jueves, 3 de diciembre de 2015

EL VUELO DE MI ÁNGEL

                EL VUELO DE MI ÁNGEL



                                                Moisés Asto Hinostroza



                                                                    A -  Amira por arrancarme
                                                                          Una sonrisa cada día

Fue escrito en Puerto Montt Chile - 2005



CAPITULO I

Camine aprisa desde la Plaza Constitución para un poblado llamado Acopalca, quería enfrentarme a mi verdadero destino. No tenía idea en ese momento si el destino era yo o esa ruleta que nos juega la vida. Como caminar a tientas cuando estoy vulnerable, quebrado, en esa soledad que solo me atormenta y buscar escapar de sus garras sombrías, lejanas.
El viaje fue inesperado, solo cruce el umbral de mi destino, esperaba cualquier cosa para seguir luchando, seguir esa batalla de la vida aunque parezcamos muertos en este mundo sombrío, ajeno, prestado.
El lugar era perfecto, altas montañas, absoluto silencio, embargado en una soledad que venía silbando desde el Huaytapallana.
-          ¡Me quedo aquí! – dije con voz débil
-          ¡Aquí! – dijo sorprendido shan – pero Karim aquí no hay nadie y para Acopalca falta mucho.
-          Eso quiero.
-          ¿que es lo que quieres Karim?
-          ¡Soledad! Quiero estar solo, eso es lo que quiero, sentir esa soledad que embarga con su manto de olor a muerte aun estando vivos
-          La soledad habeces es buena pero no siempre, la soledad te aplasta sin piedad porque ella si te conoce muy bien, pero tu no te conoces ni siquiera una pisca de quien eres y a donde vas, eres prestado en este mundo Karim, tienes que devolverle a alguien todo cuanto hiciste aquí, no olvides que la vida está hecha de momentos y este es el tuyo
-          quizá en situaciones como esta no sepa quien sea, tal vez en esta tierra me desconozcan, por eso me embarga esa nostalgia moribunda, me aprieta para decirme que si me conozco, que si vivo, que soy parte de esta naturaleza. Te diré algo que no lo olvides nunca: volaba un gorrión hacia el sur pero cayó a tierra congelado, sin más una vaca le derramo su estiércol, el calor de este le descongelo y se animo, pero un gato destapo cogiendo al gorrión y se lo comió porque  chillaba. La moraleja enseña que  no todos que te echan su estiércol son enemigos y no todos los que te ayudan son amigos, mejor es estar solos y calladitos en este mundo lleno de trampas, inseguridades, mentiras, hipocresías, vivir una doble moral cuando hay pocos minutos de vida y lo poco que nos queda no lo disfrutamos
-          Entiendo Karim se lo que dices, adiós entonces
-          Adiós shan

El sol moría sangrando entre los cerros, el viento golpeaba fuertemente mi rostro. He pasado muchas horas en silencio buscando respuestas que nunca las tendré,  perdí la llave de todo cuanto construí, mis sueños se tornaron en pesadillas, mis ilusiones se nublaron en espacios grises, oscuros.

Recordaba levemente ese mundo maravilloso, lleno de esperanzas, amor, recompensas ganadas, victorias que honraban mi vida, risas repartidas, muchas lágrimas arrancadas, experiencias compartidas. Pero ahora, aquí sentado en esta montaña agreste, me reclamaba yo mismo no haberle sacado el jugo a la vida, de saborear sus éxitos y fracasos, no supe vivir, mi vida se fue como los vientos, fui arrancado desde mis raíces, ¿De que vale recordar el tiempo? ¿Para qué? Simplemente se fueron. Entonces, ¿porqué vivir? Que sentido tiene recordar esos tiempos, el ayer se fue y aprendí a fabricar tiempos donde cada una de ellas me gritan, me hablan, me reclamaban, me destrozan, puedo escuchar sus gemidos, sus dolores, sus risas; puedo ver la vida y la muerte al mismo tiempo.
La noche me envolvió con su manto frío. No me importaba, que la noche oscura me destrozara, yo lo estaba, no había nada que destruir, ya estaba quebrado. No recuerdo cuantas horas estuve allí sentado, las fuentes de mis lágrimas se habían secado, cuando escuche una voz gruesa
-          Quiere morirse amigo – dijo despacio y sereno – por si lo olvidó estamos en Junio, son tiempos de heladas.
Le di la espalda mirando a la luna, como ignorando su presencia, él no dijo nada, en silencio se sentó a mi lado como acompañando mi dolor, escuche sus gemidos muy levemente, levante mi rostro del suelo, alcance ver que lloraba sin reclamos, sin odios, ni venganzas, sin pedir a la muerte que venga por nosotros. Entonces sentí sus manos en mi hombro; allí mismo vi mi dolor compartido por una persona que no conocía. Vino en esa oscura noche, en silencio y todo
-          me llamó José -  me extendió la mano – yo Karim le dije -
José miró hacia todos lados de esa oscura noche en especial a la luna que apenas nos daba su luz.
-          Karim, ¿no pretenderás pasar la noche aquí verdad?
-          la verdad mi mundo es otro y no el que construí así como es ahora
-          posiblemente, pero ahora nos vamos de aquí, sino moriremos
-          Quizás, pero que importa la vida, si la muerte sella todo el dolor que siento ahora mismo.
-          No te engañes Karim, la muerte es hipócrita y mentirosa, tras ella viene el dolor, la agonía. Además la vida es maravillosa, es un don si la sabes vivir, dia a dia  la podrás conocer, nunca entenderás sino vives en esa armonía viva, aprenderás a fluir, a darte todo por ella y no ocultándote en esa oscura noche abandonándote miserablemente
-          No te entiendo.
-          Mira alrededor tuyo, ¿Qué ves? Nadie te  regala el don de la vida así nomas, tampoco esta en cada esquina, esperando tus caprichos, no esta a la vuelta de una calle, esta aquí y es el ahora que tienes que vivirla, disfrútala, es hoy amigo. La vida no es esa filosofía hueca, simplona, efímera, la vida mora en tu mundo interior gritando esa libertad de ser quien crees que eres. Pero es mejor irnos de aquí, detrás de esa cumbre tengo mi cabaña, allí estaremos mejor.
Miró su reloj dos veces, me tomo del hombro diciendo:
-          ¡Uf! Son las dos de la madrugada, con razón el frío muerde.

Comenzamos a caminar apretando nuestros pasos. José  hablaba pausado, entrecortado, estaba  agotado por la altura, vino a cazar vizcachas cuando escuchó el ruido de un auto blanco, me vio bajar solo, y se había preguntado porque en este lugar, es agreste, descampado, solo.
-          Si recuerdo eso, mis pies comenzaron a temblar, no tenía fuerzas para caminar, así que me quedé en ese lugar, viendo el retorno del auto que se iba dejándome solo en estas montañas
-          ¡Sabes Karim! El verdadero significado que tiene la vida solo lo puedes construir tu solo, nadie piensa como tu, nadie tiene el verdadero significado como tu, nadie te puede decir que la vida se puede encaminar de una u otra forma, al final de la jornada veras la cosecha que has trabajado, es solo tuyo, de nadie más y no tienes que probarle nada a nadie, nunca más.
-          no busque la vida mas allá donde no he caminado, donde no he sembrado, sencillamente he regalado a las personas equivocadas ese don de vivir y lo han estropeado tirándolo al viento, siempre pensé si el lugar donde no me quieran habrá que volar a otro lugar donde haga falta
-          Karim la vida es tan corta, es como el viento, lo sientes y eso es todo, por eso tienes que sentirla, gozar esas caricias que te dan en un mundo prestado, porque esta dentro de ti. Si tú abres ese corazón oprimido miraras que es un arco iris y que detrás de ella esta la muerte esperando el último minuto del día  final. 

Miré hacia la bicharra hecha  artesanalmente, mis lágrimas comenzaron a nublar mis ojos, cómo podía explicarle que mis lágrimas era todo lo que tenía, que hablaba de todo, mis palabras no tenían sentido alguno, eran tiempo de luchas, de horas, de días que pasé construyendo castillos de arena y que todo se fue en un instante y no me di cuenta como pasó todo. Pero sentí la muerte rondar mi vida.  ¿Qué estaba haciendo allí en esas montañas? ¿Morirme de esa forma o cualquiera de las otras formas? ¿Por qué me invadió ese terrible sentimiento a muerte? ¿Tal vez he llegado al límite, al lumbral de mi vida? ¿Cómo asumir una elección adecuada para poder sobrevivir, cuando sientes que estas muerto en vida?
-          Estoy quebrado amigo, vivir la vida y esperar a la parca porque creo que ya llego mi hora, no me gusta la idea de vivir con ambos umbrales, no quiero regalarle a la parca mi descanso, mis días, hoy quiero ser yo, hoy quiero envejecer caminando con la vida juntos de la mano
-          Entiendo – me dijo mirando hacia el techo yo también pase por eso, se lo que sientes. Te atas a tu pasado y te parece que ese fue lo único en todo, sé que lo has vivido pero ya nada puedes hacer, ni remediarlo, tampoco pienses que la vida sea buena o mala lo dejare para mañana puedes decirlo, no Karim hoy te sanas para que sanes a muchos en este mundo
-          José, ¿Porqué la vida tiene que ser así? ¿A quien le cobro la factura de mis dolores, de mi desgracia mísera? ¿a la vida o a la muerte?
- Karim, lo hecho, hecho está, en esta vida tendrás que sortear tus elecciones, de vivir con ese pasado fantasmal que te atormentará sin misericordia,  recuerda que siempre lo tendrás en ti con amarga tristeza lo llevaras contigo, pero eso no es todo, de aquí en adelante como construyas tus caminos afectaran tu futuro. Nunca permitas que tu pasado determine en tu futuro. Otros sin embargo viven mordiéndose sus dolores caminando en este camino sin destino, sin metas, luchan para sobrevivir, viven a la defensiva, ellos no volverán a amar legítimamente, se acostumbraron a vivir con su dolor, la violencia que sufrieron forma parte de ellos, por eso no distinguen la verdadera felicidad, están obligados a vivir de esa manera, sus opciones son pobres, limitadas y no olvides son tus decisiones, todo lo que te propongas y no lo que estás pasando, ni siquiera son tus elecciones lo que determina tu destino.
-          ¿De que elecciones me hablas?
-          Cada día hacemos elecciones. pero si evalúas, si los pesas, casi la mayoría son insignificantes, mediocres, diría domesticas.
-          ¡Cierto! Siempre hice lo mejor en la vida, mi vida esta marcada por esos detalles, le puse  fuego, pasión,  entusiasmo, nunca a medias, me propuse nunca jugarle a dos haces al destino y vivir siempre preparado cuando la parca me diga hasta aquí nomas y no le tengo miedo, así como he vivido estoy aquí esperándola, porque en cada paso que logre construir, es un paso que avanzo hacia la noche.
-          Entonces ganaste tu libertad.
-          ¡Libertad!
-          ¡Si hombre!  Veo en ti amor como don para caminar con el universo
-          ¿amor has dicho?
-          Si Karim, nunca mas en tu vida hagas las cosas, por más simple que sea por miedo, se tu mismo, se feliz con tu elección, no permitas que te usen, que te manipulen o que jueguen con tus sentimientos.
-          Si José, seré honesto con mis sentimientos, integro en mi verdad.
-          Sabes Karim, cuanto más amamos más participamos de la vida de otros, más estrechamente estamos unidos a ellos.
-          José, ¿el verdadero amor que es? ¿parte de esto es sufrir?
-          Lo único que se, el que sufre, es el que más comparte, el amor único viene solo, no se anuncia, no presiona, no manipula, es solo eso. Siempre esta allí esperando. La mayoría de las personas se mueven en sus propias trampas buscando culpar a otros de sus desdichas, de sus justificaciones, buscan echar su veneno no importándoles nada, cabalgando esa vieja historia de sus antepasados que se movieron en ese marco, su propio entorno vive de esa forma, esto se repite de generación a generación, es tiempo de romper esa vieja maldición que sigue arrastrándonos sin piedad.
-          José hoy quiero romper esas cadenas que atan mi felicidad, mi dicha de ser integro, trascendente en todo, de mirar las estrellas cada noche, de capturar una estrella fugaz y pedir mi deseo que sane el corazón de los desamparados, de los huérfanos, de todos aquellos que han perdido algo y que no habrá posibilidad de reponer como la vida misma; pero si mi estrella les dará un nuevo amor, sus esperanzas renacerán y brillará el sol de un nuevo día.
-          Esa, esa es tu esencia Karim- me dio una palmada en la espalda y se echó a sonreír.

El sol era fuerte esa mañana. Abrace fuerte a José. Recordé la calle real un mundo indiferente sombrío, ajeno, la gente va y viene, todo pasa, nadie ve el dolor de nadie en ese otro mundo de humanos.
José tenía razón cuando me dijo que el mal y el bien van juntos, sé que es duro, en realidad es como la explosión de una dinamita que levanta polvo sacude todo lo que está a su alcance, pero después, cuando pasa todo miramos cosas bellas por descubrir, las cosas no se quedan estáticas, todo cambia de un día para otro, pero nunca serás igual, veras con otros ojos a la vida. Los ochenta viene con grandes oportunidades, hay luz al final del túnel. 

-          Karim te contare una historia que aprendi hace años: Dice esta historia, Un día decidí darme por vencido, renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mí espiritualidad quería renunciar a mi vida. Por eso, fui al bosque para tener una última charla con Dios. Padre, le dije. ¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencido? Su respuesta me sorprendió. “Mira a tu alrededor, echa un vistazo. ¿Ves el helecho y el bambú?”
-          “Sí”, respondí.
-          “Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz y les di agua. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.
“En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante. Y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú”, dijo Él
“En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié”, me dijo.
“En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. “No renuncié” dijo.
“Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante. Pero sólo seis meses después el bambú creció más de 20 metros de altura. Se la había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
-          “No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar”, me dijo Él.
-          “¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?”. “No renuncié al bambú. Nunca renunciaría a ti. No te compares con otros” me dijo. “El bambú tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso”.
-          “Tu tiempo vendrá” me dijo Dios. “¡Crecerás muy alto!”.
-          “¿Qué tan alto debo crecer?”, pregunté.
-          “¿Qué tan alto crecerá el bambú?”, me preguntó en respuesta.
-          “¿Tan alto como pueda?”
-          Gracias José yo seré ese bambú y creceré día a día en mis raíces

 


CAPITULO II

Ese miércoles de Agosto, se detuvo el reloj. Me encontraba en la oficina, cuando sonó el teléfono.
-          ¡Aló!
-          Karim ¿eres tú?
-          ¿Quién es?
-          Soy José, el de las montañas.
Como podía olvidarme de un ser tan bueno que apareció en el momento adecuado, el tiempo exacto.
-          ¡¡José!! – grité de alegría en toda la habitación.
-          Me alegra tu gozo Karim, te llame solo para decirte que me voy, ya que estas bien, nada más tengo que hacer.
-          Josecito perdóname, no te fui a buscar, estuve ocupado en lo mío.
-          Lo sé, he caminado cada paso contigo.
-          ¿como así?
-          Estuve cuidándote dos meses, donde ibas yo iba.
-          ¿Estabas detrás de mí siempre?
-          Si Karim, tu siempre solo, como las grandes águilas, eso me da mucha pena, tu soledad, tu tristeza, tu mundo solo.
-          ¿Porque no te acercaste para hablarme?
-          ¡No! Solo quería verte de lejos en esa comunión estrecha con la naturaleza
-          Estoy bien José.
-          Me alegra eso, por eso ya nada más tengo que hacer, porque tu autoestima nació en ti, porque creíste en ti, nunca vi en ti arrogancia, complejos, solo verdad. Nunca pienses en negativo, como muchos, ese tipo de gente crea su fracaso y su miseria, no te olvides que lo negativo es solo ilusión, lo positivo es realidad. El pesimismo, el egoísmo, el negativismo mañana se destruye ¿sabes porque? Porque es temporal, el autoestima nace de ver la verdad de ti mismo, tuviste fuerza fundamental para luchar, te levantaste desde los escombros; te paraste firme porque descubriste que tenias cualidades grandes con las que fuiste creado. En estos dos meses vi gente de tu entorno destruirte, ¡qué pena! Ese mundillo de gentes son pobres, miserables como todo lo que hacen, todo lo que construyen es para dañar y aplastar a los demás. 
 Yo estoy dispuesto a dar mi vida por el mundo, a los mas indefensos, a vivir esa espiritualidad que se pierde cada día, vivir rodeados con actitudes positivas, se que es difícil aceptar todo esto, pero la vida aprieta duro y mata.
Tienes que aprender a despojarte de muchas cosas que te hacen daño recuerda cada quien cosecha lo que siembra. La autoestima es sentir amor por ti mismo y esto hará respaldar tus sentimientos, tus decisiones serán las correctas y tus actos serán transparentes, ya sabes Karim, la autoestima nadie te lo regalará, tú debes crearla dentro de tu mundo interior. Amigo mira tus senderos, ese horizonte de la vida, construye en ti en cada paso que das, en cada pensamiento, en cada acto vivir como si fuera el último, de darlo todo sin pedir nada a cambio y veras que la vida te devuelve con creces, tienes tanto que dar Karim, empieza ahora

Mientras José me hablaba, la llamada se cortó, colgué el auricular en su lugar, me invadió una nostalgia profunda desoladora, reclamándome, reprochándome a mi mismo de un hombre que no conozco, estuvo pendiente de mi, dos meses, día y noche. ¿A cambio de que? ¿Qué di yo? Fue mi verdadero ángel guardián que vigiló mis pasos. Me dijo que se iría ¿A dónde? ¿Por qué? Salí a la calle, aborde un taxi rumbo a la casa de José, quería darle las gracias personalmente antes que se marche.



José me ayudo a salir de mi mundo, ese mundo gris, olvidado; he dejado atrás el fracaso, he caminado hacia el lumbral de ser lo que soy, he construido mis ideales en secreto, he aprendido a amar a toda la gente, me enfrente a la vida en forma real, nunca fui indiferente al dolor de la gente,  le he prestado atención y dedicación, cuantas veces he sido pesimista, caí en la profunda depresión, desmotivado y sin entusiasmo, pero nunca he culpado a otros, no abandone mis objetivos, creo en mi y en los demás a pesar de todo.
-          Joven ya llegamos a Acopalca.
-          Más arriba por favor, yo le aviso donde desviarse, allí encontraremos una cabaña pequeña, su construcción es rústica.
El chofer me miraba con cierto grado de desconfianza, no lo culpo, es un lugar solitario y que haría yo en un lugar así
-          Allí, justo allí.
Baje del auto, corrí hacia la puerta, pero tenía un candado en la aldaba y un listón negro colgaba en su puerta, gastada por el sol, la lluvia y el frió.
-          ¡José! ¡José! – comencé a gritar fuerte y di varias vueltas alrededor de la cabaña.
-          Joven parece que alguien ha muerto – dijo el chófer.
-          ¡Muerto!
-          Si, el listón significa eso, que alguien ha fallecido
Por el camino de herradura venia un jinete, montado en un caballo marrón. Se detuvo delante de mí.
-          ¿A quien busca joven? – dijo despacio mirándome fijamente.
-          A un amigo, se llama José, él vive aquí.
-          ¡Vivía dirás!
-          Perdón señor, no le entiendo.
-          Si pues joven, José murió el año pasado, como en estas fechas.
-          creo que hay una equivocación, José me llamó en la mañana por teléfono, converse con el.
-          Alguien quiso burlarse de usted Joven, yo mismo enterré a José, era buen paisano, si no me cree acompáñeme para Acopalca, allí le dirán lo mismo que  le estoy diciendo. Pero a propósito ¿Quién es usted joven?
-          Solo soy un amigo, ambos lo fuimos durante este tiempo
-          Qué pena contigo amigo. Se fue, le toco a él, mañana seremos nosotros
-          La verdad señor, no puedo creer que este muerto, hoy conversamos
-          ¡No puede ser! Eso es imposible joven- mirando el cielo gris empezó su marcha hacia las colinas – él está muerto, adiós joven
Me acerque a la puerta, comencé a llorar, caí de rodillas, recordaba esa noche que José me dijo que aprenderé ahora a manejar mi vida por el camino que decidiera, sin mentir, engañar, edificar al mundo prestado, bendiciéndole y sobre todo ser agradecido a Dios, a la vida por todo lo que nos da.
-          Disculpe joven, lo siento – me dijo con nostalgia el chofer – podemos irnos ya, empieza a llover.
-          Regálame solo diez minutos, luego nos iremos.
Jalé el estuche negro de la puerta, ¿cómo es posible todo esto? Hable con él hace poco, ni el chófer me cree, pensara que estoy delirando. En fin la lluvia era fuerte, mis lágrimas se mezclaban entre ellas. ¿Por qué cuando gano un amigo lo tengo que perder pronto? No se si mis lágrimas eran de reproche por la vida, de haber perdido a José. Recibí todo de él y yo nada he dado, eso es lo que más lamento.
Recordé cada palabra que José  me había dicho esa tarde oscura en las montañas:
-          Karim...Has olvidado encontrar quien eres tú y en vez de buscar los obstáculos que te impiden, pides ayuda a las personas menos indicadas, clama a Dios para que te solucione el problema, buscas la felicidad sin darte cuenta de que es una cosa que ya tienes... ¡consigue ser feliz! yo siempre estaré contigo. Recuerda las caídas no es lo importante, sino el levantarnos cada vez, es te hará fuerte.

Me levante con mi dolor para dejarlo atrás y comencé a gritar hacia las montañas. Lo que me desmorona pedazo a pedazo no son los golpes que he recibido de la vida, de ese mundo exterior que mata lentamente sino todo lo que guardo dentro de mí y me encierro en mi soledad marchita, allí lloro mis noches lúgubres fermentando mi odio, mi dolor. Mi corazón es grande, inmenso para dar todo, pero está lleno, hay dolor, está quebrado. Todo está en mí, mis recuerdos viven dentro de mí, hay lugar para la felicidad, lanzar al viento mis sonrisas, sentir el calor de un sol adolescente y sentir una lluvia de verano, que fresco, que dicha, no hay más, José vino, simplemente vino y estuvo conmigo, es todo lo que quiero, soy feliz en ese mundo solo, mundo ancho y lejano.

Indague sobre la muerte de José, no quería quedarme con una duda que muerde. En la beneficencia me dieron los datos de su muerte y de cómo murió: dicen que un grupo de chicos fueron a las montañas y se perdieron en esa noche oscura, uno de ellos se cayó al  barranco, estaba vivo y gritaba, José iba de paso por la zona, fue una suerte para el grupo encontrarse con él; llevo a los seis a su casa y volvió por el herido esa misma noche, descendió al barranco, vendo las heridas, hizo una especie de camilla y comenzó a subir con el herido, sin embargo, la noche les jugo esa mala pasada, la desdicha de estar solo, sin nadie que le ayudara, el clavo que sostenía a ambos cedió, cayeron al fondo, estaba mal herido y le dijo al muchacho: tu vivirás amigo. Se subió encima de él cubriéndole del frio helado. Los pobladores salieron temprano en búsqueda de José y del herido. Lo hallaron muerto, murió de hipotermia y de los golpes en la cabeza. El muchacho se salvó por el calor del cuerpo de José. El campista decía una y otra vez: el dio su vida por mí, ni siquiera sé cómo se llama.

Soy afortunado de tener un amigo que vino de algún lugar para salvarme, soy la segunda persona a quien devolvió la vida en ese paraje montañoso, solitario y agreste.

