EL VUELO DE MI
ÁNGEL
Moisés Asto
Hinostroza
A - Amira por arrancarme
Una sonrisa cada
día
Fue escrito en Puerto
Montt Chile - 2005
CAPITULO I
Camine aprisa desde la
Plaza Constitución para un poblado llamado Acopalca, quería enfrentarme a mi
verdadero destino. No tenía idea en ese momento si el destino era yo o esa
ruleta que nos juega la vida. Como caminar a tientas cuando estoy vulnerable,
quebrado, en esa soledad que solo me atormenta y buscar escapar de sus garras sombrías,
lejanas.
El viaje fue
inesperado, solo cruce el umbral de mi destino, esperaba cualquier cosa para
seguir luchando, seguir esa batalla de la vida aunque parezcamos muertos en
este mundo sombrío, ajeno, prestado.
El lugar era perfecto,
altas montañas, absoluto silencio, embargado en una soledad que venía silbando
desde el Huaytapallana.
-
¡Me quedo aquí! – dije con voz débil
-
¡Aquí! – dijo sorprendido shan – pero Karim aquí no
hay nadie y para Acopalca falta mucho.
-
Eso quiero.
-
¿que es lo que quieres Karim?
-
¡Soledad! Quiero estar solo, eso es lo que quiero,
sentir esa soledad que embarga con su manto de olor a muerte aun estando vivos
-
La soledad habeces es buena pero no siempre, la
soledad te aplasta sin piedad porque ella si te conoce muy bien, pero tu no te
conoces ni siquiera una pisca de quien eres y a donde vas, eres prestado en
este mundo Karim, tienes que devolverle a alguien todo cuanto hiciste aquí, no
olvides que la vida está hecha de momentos y este es el tuyo
-
quizá en situaciones como esta no sepa quien sea,
tal vez en esta tierra me desconozcan, por eso me embarga esa nostalgia
moribunda, me aprieta para decirme que si me conozco, que si vivo, que soy
parte de esta naturaleza. Te diré algo que no lo olvides nunca: volaba un gorrión
hacia el sur pero cayó a tierra congelado, sin más una vaca le derramo su estiércol,
el calor de este le descongelo y se animo, pero un gato destapo cogiendo al gorrión
y se lo comió porque chillaba. La
moraleja enseña que no todos que te
echan su estiércol son enemigos y no todos los que te ayudan son amigos, mejor
es estar solos y calladitos en este mundo lleno de trampas, inseguridades,
mentiras, hipocresías, vivir una doble moral cuando hay pocos minutos de vida y
lo poco que nos queda no lo disfrutamos
-
Entiendo Karim se lo que dices, adiós entonces
-
Adiós shan
El sol moría sangrando
entre los cerros, el viento golpeaba fuertemente mi rostro. He pasado muchas
horas en silencio buscando respuestas que nunca las tendré, perdí la llave de todo cuanto construí, mis
sueños se tornaron en pesadillas, mis ilusiones se nublaron en espacios grises,
oscuros.
Recordaba levemente ese
mundo maravilloso, lleno de esperanzas, amor, recompensas ganadas, victorias
que honraban mi vida, risas repartidas, muchas lágrimas arrancadas,
experiencias compartidas. Pero ahora, aquí sentado en esta montaña agreste, me
reclamaba yo mismo no haberle sacado el jugo a la vida, de saborear sus éxitos
y fracasos, no supe vivir, mi vida se fue como los vientos, fui arrancado desde
mis raíces, ¿De que vale recordar el tiempo? ¿Para qué? Simplemente se fueron.
Entonces, ¿porqué vivir? Que sentido tiene recordar esos tiempos, el ayer se
fue y aprendí a fabricar tiempos donde cada una de ellas me gritan, me hablan,
me reclamaban, me destrozan, puedo escuchar sus gemidos, sus dolores, sus
risas; puedo ver la vida y la muerte al mismo tiempo.
La noche me envolvió
con su manto frío. No me importaba, que la noche oscura me destrozara, yo lo
estaba, no había nada que destruir, ya estaba quebrado. No recuerdo cuantas
horas estuve allí sentado, las fuentes de mis lágrimas se habían secado, cuando
escuche una voz gruesa
-
Quiere morirse amigo – dijo despacio y sereno – por
si lo olvidó estamos en Junio, son tiempos de heladas.
Le di la espalda
mirando a la luna, como ignorando su presencia, él no dijo nada, en silencio se
sentó a mi lado como acompañando mi dolor, escuche sus gemidos muy levemente,
levante mi rostro del suelo, alcance ver que lloraba sin reclamos, sin odios,
ni venganzas, sin pedir a la muerte que venga por nosotros. Entonces sentí sus
manos en mi hombro; allí mismo vi mi dolor compartido por una persona que no
conocía. Vino en esa oscura noche, en silencio y todo
-
me llamó José -
me extendió la mano – yo Karim le dije -
José miró hacia todos
lados de esa oscura noche en especial a la luna que apenas nos daba su luz.
-
Karim, ¿no pretenderás pasar la noche aquí verdad?
-
la verdad mi mundo es otro y no el que construí así
como es ahora
-
posiblemente, pero ahora nos vamos de aquí, sino
moriremos
-
Quizás, pero que importa la vida, si la muerte
sella todo el dolor que siento ahora mismo.
-
No te engañes Karim, la muerte es hipócrita y
mentirosa, tras ella viene el dolor, la agonía. Además la vida es maravillosa,
es un don si la sabes vivir, dia a dia la
podrás conocer, nunca entenderás sino vives en esa armonía viva, aprenderás a
fluir, a darte todo por ella y no ocultándote en esa oscura noche abandonándote
miserablemente
-
No te entiendo.
-
Mira alrededor tuyo, ¿Qué ves? Nadie te regala el don de la vida así nomas, tampoco
esta en cada esquina, esperando tus caprichos, no esta a la vuelta de una
calle, esta aquí y es el ahora que tienes que vivirla, disfrútala, es hoy
amigo. La vida no es esa filosofía hueca, simplona, efímera, la vida mora en tu
mundo interior gritando esa libertad de ser quien crees que eres. Pero es mejor
irnos de aquí, detrás de esa cumbre tengo mi cabaña, allí estaremos mejor.
Miró su reloj dos
veces, me tomo del hombro diciendo:
-
¡Uf! Son las dos de la madrugada, con razón el frío
muerde.
Comenzamos a caminar
apretando nuestros pasos. José hablaba
pausado, entrecortado, estaba agotado
por la altura, vino a cazar vizcachas cuando escuchó el ruido de un auto
blanco, me vio bajar solo, y se había preguntado porque en este lugar, es
agreste, descampado, solo.
-
Si recuerdo eso, mis pies comenzaron a temblar, no
tenía fuerzas para caminar, así que me quedé en ese lugar, viendo el retorno
del auto que se iba dejándome solo en estas montañas
-
¡Sabes Karim! El verdadero significado que tiene la
vida solo lo puedes construir tu solo, nadie piensa como tu, nadie tiene el
verdadero significado como tu, nadie te puede decir que la vida se puede
encaminar de una u otra forma, al final de la jornada veras la cosecha que has
trabajado, es solo tuyo, de nadie más y no tienes que probarle nada a nadie,
nunca más.
-
no busque la vida mas allá donde no he caminado,
donde no he sembrado, sencillamente he regalado a las personas equivocadas ese
don de vivir y lo han estropeado tirándolo al viento, siempre pensé si el lugar
donde no me quieran habrá que volar a otro lugar donde haga falta
-
Karim la vida es tan corta, es como el viento, lo
sientes y eso es todo, por eso tienes que sentirla, gozar esas caricias que te
dan en un mundo prestado, porque esta dentro de ti. Si tú abres ese corazón
oprimido miraras que es un arco iris y que detrás de ella esta la muerte
esperando el último minuto del día
final.
Miré hacia la bicharra
hecha artesanalmente, mis lágrimas
comenzaron a nublar mis ojos, cómo podía explicarle que mis lágrimas era todo
lo que tenía, que hablaba de todo, mis palabras no tenían sentido alguno, eran
tiempo de luchas, de horas, de días que pasé construyendo castillos de arena y
que todo se fue en un instante y no me di cuenta como pasó todo. Pero sentí la
muerte rondar mi vida. ¿Qué estaba
haciendo allí en esas montañas? ¿Morirme de esa forma o cualquiera de las otras
formas? ¿Por qué me invadió ese terrible sentimiento a muerte? ¿Tal vez he
llegado al límite, al lumbral de mi vida? ¿Cómo asumir una elección adecuada
para poder sobrevivir, cuando sientes que estas muerto en vida?
-
Estoy quebrado amigo, vivir la vida y esperar a la
parca porque creo que ya llego mi hora, no me gusta la idea de vivir con ambos
umbrales, no quiero regalarle a la parca mi descanso, mis días, hoy quiero ser
yo, hoy quiero envejecer caminando con la vida juntos de la mano
-
Entiendo – me dijo mirando hacia el techo yo
también pase por eso, se lo que sientes. Te atas a tu pasado y te parece que
ese fue lo único en todo, sé que lo has vivido pero ya nada puedes hacer, ni
remediarlo, tampoco pienses que la vida sea buena o mala lo dejare para mañana
puedes decirlo, no Karim hoy te sanas para que sanes a muchos en este mundo
-
José, ¿Porqué la vida tiene que ser así? ¿A quien
le cobro la factura de mis dolores, de mi desgracia mísera? ¿a la vida o a la
muerte?
- Karim, lo hecho,
hecho está, en esta vida tendrás que sortear tus elecciones, de vivir con ese
pasado fantasmal que te atormentará sin misericordia, recuerda que siempre lo tendrás en ti con
amarga tristeza lo llevaras contigo, pero eso no es todo, de aquí en adelante
como construyas tus caminos afectaran tu futuro. Nunca permitas que tu pasado
determine en tu futuro. Otros sin embargo viven mordiéndose sus dolores
caminando en este camino sin destino, sin metas, luchan para sobrevivir, viven
a la defensiva, ellos no volverán a amar legítimamente, se acostumbraron a
vivir con su dolor, la violencia que sufrieron forma parte de ellos, por eso no
distinguen la verdadera felicidad, están obligados a vivir de esa manera, sus opciones
son pobres, limitadas y no olvides son tus decisiones, todo lo que te propongas
y no lo que estás pasando, ni siquiera son tus elecciones lo que determina tu
destino.
-
¿De que elecciones me hablas?
-
Cada día hacemos elecciones. pero si evalúas, si
los pesas, casi la mayoría son insignificantes, mediocres, diría domesticas.
-
¡Cierto! Siempre hice lo mejor en la vida, mi vida
esta marcada por esos detalles, le puse
fuego, pasión, entusiasmo, nunca
a medias, me propuse nunca jugarle a dos haces al destino y vivir siempre preparado
cuando la parca me diga hasta aquí nomas y no le tengo miedo, así como he
vivido estoy aquí esperándola, porque en cada paso que logre construir, es un
paso que avanzo hacia la noche.
-
Entonces ganaste tu libertad.
-
¡Libertad!
-
¡Si hombre! Veo
en ti amor como don para caminar con el universo
-
¿amor has dicho?
-
Si Karim, nunca mas en tu vida hagas las cosas, por
más simple que sea por miedo, se tu mismo, se feliz con tu elección, no
permitas que te usen, que te manipulen o que jueguen con tus sentimientos.
-
Si José, seré honesto con mis sentimientos, integro
en mi verdad.
-
Sabes Karim, cuanto más amamos más participamos de
la vida de otros, más estrechamente estamos unidos a ellos.
-
José, ¿el verdadero amor que es? ¿parte de esto es sufrir?
-
Lo único que se, el que sufre, es el que más
comparte, el amor único viene solo, no se anuncia, no presiona, no manipula, es
solo eso. Siempre esta allí esperando. La mayoría de las personas se mueven en
sus propias trampas buscando culpar a otros de sus desdichas, de sus
justificaciones, buscan echar su veneno no importándoles nada, cabalgando esa
vieja historia de sus antepasados que se movieron en ese marco, su propio
entorno vive de esa forma, esto se repite de generación a generación, es tiempo
de romper esa vieja maldición que sigue arrastrándonos sin piedad.
-
José hoy quiero romper esas cadenas que atan mi
felicidad, mi dicha de ser integro, trascendente en todo, de mirar las
estrellas cada noche, de capturar una estrella fugaz y pedir mi deseo que sane
el corazón de los desamparados, de los huérfanos, de todos aquellos que han
perdido algo y que no habrá posibilidad de reponer como la vida misma; pero si
mi estrella les dará un nuevo amor, sus esperanzas renacerán y brillará el sol
de un nuevo día.
-
Esa, esa es tu esencia Karim- me dio una palmada en
la espalda y se echó a sonreír.
El sol era fuerte esa
mañana. Abrace fuerte a José. Recordé la calle real un mundo indiferente
sombrío, ajeno, la gente va y viene, todo pasa, nadie ve el dolor de nadie en
ese otro mundo de humanos.
José tenía razón cuando
me dijo que el mal y el bien van juntos, sé que es duro, en realidad es como la
explosión de una dinamita que levanta polvo sacude todo lo que está a su
alcance, pero después, cuando pasa todo miramos cosas bellas por descubrir, las
cosas no se quedan estáticas, todo cambia de un día para otro, pero nunca serás
igual, veras con otros ojos a la vida. Los ochenta viene con grandes
oportunidades, hay luz al final del túnel.
-
Karim te contare una
historia que aprendi hace años: Dice
esta historia, Un día decidí darme por vencido, renuncié a mi trabajo, a mi
relación, a mí espiritualidad quería renunciar a mi vida. Por eso, fui al bosque
para tener una última charla con Dios. Padre, le dije. ¿Podrías darme
una buena razón para no darme por vencido? Su respuesta me sorprendió. “Mira a
tu alrededor, echa un vistazo. ¿Ves el helecho y el bambú?”
-
“Sí”, respondí.
-
“Cuando sembré las semillas del
helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz y les di agua. El helecho
rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la
semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.
“En el segundo año el helecho creció más brillante y
abundante. Y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié
al bambú”, dijo Él
“En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de
bambú. Pero no renuncié”, me dijo.
“En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la
semilla de bambú. “No renuncié” dijo.
“Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la
tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e
insignificante. Pero sólo seis meses después el bambú creció más de 20 metros
de altura. Se la había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo
hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
-
“No le daría a ninguna de mis
creaciones un reto que no pudiera sobrellevar”, me dijo Él.
-
“¿Sabías que todo este tiempo que
has estado luchando, realmente has estado echando raíces?”. “No renuncié al
bambú. Nunca renunciaría a ti. No te compares con otros” me dijo. “El bambú
tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos eran necesarios
y hacen del bosque un lugar hermoso”.
-
“Tu tiempo vendrá” me dijo Dios.
“¡Crecerás muy alto!”.
-
“¿Qué tan alto debo crecer?”,
pregunté.
-
“¿Qué tan alto crecerá el
bambú?”, me preguntó en respuesta.
-
“¿Tan alto como pueda?”
-
Gracias José yo seré ese bambú y creceré día a día en mis
raíces
CAPITULO II
Ese miércoles de Agosto, se detuvo el reloj. Me
encontraba en la oficina, cuando sonó el teléfono.
-
¡Aló!
-
Karim ¿eres tú?
-
¿Quién es?
-
Soy José, el de las montañas.
Como podía olvidarme de
un ser tan bueno que apareció en el momento adecuado, el tiempo exacto.
-
¡¡José!! – grité de alegría en toda la habitación.
-
Me alegra tu gozo Karim, te llame solo para decirte
que me voy, ya que estas bien, nada más tengo que hacer.
-
Josecito perdóname, no te fui a buscar, estuve
ocupado en lo mío.
-
Lo sé, he caminado cada paso contigo.
-
¿como así?
-
Estuve cuidándote dos meses, donde ibas yo iba.
-
¿Estabas detrás de mí siempre?
-
Si Karim, tu siempre solo, como las grandes
águilas, eso me da mucha pena, tu soledad, tu tristeza, tu mundo solo.
-
¿Porque no te acercaste para hablarme?
-
¡No! Solo quería verte de lejos en esa comunión
estrecha con la naturaleza
-
Estoy bien José.
-
Me alegra eso, por eso ya nada más tengo que hacer,
porque tu autoestima nació en ti, porque creíste en ti, nunca vi en ti
arrogancia, complejos, solo verdad. Nunca pienses en negativo, como muchos, ese
tipo de gente crea su fracaso y su miseria, no te olvides que lo negativo es
solo ilusión, lo positivo es realidad. El pesimismo, el egoísmo, el negativismo
mañana se destruye ¿sabes porque? Porque es temporal, el autoestima nace de ver
la verdad de ti mismo, tuviste fuerza fundamental para luchar, te levantaste
desde los escombros; te paraste firme porque descubriste que tenias cualidades
grandes con las que fuiste creado. En estos dos meses vi gente de tu entorno
destruirte, ¡qué pena! Ese mundillo de gentes son pobres, miserables como todo
lo que hacen, todo lo que construyen es para dañar y aplastar a los demás.
Yo estoy dispuesto a dar mi vida
por el mundo, a los mas indefensos, a vivir esa espiritualidad que se pierde
cada día, vivir rodeados con actitudes positivas, se que es difícil aceptar
todo esto, pero la vida aprieta duro y mata.
