texto mismo. La Biblia no es una obra esotérica o ambigua, sino profundamente verdadera que nos trasmite un claro y definido mensaje de salvación. Por eso el sentido literal es, como suele decirse, universal (ya que no hay ningún texto bíblico que carezca de sentido) y único (puesto que todo texto tiene un sentido básico, sobre el que pueden apoyarse otros, pero sin contradecirlo). El primer deber del exegeta bíblico es, pues, esforzarse por determinar y estudiar, con todos los medios a su alcance, el sentido literal de un pasaje o libro bíblico.
     
      Pero con ello no está del todo precisada la finalidad de la exegesis bíblica. En efecto, ¿qué se entiende exactamente por sentido literal? Exegetas y teólogos discrepan a veces en efecto cuando se trata de definir con precisión el sentido literal. Numerosos exegetas, tanto antiguos como actuales, definen el sentido literal bíblico partiendo de la intención de Dios, autor principal de las Sagradas Escrituras, es decir, da al sentido literal bíblico una extensión amplia y lo extiende a todas las enseñanzas que Dios, autor primero de la Biblia, nos da por la letra de sus textos. No se pregunta si estas enseñanzas entran explícitamente en la intención didáctica de los escritores sagrados, autores instrumentales subordinados a Dios, que hace que formulen su propia palabra. En este supuesto cabe admitir que Dios pudo dar a las palabras del hagiógrafo un sentido más alto, más amplio y pleno, dentro de la misma línea, que el que quiso expresar el autor humano. Éste pudo conocer sólo en parte el sentido literal intentado por Dios, por ser el hombre instrumento deficiente, de comprensión limitada, con relación a Dios que lo sabe todo.      «Los antiguos partían de Dios como punto de referencia: Dios habla en las Escrituras. Modernamente se prefiere decir que los autores humanos escribieron bajo la inspiración divina. En ambos procedimientos cabe ver un matiz especial». Esa afirmación podría ser matizada, a fin de evitar toda contraposición radical, que no corresponde por entero a la realidad, pero apunta no obstante hacia un dato objetivo que repercute en la misma definición del sentido literal. De ahí que algunos definan el sentido literal partiendo de la expresión objetiva de las palabras: «Es el que se desprende de las mismas palabras correctamente interpretadas».  Por debajo de esas diversas definiciones aflora un problema de fondo, que influye en la comprensión misma de la e., y que conviene poner de manifiesto. Dicho sintéticamente: un énfasis excesivo en la intención del autor, que podría ser legítimo en el caso de un libro meramente humano, podría conducir la exegesis bíblica a cerrarse a las aportaciones que vienen de luces que Dios da en momentos posteriores, es decir, a perder el sentido de la unidad de la sagradas escrituras, etc. Si tenemos presente el designio revelador da Dios y la pedagogía con la que ha procedido en su manifestación, se advierte claramente que no hay dificultad alguna en admitir que el autor humano pudo no tener conciencia clara de la plenitud de la Revelación, a la cual colabora, pero de una manera fragmentaria. Esto es comprensible, sobre todo para los autores de los libros del Antiguo Testamento, los cuales no podían dar una formulación perfecta de la economía de la salvación antes de la entrada de Cristo en el curso de la historia de la humanidad. Pero tenían una conciencia incoativa de estos misterios, y sus escritos contribuyen con un testimonio positivo, que aparecerá en toda su nueva profundidad una vez se lean a la luz de la Palabra de Cristo y del Evangelio anunciado a todo el mundo. «Entonces desaparecerán las ambigüedades, las insuficiencias se llenarán, sus límites crujirán, ya que los aspectos del misterio que ellos intuían a su manera y que no lograron formular de una manera adecuada, quedan ahora patentes en toda su amplitud. 
                                                                prisionerodecristo.wordpress.com

           Todo ello conduce a una conclusión: la exegesis debe prestar un interés especial al sentido intentado por el hagiógrafo y expresado inmediatamente en las palabras por él escritas -es, en efecto, verdadero autor, ya que Dios, con el carisma de la inspiración, no destruye su inteligencia y su libertad, sino que las eleva, pero sin cerrarse en él, sino estando abierto a un sentido literal más pleno que Dios pueda haber intentado y clarificado posteriormente. Así lo ha enseñado el Magisterio reciente. Diversos documentos declaran que el exegeta debe investigar el sentido que el hagiógrafo quiso expresar y de hecho expresó con las palabras que emplea, o como dicen, literal de las palabras que el hagiógrafo intentó y expresó, debe también investigar y exponer la espiritual, siempre que conste que fue dada por Dios, pues sólo Dios pudo conocer y revelarnos a nosotros. 
          