CAPITULO III      
                  

Desde la última vez que estuve con José habían pasado cinco años. Como me hubiera gustado estar con él ahora, porque estoy internado en el Hospital de “El Carmen” me dio una broncopulmonía, había arrojado sangre, llegue mal de cobriza. Cuando estuvimos cobijados cerca de la vieja chimenea José saco varias fotos amarillentas.
-          mira esto es mi Huancayo, era mil novecientos veinte y dos, cuando la ciudad recién crecía en su modernidad
-          ese riachuelo hoy no esta José
     -    no Karim

 


Mi recuerdo fugaz voló a ese tiempo y quizá José este ahora conmigo y no lo percibo. Cerré los ojos seguí recordando:
-          Mira Karim, nunca olvides amar donde naciste, es tu valor cultural, en el esta tu alma impregnada con sus vientos, sus tierras, cada árbol es testigo de cómo se construyo piedra sobre piedra esta ciudad,   mira esta
foto son mis paisanas, ellas nunca tuvieron igualdad ante los hombres fueron excluidas primero porque fueron analfabetas, indígenas y lo peor de todo porque eran mujeres, te imaginas esto
Pobres mujeres, les toco vivir en una época muy difícil.Mirando cada foto me quebraba de ver esa pequeña comunidad se había ido sin penas ni glorias, sus árboles, sus vientos, sus tierras se  marchaban con sus habitantes, solo quedaron sus viejos recuerdos. Entonces comparare mi vida con dolores ajenos, llantos austeros, sonrisas falaces.
-          Karim todos los paisanos bajaban de su poblados para comprar productos en la calle real,  allí era la feria

-          ¡Que recuerdo único José! hoy esa feria esta en la avenida Huancavelica
-          Si Karim eso que llaman la modernidad esta acabando con las tradiciones de nuestros pueblos.



 Lo único que se es que debo luchar por lo que más amo no importa las circunstancias, luchare de pie  y hasta el fin. No debo quedarme entre los escombros, tengo que dar mi primer paso, con agallas, con fuerza, porque nadie lo hará por mí. ¿Como encontrar esa semilla? ¿Ese germen de la felicidad que pudiera luchar contra toda adversidad que pasa en el día a día? lo busque por todas partes, lo busque a precio tan alto, pero lo único que encontré fue desilusión, mentiras, engaños que dañaron mi corazón, quebraron mi alma. José me decía:
-          Karim, todo lo que quieres está en tu mundo interior, te podrán dañar, pero nadie quitará tus sueños, nadie destruirá lo que estas construyendo para ti, alguien dijo: el éxito es un camino, no un destino.

He aprendido a construir mis éxitos, mis triunfos empezando por mi mundo interior, siendo honesto conmigo mismo, con mis ideales y mis sueños; los otros ingredientes que no son fáciles pero me acompañaron, fueron la humildad, la valentía, el amor y la entrega.
Fracasar es no tener amor, fracasar es no tener agallas para enfrentarse al dolor en forma real concreta y sin hipocresías.
No me fue fácil creer en mi mismo, después del dolor; nunca pude culpar a otros de mis derrotas, trate en lo posible de no vivir en justificaciones, siempre tuve presente mis objetivos, mis metas, mis sueños. Me arriesgue a pesar del miedo, del temor y de mis inseguridades que a veces uno evade en vez de enfrentarlos, porque mi compromiso es conmigo mismo y con los demás.
Nunca he negado un error, siempre estará ahí, pues lo volveré hacer y peor aun. Aprendo de mis errores, nunca volver por ese camino.

-          ¡Joven! ¡Joven! – me despertó bruscamente la enfermera de mis sueños, de mis recuerdos - ya le darán de alta, se va para su casa, en estos 15 días  mejoro mucho, solo cuídese.

Esa tarde de Enero caminaba por el pasillo, esperaba ver a José, podía estar junto a mí, me había cuidado dos meses y yo no lo sabía. No olvido su tristeza, su voz melancólica diciéndome:
-          Tengo mucha pena por ti, siempre solo, tu mundo solo.
Me senté en el banco del pasadizo, quería ver un rostro conocido, no había nadie. Camine lento por el pasadizo del hospital. ¡Que solo me sentía!, esa soledad me apretaba, podía sentir ese vacío en mi corazón, mi ángel no estaba, había cumplido su misión, se había ido, había volado a su mundo.

Recibir el año nuevo en la cama de un Hospital fue lo más desastroso que me paso. En Sala de urgencias puede ver toda clase de accidentes, eso no me agradaba. El día tres de Enero, de casualidad me encontré con un amigo, vino de Lima para encontrarse con su familia los días festivos.
-          ¡Karim! ¿por qué estas aquí?
-          ¡Hola! ¡Hola Hans! – que alegría ver un rostro amigo en esas circunstancias.
-          ¿Te operaron o algo así?
-          No, solo tuve neumonía.
-          ¡Tanto así, como para que estés internado!
-          Dicen que por poco me muero.
-          Entonces fue grave.

Recordamos nuestra Lima de los ochentas, cuando estudiábamos en la preparatoria,  paseábamos por la avenida Colmena,  nos sentábamos en la Plaza San Martín, luego caminábamos hacia la  Avenida Tacna para tomar un helado, luego Hans se iba al Rímac, yo caminaba hacia la Avenida Bolivia en Breña.

 


                                  Avenida Colmena-centro de Lima



Teníamos sueños de ingresar a la universidad católica, de servir al mundo con nuestras profesiones. Hans era un tipo que nunca desperdició su vida en fantasías que no son realidades, que a la postre conducen a la frustración.

-          Karim recuerdo esas tardes de otoño cuando tomábamos jugo en la Avenida Tacna pensaba siempre en ti, en lo que haces, lo que piensas, también expresas lo que sientes, he visto que tomas decisiones y lo haces, avanzas poco a poco, eso es bueno; además tus palabras tienen amor, lleva fuerza y energía; yo personalmente he visto que no lastimas a nadie ni hieres a los demás, no respondes con burla, la envidia o la mentira no son parte de ti, menos la traición. Karim amigo mío, no olvides esto, eres un tipo con muchos sueños, tu magia están sencilla, naciste con ese don que muchos quisiéramos tener y con humildad transparente que nos hace falta, te vi escuchar con suma atención y aprendes sin decir que ya sabes, te sobra amor para ayudar y servir olvidándote de ti mismo.
-          Te acuerdas que íbamos al puente de piedra detrás del palacio de Gobierno, mirábamos el río Rímac- le dije con alegría desbordante
-          Si recuerdo, nos sentábamos a un lado y estudiábamos las tareas

                                                       Río Rímac - Lima


-           Esos días nunca volverán Hans
-          Es cierto amigo, pero si aprendimos a vivir ese espacio, ese tiempo, le regalamos a nuestros ojos esos paisajes maravillosos, de compartir emociones que fueron solo nuestros, que la vida es una sola.


Avenida Abancay - Lima


Avenida Wilson Lima

El cinco de enero llego un señor de unos cincuenta años, había sufrido un accidente automovilístico. Después de una semana de luchar por no morir, estaba algo recuperado. En esos días nadie vino por él.

-          ¡Hola hijo! ¿Cómo te llamas?
-          Karim señor.
-          yo soy Augusto Vargas. Y ¿por qué estás aquí?
-          Tuve bronconeumonía.
-          Si estas aquí es porque casi te vas ¿verdad?
-          Es verdad don Augusto
-          Yo en cambio no tengo a nadie; mi esposa se fue con otro hombre, tengo tres hijos, cada uno tiene su familia, nunca es igual, uno lucha por ellos,   pero no puedes retenerlos, cuando sus alas comienzan a crecer solo alzan vuelo, es la ley de la vida, es simple esto, das todo por ellos, pero te olvidas de ti, los años pesan, aquí me tienes.
-          Es cierto todo esto y la verdad los hijos son todo lo crees tener pero no es así don Augusto
-          ¿Haber dime Karim que más hay?
-          Mira don Augusto usted escucho alguna vez decir: ¿allá va mi ex hijo, allá va mi ex mamá?
-          No, no eso nunca, haber a donde quieres llegar
-          Mira don Augusto, la familia siempre van a estar, ellos nunca se irán, estén donde estén son nuestra familia, pero nuestra pareja, sea hombre o mujer no, porque no es nuestra sangre  y no es nuestra familia, allí si podemos decir: ¡allá va mi ex mujer!
-          Si Karim esa es la pura verdad, ambos marido y mujer distraídos por otras cosas, mi mujer con sus hijos,  yo en el trabajo y nunca pensamos en nosotros como pareja, todo se lleva esas malditas reuniones de bautizos, cumpleaños, agasajos y otras vainas, pero nunca hicimos una fiesta de marido y mujer, nunca salimos a un viaje como pareja, siempre delante los hijos y ellos ocupan toda la atención. ¿No estoy hablando mal verdad?
-          No, los hijos están ahí, pero la prioridad es la pareja
-          Por eso nos gastamos Karim, el hogar se vuelve insostenible, yo no quería llegar a casa para no pelear con mi mujer, pero hoy me doy cuenta lo que se pierde ya no vuelve mas 
-          Es verdad don Augusto, se que podemos alcanzar nuestras metas solo debemos perseverar en nuestros sueños, no me distraigo por nada, ni por nadie, trato de no detenerme por motivo alguno, lucho por no desviarme de mi meta, se que lograre el éxito, el triunfo, seré honrado por mi perseverancia, me cuesta trabajo desprenderme de mis temores, mis excusas, mis dudas; sufro cuando fracaso en el primer, segundo a cuarto obstáculo, pero estoy firme, no me muero, quiero alcanzar mi meta, mi libertad.
-          Karim, hablas con verdad, ¿solo los que pasamos por el desierto entendemos el dolor?
-          Si, don Augusto, el autoexilio es doloroso
-          Con razón, nuestro corazón lucha, coopera con la vida para salir del asqueroso pantano donde nos metieron, solo se leal a ti mismo, a esta vida, a los que más quieres, así dominarás los vientos, las mareas, usaras el amor de Dios para sanar muchas vidas.

Hizo una pausa, el dolor de su pecho le apretaba duro, se hizo silencio nuestra habitación, solo una música lejana nos acariciaba el dolor de la ausencia.
-          Estamos solos en el mundo – me dijo sonriendo en tono  melancólico – cuando salga de aquí, quiero compartir mi mundo sin tregua, de vivir cada minuto con dignidad  
-          Dios perdona pero el tiempo no
-          Si así es, sabes Karim tengo mi casa en la calle  municipal


-          Quiero que vayas a mi casa y busques a mi hijo, se llama Felipe, el y su madre viven juntos
-          ¿porque ellos no te visitan? o ¿no saben de tu accidente?
-          No - me corto la idea- no nadie, a nadie le importo nada, solo quiero que le digas a mi hijo que lo amo, que di todo por él, eso es todo
-          Si don Augusto iré, solo indícame la calle por donde debo ir
-          cuando llegues al puente ferrocarril cuentas cuatro calles y a la mano derecha hay un portón negro, es el único, no te perderás, esa es la casa.

Esa semana mientras nos recuperábamos de nuestras dolencias, hablamos de muchas cosas, pero el tema principal era como sanar cuando uno esta quebrado, y como reconstruir nuestras vidas desde los escombros.
La vida nos pasa la factura de todo cuanto hicimos, creo que es el mejor juez para mirar los tiempos hechos por los hombres. Al final de la jornada cuando tengamos que apagar las luces vendrá y nos tocara la puerta anunciando leve y distante todos los actos que hicimos en sus días, nadie podrá escapar y burlarse de la vida.
Quizá don Augusto quiso jugarse ese último minuto y burlarse de la vida, tal vez sus risas serian de un triunfador efímero, pero en el umbral entre la vida y la muerte no pudo escapar y fue sentenciado a justa condena de sus actos.

Comenzamos a hacer planes. El mundo era nuestro, solo en palabras, ahora teníamos que ganarnos a punta de esfuerzo y no darle chance a la vida.
Todo ese tiempo empecé a querer a don Augusto, le llevaba con su silla de ruedas por todo el Hospital, nos reíamos de la vida, del mundo y de todo.
-          ¿Has escuchado de un escritor llamado José María Arguedas?
-          Si don Augusto en el colegio nos hicieron leer sus novelas
-          Dime ¿cuál te gusto más?
-          Los Ríos Profundos
-          ¿Buena verdad?, el estuvo hace poco aquí en Huancayo Junto a las hermanas Alicia y Celia Bustamante. Arguedas ha difundido en Lima el trabajo de los artistas populares del interior del país. No solo se comprometió con las exposiciones que se organizaban en la peña Pancho Fierro, sino también publicó ensayos que explicaron la dimensión de un arte que antes era negado por la élite.
-          ¡Tanto así don Augusto!
-          No te imaginas aquí la gente hace muy bien su papel de racistas, marginan al cholo, a los serranos, esa exclusión social es muy marcada en el mundo andino y Arguedas ha luchado en todo espacio por reivindicar lo nuestro, lastima se suicidio en la universidad Agraria de la Molina



                           José María Arguedas en la  Plaza Constitución Huancayo


El día doce, me levante a las seis de la mañana, vi a don Augusto que seguía durmiendo, trate de no despertarlo, fui al baño para asearme, cuando regrese, seguía durmiendo.
-          Tiene que levantarse, ya vendrá el doctor para ver el progreso de todos los pacientes – hablaba en voz baja - una y otra vez, así que me acerque a su cama. - ¡don Augusto! – le moví el cuerpo - ¡don Augusto! Ya vienen los médicos, levántese.
Vi su cuerpo estático, no se movía, no respiraba, puse mis manos a la altura de la yugular, no tenia pulso, su cuerpo estaba frío, comencé a gritar, presione los botones de emergencia.
-          ¡Enfermera! ¡Enfermera! Venga por favor.
Se acerco una auxiliar para ver lo que estaba  pasando.
-          No responde, no tiene pulso – dije entre lagrimas cortadas-
 Levanto el auricular y llamo al médico de turno e hizo sonar el timbre de emergencia. En un instante estaban seis personas tratando de revivirlo.
-          Es inútil, lo perdimos – dijo el médico –  todo acabo.
Una enfermera retiro todos los aparatos y con una sabana le cubrió el rostro. Don Augusto había muerto de paro cardiaco, posiblemente en la madrugada.
-          ¿Qué hace joven? Vuelva a su cama – me dijo una enfermera.
-          ¿Se lo llevaran ahora mismo?- dije con voz taciturna
-          Si, en un instante, ira a la morgue.
-          ¿puedo quedarme un instante con el?
-          Debe darse prisa, ya se lo llevaran.
Me acerque en silencio. Destape la sabana que cubría el cuerpo inerte, tenía el rostro tranquilo, murió en paz. Me encontró en su camino efímero para que entendiese su dolor, que lo escuchen y lo quieran. Me apoye en su pecho desnudo, totalmente frío, comencé a llorar.
-          ¡Otra vez solo! ¡Como siempre! ¿por qué Dios mío?
Entonces sentí una mano sobre mi hombro:
-          Joven, joven, cálmese, tenemos que llevarlo, no puede quedarse aquí.
Cuando levantaron el cuerpo sobre una camilla, había una nota debajo de la almohada, estaba dirigida para mí, me dieron enseguida.
-          Creo que es para ti joven – me dijo la enfermera.
Era simple su nota, creo que no lo termino de escribir por alguna razón: Querido Karim, quizá me pase algo, no se porque tengo ese presentimiento, aquí esta un número telefónico, llama, te darán lo que necesitas, no dudes en hacerlo, te he querido como mi propio hijo...
Salí al pasadizo para comunicarme:
-          ¡Alo! Es la familia del señor Augusto Vargas.
-          Si, soy su hijo, ¿pasa algo con el viejo?
-          amigo, don Augusto murió hoy en la mañana– lo dije a boca de jarro. No quería llorar, me reprimía.
-          ¡Bien! – dijo frío y sereno - ¿dónde está su cuerpo?
-          En el Hospital del Carmen.
-          Enviaré con alguien el dinero, para todos los gastos.
-          Pero, pero ¿Ud. no vendrá para enterrarlo?
-          No tengo tiempo, hágase cargo Usted. le daré el dinero para los gastos que requiera.
-          No entiendo esto, su padre hizo mucho por usted, lo menos que puede hacer, es estar en estos momentos, además yo iba a visitarlos en cuanto salga del hospital y decirle el recado que me encargo su padre
-          ¿Qué recado?
-          dijo: que lo ama mucho a usted, a sus demás hermanos igual…
Me colgó el teléfono bruscamente. Caminé lento por el pasadizo, recordando todo lo que planeamos. Al día siguiente se acerco un muchacho buscándome que si yo hice la llamada telefónica.
-          si, yo fui – le dije.
-          ¿Es usted el hijo de don Augusto?
-          No, solo soy el amigo  ¡Mire! Ya todo esta pagado incluso el nicho, es en el Cementerio General, Usted vera si lo vela o lo entierra sin perder tiempo, le dejo algo para gastos imprevistos, eso es todo el encargo que debía hacerlo y ya lo hice, adiós.
Se fue raudo sin voltear hacia a tras. Pensé, como puede haber hijos así, pocos hombres merecen llamarse hombres. Hablare con la Asistenta Social del Hospital:
-          ¡Ayúdeme! – le suplique incesante – lo enterrare hoy mismo, en la tarde, ¿Puedo salir del Hospital?
-          Y… ¿su familia? ¿No vendrán por él? - me dijo sorprendida la asistenta
-          Llame a su hijo Felipe, no quiso saber nada de su padre, envió a un joven para indicarme que ya todos los pagos están realizados y que me encargaría del entierro, ayúdeme señorita, por favor se lo ruego
-          Veré que hago, porque no es usual este procedimiento.
El Director del Hospital me abrió muchas puertas facilitándome toda clase de ayuda. Esa tarde el sol se ocultó, el viento era fuerte. Solo estuvo la asistenta social conmigo, después del entierro volvería al Hospital. No quería volver, Augusto no estará más.
La Funeraria se encargó de trasladar el féretro. Alguien dijo:
-          Joven ¿tiene algo que decir, antes de depositarlo en el nicho?
-          Sí, creo que sí. Adiós amigo, fuiste amigo en este breve tiempo. Aprendí que soñar la vida como lo hiciste no vale nada, es no vivirla en todas sus formas, hay que caminar sintiendo cada paso por tus sueños, sé que te da miedo caminar solo, me dijiste que el silencio te da miedo y en esa soledad escuchas tu voz sola, melancólica, sin eco y eso te espanta y no olvides que el silencio de Dios es también una respuesta.
Trate de no llorar, agonizaba la vida junto conmigo, injusta siempre ha sido el destino, por eso tenemos que sacarle ventaja minuto por minuto.
-          Joven – me dijo la Asistenta Social - ¿puedo hacerle una pregunta?
-          Si señorita
-          ¿Por qué no debemos soñar? ¿Soñar es bueno o no?
-          Si lo es, pero jamás debemos vivir una vida efímera, abstracta, fuera de toda nuestra realidad
Augusto estuvo en mi soledad, sentí su fortaleza cuando más necesitaba, su cuerpo se fue, pero sus palabras, su presencia, estarán en mi corazón  siempre, es solo eso,  así como vino se fue.   
Recuerdo esa tarde de sol tenue en el pequeño parque del hospital nos sentamos mirando el canto de las palomas, don Augusto me dijo estas palabras simples pero cambiaron mi forma de pensar y de ver al mundo, de trabajar el mundo interior, de reconstruir el autoestima personal
-          Karim en el camino se aprende a convivir con un mundo duro, pero enseña a levantarse y en eso radica el éxito de todo hombre, no es tanto las caídas que cuenta sino la capacidad de cómo te levantas, te narrare estas frases de un autor anónimo que leí y me ayudó mucho en momentos que llamamos crisis: Cuando el cielo este gris, acuérdate cuando lo viste profundamente azul. Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que ya te ha calentado. Cuando sufras una temporal derrota, acuérdate de tus triunfos y de tus logros. Cuando necesites amor, revive tus experiencias de afecto y ternura. Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría. Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado. Si esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar. Alégrate por lo bueno que tienes y por lo bueno de los demás, acéptalos tal cual son; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, y sobre todo no tengas ningún rencor, no te lastimes más. Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida, detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez. Visualiza aquel atardecer que te emocionó. Revive esa caricia espontánea que se te dio. Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive bien. Allí en tu mente están guardadas todas las imagines; ¡Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!. No hay carga que se nos dé y no tengamos la capacidad de llevar. Busca siempre vivir el presente aprendiendo del pasado, no cargues con situaciones y problemas que ya han pasado.
La vida es tan corta Karim que la vejes se torna demasiada larga y las horas son eternas, el tiempo no pasa y es agonía de vivir siendo viejo, sin que nadie se ocupe de ti, es un tormento que te cobra a plazos todo lo que has vivido, por eso cuando salgas de este hospital, de verdad Karim aprende a vivir la vida, en el día a día, cada hora, cada minuto cuenta esa felicidad, después no hay nada amigo.


Allí está enterrado don Augusto Vargas, en el cementerio general de Huancayo  vino y se fue en su soledad austera.     


CAPITULO IV

Aliste mi maleta deseaba escaparme por un tiempo de todo y de todos. Quería volver  al barrio que vio crecer  mi adolescencia. Las calles de Breña me envolvían con sus recuerdos, estar allí era volver a mi mundo solo.
Lo primero que hice fue ir a buscar a Paco, vivía en una casona en la Avenida Arica. Paco era descendiente de españoles; sus padres vinieron al Perú en los sesenta. Pero él era mas peruano en todo sentido, no quería saber nada de la madre patria, siempre decía:
-          Karim, mis antepasados le deben mucho a esta tierra, tendré sangre Española, pero mi alma es Andina.
Toque la aldaba de corte colonial, sus abuelos trajeron de Andalucía para diferenciarse de las demás casas.
-          ¿Quién es? – gritó desde el otro lado. Paco no cambio para nada, siempre gritando desde adentro.
-          ¡Paco, soy Karim! – también le grite.
-          ¡Karim! – se quedo de una sola pieza - ¿Karim eres tú?
-          Soy yo Paco, tu hermano que siempre se comía tu mazamorra morada.
Su alegría embargo el pequeño hall, gritaba como loco de alegría.
-          ¡Papá! ¡Mamá! ¡Fiorella! ¡Vengan! A que no se imaginan quien esta aquí.
-          ¡Que pasa Paco! Que gritos son esos – dijo papá Fermín pausado
 Cuando papá Fermín se asomo desde la escalera, se detuvo un instante mirándome fijamente. Había transcurrido doce años sin vernos, se notaba en el rostro que el tiempo había pasado por él.
-          ¡Karim, hijo! – bajo corriendo las escaleras.
¡Papá Fermín! – solté mi maleta, corrí hacia el, quería sentir el abrazo de un padre sanando mis heridas. El cariño de papá Fermín conmigo y Paco era igual, no había diferencias.
Mamá Gertrudis siempre me llevaba el 18 de Octubre a la Avenida Tacna, cuando salía el Señor de los Milagros, nos sentábamos en una banca de madera en la vía pública en medio de tanta gente, comíamos mazamorra morada y un pedazo de turrón, luego nos íbamos caminando por la Avenida Alfonso Ugarte, hasta la Plaza Bolognesi. De alguna forma la avenida Tacna era la ruta de mi adolescencia hacia Breña, amaba cada calle, podía saludar a todos los vecinos cada tarde cuando regresaba del Rímac camino a casa.