Tienes que aprender a despojarte de muchas cosas que te hacen daño recuerda
cada quien cosecha lo que siembra. La autoestima es sentir amor por ti mismo y
esto hará respaldar tus sentimientos, tus decisiones serán las correctas y tus
actos serán transparentes, ya sabes Karim, la autoestima nadie te lo regalará, tú
debes crearla dentro de tu mundo interior. Amigo mira tus senderos, ese
horizonte de la vida, construye en ti en cada paso que das, en cada
pensamiento, en cada acto vivir como si fuera el último, de darlo todo sin
pedir nada a cambio y veras que la vida te devuelve con creces, tienes tanto
que dar Karim, empieza ahora
Mientras José me
hablaba, la llamada se cortó, colgué el auricular en su lugar, me invadió una
nostalgia profunda desoladora, reclamándome, reprochándome a mi mismo de un
hombre que no conozco, estuvo pendiente de mi, dos meses, día y noche. ¿A
cambio de que? ¿Qué di yo? Fue mi verdadero ángel guardián que vigiló mis
pasos. Me dijo que se iría ¿A dónde? ¿Por qué? Salí a la calle, aborde un taxi
rumbo a la casa de José, quería darle las gracias personalmente antes que se
marche.
José me ayudo a salir
de mi mundo, ese mundo gris, olvidado; he dejado atrás el fracaso, he caminado
hacia el lumbral de ser lo que soy, he construido mis ideales en secreto, he
aprendido a amar a toda la gente, me enfrente a la vida en forma real, nunca
fui indiferente al dolor de la gente, le
he prestado atención y dedicación, cuantas veces he sido pesimista, caí en la
profunda depresión, desmotivado y sin entusiasmo, pero nunca he culpado a
otros, no abandone mis objetivos, creo en mi y en los demás a pesar de todo.
-
Joven ya llegamos a Acopalca.
-
Más arriba por favor, yo le aviso donde desviarse,
allí encontraremos una cabaña pequeña, su construcción es rústica.
El chofer me miraba con
cierto grado de desconfianza, no lo culpo, es un lugar solitario y que haría yo
en un lugar así
-
Allí, justo allí.
Baje del auto, corrí
hacia la puerta, pero tenía un candado en la aldaba y un listón negro colgaba
en su puerta, gastada por el sol, la lluvia y el frió.
-
¡José! ¡José! – comencé a gritar fuerte y di varias
vueltas alrededor de la cabaña.
-
Joven parece que alguien ha muerto – dijo el
chófer.
-
¡Muerto!
-
Si, el listón significa eso, que alguien ha fallecido
Por el camino de
herradura venia un jinete, montado en un caballo marrón. Se detuvo delante de
mí.
-
¿A quien busca joven? – dijo despacio mirándome
fijamente.
-
A un amigo, se llama José, él vive aquí.
-
¡Vivía dirás!
-
Perdón señor, no le entiendo.
-
Si pues joven, José murió el año pasado, como en
estas fechas.
-
creo que hay una equivocación, José me llamó en la
mañana por teléfono, converse con el.
-
Alguien quiso burlarse de usted Joven, yo mismo
enterré a José, era buen paisano, si no me cree acompáñeme para Acopalca, allí
le dirán lo mismo que le estoy diciendo.
Pero a propósito ¿Quién es usted joven?
-
Solo soy un amigo, ambos lo fuimos durante este
tiempo
-
Qué pena contigo amigo. Se fue, le toco a él,
mañana seremos nosotros
-
La verdad señor, no puedo creer que este muerto,
hoy conversamos
-
¡No puede ser! Eso es imposible joven- mirando el
cielo gris empezó su marcha hacia las colinas – él está muerto, adiós joven
Me acerque a la puerta,
comencé a llorar, caí de rodillas, recordaba esa noche que José me dijo que
aprenderé ahora a manejar mi vida por el camino que decidiera, sin mentir,
engañar, edificar al mundo prestado, bendiciéndole y sobre todo ser agradecido
a Dios, a la vida por todo lo que nos da.
-
Disculpe joven, lo siento – me dijo con nostalgia
el chofer – podemos irnos ya, empieza a llover.
-
Regálame solo diez minutos, luego nos iremos.
Jalé el estuche negro
de la puerta, ¿cómo es posible todo esto? Hable con él hace poco, ni el chófer
me cree, pensara que estoy delirando. En fin la lluvia era fuerte, mis lágrimas
se mezclaban entre ellas. ¿Por qué cuando gano un amigo lo tengo que perder
pronto? No se si mis lágrimas eran de reproche por la vida, de haber perdido a
José. Recibí todo de él y yo nada he dado, eso es lo que más lamento.
Recordé cada palabra
que José me había dicho esa tarde oscura
en las montañas:
-
Karim...Has olvidado encontrar quien eres tú y en
vez de buscar los obstáculos que te impiden, pides ayuda a las personas menos
indicadas, clama a Dios para que te solucione el problema, buscas la felicidad
sin darte cuenta de que es una cosa que ya tienes... ¡consigue ser feliz! yo
siempre estaré contigo. Recuerda las caídas no es lo importante, sino el
levantarnos cada vez, es te hará fuerte.
Me levante con mi dolor
para dejarlo atrás y comencé a gritar hacia las montañas. Lo que me desmorona
pedazo a pedazo no son los golpes que he recibido de la vida, de ese mundo
exterior que mata lentamente sino todo lo que guardo dentro de mí y me encierro
en mi soledad marchita, allí lloro mis noches lúgubres fermentando mi odio, mi
dolor. Mi corazón es grande, inmenso para dar todo, pero está lleno, hay dolor,
está quebrado. Todo está en mí, mis recuerdos viven dentro de mí, hay lugar
para la felicidad, lanzar al viento mis sonrisas, sentir el calor de un sol
adolescente y sentir una lluvia de verano, que fresco, que dicha, no hay más,
José vino, simplemente vino y estuvo conmigo, es todo lo que quiero, soy feliz
en ese mundo solo, mundo ancho y lejano.
Indague sobre la muerte
de José, no quería quedarme con una duda que muerde. En la beneficencia me
dieron los datos de su muerte y de cómo murió: dicen que un grupo de chicos
fueron a las montañas y se perdieron en esa noche oscura, uno de ellos se cayó
al barranco, estaba vivo y gritaba, José
iba de paso por la zona, fue una suerte para el grupo encontrarse con él; llevo
a los seis a su casa y volvió por el herido esa misma noche, descendió al
barranco, vendo las heridas, hizo una especie de camilla y comenzó a subir con
el herido, sin embargo, la noche les jugo esa mala pasada, la desdicha de estar
solo, sin nadie que le ayudara, el clavo que sostenía a ambos cedió, cayeron al
fondo, estaba mal herido y le dijo al muchacho: tu vivirás amigo. Se subió
encima de él cubriéndole del frio helado. Los pobladores salieron temprano en
búsqueda de José y del herido. Lo hallaron muerto, murió de hipotermia y de los
golpes en la cabeza. El muchacho se salvó por el calor del cuerpo de José. El
campista decía una y otra vez: el dio su vida por mí, ni siquiera sé cómo se
llama.
Soy afortunado de tener
un amigo que vino de algún lugar para salvarme, soy la segunda persona a quien
devolvió la vida en ese paraje montañoso, solitario y agreste.
CAPITULO III
Desde la última vez que
estuve con José habían pasado cinco años. Como me hubiera gustado estar con él
ahora, porque estoy internado en el Hospital de “El Carmen” me dio una broncopulmonía,
había arrojado sangre, llegue mal de cobriza. Cuando estuvimos cobijados cerca
de la vieja chimenea José saco varias fotos amarillentas.
-
mira esto es mi
Huancayo, era mil novecientos veinte y dos, cuando la ciudad recién crecía en
su modernidad
-
ese riachuelo hoy no esta José
- no Karim
Mi recuerdo fugaz voló
a ese tiempo y quizá José este ahora conmigo y no lo percibo. Cerré los ojos
seguí recordando:
-
Mira Karim, nunca olvides amar donde naciste, es tu
valor cultural, en el esta tu alma impregnada con sus vientos, sus tierras,
cada árbol es testigo de cómo se construyo piedra sobre piedra esta ciudad, mira esta
foto son mis paisanas, ellas nunca tuvieron igualdad ante los hombres
fueron excluidas primero porque fueron analfabetas, indígenas y lo peor de todo
porque eran mujeres, te imaginas esto
Pobres mujeres, les toco vivir en una época muy
difícil.Mirando cada foto me
quebraba de ver esa pequeña comunidad se había ido sin penas ni glorias, sus
árboles, sus vientos, sus tierras se
marchaban con sus habitantes, solo quedaron sus viejos recuerdos.
Entonces comparare mi vida con dolores ajenos, llantos austeros, sonrisas
falaces.
-
Karim todos los paisanos bajaban de su poblados
para comprar productos en la calle real,
allí era la feria
-
¡Que recuerdo único José! hoy esa feria esta en la avenida Huancavelica
-
Si Karim eso que llaman la modernidad esta acabando con las tradiciones
de nuestros pueblos.
Lo único que se es que debo luchar por lo que
más amo no importa las circunstancias, luchare de pie y hasta el fin. No debo quedarme entre los
escombros, tengo que dar mi primer paso, con agallas, con fuerza, porque nadie
lo hará por mí. ¿Como encontrar esa semilla? ¿Ese germen de la felicidad que pudiera
luchar contra toda adversidad que pasa en el día a día? lo busque por todas
partes, lo busque a precio tan alto, pero lo único que encontré fue desilusión,
mentiras, engaños que dañaron mi corazón, quebraron mi alma. José me decía:
-
Karim, todo lo que quieres está en tu mundo
interior, te podrán dañar, pero nadie quitará tus sueños, nadie destruirá lo
que estas construyendo para ti, alguien dijo: el éxito es un camino, no un
destino.
He aprendido a
construir mis éxitos, mis triunfos empezando por mi mundo interior, siendo
honesto conmigo mismo, con mis ideales y mis sueños; los otros ingredientes que
no son fáciles pero me acompañaron, fueron la humildad, la valentía, el amor y
la entrega.
Fracasar es no tener
amor, fracasar es no tener agallas para enfrentarse al dolor en forma real
concreta y sin hipocresías.
No me fue fácil creer
en mi mismo, después del dolor; nunca pude culpar a otros de mis derrotas,
trate en lo posible de no vivir en justificaciones, siempre tuve presente mis
objetivos, mis metas, mis sueños. Me arriesgue a pesar del miedo, del temor y
de mis inseguridades que a veces uno evade en vez de enfrentarlos, porque mi
compromiso es conmigo mismo y con los demás.
Nunca he negado un
error, siempre estará ahí, pues lo volveré hacer y peor aun. Aprendo de mis
errores, nunca volver por ese camino.
-
¡Joven! ¡Joven! – me despertó bruscamente la
enfermera de mis sueños, de mis recuerdos - ya le darán de alta, se va para su
casa, en estos 15 días mejoro mucho,
solo cuídese.
Esa tarde de Enero caminaba
por el pasillo, esperaba ver a José, podía estar junto a mí, me había cuidado
dos meses y yo no lo sabía. No olvido su tristeza, su voz melancólica
diciéndome:
-
Tengo mucha pena por ti, siempre solo, tu mundo
solo.
Me senté en el banco
del pasadizo, quería ver un rostro conocido, no había nadie. Camine lento por
el pasadizo del hospital. ¡Que solo me sentía!, esa soledad me apretaba, podía
sentir ese vacío en mi corazón, mi ángel no estaba, había cumplido su misión,
se había ido, había volado a su mundo.
Recibir el año nuevo en
la cama de un Hospital fue lo más desastroso que me paso. En Sala de urgencias
puede ver toda clase de accidentes, eso no me agradaba. El día tres de Enero,
de casualidad me encontré con un amigo, vino de Lima para encontrarse con su
familia los días festivos.
-
¡Karim! ¿por qué estas aquí?
-
¡Hola! ¡Hola Hans! – que alegría ver un rostro
amigo en esas circunstancias.
-
¿Te operaron o algo así?
-
No, solo tuve neumonía.
-
¡Tanto así, como para que estés internado!
-
Dicen que por poco me muero.
-
Entonces fue grave.
Recordamos nuestra Lima
de los ochentas, cuando estudiábamos en la preparatoria, paseábamos por la avenida Colmena, nos sentábamos en la Plaza San Martín, luego
caminábamos hacia la Avenida Tacna para
tomar un helado, luego Hans se iba al Rímac, yo caminaba hacia la Avenida
Bolivia en Breña.
Avenida Colmena-centro de
Lima
Teníamos sueños de
ingresar a la universidad católica, de servir al mundo con nuestras
profesiones. Hans era un tipo que nunca desperdició su vida en fantasías que no
son realidades, que a la postre conducen a la frustración.
-
Karim recuerdo esas tardes de otoño cuando tomábamos
jugo en la Avenida Tacna pensaba siempre en ti, en lo que haces, lo que
piensas, también expresas lo que sientes, he visto que tomas decisiones y lo
haces, avanzas poco a poco, eso es bueno; además tus palabras tienen amor,
lleva fuerza y energía; yo personalmente he visto que no lastimas a nadie ni
hieres a los demás, no respondes con burla, la envidia o la mentira no son
parte de ti, menos la traición. Karim amigo mío, no olvides esto, eres un tipo
con muchos sueños, tu magia están sencilla, naciste con ese don que muchos quisiéramos
tener y con humildad transparente que nos hace falta, te vi escuchar con suma
atención y aprendes sin decir que ya sabes, te sobra amor para ayudar y servir
olvidándote de ti mismo.
-
Te acuerdas que íbamos al puente de piedra detrás
del palacio de Gobierno, mirábamos el río Rímac- le dije con alegría
desbordante
-
Si recuerdo, nos sentábamos a un lado y
estudiábamos las tareas
Río Rímac - Lima
-
Esos días
nunca volverán Hans
-
Es cierto amigo, pero si aprendimos a vivir ese
espacio, ese tiempo, le regalamos a nuestros ojos esos paisajes maravillosos,
de compartir emociones que fueron solo nuestros, que la vida es una sola.
Avenida
Abancay - Lima
Avenida Wilson Lima
El cinco de enero llego
un señor de unos cincuenta años, había sufrido un accidente automovilístico.
Después de una semana de luchar por no morir, estaba algo recuperado. En esos
días nadie vino por él.
-
¡Hola hijo! ¿Cómo te llamas?
-
Karim señor.
-
yo soy Augusto Vargas. Y ¿por qué estás aquí?
-
Tuve bronconeumonía.
-
Si estas aquí es porque casi te vas ¿verdad?
-
Es verdad don Augusto
-
Yo en cambio no tengo a nadie; mi esposa se fue con
otro hombre, tengo tres hijos, cada uno tiene su familia, nunca es igual, uno
lucha por ellos, pero no puedes
retenerlos, cuando sus alas comienzan a crecer solo alzan vuelo, es la ley de
la vida, es simple esto, das todo por ellos, pero te olvidas de ti, los años
pesan, aquí me tienes.
-
Es cierto todo esto y la verdad los hijos son todo
lo crees tener pero no es así don Augusto
-
¿Haber dime Karim que más hay?
-
Mira don Augusto usted escucho alguna vez decir:
¿allá va mi ex hijo, allá va mi ex mamá?
-
No, no eso nunca, haber a donde quieres llegar
-
Mira don Augusto, la familia siempre van a estar,
ellos nunca se irán, estén donde estén son nuestra familia, pero nuestra
pareja, sea hombre o mujer no, porque no es nuestra sangre y no es nuestra familia, allí si podemos
decir: ¡allá va mi ex mujer!
-
Si Karim esa es la pura verdad, ambos marido y
mujer distraídos por otras cosas, mi mujer con sus hijos, yo en el trabajo y nunca pensamos en nosotros
como pareja, todo se lleva esas malditas reuniones de bautizos, cumpleaños, agasajos
y otras vainas, pero nunca hicimos una fiesta de marido y mujer, nunca salimos
a un viaje como pareja, siempre delante los hijos y ellos ocupan toda la
atención. ¿No estoy hablando mal verdad?
-
No, los hijos están ahí, pero la prioridad es la
pareja
-
Por eso nos gastamos Karim, el hogar se vuelve
insostenible, yo no quería llegar a casa para no pelear con mi mujer, pero hoy
me doy cuenta lo que se pierde ya no vuelve mas
-
Es verdad don Augusto, se que podemos alcanzar
nuestras metas solo debemos perseverar en nuestros sueños, no me distraigo por
nada, ni por nadie, trato de no detenerme por motivo alguno, lucho por no
desviarme de mi meta, se que lograre el éxito, el triunfo, seré honrado por mi
perseverancia, me cuesta trabajo desprenderme de mis temores, mis excusas, mis
dudas; sufro cuando fracaso en el primer, segundo a cuarto obstáculo, pero
estoy firme, no me muero, quiero alcanzar mi meta, mi libertad.
-
Karim, hablas con verdad, ¿solo los que pasamos por
el desierto entendemos el dolor?
-
Si, don Augusto, el autoexilio es doloroso
-
Con razón, nuestro corazón lucha, coopera con la
vida para salir del asqueroso pantano donde nos metieron, solo se leal a ti
mismo, a esta vida, a los que más quieres, así dominarás los vientos, las
mareas, usaras el amor de Dios para sanar muchas vidas.
Hizo una pausa, el
dolor de su pecho le apretaba duro, se hizo silencio nuestra habitación, solo
una música lejana nos acariciaba el dolor de la ausencia.
-
Estamos solos en el mundo – me dijo sonriendo en
tono melancólico – cuando salga de aquí,
quiero compartir mi mundo sin tregua, de vivir cada minuto con dignidad
-
Dios perdona pero el tiempo no
-
Si así es, sabes Karim tengo mi casa en la
calle municipal
-
Quiero que vayas a mi casa y busques a mi hijo, se
llama Felipe, el y su madre viven juntos
-
¿porque ellos no te visitan? o ¿no saben de tu
accidente?
-
No - me corto la idea- no nadie, a nadie le importo
nada, solo quiero que le digas a mi hijo que lo amo, que di todo por él, eso es
todo
-
Si don Augusto iré, solo indícame la calle por
donde debo ir
-
cuando llegues al puente ferrocarril cuentas cuatro
calles y a la mano derecha hay un portón negro, es el único, no te perderás,
esa es la casa.