     1.2 EXÉGESIS BÍBLICA
Los principios, criterios o reglas que deben seguirse en la exegesis bíblica, se deducen de la naturaleza de los libros que dicha exegesis aspira a analizar. Un dato fundamental se impone: la Biblia es una obra singular, única. Mientras todos los demás libros están escritos por hombres en el ejercicio de sus capacidades humanas, asistidas tal vez por la gracia, pero mantenidas en su orden propio, de manera que la obra resultante es una obra exclusivamente humana; los libros de la sagrada escritura. Se caracterizan por haber sido escritos gracias a un influjo sobrenatural específico, que llamamos inspiración divina, la cual, incidiendo en la persona completa de cada uno de los escritores humanos de tales libros, ha operado la condición peculiar de que la Biblia sea una obra literaria divino-humana, que tiene a Dios como autor principal y al hombre como verdadero autor también, pero subordinado e instrumental. Esa acción conjunta divino-humana, en la que Dios toma la iniciativa hasta la culminación de la obra, garantiza el auténtico origen divino de los libros de la Biblia y su verdad inmutable en orden a nuestra salvación. Un segundo dato completa el anterior: esos libros no han sido inspirados por Dios a personas singulares desconectadas de todo pueblo o comunidad, sino a personas que formaban parte del pueblo por Él elegido (Israel, la Iglesia), y para recoger una Revelación de la que ese pueblo es depositario. No es, pues, lícito separar las sagradas escrituras de la Iglesia: para interpretar la Biblia, conocer su sentido, penetrar en lo que quiere decir es necesario leerla en el ambiente en que fue escrita y para el que fue destinada.      Teniendo en cuenta todos los datos enunciados, los autores suelen concluir diciendo que en la interpretación de la Biblia deben tenerse en cuenta dos tipos de criterios: los criterios comunes a toda obra escrita; los propios de una obra singular como es la Biblia.

     
      a) Criterios literarios comunes.
Siendo los hagiógrafos verdaderos autores, es legítimo aplicar al estudio de la Biblia todos los recursos de los que se vale la ciencia humana para intentar conocer con hondura el pensamiento expresado por un escritor: estudio de las características propias del lenguaje empleado, consideración del contexto histórico, ambiente o situación vital en la que está escrito el libro, análisis gramatical, etc., del texto concreto que se está estudiando; clarificación de esos párrafos a partir del contexto en que están situados; comparación con lugares paralelos, es decir, que tienen un parecido con él sea por las palabras empleadas.  Todo ello constituye un proceso que contribuye, y poderosamente, a conocer con más hondura el sentido de un texto, profundizando -y en ocasiones perfilando o completando- lo que ya se percibe por la simple lectura directa. Ahora bien en una obra como la Biblia es insuficiente. Y ello por dos razones. En primer lugar, porque proceder con ese solo método es privarse de la luz que nos viene de las otras fuentes de conocimiento que Dios nos ha otorgado, haciendo así más difícil el trabajo, exponiéndose al error, etc. En segundo lugar -y más radicalmente- porque con ese método se puede llegar, a lo más a determinar el sentido captado por el autor humano y querido expresar por él, pero no el sentido más pleno que Dios pueda querer trasmitir.
      b) La unidad de la Sagrada Escritura.
Los libros que componen la Biblia han sido escritos a lo largo de un amplio periodo de tiempo, pero son fruto de un plan unitario de Dios que ha ido revelándose a sí mismo y sus designios según una disposición o economía ordenada a facilitar su comprensión. Por eso es no sólo lícito, sino necesario, tener en cuenta al interpretar un libro las manifestaciones hechas por Dios en momentos posteriores de la historia de la Revelación, ya que ellos, al darnos a conocer con plenitud lo que Dios quería decir, nos permiten no sólo comprender la relación que hay entre las manifestaciones hechas por Dios a lo largo del proceso de la Revelación, sino captar mejor el sentido de los textos más antiguos (análogamente a como en una conversación humana, las palabras pronunciadas al final permiten a veces captar mejor el sentido.     
         c) La Tradición y la enseñanza en la iglesia.
Los libros de la Biblia nacen, decíamos antes, en el interior del pueblo elegido por Dios; en ese sentido cabe decir, en términos generales, que la tradición oral antecede a los libros escritos; y ello de tal manera que cuando los libros son escritos no pretenden hacer inútil dicha tradición o suplantarla, sino que la presuponen y se unen a ella. La Iglesia «no saca exclusivamente de la Escritura la certeza de todo lo revelado», sino también de la Tradición. La Tradición completa e interpreta la Biblia. Todo ello, en ocasiones, decidirá de la interpretación de un texto (o excluirá, como erróneas, algunas interpretaciones que podrían presentarse como posibles desde la sola perspectiva literaria), y siempre dará ese sentido de la Iglesia y de la tradición cristiana que es el ambiente propio de la exégesis bíblica.
     
      d) Analogía de la fe.
Por analogía de la fe se entiende la armonía o acuerdo que existe entre todas las verdades reveladas: la doctrina cristiana es un todo unitario en el que no hay contradicciones sino que las diversas verdades se iluminan las unas a las otras. Ello obviamente repercute también sobre la exegesis, en la que la analogía de la fe constituye una guía de doble manera: negativa, ya que toda interpretación de un texto que implique sostener algo contrario a la doctrina de la Iglesia debe ser reconocida como falsa (pensar lo contrario equivaldría a negar o el origen divino de la Biblia; positiva, en cuanto que la iluminación que supone el conocimiento de la verdad de fe ayuda a interpretar rectamente el sentido de los textos en los que esa fe se nos propone, orientando la investigación en una dirección acertada, poniendo de relieve matices que tal vez de otra forma se percibirían más difícilmente, etc.

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