Avenida Tacna



-          ¡Karim! – gritaron en coro mamá Gertrudis y Fiorella. Cuando abracé a mamá Gertrudis, no pude contener mis lágrimas, esa tarde me abandone en mi tiempo adolescente.
-          ¡Basta de lágrimas! – dijo papá Fermín – ha vuelto el hijo pródigo.
-          ¡Ahora estamos completos! – grito Paco.
-          Karim, hijo, ¿pasaras la Navidad con nosotros? -Me dijo mamá Gertrudis muy dulcemente.
-          No faltaba más mujer, de aquí él no sale ¿cierto Karim?- Insistió papá Fermín.
-          Como irme, si ustedes son mi familia.
-          ¡Así se habla Karim! – dijo Fiorella, sonriendo me dio un puñete en el hombro.
-          Papá Fermín, Fiore nunca va a cambiar. Ese golpe me dolió
Esa mañana nos sentamos a la mesa, me ubique del lado derecho de papá Fermín. Ese era mi lugar desde la Escuela, mamá Gertrudis estaba del lado izquierdo de papá Fermín. Decía siempre que mamá debe sostener su corazón, aún cuando caminemos, mamá debe ir al lado del corazón. Paco estaba al lado de mamá, Fiore al lado mío, ese era el orden en la mesa.
-          Desde que te fuiste a la sierra, nadie se ha sentado en ese lugar – dijo con nostalgia papá Fermín.
-          En realidad era como perder un hijo, nos afecto a todos, sobre todo a Paco – mirándome con ojos brillosos y dulzura me dijo mamá.
-          ¡Oye! ¿te pasa algo? – me dijo Paco con firmeza.
-          Si hijo, a ti te pasa algo – dijo mamá – yo te conozco bien, cuéntanos, somos tu familia, estamos para ayudarte hijo.
-          Todo se quebró mamá – dije sollozando – todo se termino, ya no tengo familia, no tengo nada.
Mamá se levanto de su asiento, vino a mi lado me abrazo tiernamente y comenzó a llorar junto conmigo.
-          Eso le puede pasar a las mejores familias – dijo papá con coraje – nada esta perdido Karim, el mundo todavía esta allí.
-          Los que tiran al viento su felicidad, es porque no aman Karim – dijo Fiorella - persona que es leal consigo mismo, valora todo lo que tiene y su camino es integro, siempre estará seguro de lo que tiene, de lo que quiere, por eso se ama y se ama con libertad, sin miedo. ¡Se ama de verdad!
-          ¡Por supuesto! – tirando la servilleta Paco hablo con rabia – ese tipo de personas nunca serán felices, nunca tendrán la totalidad de ser felices porque son desleales consigo mismo y con los demás, son falsos en todo, por eso traicionan porque no conocen su camino a la felicidad. Es más Karim, esos no tienen ni una pisca de fortaleza de lograr mantener sus sueños, su amor. Pierden su confianza, su integridad, su estilo de vida porque se traicionan a si mismos. 
-          Si Karim – me abrazó Fiore – siempre, pase lo que pase, solo se tu, se integro contigo mismo, tu vida cambiara después de esto, solo depende de tu pureza como lo has sido siempre, porque ese tipo de gente serán siempre verdaderos en todo tiempo.
-          ¡Bueno! Bueno – dijo casi sonriendo Paco – saldré con Karim este día, no nos esperen, almorzaremos fuera.
A todos les pareció bien la idea que saliera con Paco a visitar viejos amigos de infancia y tratar de olvidar recuerdos no agradables.
-          Por donde empezaremos – le dije
-          Que te parece si vamos primero con Eduardo, estamos cerca de su casa, en la Avenida Bolivia, ahora solo vive con su mamá, su papá y sus abuelos murieron, uno tras otros, fue duro para él.
-          Si me acuerdo de Edu, le decíamos con cariño el lunarejo, por su lunar pronunciado en el rostro.

Camine a paso lento, mirando cuanto había cambiado las calles; nuevas construcciones, otras personas vinieron a vivir; los que deje hace años estaban mas ancianos, otros tomaron solo la delantera. La viejas casonas de la avenida Arica se resistían a los cambios de la modernidad.
Solo quedan viejos recuerdos de adolescente, que comenzaron a volar tierno y silencioso. Allí quedaran esos minutos conquistados, esas horas que aprendimos a vivir al máximo junto con los años que se fueron en silencio opaco.

                                                         Avenida Bolivia - Breña


Cruzamos por Jorge Chávez hacia la Avenida Bolivia. El edificio del lunarejo seguía igual como lo dejé.
-          ¿Estará el lunarejo? –dije sonriendo.
-          ¡Seguro! Tocare el timbre.
-          ¿Quién? – grito desde adentro.
-          ¡Otro que no cambio! – dije mirando a Paco.
-          Edu, soy Paco, abre tu puerta.
-          ¡Hola Edu! – le abrazo fuerte y le dijo - ¿Te acuerdas de él? – le dijo señalándome.
-          ¡Karim! - ¿Eres tú?
-          Soy yo lunarejo, soy Karim.
-          Pasen, pasen, esto hay que celebrarlo. Tengo la gaseosa que mas te gusta o ya la cambiaste.
-          No Edu, la Coca Cola es todo para mí.

Salí un instante al balcón que daba hacia la avenida, algunas tardes después de volver de la Academia. Edu me invitaba a tomar lonche, y desde allí Edu miraba a Rosana llegar del colegio Elvira García, estudiaba de tardes, solía decir: “con verla me contento, para que quiero más”. Edu nunca compartía conmigo porque no le gustaba que le contradigan. ¡No! Decía una y otra vez, tienes que decirle que la amas Edu, sácate esa espina que cargas, duele mucho ¿verdad? Tal vez, algún día lo haré ¡está bien!
-          Karim, vamos – Paco me despertó ligeramente de mis sueños – nos encontraremos con los demás en el parque Kennedy.


                                                 Parque Kennedy – Miraflores


-          ¿Quiénes?
-          Llamamos a los que encontramos, Carlos Díaz, el que era brigadier general, a Lucho, Gonzalo Rojas, Andrés el pecoso, también estará Julia, Andrea, Charo, Blanca, Pedro, Rosa, les dije que habías llegado, almorzaremos en Diagonal o en Shell.

Caminamos hasta la Avenida Alfonso Ugarte, podía observar a Paco sonreírle a la vida, el viento despeinaba su cabello castaño, era mi hermano de siempre. Como olvidarme cuando tenía dieciséis años, Pepe Arriola nos silbaba para ir a jugar al Campo de Marte, esa tarde jugábamos fulbito, alguien grito que no saliéramos de la loza, el lunarejo se enfrento defendiendo nuestros derechos de posesión, habíamos llegado primero
Vi cuando ese moreno grandulón le dio un golpe en el rostro del lunarejo, Carlos era el más grande del grupo, corrió al lado del negro y comenzó a golpearlo hasta dejarlo en el suelo, sus tres amigos quisieron golpearlo por la espalda, todos corrimos para defender a Carlos y allí mismo parecíamos una pandilla callejera, nunca olvidaré que estaba encima de la espalda de uno de los chicos como que montaba un caballo lo estaba ahorcando, tuvieron que sacarme para no matar al pandillero. Cuando termino todo, nos sentamos en el gras, sangrábamos por la nariz.
-          ¡Nadie! – grito Carlos – Nunca nos maltrataran si permanecemos unidos.
-          ¡Si! – contestó eufórico el lunarejo.
-          ¡Y tu Karim! ¿Cómo estás? – me dijo Paco.
-          Bien, bien, no tengo nada.

Esa tarde de Febrero, nos hicimos uno. Crecimos juntos alcanzando nuestros sueños para compartir alegrías, tristezas; yo creo que habíamos adoptado una sociedad que iba haciendo cadenas de soporte en todo sentido, no permitíamos que ninguno sufriera por razón alguna, inmediatamente todos estábamos para ayudarlo a soportar y salir de su estado vulnerable para que construyera su presente. En nuestra sociedad aprendimos el valor de la vida; que Dios perdona, el tiempo no. Entre otras cosas prometimos estar siempre juntos pase lo que pase. Llegamos al Ovalo de Miraflores, enfrente estaba el cine Pacífico, los sábados asistíamos para ver películas de western, luego buscábamos a Leo, le decíamos colorado y pecoso, vivía en Larco, le gustaba la pizza con Coca Cola, nos invitaba a todo el grupo y otras veces hacíamos colecta para comer todos.


                                                Avenida Larco Miraflores


Leo nos metió al mundo de la música, nos hacía escuchar a los Beatles. Tienen que culturizarse decía tanto escuchar los sábados por la tarde llegue a enamorarme de esa música desconocida para mi. En su sala tenía discos de Stralis, Mozart, Bach, Verdi, Beethoven, Vivaldi, Bizet, Handel, Souza entre otros.
-           y tu Karim que música escuchas me dijo a boca de jarro, delante de todos -  hubo silencio en la sala y pensé ¿dónde esta la unidad? ¿qué de nuestra sociedad? ¿nadie me defenderá ahora que lo necesito?
-          ¡shocking blue! – respondí - Palito Ortega, Leo Dan, Los Iracundos.
Hubo silencio en todos, entonces sucedió lo inevitable, Paco gritó: ¡Bravo! , Karim también sabe de música y todos comenzaron a gritar de algarabía; había hablado a nombre del grupo, todos estaban salvados de la supuesta ignorancia, puse mi granito de arena.
-          Leo solo movió la cabeza, diciendo - ya cállense locos, que de música no saben nada-
El ochenta y dos fue trágico para nuestra sociedad, una llamada telefónica nos cambio la vida, ese verano sangrante se nos fue Leo, murió de leucemia, lo tenia bien guardado, la muerte pudo más, sin Leo la Avenida Larco, el Parque Kennedy, el Cine Pacífico, la calle de las pizzas, no tenia sentido, todo se había ido con Leo. Sus padres lo enterraron en el cementerio Británico. Antes de irme del cementerio, la madre de Leo, se acerco con ternura diciéndome: Karim, mañana vienes a la casa, te esperaré a las tres de la tarde, no faltes.

Al día siguiente estuve en el hall de la casa mirando las fotos de Leo, una en especial me llamo la atención allí esta toda la sociedad, posiblemente yo tenía dieciséis años cuando nos tomaron esa foto, era en la bajada Balta, íbamos esa tarde a la Playa.

-          Karim – me llamo con dulzura – ven aquí a la sala.
-          Si doña Blanca -  me acerque con sumisión.
-          Toma estos discos, son tuyos, Leo me encargo dártelo antes que muriera.  
-          No puedo doña Blanca, Leo amaba esos discos.
-          Precisamente por eso, porque tú también lo amaste y eso me consta, me lo dio con mucho cariño para ti, y no olvides que Leo te quería mucho como un hermano, hermano que nunca tuvo.
-          Lo se doña Blanca.
                                       Bajada Balta/Miraflores
Era un recuerdo fugaz que me había llenado de una emoción embargadora de sentimientos encontrados no pude evitar derramar un par de lágrimas en honor a Leo, en honor a su Barrio, a sus enseñanzas.
-          ¡Karim! ¡Vamos! Ya llegamos – dijo Paco.
-          ¡Mira allí están! – replico el lunarejo.

Me acerque al lado derecho de la ventana vi a Charo y a todos los muchachos, volvía después de quince años, quizá el encuentro debió ser en Breña y no en Miraflores. Paco me dijo en homenaje a Leo y el reencuentro contigo, por eso se escogió Miraflores. No se si era miedo volver a Larco o la profunda felicidad de encontrarme con viejos amigos. Tal vez ambas cosas. Baje del bus y corrí como un chiquillo tratando de alcanzarlos y confundirme con ellos.
Cada abrazo era una inmensa alegría, seguidas de lágrimas, había vuelto  la sociedad. Estábamos juntos desde hace treinta años, cada uno construyo su mundo. Cada uno tenia la marca de la vida, el tiempo deja recuerdos imborrables impregnados en el alma. Pero lo que no aplasto el tiempo, lo que no pudo borrar el tiempo es esa sonrisa, ese mismo gesto, esa sensibilidad en las chicas, es decir, el tiempo pasó, pero lo que no paso con el tiempo es el alma de la sociedad, el alma de los muchachos se ha resistido al cambio de los tiempos.
Estábamos sentados como lo hacíamos hace treinta años cada uno conocía su lugar, solo que hubo tres lugares vacíos que no estarán mas. De Leo, Fred y Richard. Como olvidarlos eran nuestros, eran parte de la sociedad, parte de nuestras almas, éramos uno.
Cada sábado se reunían para fortalecerse como familia, como individuos y sociedad, pidieron que hable, que cuente aventuras de la sierra y de mis viajes por América Latina, les narre cada parte, cada aventura buena y mala, al darme cuenta de la hora, era 2.30 de la tarde.
-          ¿No irán a trabajar muchachos? – dije con pena.
-          ¡Trabajar! – dijo Carlos – pedimos permiso todos, no te podíamos dejar solo, hoy ni nunca ¡Recuerdas! ¡Somos uno! ¡Somos la sociedad!
-          ¡Chicos vamos a la playa! – dijo Paco.
Fuimos caminando por la Bajada Balta, Charo me llevaba de los brazos, en el camino iba en silencio, con tono melancólico me dijo:
-          Esta es la ruta de Leo, ¿te acuerdas?
-          Si Charito, como olvidarme todos teníamos dieciséis años recién entrábamos a los ochentas, Leo murió el setentaiocho.
 ¡Sabes Karim! – Me dijo con una mezcla de dulzura y pena – desde que estábamos en la escuela, nos hemos acompañado siempre, estuvimos en los tres funerales de Leo, Richard y Fred. También estuvimos en todos los matrimonios, pero hoy, hoy es algo diferente, todo lo que has pasado, todo tu dolor, cada lágrima tuya, la sociedad lo asume, nos duele tu mundo solo, ya sufriste solo, ahora déjanos sentir nosotros ese dolor. Charito no pudo continuar lo que quería decirme, pero yo entendía el mensaje, aun sus lágrimas de dolor, amargura, de coraje, por lo que me paso. Lo entendía, porque éramos uno, siempre lo fuimos, aún en la distancia. Abracé a Charo, seque sus lágrimas y seguimos caminando en silencio hacia el mar.

Todos nos sacamos los zapatos y levantamos nuestros pantalones hasta la rodilla y nos sentamos en las rocas. Hace dieciocho años en ese mismo lugar celebramos los diecisiete años de Leo, no teníamos torta, lo hicimos con cebiche mixto, las chicas prepararon en la playa, Leo pidió un deseo:
-          Hablare para todos – nos dijo mirándonos –pase lo que pase, aprenderemos a cuidarnos, a valorarnos, amarnos, respetarnos, ni siquiera la misma muerte podrá separarnos porque entendemos que el verdadero amor, hecha fuera todo egoísmo, envidia; el éxito de uno será de todos nosotros, el dolor del otro, será nuestro, porque seremos siempre uno, siempre.

Creo que el espíritu de Leo nos acompañaba ahora, podíamos sentirlo. Como olvidar a Fred. Nunca conoció una pena, una tristeza; siempre sonriente, cuando estamos tristes, él cambiaba nuestros rostros en alegría. En cambio Richard era más equilibrado, siempre poniendo las palabras adecuadas para tomar decisiones. Ambos murieron cuando regresaban de su viaje de promoción, el bus que los traía se estrelló con un camión  en Chancay, ese día murieron doce adolescentes, entre ellos Fred y Richard.

-          ¡Karim! Estamos otra vez juntos – dijo con dulzura Paco – pero, esta vez para decirte que estamos juntos, que nunca estarás solo, siempre estaremos juntos, todos, como lo estuvimos cuando Fred Y Richard nos dejaron.
-          Si Karim – dijo Gloria – que asumiste solo tu dolor no significa que todo este perdido, nosotros seremos tu soporte, se que tienes un área de tu vida quebrada, pero tienes otras áreas que puedes usarla, salir adelante, tienes que reconstruir tu vida, el tiempo se encargará de sanar tus dolores; en poco tiempo habrás volado otra vez hacia tu horizonte y no olvides nunca esto la sangre te hace pariente en cualquier grado, pero, la lealtad te hace familia y eso somos.

Las lágrimas vertidas de cada uno de ellos ingresaban por mis  heridas y las cicatrizaban. Todos me rodearon, cada uno puso sus manos en mis hombros, podía ver las lágrimas correr sobre sus rostros. Entonces, todo mi dolor se fue en ese instante, el amor de la sociedad, era el milagro más grande que me había pasado en ese instante. Estuvimos como dos horas y ese lugar era nuestro santuario, solo para nosotros.
             La playa de Costa Verde fue siempre nuestro santuario en los ochentas

Gloria abrazándome comento esta historia diciéndome – Karim te contare una historia por demás vieja pero ese refleja a la sociedad y tu estas en el -  siembras la semilla de bambú, la abonas, y te esfuerzas para regarla cada vez. Durante los primeros meses no sucede nada notable. Los meses de tu esfuerzo se vuelvan años y aún no sucede nada apreciable. De hecho, no verás nada durante siete años. Una persona ignorante estaría convencida de no poder cultivar el bambú. Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas, la planta de bambú brota de la tierra y crece ¡más de 30 metros! Viendo el bambú brotar y crecer podría pensar que se llevó sólo seis semanas. Pero la verdad es que toma siete años y seis semanas. Durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú genera un complejo sistema de raíces que le permitirá sostener el crecimiento que tendrá al fin de esos siete años. En la vida cotidiana el ser humano trata de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados. No entiende que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno lo que es un proceso lento que requiere tiempo y esfuerzo constante. Por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, con frecuencia abandonan sus metas justo cuando están a punto de lograrlas. No entienden que uno de los secretos del éxito es la persistencia al objetivo, a tus metas. También lo es la Paciencia. En muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que parece que nada está sucediendo, esto puede ser extremadamente frustrante.
En tales momentos, es recordar el bambú. Mientras no abandonemos nuestro desarrollo y nuestras metas por no ver los resultados que esperamos, debemos recordar que algo siempre está sucediendo dentro de nuestro ser. Estamos creciendo, madurando y preparándonos. Así estas tu Karim.
Plaza Grau – Lima

CAPITULO V   


Cuando miramos nuestro futuro, podemos apreciarlo desde nuestro presente, dependiendo de cómo nos encontramos, casi siempre nos equivocamos en tomar decisiones. Pero cuan importante es no hacer replicas de nuestro dolor, de la crisis, porque todo lo que pensamos muchas veces aumenta de tamaño, nunca saldremos adelante si vivimos en ese recuerdo amargo, quebrado. Es difícil enfocar lo que queremos en ese estado débil, pero tenemos que sobreponernos, salir de esa crisis y a partir de ese momento, dirigir la mirada hacia nuestro mundo interior y evaluar cada detalle que hemos dejado de hacer porque pensamos que no funcionaria, que no resultaría, a veces, muchos sueños lo echamos a perder porque pensamos que no era el tiempo.  
Todo lo que nos pueda suceder tiene un valor. Para una persona perder su pareja, una muerte, un accidente, puede ser una crisis, pero para nosotros puede ser una oportunidad de ser mejor en cada área que hemos flaqueado, una maravillosa oportunidad de empezar de nuevo y con más ganas de hacerlo bien.

Aquella tarde nuestra sociedad nos olvidamos del mundo, jugamos en la arena, chapoteamos el agua del mar. Por alguna razón ese niño que llevamos dentro salió liberándose esa tarde. Cuando éramos adolescentes todos los sábados veníamos en el verano, Leo traía siempre el almuerzo, tenía un mayordomo de unos cuarenta años, entro a nuestra sociedad el año setenta seis,   dos años antes que Leo muriera, Miguel Abril era su nombre.
Se volvió nuestro confidente secreto, nos sentábamos en la arena, debajo de la carpa azul que instalamos para no insolarnos con el sol, allí nos hablaba de sus sueños, de sus aventuras por las costas del pacífico y el Atlántico, nos contó que había conocido a un escritor llamado Ernesto Enninghay, en Cabo Blanco, allá en Piura, estaba escribiendo la historia de un pescador; pero lo más grande que le había pasado fue en la Costa de Barranquilla Colombia, conoció a una bella mujer. Sentados en las rocas donde las olas golpeaban una y otra vez nuestro pequeño santuario nos narro su historia: - Era hermosa de cabellos castaños, ojos claros grandes, de piel canela. En noches de luna llena se iba en esa oscura noche al mar, allí conversaba con el mar y la luna. Esa noche  la seguí para ver que hacía sola en el mar, vi una constelación como de fuego que venía del cielo y se posesionaba en su cuerpo, el mar se elevaba con sus olas pero que no llegaba a la orilla, solo la espuma se elevaba  en todo  el espacio y rodeaba su cuerpo y ella en medio de todo ella danzaba siguiendo el ritmo Árabe o Hindú, dio vuelta notando mi presencia, se detuvo y me llamo suavemente con su mano. Estaba atónito, tenía la  mirada perdida, pero mis pies se movieron hacia ella, tuve miedo de esa constelación, cuando estuve cerca, ella me extendió su mano, la tome delicadamente, entonces estuve en ese mundo indescriptible, mágico, que nadie lo creería si yo lo contará,  lo cierto es que viví mi vida en ese otro mundo, fueron largas las horas, los días, los años que viví un romance, que hombre alguno no lo habrá tenido, he pasado pocas horas al lado de ella, pero mil horas pensando en ella.  Una noche de luna llena, cuando había pasado seis primaveras, ella me dijo que se iría y no volvería más; esa noche ella lloró tiernamente entre mis brazos, sus besos, sus caricias trataban de cerrar las heridas que se abrían en mi alma por su partida. Entonces me dijo: No existe el amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es dejarlo vivir libremente. Tú y yo hemos caminado minuto tras minuto y la mayor declaración de amor es la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco y ese eres tu Miguel. Te contare el libro de Muhammad Ali el collar de la paloma, lo recitare para ti y no me olvides nunca.
 ¿Perteneces al mundo de los ángeles o al de los hombres? Dímelo, Porque la confusión se burla de mi entendimiento.
Veo una figura humana; pero, si uso de mi razón,
hallo que es tu cuerpo un cuerpo celeste.
¡Bendito sea El que contrapesó el modo de ser de sus criaturas
e hizo que, por naturaleza, fueses maravillosa luz!
No puedo dudar que eres un puro espíritu atraído a nosotros
por una semejanza que enlaza a las almas.
No hay más prueba que atestigüe tu encarnación corporal,
ni otro argumento que el de que eres visible.
Si nuestros ojos no contemplaran tu ser, diríamos
que eras la Sublime Razón Verdadera.
Al terminar de narrar la poesía la abrace con pasión, mis besos sellaron mi amor único, en cada beso nuestras lagrimas se unían en dolor, pasión. Sabía que me había unido a un amor imposible, podía tenerla ahora entre mis brazos, de sentir sus pechos latiendo de amor, pero vivir al lado de ella creo que me matarían. Esa noche vería por última vez su rostro. Al día siguiente el sol me daba en la cara, entonces desperté en mi otro mundo, mundo real, pero lo más extraño de todo esto es que mi corazón solo es de ella y de nadie más. He querido amar a otras mujeres, pero es imposible, no puedo, Jade es mi mundo, es mi princesa. Desde entonces no he amado a nadie.

     Recordar a Miguel cada día era reconfortante para nosotros, de alguna forma todos abrazamos a Miguel esa tarde cuando termino de contar su historia con lagrimas en los ojos, de no entender cuanto habría sufrido, cuantas lagrimas injustas derramadas por un sentimiento llamado amor.

Esa tarde hicimos un círculo, renovamos nuestros juramento de ser uno hasta la muerte, que pase lo que pase allí estaríamos todos para cuidarnos, protegernos, sanarnos, amarnos como lo hicimos desde la Escuela.  
No abrazamos entre todos, era solo un hasta pronto, estaríamos más unidos que nunca. El mundo era nuestro, lo habíamos ganado con justo derecho al que lo llamamos hasta hoy nuestra sociedad.
Subimos a Larco. Paco hacia detener los taxis, yo me encargaba de despedirlos a cada uno, un hasta pronto, eso era todo.