Esa semana mientras nos
recuperábamos de nuestras dolencias, hablamos de muchas cosas, pero el tema
principal era como sanar cuando uno esta quebrado, y como reconstruir nuestras
vidas desde los escombros.
La vida nos pasa la
factura de todo cuanto hicimos, creo que es el mejor juez para mirar los
tiempos hechos por los hombres. Al final de la jornada cuando tengamos que
apagar las luces vendrá y nos tocara la puerta anunciando leve y distante todos
los actos que hicimos en sus días, nadie podrá escapar y burlarse de la vida.
Quizá don Augusto quiso
jugarse ese último minuto y burlarse de la vida, tal vez sus risas serian de un
triunfador efímero, pero en el umbral entre la vida y la muerte no pudo escapar
y fue sentenciado a justa condena de sus actos.
Comenzamos a hacer
planes. El mundo era nuestro, solo en palabras, ahora teníamos que ganarnos a
punta de esfuerzo y no darle chance a la vida.
Todo ese tiempo empecé a querer a don Augusto, le llevaba con su silla
de ruedas por todo el Hospital, nos reíamos de la vida, del mundo y de todo.
-
¿Has escuchado de un escritor llamado José María
Arguedas?
-
Si don Augusto en el colegio nos hicieron leer sus
novelas
-
Dime ¿cuál te gusto más?
-
Los Ríos Profundos
-
¿Buena verdad?, el estuvo hace poco aquí en
Huancayo Junto a las hermanas Alicia y Celia
Bustamante. Arguedas ha difundido en Lima el trabajo de los artistas populares
del interior del país. No solo se comprometió con las exposiciones que se
organizaban en la peña Pancho Fierro, sino también publicó ensayos que
explicaron la dimensión de un arte que antes era negado por la élite.
-
¡Tanto así don Augusto!
-
No te imaginas aquí la gente hace muy bien su papel de racistas,
marginan al cholo, a los serranos, esa exclusión social es muy marcada en el
mundo andino y Arguedas ha luchado en todo espacio por reivindicar lo nuestro,
lastima se suicidio en la universidad Agraria de la Molina
José
María Arguedas en la Plaza Constitución
Huancayo
El día doce, me levante
a las seis de la mañana, vi a don Augusto que seguía durmiendo, trate de no
despertarlo, fui al baño para asearme, cuando regrese, seguía durmiendo.
-
Tiene que levantarse, ya vendrá el doctor para ver
el progreso de todos los pacientes – hablaba en voz baja - una y otra vez, así
que me acerque a su cama. - ¡don Augusto! – le moví el cuerpo - ¡don Augusto!
Ya vienen los médicos, levántese.
Vi su cuerpo estático,
no se movía, no respiraba, puse mis manos a la altura de la yugular, no tenia pulso,
su cuerpo estaba frío, comencé a gritar, presione los botones de emergencia.
-
¡Enfermera! ¡Enfermera! Venga por favor.
Se acerco una auxiliar para ver lo que estaba pasando.
-
No responde, no tiene pulso – dije entre lagrimas
cortadas-
Levanto el auricular y llamo al médico de
turno e hizo sonar el timbre de emergencia. En un instante estaban seis
personas tratando de revivirlo.
-
Es inútil, lo perdimos – dijo el médico – todo acabo.
Una enfermera retiro
todos los aparatos y con una sabana le cubrió el rostro. Don Augusto había
muerto de paro cardiaco, posiblemente en la madrugada.
-
¿Qué hace joven? Vuelva a su cama – me dijo una
enfermera.
-
¿Se lo llevaran ahora mismo?- dije con voz
taciturna
-
Si, en un instante, ira a la morgue.
-
¿puedo quedarme un instante con el?
-
Debe darse prisa, ya se lo llevaran.
Me acerque en silencio.
Destape la sabana que cubría el cuerpo inerte, tenía el rostro tranquilo, murió
en paz. Me encontró en su camino efímero para que entendiese su dolor, que lo
escuchen y lo quieran. Me apoye en su pecho desnudo, totalmente frío, comencé a
llorar.
-
¡Otra vez solo! ¡Como siempre! ¿por qué Dios mío?
Entonces sentí una mano
sobre mi hombro:
-
Joven, joven, cálmese, tenemos que llevarlo, no
puede quedarse aquí.
Cuando levantaron el
cuerpo sobre una camilla, había una nota debajo de la almohada, estaba dirigida
para mí, me dieron enseguida.
-
Creo que es para ti joven – me dijo la enfermera.
Era simple su nota,
creo que no lo termino de escribir por alguna razón: Querido Karim, quizá me
pase algo, no se porque tengo ese presentimiento, aquí esta un número
telefónico, llama, te darán lo que necesitas, no dudes en hacerlo, te he
querido como mi propio hijo...
Salí al pasadizo para
comunicarme:
-
¡Alo! Es la familia del señor Augusto Vargas.
-
Si, soy su hijo, ¿pasa algo con el viejo?
-
amigo, don Augusto murió hoy en la mañana– lo dije
a boca de jarro. No quería llorar, me reprimía.
-
¡Bien! – dijo frío y sereno - ¿dónde está su
cuerpo?
-
En el Hospital del Carmen.
-
Enviaré con alguien el dinero, para todos los gastos.
-
Pero, pero ¿Ud. no vendrá para enterrarlo?
-
No tengo tiempo, hágase cargo Usted. le daré el
dinero para los gastos que requiera.
-
No entiendo esto, su padre hizo mucho por usted, lo
menos que puede hacer, es estar en estos momentos, además yo iba a visitarlos
en cuanto salga del hospital y decirle el recado que me encargo su padre
-
¿Qué recado?
-
dijo: que lo ama mucho a usted, a sus demás
hermanos igual…
Me colgó el teléfono
bruscamente. Caminé lento por el pasadizo, recordando todo lo que planeamos. Al
día siguiente se acerco un muchacho buscándome que si yo hice la llamada
telefónica.
-
si, yo fui – le dije.
-
¿Es usted el hijo de don Augusto?
-
No, solo soy el amigo ¡Mire! Ya todo esta pagado incluso el nicho,
es en el Cementerio General, Usted vera si lo vela o lo entierra sin perder
tiempo, le dejo algo para gastos imprevistos, eso es todo el encargo que debía
hacerlo y ya lo hice, adiós.
Se fue raudo sin
voltear hacia a tras. Pensé, como puede haber hijos así, pocos hombres merecen
llamarse hombres. Hablare con la Asistenta Social del Hospital:
-
¡Ayúdeme! – le suplique incesante – lo enterrare
hoy mismo, en la tarde, ¿Puedo salir del Hospital?
-
Y… ¿su familia? ¿No vendrán por él? - me dijo
sorprendida la asistenta
-
Llame a su hijo Felipe, no quiso saber nada de su
padre, envió a un joven para indicarme que ya todos los pagos están realizados
y que me encargaría del entierro, ayúdeme señorita, por favor se lo ruego
-
Veré que hago, porque no es usual este
procedimiento.
El Director del
Hospital me abrió muchas puertas facilitándome toda clase de ayuda. Esa tarde
el sol se ocultó, el viento era fuerte. Solo estuvo la asistenta social conmigo,
después del entierro volvería al Hospital. No quería volver, Augusto no estará más.
La Funeraria se encargó
de trasladar el féretro. Alguien dijo:
-
Joven ¿tiene algo que decir, antes de depositarlo
en el nicho?
-
Sí, creo que sí. Adiós amigo, fuiste amigo en este
breve tiempo. Aprendí que soñar la vida como lo hiciste no vale nada, es no
vivirla en todas sus formas, hay que caminar sintiendo cada paso por tus sueños,
sé que te da miedo caminar solo, me dijiste que el silencio te da miedo y en
esa soledad escuchas tu voz sola, melancólica, sin eco y eso te espanta y no
olvides que el silencio de Dios es también una respuesta.
Trate de no llorar,
agonizaba la vida junto conmigo, injusta siempre ha sido el destino, por eso
tenemos que sacarle ventaja minuto por minuto.
-
Joven – me dijo la Asistenta Social - ¿puedo
hacerle una pregunta?
-
Si señorita
-
¿Por qué no debemos soñar? ¿Soñar es bueno o no?
-
Si lo es, pero jamás debemos vivir una vida
efímera, abstracta, fuera de toda nuestra realidad
Augusto estuvo en mi soledad, sentí su fortaleza
cuando más necesitaba, su cuerpo se fue, pero sus palabras, su presencia,
estarán en mi corazón siempre, es solo
eso, así como vino se fue.
Recuerdo
esa tarde de sol tenue en el pequeño parque del hospital nos sentamos mirando
el canto de las palomas, don Augusto me dijo estas palabras simples pero
cambiaron mi forma de pensar y de ver al mundo, de trabajar el mundo interior,
de reconstruir el autoestima personal
-
Karim en el camino se
aprende a convivir con un mundo duro, pero enseña a levantarse y en eso radica
el éxito de todo hombre, no es tanto las caídas que cuenta sino la capacidad de
cómo te levantas, te narrare estas frases de un autor anónimo que leí y me
ayudó mucho en momentos que llamamos crisis: Cuando el cielo este gris, acuérdate cuando
lo viste profundamente azul. Cuando sientas frío, piensa en un sol radiante que
ya te ha calentado. Cuando sufras una temporal derrota, acuérdate de tus
triunfos y de tus logros. Cuando necesites amor, revive tus experiencias de
afecto y ternura. Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con
alegría. Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han
dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado. Si
esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes
volver a ganar. Alégrate por lo bueno que tienes y por lo bueno de los demás,
acéptalos tal cual son; desecha los recuerdos tristes y dolorosos, y sobre todo
no tengas ningún rencor, no te lastimes más. Piensa en lo bueno, en lo amable,
en lo bello y en la verdad. Recorre tu vida, detente en donde haya bellos
recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez. Visualiza aquel atardecer que
te emocionó. Revive esa caricia espontánea que se te dio. Disfruta nuevamente
de la paz que ya has conocido, piensa y vive bien. Allí en tu mente están
guardadas todas las imagines; ¡Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!.
No hay carga que se nos dé y no tengamos la capacidad de llevar. Busca siempre
vivir el presente aprendiendo del pasado, no cargues con situaciones y
problemas que ya han pasado.
La vida es tan corta Karim
que la vejes se torna demasiada larga y las horas son eternas, el tiempo no
pasa y es agonía de vivir siendo viejo, sin que nadie se ocupe de ti, es un
tormento que te cobra a plazos todo lo que has vivido, por eso cuando salgas de
este hospital, de verdad Karim aprende a vivir la vida, en el día a día, cada
hora, cada minuto cuenta esa felicidad, después no hay nada amigo.
Allí
está enterrado don Augusto Vargas, en el cementerio general de Huancayo vino y se fue en su soledad austera.
CAPITULO IV
Aliste mi maleta
deseaba escaparme por un tiempo de todo y de todos. Quería volver al barrio que vio crecer mi adolescencia. Las calles de Breña me
envolvían con sus recuerdos, estar allí era volver a mi mundo solo.
Lo primero que hice fue
ir a buscar a Paco, vivía en una casona en la Avenida Arica. Paco era
descendiente de españoles; sus padres vinieron al Perú en los sesenta. Pero él
era mas peruano en todo sentido, no quería saber nada de la madre patria,
siempre decía:
-
Karim, mis antepasados le deben mucho a esta tierra,
tendré sangre Española, pero mi alma es Andina.
Toque la aldaba de
corte colonial, sus abuelos trajeron de Andalucía para diferenciarse de las
demás casas.
-
¿Quién es? – gritó desde el otro lado. Paco no
cambio para nada, siempre gritando desde adentro.
-
¡Paco, soy Karim! – también le grite.
-
¡Karim! – se quedo de una sola pieza - ¿Karim eres
tú?
-
Soy yo Paco, tu hermano que siempre se comía tu
mazamorra morada.
Su alegría embargo el pequeño hall, gritaba como loco de alegría.
-
¡Papá! ¡Mamá! ¡Fiorella! ¡Vengan! A que no se
imaginan quien esta aquí.
-
¡Que pasa Paco! Que gritos son esos – dijo papá
Fermín pausado
Cuando papá Fermín se asomo desde la escalera,
se detuvo un instante mirándome fijamente. Había transcurrido doce años sin
vernos, se notaba en el rostro que el tiempo había pasado por él.
-
¡Karim, hijo! – bajo corriendo las escaleras.
¡Papá Fermín! – solté
mi maleta, corrí hacia el, quería sentir el abrazo de un padre sanando mis
heridas. El cariño de papá Fermín conmigo y Paco era igual, no había diferencias.
Mamá Gertrudis siempre
me llevaba el 18 de Octubre a la Avenida Tacna, cuando salía el Señor de los
Milagros, nos sentábamos en una banca de madera en la vía pública en medio de
tanta gente, comíamos mazamorra morada y un pedazo de turrón, luego nos íbamos
caminando por la Avenida Alfonso Ugarte, hasta la Plaza Bolognesi. De alguna
forma la avenida Tacna era la ruta de mi adolescencia hacia Breña, amaba cada
calle, podía saludar a todos los vecinos cada tarde cuando regresaba del Rímac
camino a casa.
Avenida
Tacna
-
¡Karim! – gritaron en coro mamá Gertrudis y
Fiorella. Cuando abracé a mamá Gertrudis, no pude contener mis lágrimas, esa
tarde me abandone en mi tiempo adolescente.
-
¡Basta de lágrimas! – dijo papá Fermín – ha vuelto
el hijo pródigo.
-
¡Ahora estamos completos! – grito Paco.
-
Karim, hijo, ¿pasaras la Navidad con nosotros? -Me
dijo mamá Gertrudis muy dulcemente.
-
No faltaba más mujer, de aquí él no sale ¿cierto
Karim?- Insistió papá Fermín.
-
Como irme, si ustedes son mi familia.
-
¡Así se habla Karim! – dijo Fiorella, sonriendo me dio
un puñete en el hombro.
-
Papá Fermín, Fiore nunca va a cambiar. Ese golpe me
dolió
Esa mañana nos sentamos
a la mesa, me ubique del lado derecho de papá Fermín. Ese era mi lugar desde la
Escuela, mamá Gertrudis estaba del lado izquierdo de papá Fermín. Decía siempre
que mamá debe sostener su corazón, aún cuando caminemos, mamá debe ir al lado
del corazón. Paco estaba al lado de mamá, Fiore al lado mío, ese era el orden
en la mesa.
-
Desde que te fuiste a la sierra, nadie se ha
sentado en ese lugar – dijo con nostalgia papá Fermín.
-
En realidad era como perder un hijo, nos afecto a
todos, sobre todo a Paco – mirándome con ojos brillosos y dulzura me dijo mamá.
-
¡Oye! ¿te pasa algo? – me dijo Paco con firmeza.
-
Si hijo, a ti te pasa algo – dijo mamá – yo te
conozco bien, cuéntanos, somos tu familia, estamos para ayudarte hijo.
-
Todo se quebró mamá – dije sollozando – todo se
termino, ya no tengo familia, no tengo nada.
Mamá se levanto de su
asiento, vino a mi lado me abrazo tiernamente y comenzó a llorar junto conmigo.
-
Eso le puede pasar a las mejores familias – dijo
papá con coraje – nada esta perdido Karim, el mundo todavía esta allí.
-
Los que tiran al viento su felicidad, es porque no aman
Karim – dijo Fiorella - persona que es leal consigo mismo, valora todo lo que
tiene y su camino es integro, siempre estará seguro de lo que tiene, de lo que
quiere, por eso se ama y se ama con libertad, sin miedo. ¡Se ama de verdad!
-
¡Por supuesto! – tirando la servilleta Paco hablo
con rabia – ese tipo de personas nunca serán felices, nunca tendrán la
totalidad de ser felices porque son desleales consigo mismo y con los demás,
son falsos en todo, por eso traicionan porque no conocen su camino a la
felicidad. Es más Karim, esos no tienen ni una pisca de fortaleza de lograr
mantener sus sueños, su amor. Pierden su confianza, su integridad, su estilo de
vida porque se traicionan a si mismos.
-
Si Karim – me abrazó Fiore – siempre, pase lo que
pase, solo se tu, se integro contigo mismo, tu vida cambiara después de esto,
solo depende de tu pureza como lo has sido siempre, porque ese tipo de gente
serán siempre verdaderos en todo tiempo.
-
¡Bueno! Bueno – dijo casi sonriendo Paco – saldré
con Karim este día, no nos esperen, almorzaremos fuera.
A todos les pareció
bien la idea que saliera con Paco a visitar viejos amigos de infancia y tratar
de olvidar recuerdos no agradables.
-
Por donde empezaremos – le dije
-
Que te parece si vamos primero con Eduardo, estamos
cerca de su casa, en la Avenida Bolivia, ahora solo vive con su mamá, su papá y
sus abuelos murieron, uno tras otros, fue duro para él.
-
Si me acuerdo de Edu, le decíamos con cariño el
lunarejo, por su lunar pronunciado en el rostro.
Camine a paso lento, mirando
cuanto había cambiado las calles; nuevas construcciones, otras personas
vinieron a vivir; los que deje hace años estaban mas ancianos, otros tomaron
solo la delantera. La viejas casonas de la avenida Arica se resistían a los
cambios de la modernidad.
Solo quedan viejos
recuerdos de adolescente, que comenzaron a volar tierno y silencioso. Allí
quedaran esos minutos conquistados, esas horas que aprendimos a vivir al máximo
junto con los años que se fueron en silencio opaco.
Avenida Bolivia - Breña
Cruzamos por Jorge
Chávez hacia la Avenida Bolivia. El edificio del lunarejo seguía igual como lo
dejé.
-
¿Estará el lunarejo? –dije sonriendo.
-
¡Seguro! Tocare el timbre.
-
¿Quién? – grito desde adentro.