Esa noche le dije a Paco vamos a la casa de Leo quiero saludar a su mamá, quizá encontremos a Miguel el mayordomo. Tocamos el timbre, todavía estaba esa vieja aldaba, golpeamos tres veces, era la clave entre nosotros, salió una mujer joven preguntándonos a quien buscábamos ¿esta doña Blanca? ¿Está Miguel Abril? Me miró desconcertada, como asimilando mis preguntas.
-          Doña Blanca, esta en la Sala, y ¡Miguel Abril! ¿no se quien es?, espere un momento, su nombre por favor para anunciarlo.
-          Dígale que soy Karim, con Paco camino.
No habría pasado ni dos minutos, esa mujer joven nos hizo pasar como si fuéramos los dueños de esa casa.
-          Señora, aquí están los jóvenes – dijo la muchacha.
-          ¡Karim! ¡Paco!  - dijo con voz resuelta doña Blanca- hijos, pasen, pasen por favor
-          Vinimos a visitarla doña Blanca- le dije con regocijo.
-          Vengan, vengan a mi lado – dijo con dulzura- como explicar esas cosas de la vida, corrí hacia sus brazos y comenzamos a llorar juntos, Paco se unió con nosotros y también lloraba, era inmensa esa alegría que sentí
-          Doña Blanca le dije con tono triste – y don Miguel Abril ¿dónde está?
-          ¡Miguel! ¡Hay ese Miguel! Me dejo el noventa idos, esta enterrado junto con Leo en el Británico, era su deseo antes de morir, me pidió que estuvieras en su entierro, moría lento en el hospital Sabogal, no sabes cuánto reclamaba que vinieras a verlo al hospital, estuve allí cuando dijo Karim y pensé que se había dormido pero falleció en paz, hablo el nombre de Leo como su propio hijo y el tuyo lo repetía con dulzura y me pidió haciéndome prometer que velaría por ti. Te busque con todos de la sociedad como lo llaman ustedes, me dijeron que habías viajado a Nicaragua, sentí un vacío enorme por Miguel no poder verte la ultima vez
-          ¡por…por mi doña Blanca!
-          Si Karim, desde que te fuiste de Lima, no supe nada de ti, llame a los amigos de Leo grande fue mi dolor al enterarme que Fred y Richard murieron, no sabía a quien llamar, eso me afecto mucho emocionalmente.
Entonces corrí a los brazos de doña Blanca, ambos lloramos esa soledad marchita que aplasta, que muerde sin piedad.
-          La quiero mucho doña Blanca- le dije llorando
-          Yo también Karim, y no sabes cuánto te quiero, después de la muerte Miguel los lazos entre nosotros se rompió y esta tarde triste de otoño Miguel me narro esta pequeña historia e insistió que lo narrara para ti, me  hizo prometer insistentemente, se trata de una historia de Cherokees.
-          La escucho doña Blanca – Miguel hasta el último pensó en mi -
-          Cuando un niño Cherokee entra en la adolescencia, su padre lo lleva al bosque con los ojos vendados y lo deja solo. El joven tiene la obligación de quedarse sentado en un tronco durante toda la noche y no puede quitarse la venda hasta que el sol caliente su rostro. Él no puede pedir auxilio y, si sobrevive, se convertirá en un hombre y un guerrero. Tampoco podrá comentar la experiencia con los más jóvenes de la tribu ya que cada uno debe entrar en la adultez por sí mismo. 
Durante la experiencia el joven estará naturalmente aterrorizado. Oirá todos los ruidos del bosque y de la noche pero no podrá gritar, ni hablar y mucho menos quitarse la venda. Escuchará el rugido del viento, el crujir de los árboles, serpientes, lobos y hasta algún otro humano que este por ahí, pero tendrá que quedarse en el lugar sin hacer nada ya que esta es la única forma de convertirse en un adulto. Cuando el sol calienta su rostro y el joven se quita la venda descubre con gran sorpresa que su padre está ahí sentado a su lado. Su padre en realidad no se ha ido, en ningún momento lo dejó solo, estuvo con el permanentemente para protegerlo de todo peligro sin que su hijo se diera cuenta.
-          Me dijo que esta pequeña historia le había contado un americano pero pertenecía a una tribu llamada los Cherokees y habla  sobre la Confianza y que tú con mucha paciencia y tenacidad caminaras despacio sobre la vida, piedra sobre piedra, tiempo por tiempo, sin correr y todo lo tendrás a su tiempo. Y que nunca estarás solo, todos estarían a tu lado como lo están en los demás, allí cuando veas morir el sol bajo el mar del pacifico, cuando las hojas de otoño comiencen a caer, cuando los fríos inviernos opaquen los cielos de Lima allí estarán la sociedad para darse la mano.

Salí fortalecido por las palabras de Miguel y sé que él está siempre conmigo en cada paso, en cada tiempo.
La sombra de Leo rondaba seguro por allí, podía sentirlo, sentir el suspiro de Miguel Abril, en fin, esa tarde fue inolvidable. Tomando café  vi muchas fotos en la pared y entre ellas estábamos con Miguel y toda la sociedad, nadie faltaba, mis lágrimas corrieron surcando mi rostro, sintiendo un dolor que abría mis heridas pasadas de no haber vivido al máximo, de no poder disfrutar de esos detalles pequeños que nos ofrece una sola vez la vida y cuando llega la hora de irnos, nos pesamos, pues no supimos vivir ese don maravilloso de la vida, que nos brinda con creces. Eran cerca de las once de la noche, Larco ya no era igual, casi todo era un centro comercial, las casas antiguas no estaban, eran otros chicos, otro mundo.
-          Vámonos Paco, Larco se fue con Leo. Se fue nuestro Ángel.
-          ¡nuestro ángel!- dijo Paco asombrado- ¿Quién Paco o Miguel?
-          Ambos Paco, ambos
-          Quizá voló Miguel al encuentro de su Jade para unirse ¿no crees?
-          Están los tres juntos y Fred con Richard les habría dado la bienvenida
-          Si Karim, eso es, La sociedad juntos allá en las estrellas

CAPITULO VI

Esa mañana me despedía de mi familia, ganada por derecho, los había amado desde mi adolescencia y antes de irme para la sierra; Paco bajo corriendo las escaleras.
-          ¡Karim! ¡Karim! Espera.
Traía algo en la mano, era un papel enrollado por su color, la hoja tendría muchos años, estaba amarillenta, descolorida
-          Esto Karim – lo abrió, era un dibujo, una mano no muy bien dibujada – esto lo hiciste tu cuando tenias 14 años ¿te acuerdas?
-          ¡No! ¡como fue! – trate de recordarlo.
-          Fue en nuestro barrio hace años, una calle entre Chamaya y Tingo María, ¿te acuerdas?, fue en una esquina, había una casucha en esa construcción que todavía apenas empezaba; esa tarde salimos con nuestras bicicletas, vimos varios niños con sus caritas sucias, el mayor se acerco y nos pidió pan para sus hermanitos, su mamá estaba enferma, entramos a ese lugar con miedo, olía a mil demonios el lugar, la madre tenía cáncer y esos cuatro niños no comían solo lloraban, saliste corriendo de ese lugar sin decir nada, pensé que me abandonaste, pero regresaste con una bolsa llena de panes, frutas y otras cosas.

Al día siguiente tocaste puerta por puerta de los vecinos y les contaste ese cuadro desolador, los vecinos te apoyaron, nunca olvidare el rostro de esos chicos, te miraron como su ángel de la guarda, ¡tío Karim! Te gritaban, esa semana la madre murió, yo estuve en ese instante, me beso en la mejilla y me dijo eso es para Karim, el ángel que apareció para mis hijos.
Los vecinos con el Municipio enterraron a la madre, a los niños se los llevaron al puericultorio Pérez Aranibar y antes de subir al bus que los llevaría, Fernando el mayor de todos se acerco y me dio esta hoja, cuando abrí vi una mano, esta hecha con sangre y le pregunte ¿la mano de quien es? Me respondió con gran dulzura; es la mano de Karim, ¡de Karim! Dije sorprendido, ¿por qué de Karim? Porque su mano nos ayudo a todos y esa mano fue la mano de un hermano que siempre estará con nosotros.
-          Es tuya Karim llévatelo.
-          No Paco, yo no estuve hasta final como tu.
-          Es que viajaste a Ica.
-          ¿Fue dibujada con sangre?
-          Si Karim, ese chico dijo si con esto cubre todas mis deudas, estaré tranquilo.
-          Que le dijiste tu
-          Que todo está saldado, todos vivirán en un lugar muy especial

Esperaba entender como se movía el mundo, tan complejo, despiadado casi siempre con los más indefensos, a veces no se puede luchar contra su furia, es difícil mantener ese optimismo, el equilibrio, la confianza en uno mismo y aún de los demás. En el camino encuentro una desconfianza entera, y sin darnos cuenta esto afecta a los que más amamos, nos sumamos en la debilidad y la desesperanza. Conozco personas que tienen todo, pero fácilmente entran en depresión, no son felices con lo que tienen, luchan por ser algo, alguien dentro de la sociedad  logran su tope, llegan ahí, entonces empieza su vía crucis de una vida de soledad, de afanes, en suma se desesperan en su mundo vano, ausente, prestado.

Aquella tarde de verano fuimos con Raúl Sánchez amigo de adolescencia, estudiamos en el Seminario Andino de Lima. Llegamos al Parque Universitario para vender polos y camisetas en Navidad, el dueño de la fábrica nos dio cien polos a cada uno y nos envió de dos en dos,  quería vender con Raúl, pero el dueño dijo: ira uno que tiene experiencia, el otro aprende. Me toco el Jirón Lampa, me asignaron trabajar con Maruja, una muchacha de Pimentel, trabajamos en pleno verano, ella tenía entusiasmo para vender, así que le dije tu llamas a la gente y yo vendo; le pareció bien la idea, me decía que tenía ángel para las ventas y trato con las personas.
En la tarde le pregunte con sumo cuidado:
-          Maruja, ¿Qué sueños tienes?
-          ¿sueños? – me miró como indignada – yo no tengo sueños.
-          Entonces, ¿qué de tus sueños cuando eras niña? Acaso no querías ser algo en la vida?
-          ¡Quizás!, pero para que me sirve eso ahora, si todo lo que construí un hombre destruyo todos mis sueños.
-          Maruja, ¿crees que por lo que te paso no puedes levantarte? ¿No puedes reconstruir tu vida desde los escombros?
     - ¡No! Todos son iguales.
     - mira Maruja, si anhelas ser alguien, puedes ser la mejor mujer, sé que todos siempre buscan alcanzar algo en una universidad, pero tu busca la felicidad en este mundo real con todas sus decepciones, anhela tener esa  armonía con contigo misma y dependiendo de eso lo tendrás con el mundo que te rodea, entonces, solo entonces desaparecerá el odio, la venganza, llegara a ti la libertad.
En algún lado había escuchado esta conversación de que si se quería destruir una sociedad, se destruiría a las mujeres y son ellas que nos transmiten a nosotros lo desgraciado que son los hombres, el mundo y todo.
-          ¡No Maruja! No es así, no todos son iguales, todavía hay esperanza.
-          ¿De que esperanza me hablas? Sola tuve que mantener a mis tres hijos, me enferme de tisis y salí adelante sin ayuda de nadie.
-          ¡Eso! Eso se llama esperanza, eso es tener sueños. Mira Maruja leí hace poco la historia de un niño llamado Glenn Cunningham, su pequeña escuela se estaba incendiando, sacaron al niño inconsciente del edificio mas muerto que vivo. Tenía quemaduras graves en la mitad del cuerpo, en su cama, el niño horriblemente quemado y semiconsciente, oía al médico que hablaba con su madre. Le decía que el niño moriría, que era mejor que esto pasara, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo, pero el niño no quería morir, decidió que sobreviviría y fue así. Una vez superado el peligro de muerte volvió escuchar al médico decir a su madre que era mejor que hubiese muerto porque estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la posibilidad de usar sus extremidades inferiores, una vez más este niño tomo una decisión, no sería un inválido, caminaría. Desgraciadamente, de la cintura para abajo no tenía la capacidad motriz, sus piernas colgaban sin vida. Al fin de dieron de alta, todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no respondía para nada, pero su determinación de caminar era más fuerte que nunca. Cuando no estaba en la cama, estaba confinado en una silla de ruedas, una mañana su madre le llevó al patio para que tomara aire fresco. Ese día, en lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla, se impulsó sobre el césped arrastrando las piernas. Llegó hasta el cerco que rodeaba su casa, con gran esfuerzo, se subió al cerco, allí poste por poste, empezó a avanzar por el cerco, decidido a caminar. Empezó a hacer lo mismo todos los días, quería darle vida a esas dos piernas. Por fin, gracias a sus masajes diarios, su persistencia, su determinación le llevó primero a pararse, luego caminar tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.
-Y tu Maruja ¿qué te falta?

 

                                                                  Parque universitario

Todos de alguna manera, los que hemos sufrido por la vida, tenemos que ser una raza fuerte porque hemos salido adelante a pesar de todo, fuimos bendecidos con una alegría y un espíritu que todos tenemos. Además la vida es un reto constante en el día a día, tenemos que arriesgar así perdamos, podemos amar con pasión pero no ser amados, podemos dar de nosotros y nunca recibir nada, solo estamos aquí para trascender bendición.
-          Yo no tengo sueños – me dijo mirando al suelo con lágrimas en los ojos
-          Mira amiga te contare una historia breve de un jovencito que le querían robar sus sueños. El padre del muchacho era pobre y contaba con apenas unos pocos recursos para mantener a su familia y mandar al muchacho a la escuela. Una mañana en la escuela, estando el muchacho en la clase, el profesor le pidió a los alumnos que escribieran la meta que quisieran alcanzar para cuando fueran adultos. El joven escribió una composición de siete páginas esa noche en la que describía su meta. Escribió su sueño con mucho detalle y hasta dibujó un plano de todo el proyecto: el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir; en fin, puso todo su corazón en el proyecto y al día siguiente lo entregó al profesor. Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo reprobado, y con una nota que decía: "venga a verme después de clases". El chico del sueño fue a ver a su profesor y le preguntó ¿por qué me reprobó? El profesor le dijo: "es un sueño poco realista para un chico como tú. No tienes recursos; vienes de una familia pobre. Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y además mucho dinero. Tienes que comprar el terreno, pagar por la cría original y después tendrás muchos gastos de mantenimiento. No podrías hacerlo de ninguna manera. A continuación el profesor agregó: si vuelves a hacer el trabajo con objetivos más realistas, reconsideraré tu nota". El chico volvió a su casa y pensó mucho. También le preguntó a su padre qué debía hacer. Éste le respondió:" mira hijo, tienes que decidir por ti mismo; de todos modos, creo que es una decisión importante para ti, ¿cierto?" Finalmente después de reflexionar durante una semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno. Le dijo al profesor: "usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño". Al concluir el hombre miró a los niños y les dijo: "les cuento esta historia porque es mi historia. Aquí estamos en medio de la casa de mis sueños, dentro del rancho que me propuse conseguir por que esa era la meta de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea". Luego agregó: "lo mejor de la historia es que hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho". Y al irse el profesor me dijo: "mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era tu profesor, era una especie de ladrón de sueños. Durante esos años, le robé un montón de sueños a los niños. Por suerte tuviste la suficiente fortaleza para no abandonar el tuyo'." No dejemos que nadie robe nuestros sueños Marujita, tú tienes los tuyos y comienza a construirlos poco a poco.
El Señor Roy Campanetta compartió con nosotros en el Seminario donde estudie Teología, esa tarde de verano en Quito dijo esto:
Le pedí fuerza a Dios, para poder triunfar.
Fui hecho débil, para que pudiera aprender humildemente a obedecer...
Pedí salud, para poder hacer grandes cosas.
Recibí la enfermedad, para que pudiera hacer cosas mejores...
Pedí riqueza, para poder ser feliz.
Recibí pobreza, para que pudiera ser sabio...
Pedí poder, para lograr el elogio de los hombres.
Recibí debilidad, para que pudiera sentir la necesidad de Dios.
Pedía todas las cosas, para poder gozar de la vida.
Me fue dada la vida, para que pudiera disfrutar de todas las cosas.
No tengo nada de lo que pedí, pero si todo lo que esperaba.
Casi a pesar de mi mismo, mis plegarias silenciosas fueron atendidas.
¡He sido, entre todos los hombres, sobradamente bendecido!
-          Gracias Karim, empezare hoy a construir mis sueños y nada ni nadie los impedirá o me robaran lo que tanto anhelo, hoy empezó para el verano después de tanto invierno, de tanto caminar en mi desierto.

CAPITULO VII


Desde la última vez que estuve con Paco en su casona de la Avenida Arica, mire la grandeza de un mundo maravilloso, un espacio en esa eternidad que jamás olvidare por tener a la sociedad conmigo, amigos por siempre.

Paco era muy extrovertido, quería saber cosas del mundo moderno, experimentar, investigar, sobre todo le gustaba la carrera de automóviles, el teatro, el cine, las lecturas, la música y coleccionar cosas raras
-          ¿ ya sabes que es postmodernismo?- me decía a boca de jarro
-          No Paco ¿Qué es?
-          Bueno eso no importa al mundo le falta mucha educación. Pero, primero mañana iremos con Fiorella a un recital de la señora Chabuca Granda
-          ¿Quién es Chabuca Granda Paco?
-          Ella nació en Cotabambas, Apurímac, dedicó su carrera artística a cantarle a Lima, convirtiéndose en una de las compositoras e intérpretes criollas más reconocidas. Algunas de sus obras más populares son la Flor de la Canela, José Antonio entre otros
                                                      Chabuca Granda

Esa noche pude ver a esa señora galante, hermosa, muy ovacionada por su público y lo que mas me gusto fue el tema “la flor de la canela” y “José Antonio”.
Pero el domingo fue una fiesta para mí, solo para mí; había visto correr los autos en los Caminos del Inca, esto era un día de fiesta para todos, los vehículos se paralizaban, era un Gran Premio con carácter de feriado tácito. De esos que cancelan la escuela y detienen las labores del campo, enviando a dormir el rastrillo y la lampa. De esos que nos despiertan con la ansiedad enroscada en la garganta, el pulso acelerado, donde la calma se recupera solo bajo el rugido de un motor surcando los mismos trazados de antaño, los perennes testigos de la senda del Zorro Yangalí, Henry Bradley, Eduardo Malachowsky, el legendario Rey de las curvas Don Arnaldo Alvarado, los De Las Casas, Luis Carlessi, Coco Corvetto, Guillermo Arteaga, Bratzo Vicich, Herbert Grimm, Peter Kube y entre otros extranjeros como el ingles Tony Fall, los bolivianos Dieter Hubner y José Camacho, el argentino siempre querido en el Perú, Jorge Recalde, el chileno Humberto Pizarro entre otros.



En un partidor: aparecen de derecha a izquierda: Luis “El Chivo” Carlessi, Eduardo Malachowsky, Pitty Block, Henry Peet, un desconocido. La foto es en Pucusana, Partida del Premio Presidente de la República (1ro de Mayo). Corrí apresurando a Paco quise estar muy cerca de los corredores, ver sus carros. Entonces vi a Lucho Carlessi, es de Huancayo alguien me dijo, tierra incontrastable. Ya cuando todos estaban de alguna forma solos para su partida me acerque muy despacio y vi a Eduardo Malachowsky, me acerque lo mas cerca que pude
-          ¡hola! – me saludo con una sonrisa
-          buenas tardes señor – le dije mirándole a los ojos
-          dime solo Eduardo, ¿Cómo te llamas?
-          Karim me llamo señor
-          Hola Karim, veo mucha pasión en tus ojos por los coches
-          Si don Eduardo, cuando compiten en los caminos de los Incas jamás me pierdo, yo deseo que usted gane. Desde que vi su foto en los diarios, siempre agradecí a Dios por su vida
-          ¡que bueno Karim! Eso no tiene precio para pagar
-          me basta con esa sonrisa amigable, ese abrazo.  Yo seré un amigo que desde algún lado de nuestra tierra le estaré siguiendo y pidiendo a Dios que lo guarde siempre
-          Ven toma mi guante, lo uso como mucho cariño en los caminos del Inca, nunca lo pierdas, te regalo por ese gesto tuyo para conmigo
-          Jamás lo perderé, siempre lo llevare conmigo, lo prometo.

Las carreras de autos también traen desgracias y penas, allí en las lejas sierras murieron Don Emilio Fort participando con el seudónimo: De colores y de su copiloto Alejandro Ortiz, cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Una de las zonas más peligrosas es ‘La Mejorada’, una curva en el trayecto Huancayo-Ayacucho que ha sido escenario de cuatro muertes: Emilio Fort, Alejandro Ortiz, “Pollo” Gonzales y Kike Zúñiga. El cadáver de Fort fue traslado a Huancayo. El parabrisas del Ford Escort quedó colgado de un árbol y esa fue la referencia para el rescate de los pilotos y del auto. Se comentó después de la autopsia, que Fort murió de un infarto cuando el Escort se precipito al río Mantaro. Emilio Fort y su copiloto Alejandro Ortiz (1969), el ‘Pollo’ Gonzales y Kike Zúñiga (1973), Pepe Llona y su copiloto Julio César Repetto (1977) y Esteban Quispitupa (1999).

Dejamos el circuito de agua dulce y Barranco, caminamos con Paco recordando los gritos que hacíamos cuando pasaban los coches por el lado nuestro. Pero no podía olvidar lo que me dijo Eduardo Malachowsky: Karim este es mi mundo, yo hice esta elección porque amo el mundo de las tuercas y las rutas del camino de los incas, tú debes amar lo que tienes, antes que la vida te lo arrebate y sea demasiado tarde amar lo que perdiste; que nuestras vidas no duren ese tiempo rutinario, orillado a una vida mediocre que juguetean a las orillas de una vida miserable cerca de su propia muerte, no dejes para mañana lo que hoy nos regala la vida, llegara ese día, viejo, cansado, enfermo,  que no habrá mañana para ti y lo peor es que no habrás vivido.

Esa tarde de otoño con esas palabras de Eduardo me iría a mi mundo, mundo solo. Hubo lágrimas en la casa de Paco, las despedidas envuelven amor, ternura; entonces no quieres irte para ningún lado, pero mi partida era inevitable tenía planeado viajar llevándome conmigo esa brisa del mar que me envuelve con los vientos del sur, allí otra vez estoy viajando a la serranía buscando mis pasos perdidos, buscando alientos de otro mundo para poder vivir.
El cielo serrano se resistía abrirse al mundo con su sol adolescente. Camine por las orillas del río Mantaro olvidando los caminos de mi soledad,  mis sueños que no eran míos, todos eran prestados, sueños que parecen ser reales pero que sucedieron en tiempos remotos, procuraba vivir esos recuerdos viejos del amor, quería de alguna forma tener en mi otra vez esa nostalgia embargándome en mis recuerdos idos. He sentido que el dolor se queda cuando mas nos aferramos a ese pasado fantasmal.


El tren surcando Ticlio 5000 msnm a Huancayo

Me senté entre las piedras, a orillas del río Mantaro; en el torrente podía ver la imagen de ella. Isabel de ojos claros y cabellos castaños. No recuerdo como y donde escuche su nombre por alguna razón quería buscarla, estar con ella, solo un momento, es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
Sin embargo nos volvemos desdichados, incrédulos, por tratar de fingir que somos fuertes, que le sonreímos a la vida o que sencillamente no nos queremos dar cuenta que cada día todo será igual          

 

                     Me baje en La oroya/Chulec. Me senté a las orillas del Rio Mantaro

Solo vivimos de esos recuerdos amargos, y nadie lo entiende lo que sucede en ese día, y dejamos pasar la felicidad que solo toca una vez nuestro corazón. Nuestra pobreza espiritual nos impide arriesgarnos otra vez a ser felices.

Fue una tarde, solo eso. Isabel llegó a mi encuentro, se sentó cerca de la ventana, el sol le daba la espalda, allí frente a mi, Isabel sonrió mirándome, entonces recordé que el tiempo nos enseña cosas bellas que están frente a nuestros ojos y no nos damos cuenta de cada detalle, de los gestos, el cielo abierto, una estrella que brilla para los dos. Muchas veces pensé que se aprendía con el paso del tiempo, pero esa espera traía consigo sufrimiento, desesperanza, una vida efímera.
He visto a muchas personas pasar su exilio, un desierto fabricado por ellos mismos, una vida dura, sin embargo no aprendemos de esas experiencias vividas, somos masoquistas de querer vivir esas mismas experiencias. La vida misma es una escuela donde aprendemos a caminar bajo sus enseñanzas, nos muestra su perfecto equilibrio de trabajar el odio, la enfermedad, la felicidad. 

Cuando llueve en la sierra es la totalidad, nunca en partes, como el amor que no necesito saber si es, o no es; no puedo perderme o encontrarme conmigo mismo a tan vana pregunta, y como estar en paz, en equilibrio, suelto, libre, para determinar mis cosas, esas cosas del corazón.
Se que volver a amar duele mucho. Es como si todas las primaveras te cobraran con creces para seguir viviendo. Si la vida me entregaría en bandeja el amor que fuese tan simple, sencillo de amar, mis otoños no serían grises, oscuros y dolorosos.

Aquella tarde, la bese en la mejilla muy delicadamente y sin volver atrás me fui, me perdí en la calle, recordaba esa sonrisa, envidiaba al sol que la cubría todo el cuerpo, yo debí estar allí  y abrazarla con pasión entera,  esa tarde me envolvía su voz  a mi alma vacía  y  yo sin hacer nada.
Los días pasaron y me oculte en mi soledad discriminando al amor que no juega limpio, que siempre hace trampas y nosotros tenemos que asumirlo con dolor, porque en esta vida, sino entendemos al amor, nos aplastará, nos envejecerá lentamente y cuando queremos asumirlo habremos perdido el control de nuestra vida,  los milagros existen, el agua puede salir de la roca mas dura. Estoy pensando en el rostro humano de Dios, que tiene corazón femenino para pensar y sentir mis soledades que envió mi ángel solo para mí esa mañana.

 Esa tarde busque a don Sebas, tenía setentaiocho años, dos meses antes de su muerte Conversé con el:
-          Don Sebas, has conocido mis caminos y mis mundos
-          ¿Qué te oprime hijo? – me dijo mirándome fijamente.
-          ¿puedo volver a amar? ¿crees que tengo derecho a ser feliz?
-          Cuando piensas en este tema ¿te amas tú?
-          ¿de mí? ¿Por qué de mi don Sebas?
-          Vamos, llévame al parque, en el camino entenderás cada palabra.
Nuestra caminata era lenta, don Sebas leía mis pensamientos mirándome sonreía mi mundo solo y yo mirando hacia el cielo azul.
-          Don Sebas mi corazón se abrió al universo,  ame en silencio a una mujer que vino desde las estrellas,  parece mi alma gemela
-          ¡la amas por esto! – dijo poniendo su bastón en mi pecho- recuerda que todos somos diferentes, nadie puede absorber el mundo del otro, cada uno tiene un sentir, una forma de ser, ama algo, su universo en tan diferente como lo eres tu, ahí esta el secreto de tolerarse, de construir caminos, de trabajar tu relación en el día a día, ambos tienen que construir ese mundo que tanto anhelan
-          ¡No! – dije como escudándome – no don Sebas, la amo por lo que ella misma es.
-          ¿Y cómo es ella?
-          Es hermosa toda ella, amo sus labios, su sonrisa, sus ojos, sobre todo su alma
-          ¡por qué no le dices eso a ella!
-          No puedo, tengo miedo.
-          Escúchame hijo, no puedes amarla si de por medio hay miedo, no puede darse, no es compatible, el miedo es el más grande obstáculo para amar, el amor genera vida, es dinámico, es vitalizador.
-          Soy débil delante de ella, me vuelve vulnerable y sufro amarla en silencio.
-          Preséntate siempre ante ella como tu eres, sin disfraces o máscaras, sin disimulos, todo tu ser tiene que ser expuesto ante ella y el hecho de amar en esa debilidad que dices te hace fuerte, ¡no olvides con el corazón descubierto! nunca hipócrita en nada, cada gesto te hará engrandecer en esa eternidad sombría y triste
Lleve a don Sebas a su casona en San Carlos, en silencio, mirando las pocas estrellas que había en ese cielo enfermizo.
Abrace a don Sebas sin decirle nada, presentí que era la última vez que nos veíamos y eso no podía soportarlo, abrí la puerta y camine lento por el jardín. Don Sebas me dio un grito:
-          ¡Hey Karim! - ¡Si! Si puedes, tienes derecho a ser feliz, solo lucha, lucha por ella y no te rindas. La vida es un grande espejo que refleja en ti todo lo que haces y no puedes culpar a nadie por tus actos, asúmelos con coraje, porque ella te mostrara  sus grandezas y miserias, dolores y alegrías; recuerda Karim que somos flor de un día, aves de paso, vivimos al máximo un solo verano, hoy estamos mañana en un mundo prestado.
Recuerda nosotros los mortales vivimos solo nuestros días, acariciamos sus días y sus noches casi a las orillas del umbral de la muerte, por eso debes vivir esos pocos minutos que te regala la vida, además el verdadero amor no es de la noche a la mañana, no viene así nomas, se forma poco a poco con todo lo que tienes: entrega, dar, vivencia fidelidad y lealtad. Eso que ambos puedan sentir lo siembras muy dentro de tu corazón y deberás regarlo con cada detalle tuyo sin pedir nada a cambio
-          Sin nada a cambio don Sebas
-          Si Karim, porque el verdadero amor no te atrapa, no te sofoca, no te anula de cómo eres, porque fácil es cambiar a la medida de ella y eso no está bien y veras en el tiempo tu cosecha se demora en construir, poco a poco, un viaje largo que a muchos no les gusta pero al final todo es sólido, estable, un amor real. Todo el mundo lo dice amor a todas las cosas, se oye en las calles con gran facilidad, pero el verdadero amor no depende de las circunstancias de cómo te mueves, de cómo van las cosas, el verdadero amor tiene su costo, es sacrificio, nunca es fácil para lograr lo que quieres construir con tu pareja, uniéndose en sentimientos, en romper todo egoísmo, indiferencias, en vivir solo para uno y esperar que todo me den, tú debes marcar esa diferencia de la mayoría de esos hombres superficiales que han manipulado el amor presentándolo a simples retratos paupérrimos de pasiones, falsos romanticismos, obsesiones quizá atracciones, lo que sea Karim nada de eso camina a la meta del amor. Mira tengo una revista, busca en la página central allí hay una historia, lee en voz alta para que pueda escucharlo:
-          Cuenta una vieja leyenda Sioux, que un día Toro Bravo, el más valiente y honorable de los guerreros, y Nube azul, la bellísima hija del jefe de la tribu, llegaron a la tienda del anciano sabio de la aldea a pedir consejo.
-          Nos amamos –empezó el joven- y nos vamos a casar –prosiguió ella- Y tenemos tanto miedo de perdernos, que venimos a rogarle que nos haga un conjuro o un hechizo, o nos entregue un talismán para que nos proteja y garantice que estemos juntos hasta la muerte. ¿Hay algo que pueda hacer por nosotros?”
El anciano se emocionó mucho al verlos tan jóvenes, tan enamorados y esperando su consejo con tanto anhelo.
-          Habría algo – dijo- pero no sé si sea un reto muy difícil, pues implica gran sacrificio.
-          Haremos lo que sea – respondieron al unísono los enamorados-
-          Nube Azul –dijo el anciano- ¿ves ese monte al norte de la aldea? Tendrás que escalarlo sola, y, sin más armas que tus manos y una red, atrapar al halcón más bello y vigoroso que jamás se haya visto. Si logras atraparlo, deberás traerlo vivo al tercer día después de la luna llena. Esa es tu misión.
-          Y tú, Toro Bravo, -continuó el sabio- tendrás que escalar la montaña del trueno y cuando alcances la cima, deberás capturar, sin hacerle daño, a la más valiente de las águilas, usando sólo tus manos y una red, para traerla el mismo día del regreso de Nube Azul.
-          Ahora, partan, ordenó el anciano.
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego emprendieron su camino, ella al norte, y él hacia el sur de la aldea, para cumplir con las misiones encomendadas.
El día señalado, los amantes regresaron a la tienda del anciano, cargando cada uno el ave que le había sido pedida. Eran, en verdad, unos hermosos ejemplares.
-          ¿Qué debemos hacer ahora? preguntó Toro Bravo, ¿Debemos matarlas y beber su honorable sangre?
-          No, respondió el anciano.
-          ¿Debemos cocinarlas y comer su carne preciosa? preguntó ella.
-          No -repitió el sabio-, ahora deben atarlas entre sí por sus patas, con estas tiras de cuero, y luego dejarlas para que vuelen libres.
La joven pareja hizo lo que se les había ordenado y soltaron las aves. El águila y el halcón intentaron levantar el vuelo varias veces pero lo único que conseguían era terminar cada vez, revolcadas en el suelo.
Después de muchos intentos, irritadas y frustradas por su incapacidad para volar, empezaron atacarse con sus picos, haciéndose mucho daño.
-          Este es el conjuro que pidieron, dijo el anciano, nunca olviden lo que acaban de ver. Ustedes son como el águila y el halcón. Si se atan el uno al otro, así sea por su inmenso amor, no sólo vivirán arrastrándose, sino que terminarán lastimándose inevitablemente. Si quieren que su amor perdure, vuelen juntos, pero jamás atados. Así tiempo al tiempo y no presiones tanto si amas de verdad.
-          Entonces don Sebas, ¿estoy presionando mucho a que me quiera?
-          Solo camina despacio, amala sin ocupar su espacio, que ella también sabe volar como tu Karim

Me volví hacia la puerta y comencé a caminar esa noche en silencio. Me preguntaba porque no aprendo a vivir mi vida, siempre estoy pensando que todo aun a mi destino debo dejarlo para mañana. ¿Por qué esperar hasta mañana para poder vivir como yo quiero vivir? Si mañana no llega, lamentare no haber vivido mi presente, andamos en esa cadena del pasado, atados a vivir una vida miserable. Mi pasado es mi recuerdo, mi presente es efímero, no quiero que se lleve las cosas simples de la vida, pero puedo construir, moldear, trabajar mi futuro como quiero que sea. Estoy cansado de mis quimeras, quiero vivir ese mundo donde no haya espacios de dolor, miserias y muerte.
 Desde mi soledad recordé a Isabel, ella no era mía, pero  me dolía amarla como la amo. Comencé a dialogar conmigo mismo: si yo la amo, mi primer paso será hacerla feliz, no la haré sufrir, me pondré en ese viejo dolor, en su lugar, y amarla desde allí; pero ya no como un viajero que viene y se va, sino quiero ser el compañero de sus caminos, como parte de ella, de su mundo.
Quiero conocerla cada día, conocer lo que ama y lo que rechaza. Sus sueños, su empeño de lograr lo que anhela, solo entonces sabré que mi amor es algo grande, que estoy dispuesto a dejar mi mundo que es un desierto. Solo entonces sabrás vida mía, que tu pueblo será mi pueblo, tu vida será mi vida, tus sueños tus proyectos tu Dios, todos serán míos.
Don Sebas tenía razón, tengo que creer en el amor, si quiero ser feliz, debo creer en su verdad, ser ese espejo que tenga armonía con la naturaleza y creo  que si hay felicidad en la tierra, en cada persona que ha construido un mundo diferente, que nació esa dicha de amar desde su corazón para darlo todo.
Quiero destruir todo mi pasado, enterrarlo, nunca más permitiré que siga viviendo en mi futuro, que determine o influya, mi mañana debe ser un mundo lleno de opciones, de vivencias, de alegrías, de construir el tiempo con esperanzas, emociones, sueños.

CAPITULO VIII


El otoño se ha ido fugazmente, y la felicidad es apreciar lo que ya se ha conseguido.
¿Acaso mi vida vale, solo un instante de su mirada, de su sonrisa, de su tiempo? ¿Merezco este tormento? Este verano me torturaba sin piedad. El amor me envejecía antes de tiempo, solo mi esperanza me resignaba a seguir viviendo ¿es acaso debilidad esto?
Algunas noches bajo la luna opaca, la tuve entre mis brazos, la he amado tiernamente, he llorado su ausencia por no usurpar su amor.
Sin embargo el amor de mi Isabel no es mío; es un camino oscuro. Me sumerjo en mi silencio, en mis soledades y me duele amarla.
Quise entenderla muchas veces; no conozco en la profundidad sus temores, quiero entrar en su mundo, romper una pequeña brecha y si todo se desplomara entendería la realidad de todos sus conflictos.
He visto conjugarse sus risas con sus lágrimas; escuchar su voz emitiendo un eco de agonía. Me preguntaba mil veces que es realmente la herida que no sana y que le atormenta.
Esa tarde caminaba pensando en Isabel, ella es mi ángel que aparece en un torbellino fugaz; luego desaparece. He vivido a las orillas de su sombra, buscándola en mis pasos prestados; negándome a mi mismo por un puñado de caricias, mendigando un beso lacio, que no tengo derecho a reclamar nada porque ella me niega; sus besos, sus ojos, sus caricias. Me cercenas sin misericordia a vivir mis soledades frías y lánguidas.
-          ¡Hey Karim!- Un  grito conocido - ¡como siempre lejos de tu mundo!
     Solté una risa forzada
-          Hola Alex, amigo
-          ¡Vamos! ¡sube! ¿por qué taciturno?- venía con su coche color rojo
-          Podemos conversar, esas cosas del corazón.
-          Claro ¿A dónde vamos? Dijo mirando la Plaza Constitución.
-          Fuera de Huancayo – le dije.
-          Vamos para Pilcomayo, allí podemos estar lejos del bullicio ¿Qué te oprime amigo mío?- me dijo tocándome el hombro
-          Estoy enamorado amigo.
-          ¡Caray! Yo pensando otra cosa, hombre eso es bueno, ¡no entiendo!
-          Es tan confuso vivir en un autoexilio sin saber que hacer
-          ¿Vale la pena sufrir como estas sufriendo por ella?
-          He decidido prestarme ese tiempo solo para mi
-          Para hacer todo lo que haces debes de amarla mucho
-          Tiempo es lo que me falta, cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
-          Karim  cuéntame, como nació ese amor que tanto te atormenta
-          No se como, ni cuando nació mi amor por Isabel, solo se que mi vida nunca fue la misma cuando supe que la amaba. Todos estos años, no quise saber nada de este tema, sin embargo, ella destruyo ese esquema de muros que  había creado para protegerme del dolor, no resistiría otro desaire, sin duda me quebraría definitivamente. Ella es mi mundo, cuando estoy con ella nada existe, toda mi vida gira en torno a ella. He querido darle aún mi vida misma. ¡sabes! Todo lo que hago, lo hago por ella, ella es mi aliento en mis soledades, si algo le pasara, yo moriría detrás de ella. Para que vivir, si mi vida es ella. Pero, ella está en mi vida un instante, luego se va, esa noche me habla de amor; al día siguiente, aun sus gestos son diferentes. ¡Sabes Alex!  ella es mi ángel, que esta de paso, me deja sus besos, sus suspiros, mostrándome su fértil engaño de no amarme como la amo.
-          ¡La amas tanto! ¿verdad?
-          Si, con pasión entera
-          Karim entiende esto: yo se que el pasado de alguna forma estará como fantasma rondándote, pero si te has liberado de todo eso, tienes que construir ese cielo que quieres, quizá te ama realmente, pero entiende esto, ella puede estar atrapada en su dolor; hay personas en el mundo que están atadas a esa oscuridad,  tanto que han convivido con ese mundo que no se atreven a ser felices en su totalidad y en extremo buscan excusas como mecanismo a vivir en desdicha.
-          Quiero solo un minuto, Un minuto sirve para sonreír, sonreír a la vida, sonreír a un amor que nace es todo lo que quiero
-          Karim Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua, también para escuchar tu silencio y todo
-          Entiendo lo que dices, es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda mi vida. Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria. En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.
No sé qué decir, si el dolor esta incrustado en mi, que más puedo hacer, Sabes, he vivido todo este tiempo a las orillas de ese amor prestado, esperar duele, no puedo olvidarla y lo peor de todo, es que, no se que decisión tomar
-          ¿De que decisión hablas?
-          Si ella no me ama. Dejaré todo y me iré de su mundo.
-          Donde vayas Karim, la volverás a ver, nuestro mundo es un laberinto, solo damos vueltas, pero siempre regresamos al punto donde iniciamos, por eso todo lo que hagas tendrás que pagar, todo lo que te hagan pagaran aquí, Dios es justo, El tarda pero al fin llega. Karim, ¿en que piensas? – me interrumpió.
-          En una película, esa de vampiros, en esas almas de la oscuridad, viven para sí, encerrados en su mundo quizá buscan compañía, pero, siempre solos, incapaces de dar, incapaces de amar. La leyenda de los vampiros dice que tenemos que clavarle una estaca en el corazón para destruirlo y cuando eso sucede, destruyes toda la maldad encarnada en su ser y liberas la esencia del amor.
-          ¿Qué me quieres decir?
-          Eso, no se cuando y como clavar esa estaca de amor en el corazón de Isabel.
-          Pero ella, ha sufrido por amor y tal vez está luchando con ella misma
-          pero Alex – le interrumpí – nunca me ha gustado comparar. Cada nuevo amor es totalmente diferente que importa si hemos amado alguna vez, o muchas veces, cuando aprendemos a percibir un nuevo amor sabremos que es único, diferente; total, si el amor nos lleva al paraíso o al mismo infierno del dolor, allí siempre estaremos con esa expectativa de amar y no ser amados. Tengo que arriesgarme, no me importa si salgo herido, aunque esto signifique morir otra vez.
-          ¡Así ella no te amara!
-          Así sea.
-          Mira Karim hace poco escuche una pequeña historia
-          Se decía que en una aldea en Etiopía, un hombre y una mujer, viudos, aunque jóvenes, deciden formar juntos una nueva familia. Pero hay un problema, el hombre tiene un hijo de corta edad, que no ha superado aún la muerte de su madre.
La mujer le prepara los platos especiales, le confecciona bonitas prendas y se comporta, siempre amablemente con él, pero el niño, ni siquiera le dirige la palabra.
La mujer acude al hechicero:
-          -¿Qué puedo hacer para que mi hijo me acepte como madre?
-          -Me has de traer tres pelos del bigote de un león - le dice el sabio a la mujer.
La mujer se va preocupada, preguntándose cómo le podía sacar tres pelos a un león sin ser devorada, pero decide intentarlo por el bien de su familia.
Cuando al fin encuentra al león, guarda una distancia prudencial, temerosa de acercarse. Permanece largo rato observándolo de lejos.
La espera se hace interminable hasta que la mujer decide ofrecerle comida. Después de acercarse un poco más le deja un pedazo de carne y se aleja. Y cada día hace lo mismo.
Poco a poco, el león se acostumbra a la presencia de la mujer, hasta que ésta pasa a formar parte de su vida. Un día, cuando el león está dormido le arranca tres pelos del bigote sin problemas.
Pero antes de llevarle los pelos al hechicero comprende que su problema está resuelto:
-          has hallado el valor de la paciencia, Como con el león, debe acercarse al niño poco a poco, esperando fielmente, respetando su actitud y su territorio hasta conquistar su corazón con su paciencia
-          entiendo lo que me dices – lo dije con tristeza opaca –
-          no te desanimes amigo,  la vida es una ruleta que gira y no sabes que numero nos tocara para ganar, los que pierden caminan buscando esperanzas que perdieron porque no supieron ser amigas de la vida, no olvides que debes tener armonía con la vida y ella te dará sus bondades, cosas que pides, como el amor. Y todo está en ti, todo el universo se inclinara a ti porque el mundo es tuyo y de nadie más, como estas construyendo eso veras en los años que vendrán, días que no volverán por eso ama lo que haces, da de ti todo lo mejor, ella Karim, está contigo solo tienes que ver con ojos de esperanza, abrir tus brazos, siempre tus sonrisas abrirán caminos, no temas perder solo arriésgate.


Esta leyenda  despierta en mi esa esperanza de vivir diferente porque he visto caminar a la gente con rostros prestados, maquillados, con sentimientos alquilados viviendo un torbellino de dolor, angustia, cuyas miradas apuntas al vacio, estoy igual que ellos, solo que del otro lado, mi dolor lo llevo en mi mundo solo, buscando respuestas donde no los hay. Mi tiempo prestado corre sin voltear a esa soledad aplastante, agonizante que lloro sin derramar una lagrima por mi vida austera.
Corro a esa noche que me espera para oprimir mi pecho en sufrimiento y dolor. No importa sufrir si ella tiene una causa, una brecha, porque empece a surcar en el corazón de Isabel.




CAPITULO IX


Desde entonces nuestras vidas era viajar en esas altas montañas, tener un amor en silencio, es una agonía completa, se que el amor no desarrolla preguntas, pero tengo un miedo inexplicable, como decirle que la amo, ¿de que forma? ¿Cómo empezar? El miedo me adormece, pero miedo ¿a que? Tal vez al rechazo, al desprecio, a la humillación; pero con tenerla cerca de mi, eso bastaba, no quería más, verla sonreír me hacía feliz, llenaba mi mundo solo, disipaba el dolor de mi corazón, solo ella unía el cielo y la tierra con ese milagro que dejaba atrás esas viejas lágrimas, ese dolor austero casi fantasmal se iba con los vientos de esas montañas.

Caminamos por esas pequeñas calles mirando ese universo tan perfecto si logras vivir en armonía con el. Nos detuvimos en un pequeño puente; allí su alma se quebró pude leer su corazón, cada palabra, cada suspiro, aún su dolor, yo lo asumía, era mío; quería mirarla, abrazarla y decirle, ahí  mismo que la amo, que la he amado siempre, pero el nudo en mi garganta pedía decirle todo lo que siento aunque mi corazón estalle de dolor.

Cuanto mal me hace resistir a quien amar, con ese amor limpio; eres mi ángel que he amado sin saberlo, tan tuyo soy, tu no lo sabes, esto me duele y me aborrezco a mi mismo, por no usurpar tu amor.
Quiero decirte que te amo, pero no puedo, es acaso ¿negarme a mi mismo? Anhelo vendarme los ojos ahora mismo, matar ese sentimiento que llevo dentro de mí. Quisiera un favor fingido, un rebozado amor, aunque me quites la vida, sabré que estoy condenado a amarte siempre. No me niegues tus ojos, no  escondas tu voz, estoy frente a ti ¿acaso no miras mis ojos? ¿Mis ojos no te dicen nada?
Sabes, siento un dolor en mi pecho, por eso lloro; yo temo, más no es flaqueza. Déjame que sienta y llore, solo sin tu ayuda, sin tu fuerza, velaré mis desdichas.

Esa tarde de sol opaco moría mi amor junto a ella. Empaque mis cosas, subimos al auto, el silencio dice muchas cosas, cerré mis ojos y trate de recordar una nota que leí en el seminario, era la historia de un hombre que quería cambiar el mundo. Estas palabras fueron escritas en la tumba de un Obispo anglicano en las criptas de la Abadía de Westminster, que decía:
Cuando era joven y libre de imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Al volverme más viejo y más sabio, descubrí que el mundo no cambiaría, entonces, acorté un poco mis objetivos y decidí cambiar sólo mi país. Al ingresar en mis años de ocaso, en un último intento desesperado, me propuse cambiar sólo a mi familia, a mis allegados, pero, por desgracia, no me quedaba ninguno, y ahora que estoy en mi lecho de muerte, de pronto me doy cuenta: si me hubiera cambiado primero a mi mismo.

No se que tenía que ver ese cuadro con todo lo que estaba en el mundo interior de mi Isabel, en todo el viaje intente vengarla derramando mi alma con mi pensamiento sacrílego que concebí en amarla. Ese yo perverso es el causante de la mayoría de los infortunios.

Esa madrugada que llegue a casa, la cama era precisa donde llore mis desventuras, mis desdichas en silencio austero; Isabel era perfecta en esconder tras la risa su dolor y agonía; pero entonces, no en vano había pensado la historia del Obispo de cambiar su mundo. He visto las flores en el campo florecer, el canto de las aves anunciando las tantas primaveras que vendrían. Entonces nació en mí, esa esperanza de amarla mil veces más; no quiero que corra el tiempo, esta sed de amarte como te amo me hace bien, entonces lucho para vivir junto a ti, no quiero que la vida nos gane por partida doble.

Esa mañana del domingo Isabel con voz angelical me pidió caminar bajo los árboles de eucalipto y retamas. Como rechazarle, si los ojos de mi pequeña Isabel acabaron convenciéndome.
Estábamos completos en esta dimensión, como lamentaba no llevarla entre mis brazos, que orgulloso me hubiera sentido en ese mundo que trataba de construir.