-
¡Otro que no cambio! – dije mirando a Paco.
-
Edu, soy Paco, abre tu puerta.
-
¡Hola Edu! – le abrazo fuerte y le dijo - ¿Te
acuerdas de él? – le dijo señalándome.
-
¡Karim! - ¿Eres tú?
-
Soy yo lunarejo, soy Karim.
-
Pasen, pasen, esto hay que celebrarlo. Tengo la
gaseosa que mas te gusta o ya la cambiaste.
-
No Edu, la Coca Cola es todo para mí.
Salí un instante al
balcón que daba hacia la avenida, algunas tardes después de volver de la
Academia. Edu me invitaba a tomar lonche, y desde allí Edu miraba a Rosana
llegar del colegio Elvira García, estudiaba de tardes, solía decir: “con verla
me contento, para que quiero más”. Edu nunca compartía conmigo porque no le
gustaba que le contradigan. ¡No! Decía una y otra vez, tienes que decirle que
la amas Edu, sácate esa espina que cargas, duele mucho ¿verdad? Tal vez, algún
día lo haré ¡está bien!
-
Karim, vamos – Paco me despertó ligeramente de mis
sueños – nos encontraremos con los demás en el parque Kennedy.
Parque Kennedy –
Miraflores
-
¿Quiénes?
-
Llamamos a los que encontramos, Carlos Díaz, el que
era brigadier general, a Lucho, Gonzalo Rojas, Andrés el pecoso, también estará
Julia, Andrea, Charo, Blanca, Pedro, Rosa, les dije que habías llegado,
almorzaremos en Diagonal o en Shell.
Caminamos hasta la
Avenida Alfonso Ugarte, podía observar a Paco sonreírle a la vida, el viento
despeinaba su cabello castaño, era mi hermano de siempre. Como olvidarme cuando
tenía dieciséis años, Pepe Arriola nos silbaba para ir a jugar al Campo de
Marte, esa tarde jugábamos fulbito, alguien grito que no saliéramos de la loza,
el lunarejo se enfrento defendiendo nuestros derechos de posesión, habíamos
llegado primero
Vi cuando ese moreno
grandulón le dio un golpe en el rostro del lunarejo, Carlos era el más grande
del grupo, corrió al lado del negro y comenzó a golpearlo hasta dejarlo en el
suelo, sus tres amigos quisieron golpearlo por la espalda, todos corrimos para
defender a Carlos y allí mismo parecíamos una pandilla callejera, nunca
olvidaré que estaba encima de la espalda de uno de los chicos como que montaba
un caballo lo estaba ahorcando, tuvieron que sacarme para no matar al
pandillero. Cuando termino todo, nos sentamos en el gras, sangrábamos por la
nariz.
-
¡Nadie! – grito Carlos – Nunca nos maltrataran si
permanecemos unidos.
-
¡Si! – contestó eufórico el lunarejo.
-
¡Y tu Karim! ¿Cómo estás? – me dijo Paco.
-
Bien, bien, no tengo nada.
Esa tarde de Febrero,
nos hicimos uno. Crecimos juntos alcanzando nuestros sueños para compartir
alegrías, tristezas; yo creo que habíamos adoptado una sociedad que iba
haciendo cadenas de soporte en todo sentido, no permitíamos que ninguno
sufriera por razón alguna, inmediatamente todos estábamos para ayudarlo a
soportar y salir de su estado vulnerable para que construyera su presente. En
nuestra sociedad aprendimos el valor de la vida; que Dios perdona, el tiempo
no. Entre otras cosas prometimos estar siempre juntos pase lo que pase. Llegamos
al Ovalo de Miraflores, enfrente estaba el cine Pacífico, los sábados
asistíamos para ver películas de western, luego buscábamos a Leo, le decíamos
colorado y pecoso, vivía en Larco, le gustaba la pizza con Coca Cola, nos
invitaba a todo el grupo y otras veces hacíamos colecta para comer todos.
Avenida Larco Miraflores
Leo nos metió al mundo
de la música, nos hacía escuchar a los Beatles. Tienen que culturizarse decía
tanto escuchar los sábados por la tarde llegue a enamorarme de esa música
desconocida para mi. En su sala tenía discos de Stralis, Mozart, Bach, Verdi,
Beethoven, Vivaldi, Bizet, Handel, Souza entre otros.
-
y tu Karim
que música escuchas me dijo a boca de jarro, delante de todos - hubo silencio en la sala y pensé ¿dónde esta
la unidad? ¿qué de nuestra sociedad? ¿nadie me defenderá ahora que lo necesito?
-
¡shocking blue! – respondí - Palito Ortega, Leo
Dan, Los Iracundos.
Hubo silencio en todos,
entonces sucedió lo inevitable, Paco gritó: ¡Bravo! , Karim también sabe de
música y todos comenzaron a gritar de algarabía; había hablado a nombre del
grupo, todos estaban salvados de la supuesta ignorancia, puse mi granito de
arena.
-
Leo solo movió la cabeza, diciendo - ya cállense
locos, que de música no saben nada-
El ochenta y dos fue
trágico para nuestra sociedad, una llamada telefónica nos cambio la vida, ese
verano sangrante se nos fue Leo, murió de leucemia, lo tenia bien guardado, la
muerte pudo más, sin Leo la Avenida Larco, el Parque Kennedy, el Cine Pacífico,
la calle de las pizzas, no tenia sentido, todo se había ido con Leo. Sus padres
lo enterraron en el cementerio Británico. Antes de irme del cementerio, la
madre de Leo, se acerco con ternura diciéndome: Karim, mañana vienes a la casa,
te esperaré a las tres de la tarde, no faltes.
Al día siguiente estuve
en el hall de la casa mirando las fotos de Leo, una en especial me llamo la
atención allí esta toda la sociedad, posiblemente yo tenía dieciséis años
cuando nos tomaron esa foto, era en la bajada Balta, íbamos esa tarde a la
Playa.
-
Karim – me llamo con dulzura – ven aquí a la sala.
-
Si doña Blanca -
me acerque con sumisión.
-
Toma estos discos, son tuyos, Leo me encargo
dártelo antes que muriera.
-
No puedo doña Blanca, Leo amaba esos discos.
-
Precisamente por eso, porque tú también lo amaste y
eso me consta, me lo dio con mucho cariño para ti, y no olvides que Leo te
quería mucho como un hermano, hermano que nunca tuvo.
-
Lo se doña Blanca.
Bajada Balta/Miraflores
Era un recuerdo fugaz
que me había llenado de una emoción embargadora de sentimientos encontrados no
pude evitar derramar un par de lágrimas en honor a Leo, en honor a su Barrio, a
sus enseñanzas.
-
¡Karim! ¡Vamos! Ya llegamos – dijo Paco.
-
¡Mira allí están! – replico el lunarejo.
Me acerque al lado
derecho de la ventana vi a Charo y a todos los muchachos, volvía después de
quince años, quizá el encuentro debió ser en Breña y no en Miraflores. Paco me
dijo en homenaje a Leo y el reencuentro contigo, por eso se escogió Miraflores.
No se si era miedo volver a Larco o la profunda felicidad de encontrarme con
viejos amigos. Tal vez ambas cosas. Baje del bus y corrí como un chiquillo
tratando de alcanzarlos y confundirme con ellos.
Cada abrazo era una
inmensa alegría, seguidas de lágrimas, había vuelto la sociedad. Estábamos juntos desde hace
treinta años, cada uno construyo su mundo. Cada uno tenia la marca de la vida,
el tiempo deja recuerdos imborrables impregnados en el alma. Pero lo que no
aplasto el tiempo, lo que no pudo borrar el tiempo es esa sonrisa, ese mismo
gesto, esa sensibilidad en las chicas, es decir, el tiempo pasó, pero lo que no
paso con el tiempo es el alma de la sociedad, el alma de los muchachos se ha
resistido al cambio de los tiempos.
Estábamos sentados como
lo hacíamos hace treinta años cada uno conocía su lugar, solo que hubo tres
lugares vacíos que no estarán mas. De Leo, Fred y Richard. Como olvidarlos eran
nuestros, eran parte de la sociedad, parte de nuestras almas, éramos uno.
Cada sábado se reunían
para fortalecerse como familia, como individuos y sociedad, pidieron que hable,
que cuente aventuras de la sierra y de mis viajes por América Latina, les narre
cada parte, cada aventura buena y mala, al darme cuenta de la hora, era 2.30 de
la tarde.
-
¿No irán a trabajar muchachos? – dije con pena.
-
¡Trabajar! – dijo Carlos – pedimos permiso todos,
no te podíamos dejar solo, hoy ni nunca ¡Recuerdas! ¡Somos uno! ¡Somos la
sociedad!
-
¡Chicos vamos a la playa! – dijo Paco.
Fuimos caminando por la
Bajada Balta, Charo me llevaba de los brazos, en el camino iba en silencio, con
tono melancólico me dijo:
-
Esta es la ruta de Leo, ¿te acuerdas?
-
Si Charito, como olvidarme todos teníamos dieciséis
años recién entrábamos a los ochentas, Leo murió el setentaiocho.
¡Sabes Karim! – Me dijo con una mezcla de
dulzura y pena – desde que estábamos en la escuela, nos hemos acompañado
siempre, estuvimos en los tres funerales de Leo, Richard y Fred. También
estuvimos en todos los matrimonios, pero hoy, hoy es algo diferente, todo lo
que has pasado, todo tu dolor, cada lágrima tuya, la sociedad lo asume, nos
duele tu mundo solo, ya sufriste solo, ahora déjanos sentir nosotros ese dolor. Charito no pudo continuar lo que quería decirme, pero
yo entendía el mensaje, aun sus lágrimas de dolor, amargura, de coraje, por lo
que me paso. Lo entendía, porque éramos uno, siempre lo fuimos, aún en la
distancia. Abracé a Charo, seque sus lágrimas y seguimos caminando en silencio
hacia el mar.
Todos nos sacamos los
zapatos y levantamos nuestros pantalones hasta la rodilla y nos sentamos en las
rocas. Hace dieciocho años en ese mismo lugar celebramos los diecisiete años de
Leo, no teníamos torta, lo hicimos con cebiche mixto, las chicas prepararon en
la playa, Leo pidió un deseo:
-
Hablare para todos – nos dijo mirándonos –pase lo
que pase, aprenderemos a cuidarnos, a valorarnos, amarnos, respetarnos, ni
siquiera la misma muerte podrá separarnos porque entendemos que el verdadero
amor, hecha fuera todo egoísmo, envidia; el éxito de uno será de todos
nosotros, el dolor del otro, será nuestro, porque seremos siempre uno, siempre.
Creo que el espíritu de
Leo nos acompañaba ahora, podíamos sentirlo. Como olvidar a Fred. Nunca conoció
una pena, una tristeza; siempre sonriente, cuando estamos tristes, él cambiaba
nuestros rostros en alegría. En cambio Richard era más equilibrado, siempre
poniendo las palabras adecuadas para tomar decisiones. Ambos murieron cuando
regresaban de su viaje de promoción, el bus que los traía se estrelló con un
camión en Chancay, ese día murieron doce
adolescentes, entre ellos Fred y Richard.
-
¡Karim! Estamos otra vez juntos – dijo con dulzura
Paco – pero, esta vez para decirte que estamos juntos, que nunca estarás solo,
siempre estaremos juntos, todos, como lo estuvimos cuando Fred Y Richard nos
dejaron.
-
Si Karim – dijo Gloria – que asumiste solo tu dolor
no significa que todo este perdido, nosotros seremos tu soporte, se que tienes
un área de tu vida quebrada, pero tienes otras áreas que puedes usarla, salir
adelante, tienes que reconstruir tu vida, el tiempo se encargará de sanar tus
dolores; en poco tiempo habrás volado otra vez hacia tu horizonte y no olvides
nunca esto la sangre te hace pariente en cualquier grado, pero, la lealtad te
hace familia y eso somos.
Las lágrimas vertidas
de cada uno de ellos ingresaban por mis
heridas y las cicatrizaban. Todos me rodearon, cada uno puso sus manos
en mis hombros, podía ver las lágrimas correr sobre sus rostros. Entonces, todo
mi dolor se fue en ese instante, el amor de la sociedad, era el milagro más
grande que me había pasado en ese instante. Estuvimos como dos horas y ese
lugar era nuestro santuario, solo para nosotros.
La playa de Costa Verde fue siempre nuestro santuario
en los ochentas
Gloria abrazándome comento esta historia diciéndome
– Karim te contare una historia por demás vieja pero ese refleja a la sociedad
y tu estas en el - siembras la semilla de
bambú, la abonas, y te esfuerzas para regarla cada vez. Durante los primeros
meses no sucede nada notable. Los meses de tu esfuerzo se vuelvan años y aún no
sucede nada apreciable. De hecho, no verás nada durante siete años. Una persona
ignorante estaría convencida de no poder cultivar el bambú.
Sin embargo, durante el séptimo año,
en un periodo de solo seis semanas, la planta de bambú brota de la tierra y
crece ¡más de 30 metros! Viendo
el bambú brotar y crecer podría pensar que se llevó sólo seis semanas. Pero la
verdad es que toma siete años y seis semanas. Durante los primeros siete años
de aparente inactividad, el bambú genera un complejo sistema de raíces que le
permitirá sostener el crecimiento que tendrá al fin de esos siete años. En la vida cotidiana el ser humano trata de
encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados. No entiende que el éxito es
simplemente resultado del crecimiento interno lo que es un proceso lento que
requiere tiempo y esfuerzo constante. Por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados
en corto plazo, con frecuencia abandonan sus metas justo cuando están a punto
de lograrlas. No entienden que uno de los secretos del éxito es la persistencia
al objetivo, a tus metas. También lo es la Paciencia. En muchas ocasiones
estaremos frente a situaciones en las que parece que nada está sucediendo, esto
puede ser extremadamente frustrante.
En tales momentos, es recordar el bambú. Mientras
no abandonemos nuestro desarrollo y nuestras metas por no ver los resultados que
esperamos, debemos recordar que algo siempre está sucediendo dentro de nuestro ser.
Estamos creciendo, madurando y preparándonos. Así estas tu Karim.
Plaza Grau – Lima
CAPITULO V
Cuando miramos nuestro
futuro, podemos apreciarlo desde nuestro presente, dependiendo de cómo nos
encontramos, casi siempre nos equivocamos en tomar decisiones. Pero cuan
importante es no hacer replicas de nuestro dolor, de la crisis, porque todo lo
que pensamos muchas veces aumenta de tamaño, nunca saldremos adelante si
vivimos en ese recuerdo amargo, quebrado. Es difícil enfocar lo que queremos en
ese estado débil, pero tenemos que sobreponernos, salir de esa crisis y a
partir de ese momento, dirigir la mirada hacia nuestro mundo interior y evaluar
cada detalle que hemos dejado de hacer porque pensamos que no funcionaria, que
no resultaría, a veces, muchos sueños lo echamos a perder porque pensamos que
no era el tiempo.
Todo lo que nos pueda
suceder tiene un valor. Para una persona perder su pareja, una muerte, un
accidente, puede ser una crisis, pero para nosotros puede ser una oportunidad
de ser mejor en cada área que hemos flaqueado, una maravillosa oportunidad de
empezar de nuevo y con más ganas de hacerlo bien.
Aquella tarde nuestra
sociedad nos olvidamos del mundo, jugamos en la arena, chapoteamos el agua del
mar. Por alguna razón ese niño que llevamos dentro salió liberándose esa tarde.
Cuando éramos adolescentes todos los sábados veníamos en el verano, Leo traía
siempre el almuerzo, tenía un mayordomo de unos cuarenta años, entro a nuestra
sociedad el año setenta seis, dos años antes que Leo muriera, Miguel Abril
era su nombre.
Se volvió nuestro confidente secreto, nos
sentábamos en la arena, debajo de la carpa azul que instalamos para no insolarnos
con el sol, allí nos hablaba de sus sueños, de sus aventuras por las costas del
pacífico y el Atlántico, nos contó que había conocido a un escritor llamado
Ernesto Enninghay, en Cabo Blanco, allá en Piura, estaba escribiendo la
historia de un pescador; pero lo más grande que le había pasado fue en la Costa
de Barranquilla Colombia, conoció a una bella mujer. Sentados en las rocas
donde las olas golpeaban una y otra vez nuestro pequeño santuario nos narro su
historia: - Era hermosa de cabellos castaños, ojos claros grandes, de piel canela.
En noches de luna llena se iba en esa oscura noche al mar, allí conversaba con
el mar y la luna. Esa noche la seguí
para ver que hacía sola en el mar, vi una constelación como de fuego que venía
del cielo y se posesionaba en su cuerpo, el mar se elevaba con sus olas pero que
no llegaba a la orilla, solo la espuma se elevaba en todo
el espacio y rodeaba su cuerpo y ella en medio de todo ella danzaba
siguiendo el ritmo Árabe o Hindú, dio vuelta notando mi presencia, se detuvo y
me llamo suavemente con su mano. Estaba atónito, tenía la mirada perdida, pero mis pies se movieron
hacia ella, tuve miedo de esa constelación, cuando estuve cerca, ella me
extendió su mano, la tome delicadamente, entonces estuve en ese mundo indescriptible,
mágico, que nadie lo creería si yo lo contará,
lo cierto es que viví mi vida en ese otro mundo, fueron largas las
horas, los días, los años que viví un romance, que hombre alguno no lo habrá
tenido, he pasado pocas horas al lado de ella, pero mil horas pensando en ella.
Una noche de luna llena, cuando había
pasado seis primaveras, ella me dijo que se iría y no volvería más; esa noche
ella lloró tiernamente entre mis brazos, sus besos, sus caricias trataban de
cerrar las heridas que se abrían en mi alma por su partida.
Entonces me dijo: No existe el
amor, sino las pruebas de amor, y la prueba de amor a aquel que amamos es
dejarlo vivir libremente. Tú y yo hemos caminado minuto tras minuto y la mayor declaración de amor es
la que no se hace; el hombre que siente mucho, habla poco y ese eres tu Miguel.
Te contare el libro de Muhammad Ali el collar de la paloma, lo recitare para ti
y no me olvides nunca.
¿Perteneces al mundo de los ángeles o al de los hombres?
Dímelo, Porque la confusión se burla de mi entendimiento.
Veo una figura humana; pero, si uso de mi razón,
hallo que es tu cuerpo un cuerpo celeste.
¡Bendito sea El que contrapesó el modo de ser de sus criaturas
e hizo que, por naturaleza, fueses maravillosa luz!
No puedo dudar que eres un puro espíritu atraído a nosotros
por una semejanza que enlaza a las almas.
No hay más prueba que atestigüe tu encarnación corporal,
ni otro argumento que el de que eres visible.
Si nuestros ojos no contemplaran tu ser, diríamos
que eras la Sublime Razón Verdadera.
Veo una figura humana; pero, si uso de mi razón,
hallo que es tu cuerpo un cuerpo celeste.
¡Bendito sea El que contrapesó el modo de ser de sus criaturas
e hizo que, por naturaleza, fueses maravillosa luz!
No puedo dudar que eres un puro espíritu atraído a nosotros
por una semejanza que enlaza a las almas.
No hay más prueba que atestigüe tu encarnación corporal,
ni otro argumento que el de que eres visible.
Si nuestros ojos no contemplaran tu ser, diríamos
que eras la Sublime Razón Verdadera.
Al terminar de narrar
la poesía la abrace con pasión, mis besos sellaron mi amor único, en cada beso
nuestras lagrimas se unían en dolor, pasión. Sabía que me había unido a un amor
imposible, podía tenerla ahora entre mis brazos, de sentir sus pechos latiendo
de amor, pero vivir al lado de ella creo que me matarían. Esa noche vería por
última vez su rostro. Al día siguiente el sol me daba en la cara, entonces
desperté en mi otro mundo, mundo real, pero lo más extraño de todo esto es que
mi corazón solo es de ella y de nadie más. He querido amar a otras mujeres,
pero es imposible, no puedo, Jade es mi mundo, es mi princesa. Desde entonces
no he amado a nadie.
Recordar a Miguel cada día era reconfortante para
nosotros, de alguna forma todos abrazamos a Miguel esa tarde cuando termino de
contar su historia con lagrimas en los ojos, de no entender cuanto habría
sufrido, cuantas lagrimas injustas derramadas por un sentimiento llamado amor.
Esa tarde hicimos un
círculo, renovamos nuestros juramento de ser uno hasta la muerte, que pase lo
que pase allí estaríamos todos para cuidarnos, protegernos, sanarnos, amarnos
como lo hicimos desde la Escuela.
No abrazamos entre
todos, era solo un hasta pronto, estaríamos más unidos que nunca. El mundo era
nuestro, lo habíamos ganado con justo derecho al que lo llamamos hasta hoy
nuestra sociedad.
Subimos a Larco. Paco
hacia detener los taxis, yo me encargaba de despedirlos a cada uno, un hasta
pronto, eso era todo.
Esa noche le dije a
Paco vamos a la casa de Leo quiero saludar a su mamá, quizá encontremos a
Miguel el mayordomo. Tocamos el timbre, todavía estaba esa vieja aldaba, golpeamos
tres veces, era la clave entre nosotros, salió una mujer joven preguntándonos a
quien buscábamos ¿esta doña Blanca? ¿Está Miguel Abril? Me miró desconcertada,
como asimilando mis preguntas.
-
Doña Blanca, esta en la Sala, y ¡Miguel Abril! ¿no
se quien es?, espere un momento, su nombre por favor para anunciarlo.
-
Dígale que soy Karim, con Paco camino.
No habría pasado ni dos
minutos, esa mujer joven nos hizo pasar como si fuéramos los dueños de esa
casa.
-
Señora, aquí están los jóvenes – dijo la muchacha.
-
¡Karim! ¡Paco!
- dijo con voz resuelta doña Blanca- hijos, pasen, pasen por favor
-
Vinimos a visitarla doña Blanca- le dije con
regocijo.
-
Vengan, vengan a mi lado – dijo con dulzura- como
explicar esas cosas de la vida, corrí hacia sus brazos y comenzamos a llorar
juntos, Paco se unió con nosotros y también lloraba, era inmensa esa alegría
que sentí
-
Doña Blanca le dije con tono triste – y don Miguel
Abril ¿dónde está?
-
¡Miguel! ¡Hay ese Miguel! Me dejo el noventa idos,
esta enterrado junto con Leo en el Británico, era su deseo antes de morir, me
pidió que estuvieras en su entierro, moría lento en el hospital Sabogal, no
sabes cuánto reclamaba que vinieras a verlo al hospital, estuve allí cuando
dijo Karim y pensé que se había dormido pero falleció en paz, hablo el nombre
de Leo como su propio hijo y el tuyo lo repetía con dulzura y me pidió
haciéndome prometer que velaría por ti. Te busque con todos de la sociedad como
lo llaman ustedes, me dijeron que habías viajado a Nicaragua, sentí un vacío
enorme por Miguel no poder verte la ultima vez
-
¡por…por mi doña Blanca!
-
Si Karim, desde que te fuiste de Lima, no supe nada
de ti, llame a los amigos de Leo grande fue mi dolor al enterarme que Fred y
Richard murieron, no sabía a quien llamar, eso me afecto mucho emocionalmente.
Entonces corrí a los
brazos de doña Blanca, ambos lloramos esa soledad marchita que aplasta, que
muerde sin piedad.
-
La quiero mucho doña Blanca- le dije llorando
-
Yo también Karim, y no sabes cuánto te quiero,
después de la muerte Miguel los lazos entre nosotros se rompió y esta tarde
triste de otoño Miguel me narro esta pequeña historia e insistió que lo narrara
para ti, me hizo prometer
insistentemente, se trata de una historia de Cherokees.
-
La escucho doña Blanca – Miguel hasta el último
pensó en mi -
-
Cuando un niño Cherokee entra en la adolescencia, su
padre lo lleva al bosque con los ojos vendados y lo deja solo. El joven tiene
la obligación de quedarse sentado en un tronco durante toda la noche y no puede
quitarse la venda hasta que el sol caliente su rostro. Él no puede pedir
auxilio y, si sobrevive, se convertirá en un hombre y un guerrero. Tampoco
podrá comentar la experiencia con los más jóvenes
de la tribu ya que cada uno debe entrar en la adultez por sí mismo.
Durante la experiencia el joven estará naturalmente
aterrorizado. Oirá todos los ruidos del bosque y de la noche pero no podrá
gritar, ni hablar y mucho menos quitarse la venda. Escuchará el rugido del
viento, el crujir de los árboles, serpientes, lobos y hasta algún otro humano
que este por ahí, pero tendrá que quedarse en el lugar sin hacer nada ya que
esta es la única forma de convertirse en un adulto. Cuando el sol calienta su
rostro y el joven se quita la venda descubre con gran sorpresa que su padre
está ahí sentado a su lado. Su padre en realidad no se ha ido, en ningún
momento lo dejó solo, estuvo con el permanentemente para protegerlo de todo
peligro sin que su hijo se diera cuenta.
-
Me dijo que esta pequeña historia
le había contado un americano pero pertenecía a una tribu llamada los Cherokees y habla sobre la Confianza
y que tú con mucha paciencia y tenacidad caminaras despacio sobre la vida,
piedra sobre piedra, tiempo por tiempo, sin correr y todo lo tendrás a su
tiempo. Y que nunca estarás solo, todos estarían a tu lado como lo están en los
demás, allí cuando veas morir el sol bajo el mar del pacifico, cuando las hojas
de otoño comiencen a caer, cuando los fríos inviernos opaquen los cielos de
Lima allí estarán la sociedad para darse la mano.
Salí fortalecido por las palabras de Miguel y sé que él está siempre
conmigo en cada paso, en cada tiempo.
La sombra de Leo
rondaba seguro por allí, podía sentirlo, sentir el suspiro de Miguel Abril, en
fin, esa tarde fue inolvidable. Tomando café
vi muchas fotos en la pared y entre ellas estábamos con Miguel y toda la
sociedad, nadie faltaba, mis lágrimas corrieron surcando mi rostro, sintiendo
un dolor que abría mis heridas pasadas de no haber vivido al máximo, de no
poder disfrutar de esos detalles pequeños que nos ofrece una sola vez la vida y
cuando llega la hora de irnos, nos pesamos, pues no supimos vivir ese don
maravilloso de la vida, que nos brinda con creces. Eran cerca de las once de la
noche, Larco ya no era igual, casi todo era un centro comercial, las casas
antiguas no estaban, eran otros chicos, otro mundo.
-
Vámonos Paco, Larco se fue con Leo. Se fue nuestro
Ángel.
-
¡nuestro ángel!- dijo Paco asombrado- ¿Quién Paco o
Miguel?
-
Ambos Paco, ambos
-
Quizá voló Miguel al encuentro de su Jade para
unirse ¿no crees?
-
Están los tres juntos y Fred con Richard les habría
dado la bienvenida
-
Si Karim, eso es, La sociedad juntos allá en las
estrellas
CAPITULO VI
Esa mañana me despedía
de mi familia, ganada por derecho, los había amado desde mi adolescencia y
antes de irme para la sierra; Paco bajo corriendo las escaleras.
-
¡Karim! ¡Karim! Espera.
Traía algo en la mano,
era un papel enrollado por su color, la hoja tendría muchos años, estaba
amarillenta, descolorida
-
Esto Karim – lo abrió, era un dibujo, una mano no
muy bien dibujada – esto lo hiciste tu cuando tenias 14 años ¿te acuerdas?
-
¡No! ¡como fue! – trate de recordarlo.
-
Fue en nuestro barrio hace años, una calle entre
Chamaya y Tingo María, ¿te acuerdas?, fue en una esquina, había una casucha en
esa construcción que todavía apenas empezaba; esa tarde salimos con nuestras
bicicletas, vimos varios niños con sus caritas sucias, el mayor se acerco y nos
pidió pan para sus hermanitos, su mamá estaba enferma, entramos a ese lugar con
miedo, olía a mil demonios el lugar, la madre tenía cáncer y esos cuatro niños
no comían solo lloraban, saliste corriendo de ese lugar sin decir nada, pensé
que me abandonaste, pero regresaste con una bolsa llena de panes, frutas y
otras cosas.
Al día siguiente
tocaste puerta por puerta de los vecinos y les contaste ese cuadro desolador,
los vecinos te apoyaron, nunca olvidare el rostro de esos chicos, te miraron
como su ángel de la guarda, ¡tío Karim! Te gritaban, esa semana la madre murió,
yo estuve en ese instante, me beso en la mejilla y me dijo eso es para Karim,
el ángel que apareció para mis hijos.
Los vecinos con el
Municipio enterraron a la madre, a los niños se los llevaron al puericultorio
Pérez Aranibar y antes de subir al bus que los llevaría, Fernando el mayor de
todos se acerco y me dio esta hoja, cuando abrí vi una mano, esta hecha con
sangre y le pregunte ¿la mano de quien es? Me respondió con gran dulzura; es la
mano de Karim, ¡de Karim! Dije sorprendido, ¿por qué de Karim? Porque su mano
nos ayudo a todos y esa mano fue la mano de un hermano que siempre estará con
nosotros.
-
Es tuya Karim llévatelo.
-
No Paco, yo no estuve hasta final como tu.
-
Es que viajaste a Ica.
-
¿Fue dibujada con sangre?
-
Si Karim, ese chico dijo si con esto cubre todas
mis deudas, estaré tranquilo.
-
Que le dijiste tu
-
Que todo está saldado, todos vivirán en un lugar
muy especial
Esperaba entender como
se movía el mundo, tan complejo, despiadado casi siempre con los más
indefensos, a veces no se puede luchar contra su furia, es difícil mantener ese
optimismo, el equilibrio, la confianza en uno mismo y aún de los demás. En el
camino encuentro una desconfianza entera, y sin darnos cuenta esto afecta a los
que más amamos, nos sumamos en la debilidad y la desesperanza. Conozco personas
que tienen todo, pero fácilmente entran en depresión, no son felices con lo que
tienen, luchan por ser algo, alguien dentro de la sociedad logran su tope, llegan ahí, entonces empieza
su vía crucis de una vida de soledad, de afanes, en suma se desesperan en su
mundo vano, ausente, prestado.
Aquella tarde de verano
fuimos con Raúl Sánchez amigo de adolescencia, estudiamos en el Seminario
Andino de Lima. Llegamos al Parque Universitario para vender polos y camisetas
en Navidad, el dueño de la fábrica nos dio cien polos a cada uno y nos envió de
dos en dos, quería vender con Raúl, pero
el dueño dijo: ira uno que tiene experiencia, el otro aprende. Me toco el Jirón
Lampa, me asignaron trabajar con Maruja, una muchacha de Pimentel, trabajamos
en pleno verano, ella tenía entusiasmo para vender, así que le dije tu llamas a
la gente y yo vendo; le pareció bien la idea, me decía que tenía ángel para las
ventas y trato con las personas.
En la tarde le pregunte
con sumo cuidado:
-
Maruja, ¿Qué sueños tienes?
-
¿sueños? – me miró como indignada – yo no tengo
sueños.
-
Entonces, ¿qué de tus sueños cuando eras niña? Acaso
no querías ser algo en la vida?
-
¡Quizás!, pero para que me sirve eso ahora, si todo
lo que construí un hombre destruyo todos mis sueños.
-
Maruja, ¿crees que por lo que te paso no puedes
levantarte? ¿No puedes reconstruir tu vida desde los escombros?
- ¡No! Todos son iguales.
- mira Maruja, si anhelas ser alguien,
puedes ser la mejor mujer, sé que todos siempre buscan alcanzar algo en una
universidad, pero tu busca la felicidad en este mundo real con todas sus decepciones,
anhela tener esa armonía con contigo
misma y dependiendo de eso lo tendrás con el mundo que te rodea, entonces, solo
entonces desaparecerá el odio, la venganza, llegara a ti la libertad.
En algún lado había
escuchado esta conversación de que si se quería destruir una sociedad, se
destruiría a las mujeres y son ellas que nos transmiten a nosotros lo
desgraciado que son los hombres, el mundo y todo.
-
¡No Maruja! No es así, no todos son iguales,
todavía hay esperanza.
-
¿De que esperanza me hablas? Sola tuve que mantener
a mis tres hijos, me enferme de tisis y salí adelante sin ayuda de nadie.
-
¡Eso! Eso se llama esperanza, eso es tener sueños. Mira
Maruja leí hace poco la historia de un niño llamado Glenn Cunningham, su
pequeña escuela se estaba incendiando, sacaron al niño inconsciente del
edificio mas muerto que vivo. Tenía quemaduras graves en la mitad del cuerpo,
en su cama, el niño horriblemente quemado y semiconsciente, oía al médico que
hablaba con su madre. Le decía que el niño moriría, que era mejor que esto
pasara, pues el fuego había destruido la parte inferior de su cuerpo, pero el
niño no quería morir, decidió que sobreviviría y fue así. Una vez superado el
peligro de muerte volvió escuchar al médico decir a su madre que era mejor que
hubiese muerto porque estaba condenado a ser inválido toda la vida, sin la
posibilidad de usar sus extremidades inferiores, una vez más este niño tomo una
decisión, no sería un inválido, caminaría. Desgraciadamente, de la cintura para
abajo no tenía la capacidad motriz, sus piernas colgaban sin vida. Al fin de
dieron de alta, todos los días, su madre le masajeaba las piernas, pero no
respondía para nada, pero su determinación de caminar era más fuerte que nunca.
Cuando no estaba en la cama, estaba confinado en una silla de ruedas, una
mañana su madre le llevó al patio para que tomara aire fresco. Ese día, en
lugar de quedarse sentado, se tiró de la silla, se impulsó sobre el césped
arrastrando las piernas. Llegó hasta el cerco que rodeaba su casa, con gran
esfuerzo, se subió al cerco, allí poste por poste, empezó a avanzar por el
cerco, decidido a caminar. Empezó a hacer lo mismo todos los días, quería darle
vida a esas dos piernas. Por fin, gracias a sus masajes diarios, su
persistencia, su determinación le llevó primero a pararse, luego caminar
tambaleándose y finalmente caminar solo y después correr.
-Y tu Maruja ¿qué te falta?
Parque universitario
Todos de alguna manera,
los que hemos sufrido por la vida, tenemos que ser una raza fuerte porque hemos
salido adelante a pesar de todo, fuimos bendecidos con una alegría y un
espíritu que todos tenemos. Además la vida es un reto constante en el día a
día, tenemos que arriesgar así perdamos, podemos amar con pasión pero no ser
amados, podemos dar de nosotros y nunca recibir nada, solo estamos aquí para
trascender bendición.
-
Yo no tengo sueños – me dijo mirando al suelo con
lágrimas en los ojos
-
Mira amiga te contare una historia breve de un jovencito que le querían
robar sus sueños. El padre del muchacho era pobre y contaba con apenas unos pocos
recursos para mantener a su familia y mandar al muchacho a la escuela. Una
mañana en la escuela, estando el muchacho en la clase, el profesor le pidió a
los alumnos que escribieran la meta que quisieran alcanzar para cuando fueran
adultos. El joven escribió una
composición de siete páginas esa noche en la que describía su meta. Escribió su
sueño con mucho detalle y hasta dibujó un plano de todo el proyecto: el rancho,
las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir; en
fin, puso todo su corazón en el proyecto y al día siguiente lo entregó al
profesor. Dos días más tarde, recibió
de vuelta su trabajo reprobado, y con una nota que decía: "venga a verme
después de clases". El chico del sueño fue a ver a su profesor y le
preguntó ¿por qué me reprobó? El profesor le dijo: "es un sueño poco
realista para un chico como tú. No tienes recursos; vienes de una familia
pobre. Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y además mucho
dinero. Tienes que comprar el
terreno, pagar por la cría original y después tendrás muchos gastos de
mantenimiento. No podrías hacerlo de ninguna manera. A continuación el profesor
agregó: si vuelves a hacer el trabajo con objetivos más realistas,
reconsideraré tu nota". El chico volvió a su casa y
pensó mucho. También le preguntó a su padre qué debía hacer. Éste le
respondió:" mira hijo, tienes que decidir por ti mismo; de todos modos,
creo que es una decisión importante para ti, ¿cierto?" Finalmente después de
reflexionar durante una semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer
cambio alguno. Le dijo al profesor: "usted
puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño". Al concluir el hombre miró
a los niños y les dijo: "les cuento esta historia porque es mi historia.