Cuando uno es sensible a la percepción de Dios, que nos otorga una y mil posibilidades de cambiar, de ser mejores de todo lo que obstruye, las mínimas cosas que nos destruye, nos hacen desdichados, usamos un elemento hipócrita para decir: “mañana será mejor”, “mañana cambiaré”. Sin embargo no es el mañana, es el hoy, es el ahora, pero a nadie le importa eso, ese instante mágico que Dios otorga en el ahora.
Cada acto del día es una gran oportunidad de sentir su fuerza innovadora, fortalecedora. Muchas veces las circunstancias nos provocan miedo, ese miedo genera odio, rencor, indignación, si lo asumo con coraje de mirar esas circunstancias que gano yo, que lección puedo sacar para aprender de ese dolor que aprieta, lo único que hace es ampliar mis fortalezas, mis capacidades de mi mundo interior crecen y se hacen cada mas fuertes.
Si nos diéramos cuenta en este instante que la llave de la felicidad, en realidad lo tenemos y abriésemos puertas, entraríamos a nuestros verdaderos sueños.
Quizá siempre estuvo allí mismo, no hemos querido verlo porque nos acostumbramos a convivir con nuestro dolor, y cuando llega el amor, la felicidad, le cerramos todas las puertas, destinadas a morir con el sufrimiento. Somos los inquilinos de esta vida extraña, vivimos con la crueldad de su tiempo, pero no queremos romper las cadenas ahora mismo, y aventurarnos al cambio. Es ahora el tiempo de arriesgarnos para ver que detrás de todas esas lágrimas, de ese absurdo dolor hay un sueño que desea ser amoldado, trabajado y que mañana digamos: “Porque no cambie! “Porque no luche”, “Porque no hice tal cosa”. La vida es efímera, es una sola, sino la tomas pierdes.

Aquella noche de Septiembre, Isabel me dijo  que se iría de viaje y quizá el boleto era sin retorno. De alguna forma sus lágrimas me mutilaban y no podía permitirlo, tomo su maleta negra y salió sin mirar hacia atrás, con las lágrimas aún frescas de dolor. Corrí tras ella, caminamos lento, en silencio. Entonces exploté, no podía más, mi corazón sangraba.
-          ¡No te vayas! – le dije con dolor profundo.
-          No puedo más, me siento cansada – dijo casi gimiendo- Estoy muy delicada, quizá sea eso
-          ¿Que mal tienes? ¿es algo grave?
-          Tengo problemas con la sangre.
-          Toma el mío,  te lo doy todo- sonrió levemente- La abrace tiernamente y caminamos lento por esa calle oscura. Entonces sucedió el milagro, hable lo que mi corazón escondía: - ¡Isabel te amo! – le dije con pasión – no quiero que te vayas, me haces falta, dispuesto estoy a todo, daría mi vida para que tu vivieras. En medio de toda esta neblina veo brillar nuestro amor, en esta vida he caminado de la mano con desamores y dolores que me aprietan injustamente y no sé si pueda resistirlo otra vez, vine solo por ti para cambiar mi dolor por esperanza, quiero ver tu amor deslizarse por mis dolores sanándome completamente.
-          Karim, yo se cuanto me amas, acaso soy de piedra, he visto tus ojos, cada célula tuya me ama, y no sabes cuanto me ayuda eso en mi dolor
-          ¿Entonces porque huyes de mi? Si sabes que te amo
-          Tengo miedo perderte, no ahora que el amor ha llegado a mi
-          Yo nunca me iré de tu lado, siempre estaré junto a ti para amarte en  tiempos como este 
Tome su mano y la bese una y otra vez; en cada uno de esos besos se iba mi alma. Camine hacia el puente, observaba ese río enfermizo, ralo, dos lágrimas salieron sin permiso, le pedí a Dios que si tuviera que hacer mi elección final, daría mi vida por Isabel.
Estoy escribiendo mi propio guion, actuare como la vida me lleve por sus sendas, me doblegare sin decir nada, debo actuar con precisión, si quiero ser feliz, de cómo debe ser mi futuro.
Pero auto culparme por las cosas que no salen como quiero de convivir con mis problemas, con mis angustias, lo único que consigo es alejarme, distanciarme de mi mismo, de los demás y entiendo que mi dolor se torna cíclica y muero en mi mundo solo. He aprendido a vivir con ese dolor prestado, me convenzo que mi felicidad es efímera, lejana, ausente, en el fondo no creo ni mi propia felicidad, me embarco buscando sueños imposibles, en fin soy la desdicha que llora mis dolencias en esa tardes grises de otoño.

CAPITULO X


El camino no es sencillo, pero es posible, todo es posible si se persevera en el combate diario, en esa lucha de amar.
Esa noche de frio otoño me encontré con Isabel, posiblemente el cielo se quedo sin ángeles, pero yo tenía a la más bella, como olvidarme de su sonrisa, de sus labios rosados, toda ella era muy hermosa. Cada paso que daba para cruzar hacía el parque donde estaba Isabel me llevaba a su mundo, ella era mi mundo, mi todo; había mucha gente esa noche pero yo no veía a nadie, solo a ella.

Esa noche no tenía nada planeado sin embargo le abrí mi corazón desnudo, le mostré mi amor, no podía callarme más, no podía amarla en silencio, si el dolor está ahí que salga rápido de mi alma. Esperar en silencio duele mucho, pero entendí que el peor de los dolores es no saber que decirle.
-          ¿te amo Isabel? – le dije tembloroso,
Le escribí algunos poemas, esa declaración tendría que pagar un precio: la entrega. Le mire a los ojos y leía sus miedos pasados, leía esa incapacidad tal vez de volver a amar, cuando uno ha pasado esas cosas de la vida, de sentir el abandono, con el desprecio de no valorar un amor que lo ha dado todo.
He leído en sus ojos, la incredulidad de un amor presente, como yo lo era, leía otra vez sus ojos, los escenarios que había construido, todos están en escombros, cuesta reconstruir, peor si no se confía. No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, alegrías intensas y tristezas profundas, tiene que ser así siempre, el amor debe ser el amor simplemente.
Continué en silencio, me perdí en su temor, le acompañe a su lucha interior, le dije ese momento cuanto la amaba, que la ame en silencio. Sus ojos empezaron a brillar, quizás sus miedos caían lentamente. Caminamos libre y abierto esa noche. No  se si era mía, pero la ame con toda la profundidad de mi ser.
-          ¡Te amo! – le dije mirándole a sus ojos brillosos.
Esa noche, Isabel se iba para su casa. Yo saltaba con algarabía, gritaba a las estrellas por haberme dado a Isabel por compañera. La mayor declaración de amor es la que no se hace; solo se siente, el amor da, no reclama.
Cada circunstancia de la vida se me presentaron sin que yo se los pidiera y no puedo ignorarlo siempre estarán allí, todo está como me enfrento ellos.

Camino a casa me decía: ahora que mi amor es libre, que debería de hacer o decir, quería decirle a todo el mundo que le di mi amor a mi Isabel. Recordaba que cuando uno es niño, en casa te ordenan  ser cuidadoso con lo utensilios de vidrios, como los vasos, los platos; que debe estar un poco alejado del precipicio de la mesa, por alguna torpeza tirarlos  hacia el suelo, te ganabas un severo grito.
Lo mismo sucede con todas las parejas, ese mismo temor del vaso; “No esperemos un poco,” “No estamos seguros todavía”, “probemos” “que dirán los demás” y así hemos caminado sin liberarnos de una sociedad que condena, pobre en conceptos iracundos, tener que explicarlos a todos y hacer si  aquello que los demás aprueban, por eso no somos felices, vivimos desdichados, apáticos, con un promedio de vida prematura. Quiero ser libre, quiero amar en esa libertad y no me importa romper mil vasos, para ser yo mismo.
Camino a casa repasaba cada palabra de Isabel:
-          Karim estoy muy orgullosa de muchas renuncias, pocas personas caminan en esa integridad, que para mi es muy importante, por eso el mundo fracasa porque apenas dan mezquinamente, caminan cegados comiendo su propio polvo, yo quiero estar siempre al lado tuyo porque tienes un corazón mas grande que el mundo.
-          Isabel, hice lo que debí hacer, he caminado en situaciones difíciles, me mantuve firme como los robles, estaré allí siempre a tu lado compartiendo horas, días, te he amado en silencio, lejano como el sol y la luna cuando uno empieza el alba el otro muere en su noche, pero hoy hubo este eclipse en nosotros, nada ni nadie nos separa mi amor
Esa noche caminando entendí que mi vida es un laberinto, cada vez más sumergido en el estoy, entonces me estrello sin piedad y quiero abandonar mis sueños, mi felicidad adolescente. No entiendo el porqué de las cosas, estoy vulnerable pero después nace en mi ese sol tenue y entiendo el valor de las dificultades, la vida con todos sus éxitos, fracasos nos enseña a valorarlos cada día a ser agradecidos cualquiera fuere la circunstancia.








CAPITULO XI


Días antes de la muerte de don Sebas, salimos al parque Túpac Amaru
      -    Karim, es hora que hagas un mundo para ti, contempla  la vida con  otros ojos, míralas con amor. Tienes que amar cada gesto, una sonrisa, un abrazo, una palabra; que tu corazón se abra grandemente a la felicidad, solo así rechazaras todo odio, rencor, envidia y soportaras con templanza la tristeza.
-          ¿Por qué tengo enemigos? Si nunca les hice nada.
-          ¿Son todos acaso? Son solo una mano, de por si esos ya están muertos. Nunca busques excusas cuando los chismes vuelan para cualquier lado, nunca juegues al ping pong, perderás sin duda; solo tienes que amar a ese guiñapo de gentes sin alma
-          ¡amarlos has dicho!
-          ¡Si! Pero primero tienes que amarte tu mismo, si logras hacerlo, nada entrará en tu alma, tu mente y tu corazón serán guardados celosamente y detrás de esto tu mente nunca será atraída por el mal y la angustia como los demás, pues de eso viven. Eso es su tema de conversación, nunca te hablarán de sus proyectos, siempre están hablando de otros, es fácil reconocerlos,  ese mundillo de gentes casi no respiran.
-          ¡Entiendo! Trataré que mi corazón no se quiebre, no compartiré con la maldad de otros; creo que los amare, porque la vida es corta, no viviré para el odio, la venganza, viviré solo para amar.
-          Karim presiento que el umbral está próximo a mis días y quiero compartir muchas cosas contigo, pero el mundo ya está hecho, no tienes nada que descubrirlo solo trabajarlo, formarlo como quieres que sea, el que escribió estos pensamientos me han ayudado y lo compartiré contigo porque sé que te ayudara mucho
-          El solo hecho de tenerte como amigo ha sido mucho don Sebas, dime lo que tienes en tu corazón porque crezco día a día 
-          Karim después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. 
-          Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío. 
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas. 
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma, descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida. 
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir. 
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. 
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar su compañía. 
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos. 
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos. 
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. 
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. 
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve.
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados. 
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica. 
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos. 
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones. 
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza. 
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel. 
Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te amé con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más. Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla
-          Gracias don Sebas, el que escribió estas palabras sin duda encontró su punto quiebre con la vida
-          Solo rompe la mezquindad en tu corazón, abre de par en par al mundo que se te dio sin pedir nada a cambio

Caminaba con el rostro mirando hacia el suelo, lo hice durante todo el camino, pensando en las palabras de don Sebas y como decirle a Isabel que lo nuestro debe ser así, amor que no comparte mediocridades, de odios y temores, como sacarle mi corazón y mostrarle su grandeza, su luz y esa felicidad que nació desde las estrellas. Qué lindo es saber que podemos volver a amar con pasión y ternura. Ya no quiero vivir mis oscuridades lejanas que vienen a mí, hoy buscare los destellos de la felicidad que solo está a un paso y me atreveré arrancarlo y estrujarlo solo para mí.

Isabel alcanzó  darme un beso en mis labios adormecidos. Esa noche vi la figura del mundo. No podía concebir como los que hablan de bondades, detrás destruyen; hablan del cuidado del medio ambiente, pero son los primeros en talar los árboles, protectores de animales y son los primeros en cazarlos. Hablan de amor, hablan de restaurar, pero son los primeros en destruir. Entiendo que cada nación cree que es mejor que los demás por eso hay guerras.
Emerson dijo: “todos los hombres que encuentro son superiores a mi en algún sentido; y en tal sentido puedo aprender de todos”.
Sin embargo, lo patético de todo esto, personas con menos razones para sentirse mejores; viven para destruir vidas en forma ofensiva y vergonzosa, sin importarles cuanto puede ser el daño.

Trabajaba en Sao Paulo en mis vacaciones, muy cerca de la Escuela Pública siempre permanecía un hindú con sus serpientes cascabeles, mucha gente observaba como ellas salían de los cántaros. Me acerque en su descanso y le pregunte:
-          ¿Desde cuando aprendió a domesticarlos?
-          Esto es desde mis ancestros, de los padres de mis padres.

La razón de esa gente que tenga una víbora de cascabel, es que sus padres lo tuvieron como parte de ganar algún dinero, esto se hereda. Pero está en nosotros destruir este círculo y construyamos en nuestros santuarios; sueños, proyectos, visión; que albergue amor, esperanza. Ese maravilloso don de servir; de vivir para dar.
Este mundo necesita: sanadores de almas; personas que tengan pasión por las almas; gente que se ponga en la brecha por vidas destruidas, quebradas, enfermas; personas que lloren por los que han sido violentados, que han perdido todo. Ese Dios ausente esta solo escondido en lo profundo de nuestros corazones solo tenemos abrir ese abanico de oportunidades, dejarlo que fluya de por sí, sin ataduras, sin temores.
A pesar de todo, caminare en medio de todo, soñare con Isabel, seguiré solo lo que mi corazón me dice, aún cuando todo sea injusto, siempre, pero siempre, pensare lo que soy, que soy único y no tirare al viento mis sueños y no perderé a Isabel, le diré que esta tierra es nuestra así como el cielo.

CAPITULO XII

Caminamos mirando estrellas prestadas, alquiladas, efímeras, como buscando algo nuestro, de nadie mas.
-          Isabel – le dije tomándole la mano – hoy estuve leyendo un libro y esta narración marco mi vida, la autora es Liliana Galván
-          Quiero que lo compartas conmigo Karim
-          Cuentan que un carpintero entrado en años decidió retirarse de la constructora en la que había laborado mucho tiempo. Al manifestarle su intensión al jefe, éste le pidió que antes de dejar la compañía le construyera una última casa. El carpintero accedió al pedido; sin embargo, no puso todo de su parte al realizar el trabajo y al final entregó una casa de calidad inferior a la acostumbrada. ¡Cuál no sería su sorpresa al ver que su jefe le entregaba las llaves, mientras le decía: “Esta es tu casa. Es un regalo para ti”.
Vi los ojos de Isabel llena de felicidad, la abrace tiernamente, con fuerza; estaba embriagado de felicidad que la alce entre mi pecho y le di varias vueltas. Entonces nos besamos una y otra vez, era ese beso que ansiaba, que había esperado paciente, nació esa noche. En ese beso se iban años de espera, de búsquedas, de respuestas, de esas desilusiones que uno pasa a diario, de esos sueños no realizados.
-          Karim quiero ser integra sola para ti, dame tiempo, solo eso- dijo llorando entre mis brazos.
Había perdido la noción del tiempo, he caminado una vida efímera, trivial al no reconocer que el universo nos da regalos que no valoramos en absoluto, he vivido como un simple espectador, me dedique a observar como pasa la vida, se va como el agua entre las manos, me di cuenta que mi vida es solo mía, nadie vive la vida por mi.
Me he preocupado demasiado por lo que las otras personas digan, he caminado en función de lo que digan los demás, ¿Qué pensaran mis amigos de esto? Sencillamente ingrese a ese mundo, a ese juego falaz de una sociedad hipócrita y mezquina. He llegado a vivir ese momento, ese espacio que viví la vida de otros y me olvide de vivir yo mismo.
Siempre viví postergando ser feliz, postergando sentir al viento acariciar mi rostro, ver nacer el sol adolescente, de escuchar el canto de las aves cerca de mi ventana. Hoy seré yo mismo, hoy mirare al mundo con todos sus regalos, hoy apuntare mis acciones hacia el universo, si caigo caeré en las estrellas.

Esa noche todo mi cuerpo fue fragante por los abrazos de Isabel. A finales del otoño le había dicho que le escribiría poemas. Sabía que tenía que hacerlo.
-          Karim – dijo mirando con tristeza profunda un sobre que saco de su bolso
-          Dime amor mío, ¿Qué pasa? ¿Por qué esa nostalgia?
-          Lee el contenido de este informe médico
-          No entiendo este resultado médico ¿pero porque? ¿Por qué tu? ¿desde cuando?
-          Me haces muchas preguntas Karim, yo no tengo esas respuestas. En este poco tiempo he aprendido que la vida es bella, he saboreado la sonrisa, he amado con todo, aprendí escuchar las hojas silbar junto con los vientos de otoño, además tú eres el ángel que Dios me envió, sola para mí. Que más quiero, soy la mujer más dichosa Karim. Además saldré bien en todos los análisis ya veras que pronto estoy mejor, solo para ti, todo mi mundo y el tuyo será nuestro

Los vientos vienen del sur, llevan consigo hojas secas. Recogí algunas entre mis manos tratando de no dañarlos, de esa forma estaba el cuerpo de Isabel se moría letalmente de cáncer, de alguna forma los médicos le habían detectado ese mal que opacaba a esa vida que recién empezaba. Habíamos empezado a vivir, le sonreíamos a la vida, le cantábamos a esa felicidad sempiterna. Si podía tener un lapso de tiempo para seguir viviendo sería al lado de ella, de mi Isabel.

Esa tarde decidí  buscar a Dios y conversar personalmente de muchas cosas; El se acerco con una brisa casi perceptible mirándome con ojos de gracia
-          Se lo que has pasado. Respóndeme a esto:  cuando caminas que ves delante de ti, o solo miras los pasos que das
-          ¡No entiendo Señor!
-          Cuando conduces un coche miraras metros delante de ti, si vas a una velocidad de 120 kilómetros tu visión será aun mayor, estarás atento en lo que sucede delante de ti, en esa dimensión serás capaz de tomar decisiones ante cualquier imprevisto.

Cerré los ojos, solo pestañe Dios se había ido. Quise gritar que vuelva a mi, pero nuestra cita  era para las cuatro de la tarde, de alguna forma tenía miedo. Mis oraciones parecían simples, pero clamaba por una fortaleza para enfrentarme a lo inevitable. Mis pensamientos buscaban respuestas a cada palabra que Dios me  había dicho de mirar hacia delante, de alguna forma no entendía en su totalidad.

Sentado en ese paraje solitario,  escuchaba el ruido del río y algunas aves silbar tristemente. Miraba a todas partes en busca de Dios y no llegaba. Mire el reloj eran seis de la tarde, el sol moría entre los cerros, el viento me golpeaba con  furia, entonces grite:
-          ¡Se que me escuchas! Te espere paciente y me fallaste.
Esa hora efímera, ausente se nublo mis pensamientos, estaba vulnerable, en circunstancias así solo pensé en mí, el egoísmo de reclamarle con mi dolor, con mi odio, tal vez con todo junto; no tenía idea de cuanto tiempo tendría. Quizá la enfermedad de Isabel me gane y no alcance una primavera más, de sentir una navidad con el cielo lleno de estrellas. Porque pensar en ese sentimiento con olor a muerte. Me resisto a la idea de verla morir, pero yo quería decirle a Dios de mi elección, una decisión noble, de amor.

Me levante sin expectativa, de alguna forma Dios me había ignorado, si el mismo me había dicho el día y la hora, yo solo escogí el lugar.
Camine lento por ese paraje solitario, no me importaba estar sumergido en esa noche oscura.
Al fin dije, un hombre en mi camino, solo que él venía a mi encuentro, trate de salir de mi camino:
-          ¡Espere! – me dijo con voz aguda – tengo un recado para usted.
-          ¡Para mí! ¿de que o de quien? – dije sorprendido.
-          ¡De El!
-          ¿Ud. tenía cita a las cuatro...?
-          Si, con Dios – le interrumpí – Dios me fallo.
-          No es así – insistió.
-          Pues si, ¿miento acaso?
-          Lo que pasa en usted y en todos los mortales, quieren la materialización del mundo espiritual. Dios vino a su encuentro, no lo percibiste, el silencio de Dios es también una respuesta.
-          ¿Qué de mis respuestas? Tengo tantas preguntas.
-          Lo sé, la primera, es tu elección: vida por vida, ¡tanto la amas verdad!
-          Es mi princesa. No quiero verla sufrir, me duele verla llorar ¡No es justo, ya sufrió, es hora que la felicidad llegue en la totalidad de su ser.
-          No necesitas hacer ese tipo de elección
-          ¡No entiendo!
-          Si que me has entendido.
-          ¡Eso te hace grande! No pediste para ti, es para ella.
-          ¿Y ella? ¡Isabel!
-          Sus problemas, incluso su enfermedad están trabajando para ella; hay algo especial para ella. Pero muchas veces su mirada no esta en Dios. Tienen que aprender a tomar decisiones correctas, ella tiene muchas cosas que ofrecerle al mundo, ella es la obra de Dios, aún con todas sus flaquezas, tiene derecho a muchas oportunidades para llevar una vida mejor, esto sucederá si decide aceptarla.
-          Entonces lo que me dijo de ver en la distancia, entiendo yo no estoy viendo el futuro, solo miro mi presente, ella esta en los planes de Dios, ya me regalo esa felicidad, me devolvió la sonrisa, lleno mi vida de esperanzas, de ver al universo como único regalo supremo que El da.
-          Gracias amigo mío, perdón pido a Dios por todo. Usted encendió el poco fuego que tenía en mi corazón, usted logró encenderlo en todo mi ser.


Cerré los ojos de esa alegría que me embargaba, mi futuro es hoy no mañana, si quiero ver mi futuro debo construir este minuto, estos segundos de tiempo que está en mis manos. Cuando quise abrazar aquel hombre no estaba al lado mío. Pero ¡como desapareció así como así! Se había ido. ¿Quién era ese hombre? ¿Un ángel? Si un ángel, otro no seria. Corrí a mi destino, nunca más lamentarme de mi desdicha, hoy sonreiré con Isabel los pocos minutos que nos queda de vivir, de saber vivir sin odios, sin rencores, que Dios da oportunidades maravillosas a quienes lo toman y lo comparten.

Camino a casa recordé a Francisco Estrello algunos pensamientos lejanos que marcaron esa soledad angustiante y yo poniendo piedras donde Dios sabe lo que debe hacer. Ya hay demasiado fango en el sendero, no debo amontonar más de lo hay tanto sufrimiento en el mundo. El dolor cubre la noche, esa  ingrata tarea el hacer resbalar a los demás para que vivan miserables comiéndose su dolor efímero. Ya hay demasiado barro por la vida para que echarlo más. Seré yo de los que aparten ese barro para no salpicar a los demás. Ya hay demasiadas sombras por el mundo, hare mi vida tan clara y luminosa que evitare tropezar a los demás. Hay tanta podredumbre dondequiera que vaya no es justo que yo la aumentes más; echare mi vida hacia delante, andaré con pureza sin temores, surcando la vida, sembrando el amor
CAPITULO XIII


Ese encuentro con el ángel marco mucho en mi vida. Que insolencia la mía, de pedirle a Dios conversar cara a cara, soy el ser más imperfecto de la tierra, a pesar de todo, El me ama y lo sé. Siendo Dios tan impredecible, que no se como va a actuar en mis circunstancias; debo aumentar mi capacidad de percibir las cosas. Mi vida es única, difiere de otro mortal y todo lo que hago en el día a día, de una hora a otra, en esos minutos eternos le doy sentido a mi vida, los detalles, los gestos que doy a cada persona, de no vivir una vida abstracta, efímera, entendí que tengo una misión en este mundo y debo ser yo en esa singularidad eterna, porque mi vida no puede repetirse es única, mi tarea para poder construirla paso a paso, en cada palabra, en cada dolor, esos sufrimientos idos puedo responderle a la vida con la construcción de mi propia vida.

Recuerdo esa noche a fines de otoño, Abel me dijo:
-          Karim – pronunció titubeante – sé lo mucho que amas a Isabel, pero tu sufres mucho y te olvidas de vivir para ti, vive como si estuvieras viviendo esa segunda vez. La primera paso, no lo deseches sea bueno o malo es parte de ti. Tal vez obramos desacertadamente pero hoy tus obras, tus caminos, tu felicidad serán los destellos de esos días grises.
Esa noche mí café era amargo, pude tener una experiencia tal difícil que el aliento de mi alma se iba.
-          Abel, mi princesa se muere, por eso quise hablar con Dios y decirle mi elección
-          ¡Elección has dicho!
-          Mi vida por la de ella.
-          Karim, si no te has percatado, la gente cada día se va de aquí  en todo el mundo y no necesitan hacer elecciones, ¿por qué Dios tendría que dejar sus asuntos para escucharte?
-          Creo que tienes razón– baje la cabeza en señal de impotencia y sumisión
-          Pero yo se que te escuchará
-          ¿Por qué lo haría Abel?
-          Nosotros nunca nos valoramos, ni nos damos cuenta lo que somos, y tu eres ese ser tan especial, has estado al lado de muchas vidas, a tiempo y fuera de tiempo; nunca pediste ni las gracias, sencillamente te diste, te gastaste, además tu amor no es protección para que ella se salve sino tienes que darte de ti para completarte en esa unidad, única
Forcé una sencilla sonrisa.
-          ¡Te admiro Karim y que elección! ¿No tienes miedo a la muerte?
-          ¡No! Estoy agradecido a Dios, por haberla puesto en mi camino, los pocos momentos que disfrute a su lado, su sonrisa de niña, todo de ella, dio sentido a mi mundo. No tienes idea de cómo la amo y porque la amo he puesto mi alma en las manos de Dios, mi opción está hecha.

 Porque en circunstancias como esta cometemos los errores más irreparables que mañana tenemos que lamentarnos, sabes cansado en el parque vi a una linda muchacha de ojos claros le daba de comer a las palomas, cuando se puso en pie era invalida, pero se fue sonriendo, un muchacho leía un libro me acerque a preguntarle una dirección me trato amablemente y le pregunte porque traía puesto los anteojos negros sino reflejaba el sol, me contesto sonriendo que era ciego y que la lectura era Braille. De eso lamento amigo que ellos les falta algo en su cuerpo son ciegos, inválidos, sordos, les falta un pie o una mano pero son felices y lo dan todo y yo tengo todo, porque tengo que tentar a Dios de esa manera más vil si Él me ha regalado todo a pesar de la enfermedad de Isabel Dios me quiere enseñar que debo pagar el costo de aprender a vivir una vida de dependencia a su gracia porque todo lo da con añadidura. Esa noche camino a casa, pensaba en la silueta de Isabel, tan hermosa como es. De mirarla sin su dolor, sin su cansancio por causa de su enfermedad. Si Dios aceptará mi propuesta elegida, solo le pediría que me tenga con vida en el lapso de dos lunas llenas, tiempo suficiente par entender mi presencia puesta en el mundo:
De entender la gracia de Dios, dada al hombre y nosotros la rechazamos buscando otros caminos, que al final somos los seres mas desdichados de la tierra.
Pensamos que Dios nos abandona, cuando vivimos nuestros fracasos, que nos deja de lado, muchos pensamos que no tiene sentido nuestra presencia aquí, que todo lo que hacemos no sale conforme lo queremos nos frustramos, nos odiamos. Cuando allí empieza el verdadero fracaso, no aceptamos valorarnos ¿por qué? Porque sencillamente no le hemos abierto nuestro corazón de par en par al mundo, a la felicidad; que nuestro ser quiere liberarse para dar al mundo lo que realmente somos.
Hemos iniciado jornadas de trabajo por inercia, sin pasión. Nuestra paz con nosotros esta en conflicto, no sentimos orgullo por cada logro que hacemos; los pocos minutos que nos queda no sabemos disfrutarlo con los que más amamos o nos aman.
Hemos vivido mofándonos, de la lucha de otros; nuestras críticas y nuestra lengua facilista, siempre estuvo delante de nosotros por que tenemos una vida simple, mediocre, solo hemos vivido cargados de excusas, cuando fallamos, y al final; cuando nos cansamos de hacer lo malo, de andar por el camino no adecuado y queremos arreglar nuestra vida, habremos agotado todos los recursos y nadie estará al lado nuestro para sostenernos.
¡Basta de caminar errantes! Viviendo solo para nosotros mismos, los mejores años de nuestra vida se fueron con la amargura, el dolor y la miseria espiritual y no tiene sentido convivir con el fracaso, la ignorancia, la envidia, la pobreza, la autocompasión.
Todos tenemos la llave de esa maravillosa elección de ser mejores, de cambiar hoy, no mañana, sino en el ahora. ¡Ahora es el tiempo para nosotros!
Cada día que pasa le digo a Isabel  esa voz tan escuchada, tan pronunciada ¡te amo!, pero se vuelve singular, única; cuando viene del alma, del corazón de un alma amante. Yo elegí amar, yo elegí querer, cada detalle por tan simple que sea, es un gesto de amor. Jamás pensé que el amor sea una aventura simple, tampoco un ensayo, es indescriptible en sí mismo lo que es el amor.
Todos mis pensamientos fueron turbados con la voz ronca de un anciano, que intentaba calentarse en un fogón hecho artesanalmente en esa oscura noche:
-          La elección que hiciste solo tiene un nombre
-          me habla a mi señor – le dije desconcertado
Mire a todos lados, obviamente era la única persona en ese lugar que transitaba a la media noche, pensé fugazmente, tal vez sea Dios con rostro de mendigo
-          ¿Puede repetirme lo que dijo?
-          Has buscado la felicidad, y no fue para ti, fue para otra persona; eso significa solo una cosa: tener el mismo corazón de Dios.
-          ¿Qué clase de mortal eres tú? Tu lugar debe ser ese otro cielo y no este.
-          Soy de este mundo mi amigo, mientras tenga vida, daré de mí, y aún más allá de mis fuerzas. Por eso se llama felicidad y no es otra cosa, como piensan los hombres, se auto destruyen para ocupar sitiales, ganar honras, honores, a costa de otros y cuando obtienen lo que quisieron, son los seres más desdichados.
-          Veo en ti humildad, eso es difícil encontrar hoy en día entre los mortales. Has aprendido a gestionar tu mundo, toda esa experiencia que ganaste hoy la usas para dar soporte a mucha gente que viene a ti
-          Lo poco o lo mucho lo hice con grandeza, con pasión, he aprendido a compartir tristezas, gozo, éxitos, crisis y todo lo que me han pedido lo di sin mezquindad. Ese es mi esencia.
-          La explicación a todo esto; es la renuncia de ti mismo, de otra forma no darías, eso te hace grande amigo, además el riesgo más grande es olvidarse  de construir un mundo solo para ti, tu futuro y no olvides que el pasado, tu presente y tu mañana deben ser uno en esencia, no los dividas, todo en conjunto es la construcción de la vida
-          Posiblemente, pero ¿Dime cuál es el nombre de mi elección?
-          Amor, solo eso, amor
-          Puede ser, pero escucha lo que voy a contarte en mis días lo que me sucedió: camine por las montañas rumbo a Castro Virreina allá en Huancavelica, llegamos cansados y nos dispusimos a dormir. Un norteño alto y blanco, pasó adelante; ya había alimentado a los caballos y gritando de cansancio se fue a dormir. Me tiré de sobre la hierba; quería dormir al aire libre, miraba las estrellas en el cielo ancho, infinito; no pude conciliar el sueño; el aullido de un lobo a lo lejos podía escucharlo; entonces me senté y comencé a caminar por el patio. Y lo que había estado tan lejos, de pronto estuvo cerca. El gruñido de aquel lobo me rodeó en esa inmensa noche; tenía los ojos dorados que se encendían y se apagaban; brillaba en esa noche de luna ausente. El lobo se acercó lentamente, paso a paso con desconfianza se acercó a mí y me dijo lento y pausado:
-          Soy el lobo más viejo de esta zona. Me siento feliz de poder acercarme a tu lado y no tengo miedo de ti, eres diferente a los demás humanos. Ya casi había abandonado la esperanza, porque te espere desde la eternidad; mi madre te esperaba, y su madre, y todas las madres hasta llegar a la madre de todos los lobos.
-          Me asombra lo que dices -dije olvidando que es un animal salvaje- como sé que yo soy el que dices que soy: - los que vinieron antes que tu solo han destruido mi familia, ya no quedamos más en este mundo, te seguí muchas millas atrás por las montañas, llevas la marca- ¿de qué marca hablas? – esa del alma noble, transparente que puedes ver entre el cielo y la tierra.
-          ¿Qué deseas que yo haga?- sálvanos, sálvanos de la depredación del hombre, solo eso, queremos vivir en nuestras montañas, nuestras cuevas en medio de nuestras estrellas  ya que vienes del norte; en esto precisamente fundamos nuestra esperanza, esta es nuestra última oportunidad de vivir
-          No hables tan fuerte -le dije-, los demás están durmiendo cerca de aquí.
-           la armonía de la naturaleza con el mundo abierto se ha roto, vivimos para defendernos de los humanos, ustedes sacan sus escopetas y no saben si hay pequeños que todavía están amamantando la leche de sus madres
-          ¿pero cómo los ayudo?
-           diles al mundo que no somos lo que ellos piensan, somos parte de su mundo y queremos convivir en esta vida y las demás vidas por siempre
-          lo hare, lo prometo, ve en paz, nadie te tocara, lo juro
-          lo que quiero decirte amigo mío que todo lo que prometas tienes que cumplirlo paso a paso, letra por letra, con Dios, imagínate, si lo prometiste deberás hacerlo
-          Dios conoce mejor que nadie mi corazón amigo
-          Podrá conocerlo, pero tus actos deberán ser igual que tu corazón y tus promesas. Solo entonces veras las respuestas en tus manos
-          Lo hare amigo y aún más todavía

Puedo pensar mil cosas de la narración que me hizo este hombre, pero igual tengo que proteger ese amor único de Isabel, no lo matare con mi indiferencia, sacrificare mi tiempo, mis indiferencias por verla sana, verla sonreír, verla correr entre los campos, uniéndose con las estrellas gritando que me ama.
La vida es solo prestada, por un tiempo, de lo que hago dependerá solo de mí y de nadie más, no culpare a otros de mi desdicha, de mis fracasos porque solo yo construí mi pasos, hice mis caminos, en este mundo ajeno.

CAPITULO XIV


He caminado sin rumbo cada noche buscando respuestas a mi desdicha, quise encontrarlas en mi mismo, porque quizá yo sea del problema y no los demás. Caminando en mis noches azules queriendo que el mundo sea mío, se adapte a mis sueños y desechando que yo me adapte al mundo con sus sombras de muerte he decidido hacer alianza con el universo.

Cerca de las ocho de la noche sonó el teléfono, la voz  de Rosa era  opaca,  lloraba inconsoladamente. Me dijo que viajara urgente a Lima al hospital neoplásicas,  esa que está en la avenida Alfonso Ugarte.
-          Es Isabel se nos muere Karim
Esa noche viaje en silencio entenebrecido, tenía la mente en blanco. Llego la hora que esperaba y a la vez lo negaba. Había ensayado esto mil veces de cómo actuar en casos como este sin embargo perdí todo cause, es más, mi catarsis afloro, quería echar maldiciones al viento porque mi único amor se va para nunca más volverla a ver.  Ella no tiene padre ni madre, solo nos tiene a nosotros, así que debo ser ese soporte en momentos así.

Al día siguiente abrumado por toda esta situación quería que todo terminara de una vez, Rosa me esperaba en la puerta principal, tenía los ojos llorosos
-          ¿Dónde está mi Isabel? –le dije desesperado a Rosa
-          Esta en sala de cuidados intensivos
Alcance ver a Isabel estaba envuelta con muchas sondas en ambos brazos, maquinas que intentaban reanimarla, había entrado en shock. Llevaba un respirador artificial. No la quería ver así, era una tortura para mí, me destrozaba en mil pedazos, mi agonía era aplastante. No quería reconocerlo, hable con la enfermera si me dejaran verla quizá sea la última vez que la vea
-          Es imposible verla en el estado en que se encuentra. Tranquilo joven veremos cómo va el resultado – me dijo la enfermera
-          Señorita por favor si necesitase trasfusión de sangre u otra cosa por favor aquí estaré, no me moveré de esta sala
-          Yo creo que deben irse para sus casas pues la están estabilizando mañana será otro día – era duro escuchar esto, pero era cierto 
-          Karim – me dijo Rosa tocándome el hombro – vamos a descansar ya nada podemos hacer, la enfermera nos pide que volvamos mañana, solo entonces sabremos la evolución de su cuerpo.
-          No yo me quedo, si necesitan algo, un medicamento, quien estará a su lado, no podre descansar esta noche con todo este dolor que llevo dentro
-          ella esta inconsciente Karim, todo esta bien, de parte de nosotros no hay nada mas que hacer por ahora. Ven sentémonos un instante, pero solo un instante
-          Rosa tu eres enfermera, sabes todo el mal de Isabel y sus consecuencias, tenia mal la sangre ¿verdad?
-          No, no Karim, Isabel te mintió tuvo cáncer al estomago y no sabes cuantas noches, horas, días, pasamos al lado de ella, el mal solo avanza a su fin Karim.
-          Porque me oculto esto Rosa, ¿acaso yo merezco esto?
-          Entiende Karim tu también hubieses hecho lo mismo, ella te ama demasiado que no quería ver tu sufrimiento, que la recordaras así como es ella. Además cuantas noches he visto sus lagrimas, eran por ti Karim
-          ¡Pobrecita mi Isabel! ¿Cuánto habrá sufrido?
-          Tomaba tiernamente en sus manos tu fotografía y lloraba dejarte solo
-          Porque no me llamo juntos hubiésemos llorado, cantado a esa felicidad que nos fue robada.
-          Háblame del mal Rosa ¿Cómo es eso?
-          ¿de verdad quieres saber Karim? Será más doloroso aún para ti
-          Quebrado estoy Rosa, la mitad de mi cuerpo se esta muriendo allí dentro y mi otra mitad se apaga, llora, gime, lamenta no haber amado con intensidad, de haber dado aún más allá de mis fuerzas
-          En una de esas visitas periódicas que hizo Isabel al médico le detectaron este mal. Ella pensó que era solo gastritis, sin embargo era cáncer,  y este mal  es una enfermedad en la que un grupo de células del cuerpo se hacen independientes del resto del organismo. Estas células se descontrolan, cambian su tamaño y su forma y lo que es peor, comienzan a multiplicarse y crecer sin ningún tipo de orden ni freno. El estómago, como la mayoría de los órganos del cuerpo, está formado por distintos tipos de células: un recubrimiento interno de células que producen moco y ácidos para la digestión, una capa intermedia a base de músculo y una más externa llamada serosa.
-          ¿Isabel tenía el tumor benigno o maligno?
-          Te explicare ambos: Benignos: crecen lentamente y no destruyen los órganos cercanos ni se extienden a otras partes del cuerpo. A veces no necesitan tratamiento o pueden extirparse fácilmente y los Malignos: las células crecen más agresivamente, invaden y destruyen lo que tienen alrededor y son además capaces de alcanzar zonas distantes del cuerpo (metástasis). Su tratamiento es difícil y puede llegar a matar: es lo que se llama cáncer. Hay distintos tumores de estómago dependiendo del tipo de células que se transformen en malignas.
-          Rosa ¿sabías de los síntomas que tenía Isabel?
-          ¡si Karim! – me dijo mirando al suelo
-          Pero, porque no me dijeron a mi, ¿porque me ocultaron? ¿si era yo su único amor debí ser parte de todo esto dolor no crees?
-          ¡No! Isabel no quería que la vieras así, estaba quebrada con agonía y en esa agonía te amó mucho Karim, quería luchar por ti, por ambos.
-          Cada palabra tuya me hiere mas no haber estado al lado de ella
-          Lo se Karim, pero Isabel me hizo jurar que no te dijera nada, y no sabes cuantas noches, he llorado no poder decirte, yo también he sufrido Karim y le reprochaba esa actitud de no contarte su enfermedad
-          ¿mi Rosita cuanto habrás sufrido? – allí le abrace secando sus lagrimas-
-          No te aflijas Karim, lo que vendrá lo asumiremos los dos.
-          Lo se amiga, pero dime los síntomas Rosita ¿Cómo es eso?
-          El cáncer de estómago es una enfermedad traicionera porque avisa demasiado tarde. Puede no producir ninguna molestia durante largo tiempo y suele estar muy avanzado cuando el paciente nota el primer síntoma. Además, los problemas que produce son tan comunes que no suelen alarmar al principio. La persona puede notar estas cosas Karim:
-          acidez  de estómago o sensación de  gases, molestias vagas en el abdomen, diarrea o estreñimiento, pérdida de apetito y de peso, sensación de cansancio o debilidad, aparición de sangre en las heces o en un vómito
-          ¿me imagino que estuvo yendo constante al médico no Rosa?
-          Si Karim, le aconsejamos que consulte al médico. El oncólogo es el especialista en tratar el cáncer y sólo interviene cuando está confirmado que se trata de un tumor.
-          ¿El cáncer de Isabel en que fase esta Rosa?
-          ¡Terminal!
-          ¡que! - quise gritar todo el pasadizo del hospital, allí mismo sangrar mi dolor, que mis quejidos se impregnen en esa noche oscura con olor a muerte
-          Lamentarnos a estas alturas  ¿de que vale dime? Lo que cuenta es que ambos se amaron intensamente, Isabel me dijo que esto era todo lo que anhelaba, no necesitaba más, se ira al cielo con este maravilloso amor que eres tu Karim, el regalo de Dios para ella
-          Sabes yo quise cambiar mi vida por ella
-          Si lo se, Isabel llorando me conto ese sacrificio tuyo, me dijo que tuviste un encuentro con Dios, esto nadie te lo creerá ¿verdad? Para mi es la soberanía de Dios, mostrándose como El quiere,  eso se llama Kairos, es  tiempo de El, de Dios, de nadie más.
-          Pero Dios no quiso Rosa, Isabel debía enfrentar su destino, estaba escrito que su tiempo terminaba aquí,  acepte ese destino marcado
-          Si tu aceptaste, no te aflijas mas Karim, es la voluntad permisiva de Dios, todo esta en El
-          ¿Acaso El no vio nuestra felicidad Rosa? ¿porque arrancarme tan abruptamente esa dicha, esa unión perfecta con Isabel?
-          No se Karim, hay respuestas que solo Dios lo sabe, de porque El permite estas cosas
-          Creo en esa soberanía única que tiene Dios para sus criaturas, camine en esa elección, busque a Dios si me accediera al cambio, su vida por la mía, yo no estaba en sus planes todavía. Mi cronos, es decir mí tiempo es lejano todavía. En cambio Isabel estaba en el pensamiento de Dios, estaba en el corazón de Dios que se iría con El, estaba marcado ya ese final
-          Los planes de Dios ¿quién puede cambiarlos Karim?
-          Si Rosita, nadie, así es. ¿Sabes si Isabel recibió quimioterapia?
-          Si Karim y no sabes eso es lo peor
-          Peor has dicho ¿Por qué Rosita?
-          Porque los efectos secundarios dependen del tipo de fármaco que le administraron y de la dosis que emplearon en cada caso. Además influyó la sensibilidad de Isabel. Los agentes quimioterápicos no son más que venenos que matan células, lo que ocurre es que afectan sobre todo a las células que se multiplican más rápidamente, es decir las cancerosas.
Sin embargo, las células sanas no pueden evitar verse afectadas y ella lo notaba. Se iba cayendo su cabello, el cabello se multiplica rápidamente y por eso se ve más afectado que otras partes del cuerpo. También las células sanguíneas se multiplican rápidamente, Isabel se vio afectada por la quimioterapia: puede aparecer anemia o una baja sus defensas. Esto último es importante porque en estas fases del tratamiento Isabel se encontró debilitada y es posible que hay sufrido infecciones muy graves. Otros efectos de la quimioterapia son: pérdida del apetito, debilidad, náuseas, vómitos o la aparición de llagas en la boca.
-          Pobrecita mi Isabel cuanto a sufrido, cuanto a llorado- no pude contener mis lagrimas y allí llore sin consuelo, huérfano en un mundo solo
-          No Karim, tu fuiste lo mejor que le paso en la vida, fuiste el soporte en esos momentos difíciles, angustiosos, su amor por ti fue grande, diría el todo.
Salimos esa noche fría por la avenida Alfonso Ugarte el cielo gris de Lima nos envolvía en nuestro duelo. Caminar bajo sus sombras acompañándonos la muerte que sonreía su victoria de quitarme a Isabel
-          ¿dónde estas hospedada Rosita?
-          Estoy en la avenida Bolivia, esta cerca de aquí y tu donde te quedaras Karim
-          Iré a casa de Paco,  es mi hermano de juramento. No te preocupes vive en la avenida Arica, mañana nos encontramos, paso a recogerte Rosita
-          Bien Karim que descanses

Esa noche camine con esa vieja nostalgia, mundo solo. Caminos sin fin, cielos abiertos con desesperanzas, lluvias ajenas, tiempo prestado. En fin lo que vendrá espero, ya llore, ya gemí en mis entrañas, beberé esa agua amarga de ver morir a Isabel.
Se notaba la penumbra de la noche fría y un velo azul obscurecía el cielo limeño. Las calles parecía una masa enorme, perdiéndose sus contornos en la obscuridad del cielo de color negro azulado. Franjas de nubes de neblina se expandían sobre las calles de la avenida Alfonso Ugarte.
Mi futuro era incierto, lúgubre, me absorbía un pesimismo de muerte escondida entre las calles, me veía en un pantano de dolor nauseabundo haciendo esfuerzos para librarme y salvar mi vida y porque no la de Isabel. Sin embargo no di a conocer mi estado de ánimo, me despedí de Rosa y me envolvió la noche con sus tules de miseria y dolor.

Toque la puerta cuatro veces y desde la ventana del segundo piso salió Paco
-          ¿Quien es? – grito dos veces tratando de ver con claridad mi imagen en esa oscura noche
-          Soy Karim Paquito
-          ¡Hey! Karim, eres tu, has vuelto, enseguida abriré el portón
-          Paco, ¿Cómo estas? ¿los demás están durmiendo?
-          No Karim se fueron a España por dos meses, estoy solo
-          Que pena quería verlos, saludarlos
-          ¡Pero que alegría verte Karim! Pero tu semblante es diferente ¿Pasa algo?
-          Si Paco mi Isabel se muere de cáncer en el neoplasicas
-          Avisare a la sociedad mañana mismo
-          Bien Paco yo estaré en el hospital
-          Pero ¿Cómo te sientes Karim?
-          Paco estoy tratando de tomar el timón de mi vida pero las fuerzas me abandonan ahora que más lo necesito, estoy quebrado, ya no doy más.
-          Pero Karim no es cuestión solo de conocerte a ti mismo, sino de actuar en momentos así con procesos resilientes, nosotros los humanos somos esa especie que salimos adelante con coraje a pesar de todo, en cambio los animales caminan siguiendo el rumbo de la naturaleza. Y tu Karim has aprendido a usar todo lo que tu mundo interior tenías, trabajaste de la mano con el universo así que solo te digo que sigas trabajando, potenciando tus fortalezas, comienza a crear ese mundo de dicha, de sueños que solo son tuyos. Un autor anónimo escribió y te la doy a ti, el hombre que se levanta es más grande que aquel que no se ha caído.
-          Tengo todo eso dentro de mi paco, pero ahora es diferente, me cercenan, todo lo que soy en mi está quebrado, no tengo fuerzas para respirar en un momento así. Ha ganado la muerte Paco por partida doble.
-          ¿Partida doble? No entiendo Karim
-          Si Paco, la muerte se lleva a mi Isabel y todo mi mundo con ella.

Entonces Paco lo único que podía hacer era abrazarme y llorar junto a mi acompañándome a mi dolor, mi desesperanza, mi ausencia de vivir junto a ella.

CAPITULO XV


Recordé esa noche mis tiempos lejanos, tiempos idos que no volverán. Alex tenia razón que Isabel sea una luciérnaga, que aparece en la oscura noche, brilla un solo instante, luego desaparece sin dejar huella alguna.

Todo este tiempo, he vivido en dos mundos, y no se, si alguna vez, ese otro mundo de dolor, de vivir conforme a la idea de los demás, que nos impongan ideas chauvinistas, de pensamientos retrógrados y recalcitrantes;  de amar con miedo; de llorar gimiendo porque se es rechazado; de llorar por amor.

Tal vez, en otro tiempo, ese otro mundo desaparezca y mi ángel no alce su vuelo inesperadamente como siempre lo ha hecho.
Noviembre me vio llorar en mis noches solas, vi la indiferencia encarnada en mi princesa, he sentido su lejanía; entonces tuve miedo.
Ese miedo me encadenó a un destino que no era el mío: tuve miedo de mirarla, no era mi Isabel, tuve miedo de hablarle, mi voz no le tocaba; tuve miedo de estar a su lado, su lejanía ausente de rechazar mi presencia era cruel; tuve miedo de escucharla, su voz solo me hería.