Aquí estamos en medio de la casa de mis sueños, dentro del rancho que me
propuse conseguir por que esa era la meta de mi vida. Aún conservo aquella
tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea". Luego agregó: "lo
mejor de la historia es que hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta
chicos a visitar mi rancho". Y al irse el profesor me dijo: "mira,
ahora puedo decírtelo. Cuando era tu profesor, era una especie de ladrón de
sueños. Durante esos años, le robé un montón de sueños a los niños. Por suerte
tuviste la suficiente fortaleza para no abandonar el tuyo'." No dejemos que nadie robe
nuestros sueños Marujita, tú tienes los tuyos y comienza a construirlos poco a
poco.
El Señor Roy Campanetta
compartió con nosotros en el Seminario donde estudie Teología, esa tarde de
verano en Quito dijo esto:
Le pedí fuerza a Dios, para poder triunfar.
Fui hecho débil, para que pudiera aprender
humildemente a obedecer...
Pedí salud, para poder hacer grandes cosas.
Recibí la enfermedad, para que pudiera hacer cosas
mejores...
Pedí riqueza, para poder ser feliz.
Recibí pobreza, para que pudiera ser sabio...
Pedí poder, para lograr el elogio de los hombres.
Recibí debilidad, para que pudiera sentir la
necesidad de Dios.
Pedía todas las cosas, para poder gozar de la vida.
Me fue dada la vida, para que pudiera disfrutar de
todas las cosas.
No tengo nada de lo que pedí, pero si todo lo que
esperaba.
Casi a pesar de mi mismo, mis plegarias silenciosas
fueron atendidas.
¡He sido, entre todos los hombres, sobradamente
bendecido!
-
Gracias Karim, empezare hoy a construir mis sueños y nada ni nadie los
impedirá o me robaran lo que tanto anhelo, hoy empezó para el verano después de
tanto invierno, de tanto caminar en mi desierto.
CAPITULO VII
Desde la última vez que
estuve con Paco en su casona de la Avenida Arica, mire la grandeza de un mundo maravilloso,
un espacio en esa eternidad que jamás olvidare por tener a la sociedad conmigo,
amigos por siempre.
Paco era muy
extrovertido, quería saber cosas del mundo moderno, experimentar, investigar,
sobre todo le gustaba la carrera de automóviles, el teatro, el cine, las
lecturas, la música y coleccionar cosas raras
-
¿ ya sabes que es postmodernismo?- me decía a boca
de jarro
-
No Paco ¿Qué es?
-
Bueno eso no importa al mundo le falta mucha
educación. Pero, primero mañana iremos con Fiorella a un recital de la señora
Chabuca Granda
-
¿Quién es Chabuca Granda Paco?
-
Ella nació en Cotabambas, Apurímac, dedicó su
carrera artística a cantarle a Lima, convirtiéndose en una de las compositoras
e intérpretes criollas más reconocidas. Algunas de sus obras más populares son
la Flor de la Canela, José Antonio entre otros
Chabuca Granda
Esa
noche pude ver a esa señora galante, hermosa, muy ovacionada por su público y
lo que mas me gusto fue el tema “la flor de la canela” y “José Antonio”.
Pero el
domingo fue una fiesta para mí, solo para mí; había visto correr los autos en
los Caminos
del Inca, esto era un día de fiesta para todos, los vehículos se paralizaban,
era un Gran Premio con carácter de feriado tácito. De esos que cancelan la
escuela y detienen las labores del campo, enviando a dormir el rastrillo y la
lampa. De esos que nos despiertan con la ansiedad enroscada en la garganta, el
pulso acelerado, donde la calma se recupera solo bajo el rugido de un motor
surcando los mismos trazados de antaño, los perennes testigos de la senda del
Zorro Yangalí, Henry Bradley, Eduardo Malachowsky, el legendario Rey de las
curvas Don Arnaldo Alvarado, los De Las Casas, Luis Carlessi, Coco Corvetto, Guillermo Arteaga, Bratzo Vicich,
Herbert Grimm, Peter Kube y entre otros extranjeros como el ingles Tony Fall,
los bolivianos Dieter Hubner y José Camacho, el argentino siempre querido en el
Perú, Jorge Recalde, el chileno Humberto Pizarro entre otros.
En
un partidor: aparecen de derecha a izquierda: Luis “El Chivo” Carlessi, Eduardo
Malachowsky, Pitty Block, Henry Peet, un desconocido. La foto es en Pucusana,
Partida del Premio Presidente de la República (1ro de Mayo). Corrí apresurando
a Paco quise estar muy cerca de los corredores, ver sus carros. Entonces vi a
Lucho Carlessi, es de Huancayo alguien me dijo, tierra incontrastable. Ya cuando
todos estaban de alguna forma solos para su partida me acerque muy despacio y
vi a Eduardo Malachowsky, me acerque lo mas cerca que pude
-
¡hola! –
me saludo con una sonrisa
-
buenas
tardes señor – le dije mirándole a los ojos
-
dime solo
Eduardo, ¿Cómo te llamas?
-
Karim me
llamo señor
-
Hola Karim,
veo mucha pasión en tus ojos por los coches
-
Si don
Eduardo, cuando compiten en los caminos de los Incas jamás me pierdo, yo deseo
que usted gane. Desde que vi su foto en los diarios, siempre agradecí a Dios
por su vida
-
¡que
bueno Karim! Eso no tiene precio para pagar
-
me basta
con esa sonrisa amigable, ese abrazo. Yo
seré un amigo que desde algún lado de nuestra tierra le estaré siguiendo y
pidiendo a Dios que lo guarde siempre
-
Ven toma mi
guante, lo uso como mucho cariño en los caminos del Inca, nunca lo pierdas, te
regalo por ese gesto tuyo para conmigo
-
Jamás lo
perderé, siempre lo llevare conmigo, lo prometo.
Las carreras de autos también traen desgracias y penas, allí en
las lejas sierras murieron Don
Emilio Fort participando con el seudónimo: De colores y de su copiloto
Alejandro Ortiz, cuyo cuerpo nunca fue encontrado. Una de las zonas más peligrosas es
‘La Mejorada’, una curva en el trayecto Huancayo-Ayacucho que ha sido escenario
de cuatro muertes: Emilio Fort, Alejandro Ortiz, “Pollo” Gonzales y Kike Zúñiga. El cadáver de Fort fue traslado a Huancayo. El parabrisas
del Ford Escort quedó colgado de un árbol y esa fue la referencia para el
rescate de los pilotos y del auto. Se comentó después de la autopsia, que Fort
murió de un infarto cuando el Escort se precipito al río Mantaro. Emilio Fort y su copiloto Alejandro Ortiz (1969), el
‘Pollo’ Gonzales y Kike Zúñiga (1973), Pepe Llona y su copiloto Julio César
Repetto (1977) y Esteban Quispitupa (1999).
Dejamos el circuito de agua dulce y Barranco, caminamos con Paco
recordando los gritos que hacíamos cuando pasaban los coches por el lado
nuestro. Pero no podía olvidar lo que me dijo Eduardo Malachowsky: Karim este
es mi mundo, yo hice esta elección porque amo el mundo de las tuercas y las
rutas del camino de los incas, tú debes amar lo que tienes, antes que la vida
te lo arrebate y sea demasiado tarde amar lo que perdiste; que nuestras vidas
no duren ese tiempo rutinario, orillado a una vida mediocre que juguetean a las
orillas de una vida miserable cerca de su propia muerte, no dejes para mañana
lo que hoy nos regala la vida, llegara ese día, viejo, cansado, enfermo, que no habrá mañana para ti y lo peor es que
no habrás vivido.
Esa tarde de otoño con esas palabras de Eduardo me iría a mi
mundo, mundo solo. Hubo lágrimas en la casa de Paco, las despedidas envuelven
amor, ternura; entonces no quieres irte para ningún lado, pero mi partida era
inevitable tenía planeado viajar llevándome conmigo esa brisa del mar que me
envuelve con los vientos del sur, allí otra vez estoy viajando a la serranía
buscando mis pasos perdidos, buscando alientos de otro mundo para poder vivir.
El cielo serrano se
resistía abrirse al mundo con su sol adolescente. Camine por las orillas del
río Mantaro olvidando los caminos de mi soledad, mis sueños que no eran míos, todos eran
prestados, sueños que parecen ser reales pero que sucedieron en tiempos
remotos, procuraba vivir esos recuerdos viejos del amor, quería de alguna forma
tener en mi otra vez esa nostalgia embargándome en mis recuerdos idos. He
sentido que el dolor se queda cuando mas nos aferramos a ese pasado fantasmal.
El
tren surcando Ticlio 5000 msnm a Huancayo
Me senté entre las
piedras, a orillas del río Mantaro; en el torrente podía ver la imagen de ella.
Isabel de ojos claros y cabellos castaños. No recuerdo como y donde escuche su
nombre por alguna razón quería buscarla, estar con ella, solo un momento, es
posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
Sin embargo nos
volvemos desdichados, incrédulos, por tratar de fingir que somos fuertes, que
le sonreímos a la vida o que sencillamente no nos queremos dar cuenta que cada
día todo será igual
Me baje en La oroya/Chulec. Me senté a
las orillas del Rio Mantaro
Solo vivimos de esos
recuerdos amargos, y nadie lo entiende lo que sucede en ese día, y dejamos
pasar la felicidad que solo toca una vez nuestro corazón. Nuestra pobreza
espiritual nos impide arriesgarnos otra vez a ser felices.
Fue una tarde, solo
eso. Isabel llegó a mi encuentro, se sentó cerca de la ventana, el sol le daba
la espalda, allí frente a mi, Isabel sonrió mirándome, entonces recordé que el
tiempo nos enseña cosas bellas que están frente a nuestros ojos y no nos damos
cuenta de cada detalle, de los gestos, el cielo abierto, una estrella que
brilla para los dos. Muchas veces pensé que se aprendía con el paso del tiempo,
pero esa espera traía consigo sufrimiento, desesperanza, una vida efímera.
He visto a muchas
personas pasar su exilio, un desierto fabricado por ellos mismos, una vida dura,
sin embargo no aprendemos de esas experiencias vividas, somos masoquistas de
querer vivir esas mismas experiencias. La vida misma es una escuela donde
aprendemos a caminar bajo sus enseñanzas, nos muestra su perfecto equilibrio de
trabajar el odio, la enfermedad, la felicidad.
Cuando llueve en la
sierra es la totalidad, nunca en partes, como el amor que no necesito saber si
es, o no es; no puedo perderme o encontrarme conmigo mismo a tan vana pregunta,
y como estar en paz, en equilibrio, suelto, libre, para determinar mis cosas,
esas cosas del corazón.
Se que volver a amar
duele mucho. Es como si todas las primaveras te cobraran con creces para seguir
viviendo. Si la vida me entregaría en bandeja el amor que fuese tan simple,
sencillo de amar, mis otoños no serían grises, oscuros y dolorosos.
Aquella tarde, la bese
en la mejilla muy delicadamente y sin volver atrás me fui, me perdí en la
calle, recordaba esa sonrisa, envidiaba al sol que la cubría todo el cuerpo, yo
debí estar allí y abrazarla con pasión
entera, esa tarde me envolvía su voz a mi alma vacía y yo
sin hacer nada.
Los días pasaron y me
oculte en mi soledad discriminando al amor que no juega limpio, que siempre
hace trampas y nosotros tenemos que asumirlo con dolor, porque en esta vida,
sino entendemos al amor, nos aplastará, nos envejecerá lentamente y cuando
queremos asumirlo habremos perdido el control de nuestra vida, los milagros existen, el agua puede salir de
la roca mas dura. Estoy pensando en el rostro humano de Dios, que tiene corazón
femenino para pensar y sentir mis soledades que envió mi ángel solo para mí esa
mañana.
Esa tarde busque a don Sebas, tenía setentaiocho
años, dos meses antes de su muerte Conversé con el:
-
Don Sebas, has conocido mis caminos y mis mundos
-
¿Qué te oprime hijo? – me dijo mirándome fijamente.
-
¿puedo volver a amar? ¿crees que tengo derecho a
ser feliz?
-
Cuando piensas en este tema ¿te amas tú?
-
¿de mí? ¿Por qué de mi don Sebas?
-
Vamos, llévame al parque, en el camino entenderás
cada palabra.
Nuestra caminata era
lenta, don Sebas leía mis pensamientos mirándome sonreía mi mundo solo y yo
mirando hacia el cielo azul.
-
Don Sebas mi corazón se abrió al universo, ame en silencio a una mujer que vino desde
las estrellas, parece mi alma gemela
-
¡la amas por esto! – dijo poniendo su bastón en mi
pecho- recuerda que todos somos diferentes, nadie puede absorber el mundo del
otro, cada uno tiene un sentir, una forma de ser, ama algo, su universo en tan
diferente como lo eres tu, ahí esta el secreto de tolerarse, de construir
caminos, de trabajar tu relación en el día a día, ambos tienen que construir
ese mundo que tanto anhelan
-
¡No! – dije como escudándome – no don Sebas, la amo
por lo que ella misma es.
-
¿Y cómo es ella?
-
Es hermosa toda ella, amo sus labios, su sonrisa,
sus ojos, sobre todo su alma
-
¡por qué no le dices eso a ella!
-
No puedo, tengo miedo.
-
Escúchame hijo, no puedes amarla si de por medio
hay miedo, no puede darse, no es compatible, el miedo es el más grande
obstáculo para amar, el amor genera vida, es dinámico, es vitalizador.
-
Soy débil delante de ella, me vuelve vulnerable y
sufro amarla en silencio.
-
Preséntate siempre ante ella como tu eres, sin
disfraces o máscaras, sin disimulos, todo tu ser tiene que ser expuesto ante
ella y el hecho de amar en esa debilidad que dices te hace fuerte, ¡no olvides
con el corazón descubierto! nunca hipócrita en nada, cada gesto te hará
engrandecer en esa eternidad sombría y triste
Lleve a don Sebas a su
casona en San Carlos, en silencio, mirando las pocas estrellas que había en ese
cielo enfermizo.
Abrace a don Sebas sin
decirle nada, presentí que era la última vez que nos veíamos y eso no podía
soportarlo, abrí la puerta y camine lento por el jardín. Don Sebas me dio un
grito:
-
¡Hey Karim! - ¡Si! Si puedes, tienes derecho a ser
feliz, solo lucha, lucha por ella y no te rindas. La vida es un grande espejo
que refleja en ti todo lo que haces y no puedes culpar a nadie por tus actos,
asúmelos con coraje, porque ella te mostrara sus grandezas y miserias, dolores y alegrías;
recuerda Karim que somos flor de un día, aves de paso, vivimos al máximo un
solo verano, hoy estamos mañana en un mundo prestado.
Recuerda nosotros los mortales vivimos solo nuestros días, acariciamos
sus días y sus noches casi a las orillas del umbral de la muerte, por eso debes
vivir esos pocos minutos que te regala la vida, además el verdadero amor no es
de la noche a la mañana, no viene así nomas, se forma poco a poco con todo lo
que tienes: entrega, dar, vivencia fidelidad y lealtad. Eso que ambos puedan
sentir lo siembras muy dentro de tu corazón y deberás regarlo con cada detalle
tuyo sin pedir nada a cambio
-
Sin nada a cambio don Sebas
-
Si Karim, porque el verdadero amor no te atrapa, no
te sofoca, no te anula de cómo eres, porque fácil es cambiar a la medida de
ella y eso no está bien y veras en el tiempo tu cosecha se demora en construir,
poco a poco, un viaje largo que a muchos no les gusta pero al final todo es
sólido, estable, un amor real. Todo el mundo lo dice amor a todas las cosas, se
oye en las calles con gran facilidad, pero el verdadero amor no depende de las
circunstancias de cómo te mueves, de cómo van las cosas, el verdadero amor
tiene su costo, es sacrificio, nunca es fácil para lograr lo que quieres
construir con tu pareja, uniéndose en sentimientos, en romper todo egoísmo,
indiferencias, en vivir solo para uno y esperar que todo me den, tú debes
marcar esa diferencia de la mayoría de esos hombres superficiales que han
manipulado el amor presentándolo a simples retratos paupérrimos de pasiones,
falsos romanticismos, obsesiones quizá atracciones, lo que sea Karim nada de
eso camina a la meta del amor. Mira tengo una revista, busca en la página
central allí hay una historia, lee en voz alta para que pueda escucharlo:
-
Cuenta una vieja leyenda Sioux, que un día Toro Bravo,
el más valiente y honorable de los guerreros, y Nube azul, la bellísima hija
del jefe de la tribu, llegaron a la tienda del anciano sabio de la aldea a
pedir consejo.
-
Nos amamos –empezó el joven- y nos vamos a casar
–prosiguió ella- Y tenemos tanto miedo de perdernos, que venimos a rogarle que
nos haga un conjuro o un hechizo, o nos entregue un
talismán para que nos proteja y garantice que estemos juntos hasta la muerte.
¿Hay algo que pueda hacer por nosotros?”