Había llorado hasta ver mis claridades; ya no había primaveras que alumbren mi vida. Estaba quebrado, todas mis fortalezas de vivir para ella, se esfumaba, no tenía fuerzas para impedir la fugaz huida de mi amor.
Miraba el calendario, otro mes en esa agonía prestada, quería hacer mi último esfuerzo de luchar por Isabel, si no me iré como los vientos de otoño y nunca más sabrá de mis pasos ausentes y latidos enfermizos.

Reconozco que la ame con todo, he besado sus manos de seda, sus labios carmesí,  pero su corazón es de hielo, me iré lejos, habitaré en tumbas hechas por muertos para los vivos, todo lo que he sido, lo que soy es Amor hecho presencia.

Para mi todo estaba dicho. He vivido de la fragancia de la tierra y ella me llevara a sus confines.
Empaque algunas cosas, equipaje no quiero ¿Para que? si tengo el alma destrozada; mi vida estaba encadenada a mi destino sombrío. Me iré a mi mundo solo, lejos de todo, alcanzare el cielo, mirare el umbral de la muerte queriendo escapar de mi propia felicidad, entregándome a esa soledad que me aplasta, me quiebra el alma entera.

El domingo en la mañana he amanecido en un nido olvidado, lejano a mis sueños primeros. He visto mis sombras salir a su mundo: ¡no te vayas tú también! ¡Yo soy tu destino! Caminaremos hasta el final; el horizonte es nuestro paso.
Quizá tu me niegues, me desconozcas borrándome con tu indiferencia. No te reclamare ¡que más puedo perder!
Esa tarde quise despedirme de la ciudad, camine hasta el mirador, quería olvidarme de todo, me di cuenta de las mentiras demagógicas que tiene el amor. Hablamos en ese mundo mágico, pero cuando nos enfrentamos con nosotros mismos, olvidamos todo lo que dijimos. Quizá el amor tenga sus propias leyes: amar y no ser amado, esto es frecuente en el camino de la vida.
Solo se que el verdadero amor no provoca dolores, enfrentamientos. El amor es cercanía, es comunión, es presencia, es verdad; el amor de por si solo no necesita otros elementos para decir que amamos, por eso el amor no trae consigo lágrimas, sufrimientos. El amor nos hace crecer. Yo cedí mi lugar, he caminado detrás siguiendo sus huellas, sin presión, esperándola. Solo como siempre.

El martes me llamo cuando el sol moría agonizante en esas montañas
-          Quiero que hablemos  - me dijo taciturna
Ella sentada frente a mi, tenía la mirada pesada de dolor que no quería verla, su presencia me causaba más dolor, no recuerdo las muchas cosas que me dijo o dije ante ella, mi corazón estaba nublado, sentí que iba a explotar; que no la volvería a ver, que me duele haberla amado de esa forma
-          Todavía no me has perdido – esa palabra abrió mi cielo oscuro, pero tenia tanto miedo creer.
-          Necesito tu abrazo, tus besos, te necesito a ti, entonces mis lágrimas aparecieron en esa tierra árida de mi alma.
-          No es debilidad princesa, es amor, por amor uno aprende a llorar ¿Puedes darme un beso?
Se acerco a paso lento, me abrazó entre sus pechos, justo allí quise morirme, no quería vivir más; esto era todo lo que necesitaba, esa caricia única, en mis soledades he sido el guardián de sus días, y en mis vigilias escuche el llanto y la risa lejana, esa tarde vi el amor en esa perfecta claridad, no lo puedes ver hasta el momento de la separación.
Esa noche caminamos lento; solo escuche el dolor que sentía Isabel:
-          Perdóname, si te hago sufrir, con mi frialdad, ¿por qué no apareciste antes? ¿Dónde estuviste en otras primaveras – me dijo con mucha tristeza, sentí su dolor rasgando mi corazón
-          Amor, no importa si llegue en este frio otoño, podemos construir nuestro amor; empecemos ese sueño solo para los dos.
Desde que le di mi amor a  Isabel, ella no tuvo palabras, estuvo cubierta siempre, oculto en sombras pálidas de cada noche, eso me duele mucho, comenzó a llorar reclamándome su dolor extraño, moribundo
-           ¡nadie me entiende, no doy más, estoy tan cansada, no puedo más- Me dijo con coraje, con dolor y quebranto.
La abrace con toda la pasión adormecida, de dolor, no quería verla llorar, bese sus lágrimas, bebí sus lágrimas; de alguna forma quería llevar su dolor.
La tuve en mis brazos y la ame con pasión entera, no quería perderla, comprendí que no tengo amor que solo es para ella.
-          ¡Isabel! – me miro con esa sonrisa de niña- ¡Te amo!- le dije
-          Tú sabes que te quiero, dame tiempo, para amarte como tú me amas.
-          Hasta aquí he vivido a las sombras de tu amor, tú sabes que te  esperare, porque te amo.
-          ¡Karim! ¡Karim! ¡Nunca me dejes! Solo eso ¡Nunca me dejes!
-          ¡Te juro mi amor, que nunca te dejare!
Camine esa noche mirando las estrellas y  agradecí al universo porque me devolvieron a mi Isabel.
Esa noche vi una estrella fugaz. Entonces pensé en ella, en su tiempo, en su mundo. ¿Cuándo la volveré a ver? Vino esa tarde, me cubrió con sus sombras de amor y se fue en esa noche mágica, maravillosa, de haber despertado de mi sueño.
Apenas pude entender toda esa ausencia, esa indiferencia de no querer estar conmigo, era por su enfermedad, de sus viajes constantes a Lima para sus quimioterapias en el hospital de neoplasicas. Y ocultando todo para que yo no supiera nada de nada. En fin, hizo el mas grande sacrificio de curarse solo para mi y juntos construir ese mundo solo nuestro.
Le narre muchas veces a Isabel que cuando somos niños creemos en todo, el mundo de las fantasías son tan reales. Creo en la magia de ser feliz abrazando mis sueños y eso me hace crecer en este mundo hostil, indiferente.
-          Isabel – le dije tomándole de la mano en esa noche estrellada, fría, única- nunca olvides en este mundo solo habrán pajarillos que cantaran en las madrugadas frías. Veraz siempre el sol adolescente nacer para ti y toda esa belleza del valle del Mantaro, con sus árboles de eucalipto, el molle, sobre todo las retamas con su hojas amarillas tendiéndose por todo el campo.
-          Yo lo se amor, tu sonrisa siempre está ahí cuando más lo necesito, tu fortaleza es como los robles, no necesito más, te tengo a ti, esto basta
-          Si una tarde me ves llorar, o no sonría, tal vez mi silencio es fuerte como los vientos de otoño
-          Que me dices, tú no eres así  
-          Solo te pido que te acerques en silencio abrázame, dame un simple beso, regálame tu aliento para seguir viviendo como hasta ahora

CAPITULO XVI


Al día siguiente acudimos temprano al hospital. La doctora nos llamo a su oficina con esa serenidad fría que las caracteriza en casos como este
-          ¿Son ustedes familia de Isabel?
-          ¡Si, si señorita! ¡ambos lo somos! - dijimos en coro
-          ¡paso algo! – dijo Rosa tomándole el brazo a la enfermera
-          Calma, quiero que ambos tengan la fuerza en este instante
-          ¡Murió! Murió Isabel, fue una muerte rápida sin dolor – dijo con soltura pero con tristeza
-          ¿a que hora fue doctora? – dije con esa voz asfixiante y quebrada
-          fue en la madrugada, de paro cardíaco, no resistió, si gustan pueden verla, la enfermera les llevara donde esta ahora

Rosa me abrazo, lloraba desconsoladamente. Trate de no llorar, pero mi corazón explotaba, mis pies temblaban, no tenía palabra alguna. Se fue sin decirme nada. Hubiese querido darle el último beso, de sentir sus manos acariciando mi rostro, de mirar sus ojos, de escucharla sonreír. Aprendí a callar en mi silencio alquilado, muchas veces he sentido sus latidos cerca de mi corazón, ahora los míos son fuertes a punto de explotar.
Isabel se llevaba mi aliento, mi vida en ese desierto que fabrique para llorar mis soledades, de vivir mi mundo prestado, alquilado. Mis recuerdos se volvieron efímeros, no quería nada mas solo un abrazo de ella, un simple beso y morirme junto a ella. Aunque tú me dejes yo siempre estaré a tu lado. Ahora caminare a mi mundo, mi destino abierto, solo, a un lugar donde quizá no haya ido contigo pero lo hare solo sin ti. Tengo miedo de todo esto, pero la vida me enseña sus cosas, sus juegos para aprender lo que significa amar sin condiciones.

Se acercaba la primavera, lo presentí, supe que no llegaría a una primavera más. Ese sentimiento frio de frustración me consumía, crecía ese dolor que había sepultado, la muerte me gano por partida doble, estoy confiado en lo que Dios me dijo: ¡este es su tiempo, no hay otro! Por eso vivimos los minutos contados, hicimos cosas que la gente usualmente no lo hace, rompimos nuestros viejos paradigmas y amamos el universo. Si pudiera pensar en esa eternidad que es la vida a fin de cuentas, ¿de que forma o cuales de todas las formas existentes debo vivir la vida? ¿Mi vida es solo este minuto efímero? O ¿es una larga travesía que en algún momento debo detenerme y parar definitivamente? Ese proceso lánguido, avaro de la vida se muestra irónica, salvaje en su trato despiadado que se discurre entre mis alientos y no encuentro ningún significado de la vida, vivo, sufro, lloro, languidezco con mis oprobios, rio tenue, en fin, alguien toca la campana y me dice tu hora ha llegado y no se si he llegado a mi meta, nunca entenderé si alcance mis sueños.
Viene a mí todos los recuerdos idos. Ese último latido anunciaba lo breve que era tu vida, me llamaba y te dije mil veces que siempre estaré junto a ti.
Pero esta vez mi amor ya no caminaremos juntos, has volado sola sin mí a tu mundo, mañana quizá vaya a tu encuentro, solo entonces espérame detrás del umbral para estar juntos por siempre.

-          ¿dónde la velaremos? ¿dónde la enterraremos? tenemos que hacer los documentos para retirar el cuerpo de la morgue – las palabras de Rosa me hicieron volver de mis recuerdos idos
-          Rosa, ayúdame, me aferrare a su cuerpo y entonces esperare lo inevitable, quiero tenerla en mis recuerdos esa imagen de mi princesa toda hermosa, con esa sonrisa que me embrujaba, con esos ojos que pedían amor.
-          Karim lo que es de Dios como creador único, debe volver a El. Tienes que ser fuerte, aprender del universo que sigue su rumbo
-          ¡ayúdame Rosita! Estoy quebrado, no tengo fuerzas en mis piernas, el aliento se me va, las fuentes de mis lagrimas se han secado, se fue mi Isabel, huérfano de amor estoy, viviré mis oscuras noches, caminare mis desiertos llorando su muerte, gemiré junto al río reclamándole no haberme despedido con un beso, solo eso. No me despedí Rosita, la he amado como no tienes idea, hoy mismo la amo, la amare por siempre.

Cerré los ojos en ese frio hospital y de lejos la melancolía me envolvía, me cantaba muy suave y me llevaba hacia el firmamento. Entonces retrocedí a mi pasado, volaron los pensamientos abiertos cuando corríamos con Isabel por esas montañas respirando el olor de la retama y eucaliptos, escuchando el canto de los pajarillos.
En este corto pasado le di alguna forma a mi vida que la felicidad es verdadera, que las sonrisas te la regala el universo si aprendes a vivir en paz con ella que el futuro no existe, el presente es hoy.  Allí parado frente a Isabel camine contando mis pasos, podía escuchar mi aliento lejano distante, este encuentro me destruía, mi alma entera gemía. Entonces no pude más y la abrace, llore, gemí, reclamándole a Dios porque era injusto conmigo y mas con ella que merecía todo, la vida misma. Tome sus manos frías quise gritarle que  abriera los ojos, que se levantara que nos fuéramos a nuestro mundo solo, pero ella permanecía en silencio como habeces lo hacia a orillas del rio donde mirábamos morir el sol serrano. Me levante de mis congojas, limpie mi rostro y le dije a Dios que le hiciera recordar mas allá del sol, que yo la he amado sin mezquindades, sin reclamos, que viví solo para ella y para nadie mas.  
Camine sin mirar atrás, recordé levemente  que ambos vivimos esa eternidad, en ese cielo prestado, en este camino austero, efímero, buscando  lo que Dios ya tenía para ambos, El amor.
Esa tarde de viento otoñal, las hojas secas nos acariciaban silbando su música melancólica. Entonces vi en medio de mi dolor a la sociedad, estaba conmigo Paco, Carlos, Lucho, Gonzalo, Andrés, Julia, Charo Y Blanca.
Otra vez juntos, como siempre. Podía sentir mi dolor desvanecerse con la presencia de la sociedad frente al cuerpo de Isabel. No quería acercarme a la ataúd y mirar a Isabel, tenía miedo  verla otra vez, no quería reclamarle porque se fue sin decirme nada, de llevar sola su agonía bastarda, de no compartir conmigo su dolor y sus lágrimas. El dolor, el reclamo, el odio podía más que yo.

El cementerio Británico sería la última morada de Isabel, estará al lado de Leo y Miguel Abril juntos por siempre. Este cementerio se inició en 1834 cuando el cónsul de Gran Bretaña en Lima obtuvo la autorización del gobierno José de Orbegoso para la compra de este terreno en el Callao para enterrar a los evangélicos y protestantes.

Yo me iré sin rumbo buscando mi destino ausente lejos de un amor alquilado. No se si quería que fuera sepultada ya mismo o tenerla allí mismo sin que se vaya de mi lado. Entendí que el sufrimiento deja de ser en cierto modo sufrimiento en el momento en que encuentro un sentido a esta circunstancia que estoy viviendo
-          ¿Karim tienes algo que decir?- dijo Rosa mirándome con tristeza
-          quiero leer este poema, lo escribí para ella, me había pedido que lo leyera tomando nuestro café cuando regresará de su viaje, pues ese día nunca llego.

Esta noche,
Parca y distante
Estás como ausente
Me embriago en mi amarga saliva
De no poder decirte:
Que ha nacido el sol,
En noviembre.

La sombra de tu amor
Prestada, alquilada,
Quise hacerle trampa a la vida
Golpea fuerte y duro.
Eres solo tú,
Toda tú,
Mi imagen opaca
Junto a ti.

Eres la luz que esperé paciente
El perfume lejano y tardío
Mi música intacta.
Eres mi mundo de luz y destellos
Te he amado por todo esto.

Cuando termine de leer mis lágrimas buscaban ese surco seco de mis mejillas, allí enmudecí en silencio sepulcral, ausente como siempre, buscando consuelo en nidos desechos, en luces opacas, distantes.
-          Isabel no se ha ido Karim, esta entre nosotros, allí vivirá siempre- me dijo Rosa tomándome el hombro
-          Si Karim, se ira solo si la olvidas- dijo despacio Paco- entre la vida y la muerte solo hay un paso. Primero nacemos luego morimos, entre ambos no sabemos cuantos serán nuestros días, nuestras horas no hay forma de saberlo
-          Cierto, empezare a reconstruir mi vida y ahora- dije mirando ese cielo abierto solo para mí- pero díganme ¿Qué es la felicidad? Entiendo que la infelicidad es inevitable cuando no podemos hacer nada por recuperarlo
-          Karim el riesgo es olvidarse de construir tu futuro – me hablo con firmeza Paco – tu pasado es de mucha nostalgia y ahora tu presente no te ayuda mucho, pero ese futuro debe cambiar, todos deben asociarse
En un mundo amplio, grande como tu mismo
-          Si Karim – sonrió Rosa- en tu mundo interior existen fortalezas, puntos fuertes que debes usarlo y nunca debes dejarte usar por tus debilidades tus rendimientos serán pobres, mezquinos.
-          Si amigos – dije mirando el poema que hice para Isabel – a lo largo de nuestra historia el mundo nunca ha tenido esa necesidad de usar, de trabajar sus fortalezas, sus puntos fuertes, además no solo es conocerse
Sino de actuar. Hay situaciones, circunstancias que la vida nos priva de ejecutar la construcción de nuestros sueños, de disfrutar de la vida y todo esto viene acompañado de algo inevitable que es el sufrimiento. Yo acepte en mis soledades el reto de sufrir de cualquier forma, la vida tiene hasta el último momento un sentido único de aplastarnos hasta hacernos sentir miserables.
El panteonero con sus ayudantes bajaron lentamente el cuerpo de Isabel bajo tierra. Tenía la mirada perdida,  miraba como Isabel era cubierta por todas esa tierra. Quería correr a su lado, volver hacia  atrás, cambiar muchas cosas, decir cosas que no dije, gestos que hubiese hecho feliz a Isabel, tan solo tome una rosa y les pedí que me dejaran a solas un instante con ella
-          Otra vez me dejas, como siempre. Solo te vas sin despedirte de mí, sufro por esto, me acostumbraste a tus soledades, a esconderme bajo tus miedos de amar libremente, a robarte un beso, a sonreír a los vientos del sur, de arrancarte un te quiero; en fin, otra vez vuelvo a mi mundo solo. Sabes, te sigo amando como la primera vez, quería irme  por este camino y no tú, pero esa tarde el ángel me dijo que todo era perfecto, que no había equivocaciones en el plan supremo y no lo entendí. Lloro tu partida austera, gimo un dolor agudo, prestado, siento un vacío lacio, enfermizo en mi corazón que me impide respirar, ya llore mi amor, desgarre mi corazón y hoy has roto mi dependencia hacia ti, te vas, apártame un lugar que voy detrás tuyo, dijimos juntos hasta la muerte y así debe ser. Adiós Isabel, princesa mía, allá te veré en ese otro cielo, el de nosotros.

El cielo se nublo esa tarde, el viento golpeaba fuerte. Quería volver y abrir una y mil veces la ventana del cajón, decirle a Isabel que siempre la amare, que no me olvidare de ella, y pedirle un favor muy grande, que camine conmigo en mis soledades, en mis días grises, de ayudarme a vivir ese duelo austero.

Caminamos lentamente con la sociedad sin decir palabra alguna, mis voces se fueron con Isabel, mis pensamientos estaban encarcelados, mi alma estaba vacía, sola.
-          Karim vamos para la casa- me dijo Paco
-          Gracias Paco me iré ahora mismo
-          ¡te vas ahorita! ¿a dónde te iras Karim?  - dijo Rosa
-          Rosa todo este tiempo he caminado por las circunstancias, me deje llevar por ese mundo mísero, hipócrita y deje de mirar lo maravilloso que es la vida, de esa creación llamada naturaleza, de no respirar libremente, de mirar nacer el sol, y aún cuando es adolescente en esa tibia mañana y verlo morir en esos atardeceres, ya sea en las altas montañas de nuestra sierra o en el viejo mar de Lima. Ahora me toca a mi, quiero regalarle a mi vida ese don maravilloso de vivir como si fuera mi último minuto
-          Nuestra sociedad ha caminado en ese sentido Karim, por eso nada ni nadie ha podido separarlo – me abrazo con cariño Paco
-          Amigos – dije mirándolos a todos – les comparto lo que leí hace tiempo: cuentan que dos monjes budistas hicieron un pacto de no tocar mujer y  estaban a punto de cruzar un río caudaloso, cuando se encontraron con una mujer que les pidió ayuda para llegar al otro lado. El monje más radical se negó rotundamente, pero el otro la cargo entre sus hombros y le ayudó a cruzar. Luego los dos monjes prosiguieron su camino en silencio. Pero el otro le reclamo de cómo era posible tocar a esa mujer y haber roto el pacto. El otro le respondió: yo cargue a esa mujer y la deje al otro lado y le recrimino de porque el le seguía cargando todavía.
-          Que quieres decir Karim – dijo Paco tocándome el hombro
-          Esta muy claro amigos, yo lleve cargando todos mis días, una vida efímera, sonrisas prestadas, alientos sin vida. Pero hoy ya no será así, hoy dejo todo lo que llevé en mi mundo interior, todo desanimo, ese olor a muerte, esa peste llamada envidia. Todos caminemos con esperanzas, demos otra oportunidad al mundo, sonriamos, la vida esta envuelta en un solo minuto, por eso no miremos a tras, sembremos la vida. La muerte de mi princesa, ahora tiene sentido, en todo. Si yo hubiera muerto ¿Qué sería de ella? Su dolor, su agonía sería doble, no lo hubiera resistido. Mi dolor gano su felicidad en esa estela mísera de sentido a la vida, cantare a la vida,  en cada dolor hay un sentido de vivir, de renacer a esos nuevos amaneceres, entendí que la vida es efímera es ese pequeño espacio que nos regala para saber disfrutarlo y cuando todo termine volvemos a nuestras oscuras noches, a nuestras soledades interminables, di todo a mi princesa, nada más puedo hacer, ahora me iré a mis caminos solitarios como acompañando a Isabel, solo que yo seguiré surcando la vida recordando mi beso de despedida
-          Abracémonos – dijo Paco – y destruyamos todo lo que nos ha limitado, todo cuanto hayamos caminado por inercia, hoy el cielo se abrió para nosotros, hoy es especial
-          Pero ¿a donde iras Karim? - me dijo Gonzalo
-          Iré a la Patagonia de Chile, al último rincón del mundo. Primero estaré con mi amigo Sepúlveda en Puerto Montt, luego partiré para Punta Arenas, viviré con Luis dos meses en su barco pesquero, le ayudare a sus jornadas en ese mar sureño.


-          Porque tan lejos Karim – dijo en tono melancolico  Paco
-          Vivir en el mar es un mundo aparte, solo, no te imaginas todo ese bullicio de las gaviotas volando encima tuyo quitandose los peces de las redes, ademas ahí estan los Boteros, los pescadores artesanales y las industrias pesqueras, soy novato en estos oficios pero tengo pasion por el mar, es mi boleto a la libertad. Es otro mundo, no se puede comparar con nada, el olor a pescado, ese  mar misterioso esta en mi sangre. La primera vez que estuve entre ellos mi alma se pego a ese mar sureño porque vi ballenas muertas en el Estrecho de Magallanes, habian ingresado a las partes de mareas bajas  en busca de alimentos, alli aleteaban queriendo vivir,  todos los pescadores corrian gritando que todos fueramos  para ayudarlos buscando la forma de poder salvarlos, me uni a ellos y logramos salvar a muchos pero algunos murieron sin que podamos hacer nada. Recuerdo una en especial entre cuatro jalabamos sus aletas empujandolo hacia el mar, estaba casi delante cuando vi sus grandes ojos mirandome, nunca olvidare esa mirada  me embrujo a su mundo, el mar. Viviras le repetia una y otra vez, le abrazaba la parte de la cabeza, ingresamos casi hasta donde el mar nos daba a la altura del pecho, un poco mas gritaba un viejo croata, la ballena dio la vuelta y me miro por ultima vez, como despidiendose por ultima vez. Volvere amigos a ese mundo que es mio.
-          ¿cuándo te veremos Karim? ¿Cuándo volverás? – dijo Rosa llorando
-          No se Rosita, no sé, pero prométeme algo – le abrace tiernamente
-          Dime, dime Karim
-          Siempre le llevaras rosas rojas a nuestra Isabel
-          Lo hare Karim, tu sabes que lo hare

Abrace a cada uno sin decir palabra alguna. Entonces vino a mi memoria recordando a José el de las montañas, vi su rostro en esa tarde fría sonriendo al lado mío; a don Augusto Vargas que lleno de esperanzas a mi corazón; al viejo Sebas trayendo palabras de sabiduría en tiempos oscuros de vivir en desiertos prestados; a Leo, Fred, Richard, Miguel Abril que fueron parte de nuestra sociedad; Isabel viniendo a mi con esa sonrisa de niña. Amigos por siempre. Sólo tomaron la delantera en esta vida peregrina; Ángeles que alzaron vuelos para un mismo lugar, el cielo.





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