El anciano se emocionó mucho al verlos tan jóvenes,
tan enamorados y esperando su consejo con tanto anhelo.
-
Habría algo – dijo- pero no sé si
sea un reto muy difícil, pues implica gran sacrificio.
-
Haremos lo que sea – respondieron
al unísono los enamorados-
-
Nube Azul –dijo el anciano- ¿ves
ese monte al norte de la aldea? Tendrás que escalarlo sola, y, sin más armas
que tus manos y una red, atrapar al halcón más bello y vigoroso que jamás se
haya visto. Si logras atraparlo, deberás traerlo vivo al tercer día después de
la luna llena. Esa es tu misión.
-
Y tú, Toro Bravo, -continuó el
sabio- tendrás que escalar la montaña del trueno y cuando alcances la cima,
deberás capturar, sin hacerle daño, a la más valiente de las águilas, usando
sólo tus manos y una red, para traerla el mismo día del regreso de Nube Azul.
-
Ahora, partan, ordenó el anciano.
Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego
emprendieron su camino, ella al norte, y él hacia el sur de la aldea, para
cumplir con las misiones encomendadas.
El día señalado, los amantes regresaron a la tienda del anciano, cargando cada uno el ave que le había sido pedida. Eran, en verdad, unos hermosos ejemplares.
El día señalado, los amantes regresaron a la tienda del anciano, cargando cada uno el ave que le había sido pedida. Eran, en verdad, unos hermosos ejemplares.
-
¿Qué debemos hacer ahora?
preguntó Toro Bravo, ¿Debemos matarlas y beber su honorable sangre?
-
No, respondió el anciano.
-
¿Debemos cocinarlas y comer su
carne preciosa? preguntó ella.
-
No -repitió el sabio-, ahora
deben atarlas entre sí por sus patas, con estas tiras de cuero, y luego
dejarlas para que vuelen libres.
La joven pareja hizo lo que se les había ordenado y
soltaron las aves. El águila y el halcón intentaron levantar el vuelo varias
veces pero lo único que conseguían era terminar cada vez, revolcadas en el
suelo.
Después de muchos intentos, irritadas y frustradas por su incapacidad para volar, empezaron atacarse con sus picos, haciéndose mucho daño.
Después de muchos intentos, irritadas y frustradas por su incapacidad para volar, empezaron atacarse con sus picos, haciéndose mucho daño.
-
Este es el conjuro que pidieron,
dijo el anciano, nunca olviden lo que acaban de ver. Ustedes son como el águila
y el halcón. Si se atan el uno al otro, así sea por su inmenso amor, no sólo
vivirán arrastrándose, sino que terminarán lastimándose inevitablemente. Si
quieren que su amor perdure, vuelen juntos, pero jamás atados. Así tiempo al
tiempo y no presiones tanto si amas de verdad.
-
Entonces don Sebas, ¿estoy
presionando mucho a que me quiera?
-
Solo camina despacio, amala sin
ocupar su espacio, que ella también sabe volar como tu Karim
Me volví hacia la
puerta y comencé a caminar esa noche en silencio. Me preguntaba porque no
aprendo a vivir mi vida, siempre estoy pensando que todo aun a mi destino debo
dejarlo para mañana. ¿Por qué esperar hasta mañana para poder vivir como yo
quiero vivir? Si mañana no llega, lamentare no haber vivido mi presente,
andamos en esa cadena del pasado, atados a vivir una vida miserable. Mi pasado
es mi recuerdo, mi presente es efímero, no quiero que se lleve las cosas
simples de la vida, pero puedo construir, moldear, trabajar mi futuro como
quiero que sea. Estoy cansado de mis quimeras, quiero vivir ese mundo donde no
haya espacios de dolor, miserias y muerte.
Desde mi soledad recordé a Isabel, ella no era
mía, pero me dolía amarla como la amo.
Comencé a dialogar conmigo mismo: si yo la amo, mi primer paso será hacerla
feliz, no la haré sufrir, me pondré en ese viejo dolor, en su lugar, y amarla
desde allí; pero ya no como un viajero que viene y se va, sino quiero ser el
compañero de sus caminos, como parte de ella, de su mundo.
Quiero conocerla cada
día, conocer lo que ama y lo que rechaza. Sus sueños, su empeño de lograr lo
que anhela, solo entonces sabré que mi amor es algo grande, que estoy dispuesto
a dejar mi mundo que es un desierto. Solo entonces sabrás vida mía, que tu
pueblo será mi pueblo, tu vida será mi vida, tus sueños tus proyectos tu Dios,
todos serán míos.
Don Sebas tenía razón,
tengo que creer en el amor, si quiero ser feliz, debo creer en su verdad, ser
ese espejo que tenga armonía con la naturaleza y creo que si hay felicidad en la tierra, en cada
persona que ha construido un mundo diferente, que nació esa dicha de amar desde
su corazón para darlo todo.
Quiero destruir todo mi
pasado, enterrarlo, nunca más permitiré que siga viviendo en mi futuro, que
determine o influya, mi mañana debe ser un mundo lleno de opciones, de
vivencias, de alegrías, de construir el tiempo con esperanzas, emociones,
sueños.
CAPITULO VIII
El otoño se ha ido
fugazmente, y la felicidad es apreciar lo que ya se ha conseguido.
¿Acaso mi vida vale,
solo un instante de su mirada, de su sonrisa, de su tiempo? ¿Merezco este
tormento? Este verano me torturaba sin piedad. El amor me envejecía antes de
tiempo, solo mi esperanza me resignaba a seguir viviendo ¿es acaso debilidad
esto?
Algunas noches bajo la
luna opaca, la tuve entre mis brazos, la he amado tiernamente, he llorado su
ausencia por no usurpar su amor.
Sin embargo el amor de
mi Isabel no es mío; es un camino oscuro. Me sumerjo en mi silencio, en mis
soledades y me duele amarla.
Quise entenderla muchas
veces; no conozco en la profundidad sus temores, quiero entrar en su mundo,
romper una pequeña brecha y si todo se desplomara entendería la realidad de todos
sus conflictos.
He visto conjugarse sus
risas con sus lágrimas; escuchar su voz emitiendo un eco de agonía. Me
preguntaba mil veces que es realmente la herida que no sana y que le atormenta.
Esa tarde caminaba
pensando en Isabel, ella es mi ángel que aparece en un torbellino fugaz; luego
desaparece. He vivido a las orillas de su sombra, buscándola en mis pasos prestados;
negándome a mi mismo por un puñado de caricias, mendigando un beso lacio, que
no tengo derecho a reclamar nada porque ella me niega; sus besos, sus ojos, sus
caricias. Me cercenas sin misericordia a vivir mis soledades frías y lánguidas.
-
¡Hey Karim!- Un
grito conocido - ¡como siempre lejos de tu mundo!
Solté una risa forzada
-
Hola Alex, amigo
-
¡Vamos! ¡sube! ¿por qué taciturno?- venía con su
coche color rojo
-
Podemos conversar, esas cosas del corazón.
-
Claro ¿A dónde vamos? Dijo mirando la Plaza
Constitución.
-
Fuera de Huancayo – le dije.
-
Vamos para Pilcomayo, allí podemos estar lejos del
bullicio ¿Qué te oprime amigo mío?- me dijo tocándome el hombro
-
Estoy enamorado amigo.
-
¡Caray! Yo pensando otra cosa, hombre eso es bueno,
¡no entiendo!
-
Es tan confuso vivir en un autoexilio sin saber que
hacer
-
¿Vale la pena sufrir como estas sufriendo por ella?
-
He decidido prestarme ese tiempo solo para mi
-
Para hacer todo lo que haces debes de amarla mucho
-
Tiempo es lo que me falta, cuantas veces los dejamos pasar sin
darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos
de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
-
Karim cuéntame, como
nació ese amor que tanto te atormenta
-
No se como, ni cuando nació mi amor por Isabel,
solo se que mi vida nunca fue la misma cuando supe que la amaba. Todos estos
años, no quise saber nada de este tema, sin embargo, ella destruyo ese esquema
de muros que había creado para
protegerme del dolor, no resistiría otro desaire, sin duda me quebraría
definitivamente. Ella es mi mundo, cuando estoy con ella nada existe, toda mi
vida gira en torno a ella. He querido darle aún mi vida misma. ¡sabes! Todo lo
que hago, lo hago por ella, ella es mi aliento en mis soledades, si algo le
pasara, yo moriría detrás de ella. Para que vivir, si mi vida es ella. Pero,
ella está en mi vida un instante, luego se va, esa noche me habla de amor; al
día siguiente, aun sus gestos son diferentes. ¡Sabes Alex! ella es mi ángel, que esta de paso, me deja
sus besos, sus suspiros, mostrándome su fértil engaño de no amarme como la amo.
-
¡La amas tanto! ¿verdad?
-
Si, con pasión entera
-
Karim entiende esto: yo se que el pasado de alguna
forma estará como fantasma rondándote, pero si te has liberado de todo eso,
tienes que construir ese cielo que quieres, quizá te ama realmente, pero
entiende esto, ella puede estar atrapada en su dolor; hay personas en el mundo
que están atadas a esa oscuridad, tanto
que han convivido con ese mundo que no se atreven a ser felices en su totalidad
y en extremo buscan excusas como mecanismo a vivir en desdicha.
-
Quiero solo un minuto, Un minuto sirve para sonreír, sonreír a la vida, sonreír a un amor
que nace es todo lo que quiero
-
Karim Un minuto
sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor,
sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua, también para
escuchar tu silencio y todo
-
Entiendo
lo que dices, es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda mi
vida. Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los
hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo
de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría
de la victoria. En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar,
esperar, creer, vencer y ser.
No sé qué decir, si el dolor esta incrustado en mi, que más puedo hacer,
Sabes, he vivido todo este tiempo a las orillas de ese amor prestado, esperar
duele, no puedo olvidarla y lo peor de todo, es que, no se que decisión tomar
-
¿De que decisión hablas?
-
Si ella no me ama. Dejaré todo y me iré de su
mundo.
-
Donde vayas Karim, la volverás a ver, nuestro mundo
es un laberinto, solo damos vueltas, pero siempre regresamos al punto donde
iniciamos, por eso todo lo que hagas tendrás que pagar, todo lo que te hagan
pagaran aquí, Dios es justo, El tarda pero al fin llega. Karim, ¿en que
piensas? – me interrumpió.
-
En una película, esa de vampiros, en esas almas de
la oscuridad, viven para sí, encerrados en su mundo quizá buscan compañía,
pero, siempre solos, incapaces de dar, incapaces de amar. La leyenda de los
vampiros dice que tenemos que clavarle una estaca en el corazón para destruirlo
y cuando eso sucede, destruyes toda la maldad encarnada en su ser y liberas la
esencia del amor.
-
¿Qué me quieres decir?
-
Eso, no se cuando y como clavar esa estaca de amor
en el corazón de Isabel.
-
Pero ella, ha sufrido por amor y tal vez está
luchando con ella misma
-
pero Alex – le interrumpí – nunca me ha gustado
comparar. Cada nuevo amor es totalmente diferente que importa si hemos amado
alguna vez, o muchas veces, cuando aprendemos a percibir un nuevo amor sabremos
que es único, diferente; total, si el amor nos lleva al paraíso o al mismo
infierno del dolor, allí siempre estaremos con esa expectativa de amar y no ser
amados. Tengo que arriesgarme, no me importa si salgo herido, aunque esto
signifique morir otra vez.
-
¡Así ella no te amara!
-
Así sea.
-
Mira Karim hace poco escuche una pequeña historia
-
Se decía que en una aldea en Etiopía, un hombre y una
mujer, viudos, aunque jóvenes, deciden formar juntos una nueva familia. Pero
hay un problema, el hombre tiene un hijo de corta edad, que no ha superado aún
la muerte de su madre.
La mujer le prepara los platos
especiales, le confecciona bonitas prendas y se comporta, siempre amablemente
con él, pero el niño, ni siquiera le dirige la palabra.
La mujer acude al hechicero:
-
-¿Qué puedo hacer para que mi
hijo me acepte como madre?
-
-Me has de traer tres pelos del
bigote de un león - le dice el sabio a la mujer.
La mujer se va preocupada, preguntándose cómo le podía sacar tres pelos
a un león sin ser devorada, pero decide intentarlo por el bien de su familia.
Cuando al fin encuentra al león, guarda una distancia prudencial,
temerosa de acercarse. Permanece largo rato observándolo de lejos.
La espera se hace interminable hasta que la mujer decide ofrecerle
comida. Después de acercarse un poco más le deja un pedazo de carne y se aleja.
Y cada día hace lo mismo.
Poco a poco, el león se acostumbra a la presencia de la mujer, hasta que
ésta pasa a formar parte de su vida. Un día, cuando el león está dormido le
arranca tres pelos del bigote sin problemas.
Pero antes de llevarle los pelos al hechicero comprende que su problema
está resuelto:
-
has hallado el valor de la
paciencia, Como con el león, debe acercarse al niño poco a poco, esperando
fielmente, respetando su actitud y su territorio hasta conquistar su corazón
con su paciencia
-
entiendo lo que me dices – lo
dije con tristeza opaca –
-
no te desanimes amigo, la vida es una ruleta que gira y no sabes que
numero nos tocara para ganar, los que pierden caminan buscando esperanzas que
perdieron porque no supieron ser amigas de la vida, no olvides que debes tener
armonía con la vida y ella te dará sus bondades, cosas que pides, como el amor.
Y todo está en ti, todo el universo se inclinara a ti porque el mundo es tuyo y
de nadie más, como estas construyendo eso veras en los años que vendrán, días
que no volverán por eso ama lo que haces, da de ti todo lo mejor, ella Karim,
está contigo solo tienes que ver con ojos de esperanza, abrir tus brazos,
siempre tus sonrisas abrirán caminos, no temas perder solo arriésgate.
Esta leyenda despierta
en mi esa esperanza de vivir diferente porque he visto caminar a la gente con
rostros prestados, maquillados, con sentimientos alquilados viviendo un
torbellino de dolor, angustia, cuyas miradas apuntas al vacio, estoy igual que
ellos, solo que del otro lado, mi dolor lo llevo en mi mundo solo, buscando
respuestas donde no los hay. Mi tiempo prestado corre sin voltear a esa soledad
aplastante, agonizante que lloro sin derramar una lagrima por mi vida austera.
Corro a esa noche que me espera para oprimir mi pecho en
sufrimiento y dolor. No importa sufrir si ella tiene una causa, una brecha,
porque empece a surcar en el corazón de Isabel.
CAPITULO IX
Desde entonces nuestras
vidas era viajar en esas altas montañas, tener un amor en silencio, es una
agonía completa, se que el amor no desarrolla preguntas, pero tengo un miedo
inexplicable, como decirle que la amo, ¿de que forma? ¿Cómo empezar? El miedo
me adormece, pero miedo ¿a que? Tal vez al rechazo, al desprecio, a la
humillación; pero con tenerla cerca de mi, eso bastaba, no quería más, verla
sonreír me hacía feliz, llenaba mi mundo solo, disipaba el dolor de mi corazón,
solo ella unía el cielo y la tierra con ese milagro que dejaba atrás esas
viejas lágrimas, ese dolor austero casi fantasmal se iba con los vientos de
esas montañas.
Caminamos por esas
pequeñas calles mirando ese universo tan perfecto si logras vivir en armonía
con el. Nos detuvimos en un pequeño puente; allí su alma se quebró pude leer su
corazón, cada palabra, cada suspiro, aún su dolor, yo lo asumía, era mío;
quería mirarla, abrazarla y decirle, ahí
mismo que la amo, que la he amado siempre, pero el nudo en mi garganta
pedía decirle todo lo que siento aunque mi corazón estalle de dolor.
Cuanto mal me hace
resistir a quien amar, con ese amor limpio; eres mi ángel que he amado sin
saberlo, tan tuyo soy, tu no lo sabes, esto me duele y me aborrezco a mi mismo,
por no usurpar tu amor.
Quiero decirte que te
amo, pero no puedo, es acaso ¿negarme a mi mismo? Anhelo vendarme los ojos
ahora mismo, matar ese sentimiento que llevo dentro de mí. Quisiera un favor
fingido, un rebozado amor, aunque me quites la vida, sabré que estoy condenado
a amarte siempre. No me niegues tus ojos, no
escondas tu voz, estoy frente a ti ¿acaso no miras mis ojos? ¿Mis ojos
no te dicen nada?
Sabes, siento un dolor
en mi pecho, por eso lloro; yo temo, más no es flaqueza. Déjame que sienta y
llore, solo sin tu ayuda, sin tu fuerza, velaré mis desdichas.
Esa tarde de sol opaco
moría mi amor junto a ella. Empaque mis cosas, subimos al auto, el silencio
dice muchas cosas, cerré mis ojos y trate de recordar una nota que leí en el
seminario, era la historia de un hombre que quería cambiar el mundo. Estas
palabras fueron escritas en la tumba de un Obispo anglicano en las criptas de
la Abadía de Westminster, que decía:
Cuando era joven y
libre de imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Al volverme
más viejo y más sabio, descubrí que el mundo no cambiaría, entonces, acorté un
poco mis objetivos y decidí cambiar sólo mi país. Al ingresar en mis años de
ocaso, en un último intento desesperado, me propuse cambiar sólo a mi familia,
a mis allegados, pero, por desgracia, no me quedaba ninguno, y ahora que estoy
en mi lecho de muerte, de pronto me doy cuenta: si me hubiera cambiado primero
a mi mismo.
No se que tenía que ver
ese cuadro con todo lo que estaba en el mundo interior de mi Isabel, en todo el
viaje intente vengarla derramando mi alma con mi pensamiento sacrílego que
concebí en amarla. Ese yo perverso es el causante de la mayoría de los
infortunios.
Esa madrugada que
llegue a casa, la cama era precisa donde llore mis desventuras, mis desdichas
en silencio austero; Isabel era perfecta en esconder tras la risa su dolor y
agonía; pero entonces, no en vano había pensado la historia del Obispo de
cambiar su mundo. He visto las flores en el campo florecer, el canto de las aves
anunciando las tantas primaveras que vendrían. Entonces nació en mí, esa
esperanza de amarla mil veces más; no quiero que corra el tiempo, esta sed de
amarte como te amo me hace bien, entonces lucho para vivir junto a ti, no
quiero que la vida nos gane por partida doble.
Esa mañana del domingo Isabel
con voz angelical me pidió caminar bajo los árboles de eucalipto y retamas.
Como rechazarle, si los ojos de mi pequeña Isabel acabaron convenciéndome.
Estábamos completos en esta dimensión, como
lamentaba no llevarla entre mis brazos, que orgulloso me hubiera sentido en ese
mundo que trataba de construir.
Cuando uno es sensible
a la percepción de Dios, que nos otorga una y mil posibilidades de cambiar, de
ser mejores de todo lo que obstruye, las mínimas cosas que nos destruye, nos
hacen desdichados, usamos un elemento hipócrita para decir: “mañana será
mejor”, “mañana cambiaré”. Sin embargo no es el mañana, es el hoy, es el ahora,
pero a nadie le importa eso, ese instante mágico que Dios otorga en el ahora.
Cada acto del día es
una gran oportunidad de sentir su fuerza innovadora, fortalecedora. Muchas
veces las circunstancias nos provocan miedo, ese miedo genera odio, rencor,
indignación, si lo asumo con coraje de mirar esas circunstancias que gano yo,
que lección puedo sacar para aprender de ese dolor que aprieta, lo único que
hace es ampliar mis fortalezas, mis capacidades de mi mundo interior crecen y
se hacen cada mas fuertes.
Si nos diéramos cuenta
en este instante que la llave de la felicidad, en realidad lo tenemos y
abriésemos puertas, entraríamos a nuestros verdaderos sueños.
Quizá siempre estuvo
allí mismo, no hemos querido verlo porque nos acostumbramos a convivir con
nuestro dolor, y cuando llega el amor, la felicidad, le cerramos todas las
puertas, destinadas a morir con el sufrimiento. Somos los inquilinos de esta
vida extraña, vivimos con la crueldad de su tiempo, pero no queremos romper las
cadenas ahora mismo, y aventurarnos al cambio. Es ahora el tiempo de
arriesgarnos para ver que detrás de todas esas lágrimas, de ese absurdo dolor
hay un sueño que desea ser amoldado, trabajado y que mañana digamos: “Porque no
cambie! “Porque no luche”, “Porque no hice tal cosa”. La vida es efímera, es
una sola, sino la tomas pierdes.
Aquella noche de
Septiembre, Isabel me dijo que se iría
de viaje y quizá el boleto era sin retorno. De alguna forma sus lágrimas me
mutilaban y no podía permitirlo, tomo su maleta negra y salió sin mirar hacia
atrás, con las lágrimas aún frescas de dolor. Corrí tras ella, caminamos lento,
en silencio. Entonces exploté, no podía más, mi corazón sangraba.
-
¡No te vayas! – le dije con dolor profundo.
-
No puedo más, me siento cansada – dijo casi
gimiendo- Estoy muy delicada, quizá sea eso
-
¿Que mal tienes? ¿es algo grave?
-
Tengo problemas con la sangre.
-
Toma el mío,
te lo doy todo- sonrió levemente- La abrace tiernamente y caminamos
lento por esa calle oscura. Entonces sucedió el milagro, hable lo que mi
corazón escondía: - ¡Isabel te amo! – le dije con pasión – no quiero que te
vayas, me haces falta, dispuesto estoy a todo, daría mi vida para que tu
vivieras. En medio de toda esta neblina veo brillar nuestro amor, en esta vida
he caminado de la mano con desamores y dolores que me aprietan injustamente y
no sé si pueda resistirlo otra vez, vine solo por ti para cambiar mi dolor por
esperanza, quiero ver tu amor deslizarse por mis dolores sanándome
completamente.
-
Karim, yo se cuanto me amas, acaso soy de piedra,
he visto tus ojos, cada célula tuya me ama, y no sabes cuanto me ayuda eso en
mi dolor
-
¿Entonces porque huyes de mi? Si sabes que te amo
-
Tengo miedo perderte, no ahora que el amor ha
llegado a mi
-
Yo nunca me iré de tu lado, siempre estaré junto a
ti para amarte en tiempos como este
Tome su mano y la bese
una y otra vez; en cada uno de esos besos se iba mi alma. Camine hacia el
puente, observaba ese río enfermizo, ralo, dos lágrimas salieron sin permiso,
le pedí a Dios que si tuviera que hacer mi elección final, daría mi vida por Isabel.
Estoy escribiendo mi
propio guion, actuare como la vida me lleve por sus sendas, me doblegare sin
decir nada, debo actuar con precisión, si quiero ser feliz, de cómo debe ser mi
futuro.
Pero auto culparme por
las cosas que no salen como quiero de convivir con mis problemas, con mis
angustias, lo único que consigo es alejarme, distanciarme de mi mismo, de los
demás y entiendo que mi dolor se torna cíclica y muero en mi mundo solo. He
aprendido a vivir con ese dolor prestado, me convenzo que mi felicidad es
efímera, lejana, ausente, en el fondo no creo ni mi propia felicidad, me
embarco buscando sueños imposibles, en fin soy la desdicha que llora mis
dolencias en esa tardes grises de otoño.
CAPITULO X
El camino no es
sencillo, pero es posible, todo es posible si se persevera en el combate
diario, en esa lucha de amar.
Esa noche de frio otoño
me encontré con Isabel, posiblemente el cielo se quedo sin ángeles, pero yo
tenía a la más bella, como olvidarme de su sonrisa, de sus labios rosados, toda
ella era muy hermosa. Cada paso que daba para cruzar hacía el parque donde
estaba Isabel me llevaba a su mundo, ella era mi mundo, mi todo; había mucha
gente esa noche pero yo no veía a nadie, solo a ella.
Esa noche no tenía nada
planeado sin embargo le abrí mi corazón desnudo, le mostré mi amor, no podía
callarme más, no podía amarla en silencio, si el dolor está ahí que salga rápido
de mi alma. Esperar en silencio duele mucho, pero entendí que el peor de los dolores
es no saber que decirle.
-
¿te amo Isabel? – le dije tembloroso,
Le escribí algunos
poemas, esa declaración tendría que pagar un precio: la entrega. Le mire a los
ojos y leía sus miedos pasados, leía esa incapacidad tal vez de volver a amar,
cuando uno ha pasado esas cosas de la vida, de sentir el abandono, con el
desprecio de no valorar un amor que lo ha dado todo.
He leído en sus ojos,
la incredulidad de un amor presente, como yo lo era, leía otra vez sus ojos,
los escenarios que había construido, todos están en escombros, cuesta
reconstruir, peor si no se confía. No existe amor en paz. Siempre viene
acompañado de agonías, alegrías intensas y tristezas profundas, tiene que ser
así siempre, el amor debe ser el amor simplemente.
Continué en silencio,
me perdí en su temor, le acompañe a su lucha interior, le dije ese momento
cuanto la amaba, que la ame en silencio. Sus ojos empezaron a brillar, quizás
sus miedos caían lentamente. Caminamos libre y abierto esa noche. No se si era mía, pero la ame con toda la
profundidad de mi ser.
-
¡Te amo! – le dije mirándole a sus ojos brillosos.
Esa noche, Isabel se
iba para su casa. Yo saltaba con algarabía, gritaba a las estrellas por haberme
dado a Isabel por compañera. La mayor declaración de amor es la que no
se hace; solo se siente, el amor da, no reclama.
Cada circunstancia de
la vida se me presentaron sin que yo se los pidiera y no puedo ignorarlo
siempre estarán allí, todo está como me enfrento ellos.
Camino a casa me decía:
ahora que mi amor es libre, que debería de hacer o decir, quería decirle a todo
el mundo que le di mi amor a mi Isabel. Recordaba que cuando uno es niño, en
casa te ordenan ser cuidadoso con lo
utensilios de vidrios, como los vasos, los platos; que debe estar un poco
alejado del precipicio de la mesa, por alguna torpeza tirarlos hacia el suelo, te ganabas un severo grito.
Lo mismo sucede con
todas las parejas, ese mismo temor del vaso; “No esperemos un poco,” “No
estamos seguros todavía”, “probemos” “que dirán los demás” y así hemos caminado
sin liberarnos de una sociedad que condena, pobre en conceptos iracundos, tener
que explicarlos a todos y hacer si
aquello que los demás aprueban, por eso no somos felices, vivimos
desdichados, apáticos, con un promedio de vida prematura. Quiero ser libre,
quiero amar en esa libertad y no me importa romper mil vasos, para ser yo
mismo.
Camino a casa repasaba
cada palabra de Isabel:
-
Karim estoy muy orgullosa de muchas renuncias,
pocas personas caminan en esa integridad, que para mi es muy importante, por
eso el mundo fracasa porque apenas dan mezquinamente, caminan cegados comiendo
su propio polvo, yo quiero estar siempre al lado tuyo porque tienes un corazón
mas grande que el mundo.
-
Isabel, hice lo que debí hacer, he caminado en
situaciones difíciles, me mantuve firme como los robles, estaré allí siempre a
tu lado compartiendo horas, días, te he amado en silencio, lejano como el sol y
la luna cuando uno empieza el alba el otro muere en su noche, pero hoy hubo
este eclipse en nosotros, nada ni nadie nos separa mi amor
Esa noche caminando
entendí que mi vida es un laberinto, cada vez más sumergido en el estoy,
entonces me estrello sin piedad y quiero abandonar mis sueños, mi felicidad
adolescente. No entiendo el porqué de las cosas, estoy vulnerable pero después
nace en mi ese sol tenue y entiendo el valor de las dificultades, la vida con
todos sus éxitos, fracasos nos enseña a valorarlos cada día a ser agradecidos
cualquiera fuere la circunstancia.
CAPITULO XI
Días antes de la muerte
de don Sebas, salimos al parque Túpac Amaru
-
Karim, es hora que hagas un mundo para ti, contempla la vida con otros ojos, míralas con amor. Tienes que amar
cada gesto, una sonrisa, un abrazo, una palabra; que tu corazón se abra
grandemente a la felicidad, solo así rechazaras todo odio, rencor, envidia y
soportaras con templanza la tristeza.
-
¿Por qué tengo enemigos? Si nunca les hice nada.
-
¿Son todos acaso? Son solo una mano, de por si esos
ya están muertos. Nunca busques excusas cuando los chismes vuelan para
cualquier lado, nunca juegues al ping pong, perderás sin duda; solo tienes que
amar a ese guiñapo de gentes sin alma
-
¡amarlos has dicho!
-
¡Si! Pero primero tienes que amarte tu mismo, si
logras hacerlo, nada entrará en tu alma, tu mente y tu corazón serán guardados
celosamente y detrás de esto tu mente nunca será atraída por el mal y la
angustia como los demás, pues de eso viven. Eso es su tema de conversación,
nunca te hablarán de sus proyectos, siempre están hablando de otros, es fácil
reconocerlos, ese mundillo de gentes
casi no respiran.
-
¡Entiendo! Trataré que mi corazón no se quiebre, no
compartiré con la maldad de otros; creo que los amare, porque la vida es corta,
no viviré para el odio, la venganza, viviré solo para amar.
-
Karim presiento que el umbral está próximo a mis
días y quiero compartir muchas cosas contigo, pero el mundo ya está hecho, no
tienes nada que descubrirlo solo trabajarlo, formarlo como quieres que sea, el
que escribió estos pensamientos me han ayudado y lo compartiré contigo porque
sé que te ayudara mucho
-
El solo hecho de tenerte como amigo ha sido mucho
don Sebas, dime lo que tienes en tu corazón porque crezco día a día
-
Karim después de algún tiempo aprenderás la diferencia
entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa
apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
-
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos,
ni regalos, ni promesas. Comenzarás a aceptar tus derrotas con
la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la
tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy
todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y
el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te
expones demasiado. Aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y
necesitarás perdonarlas.
Aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del
alma, descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos
destruirla y que tú también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el
resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan
creciendo a pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes,
sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos
permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si
estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con
tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer
de disfrutar su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las
personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas
que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que
las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que
nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos
responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con
los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a
ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a
donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve.
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te
controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad,
porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos
lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo
que era necesario, enfrentando las consecuencias
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas
que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a
levantarte. Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las
experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo
que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus
sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una
tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a
tenerla, pero eso no te da el derecho de ser cruel.
Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la
forma que quieres, no significa que no te amé con todo lo que puede, porque hay
personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo. No siempre es
suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a
perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad conque juzgas,
también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu
corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver
hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma,
en vez de esperar que alguien te traiga flores. Entonces
y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que
podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.
Es que realmente la vida vale cuando tienes el
valor de enfrentarla
-
Gracias don Sebas, el que escribió estas palabras
sin duda encontró su punto quiebre con la vida
-
Solo rompe la mezquindad en tu corazón, abre de par
en par al mundo que se te dio sin pedir nada a cambio
Caminaba con el rostro
mirando hacia el suelo, lo hice durante todo el camino, pensando en las palabras
de don Sebas y como decirle a Isabel que lo nuestro debe ser así, amor que no
comparte mediocridades, de odios y temores, como sacarle mi corazón y mostrarle
su grandeza, su luz y esa felicidad que nació desde las estrellas. Qué lindo es
saber que podemos volver a amar con pasión y ternura. Ya no quiero vivir mis
oscuridades lejanas que vienen a mí, hoy buscare los destellos de la felicidad
que solo está a un paso y me atreveré arrancarlo y estrujarlo solo para mí.
Isabel alcanzó darme un beso en mis labios adormecidos. Esa
noche vi la figura del mundo. No podía concebir como los que hablan de
bondades, detrás destruyen; hablan del cuidado del medio ambiente, pero son los
primeros en talar los árboles, protectores de animales y son los primeros en
cazarlos. Hablan de amor, hablan de restaurar, pero son los primeros en
destruir. Entiendo que cada nación cree que es mejor que los demás por eso hay
guerras.
Emerson dijo: “todos
los hombres que encuentro son superiores a mi en algún sentido; y en tal sentido
puedo aprender de todos”.
Sin embargo, lo
patético de todo esto, personas con menos razones para sentirse mejores; viven
para destruir vidas en forma ofensiva y vergonzosa, sin importarles cuanto
puede ser el daño.
Trabajaba en Sao Paulo
en mis vacaciones, muy cerca de la Escuela Pública siempre permanecía un hindú
con sus serpientes cascabeles, mucha gente observaba como ellas salían de los
cántaros. Me acerque en su descanso y le pregunte:
-
¿Desde cuando aprendió a domesticarlos?
-
Esto es desde mis ancestros, de los padres de mis
padres.
La razón de esa gente
que tenga una víbora de cascabel, es que sus padres lo tuvieron como parte de
ganar algún dinero, esto se hereda. Pero está en nosotros destruir este círculo
y construyamos en nuestros santuarios; sueños, proyectos, visión; que albergue
amor, esperanza. Ese maravilloso don de servir; de vivir para dar.
Este mundo necesita:
sanadores de almas; personas que tengan pasión por las almas; gente que se
ponga en la brecha por vidas destruidas, quebradas, enfermas; personas que
lloren por los que han sido violentados, que han perdido todo. Ese Dios ausente
esta solo escondido en lo profundo de nuestros corazones solo tenemos abrir ese
abanico de oportunidades, dejarlo que fluya de por sí, sin ataduras, sin temores.
A pesar de todo,
caminare en medio de todo, soñare con Isabel, seguiré solo lo que mi corazón me
dice, aún cuando todo sea injusto, siempre, pero siempre, pensare lo que soy,
que soy único y no tirare al viento mis sueños y no perderé a Isabel, le diré
que esta tierra es nuestra así como el cielo.
CAPITULO XII
Caminamos mirando
estrellas prestadas, alquiladas, efímeras, como buscando algo nuestro, de nadie
mas.
-
Isabel – le dije tomándole la mano – hoy estuve
leyendo un libro y esta narración marco mi vida, la autora es Liliana Galván
-
Quiero que lo compartas conmigo Karim
-
Cuentan que un carpintero entrado en años decidió
retirarse de la constructora en la que había laborado mucho tiempo. Al
manifestarle su intensión al jefe, éste le pidió que antes de dejar la compañía
le construyera una última casa. El carpintero accedió al pedido; sin embargo,
no puso todo de su parte al realizar el trabajo y al final entregó una casa de
calidad inferior a la acostumbrada. ¡Cuál no sería su sorpresa al ver que su
jefe le entregaba las llaves, mientras le decía: “Esta es tu casa. Es un regalo
para ti”.
Vi los ojos de Isabel
llena de felicidad, la abrace tiernamente, con fuerza; estaba embriagado de
felicidad que la alce entre mi pecho y le di varias vueltas. Entonces nos
besamos una y otra vez, era ese beso que ansiaba, que había esperado paciente,
nació esa noche. En ese beso se iban años de espera, de búsquedas, de
respuestas, de esas desilusiones que uno pasa a diario, de esos sueños no
realizados.
-
Karim quiero ser integra sola para ti, dame tiempo,
solo eso- dijo llorando entre mis brazos.
Había perdido la noción
del tiempo, he caminado una vida efímera, trivial al no reconocer que el
universo nos da regalos que no valoramos en absoluto, he vivido como un simple
espectador, me dedique a observar como pasa la vida, se va como el agua entre
las manos, me di cuenta que mi vida es solo mía, nadie vive la vida por mi.
Me he preocupado demasiado
por lo que las otras personas digan, he caminado en función de lo que digan los
demás, ¿Qué pensaran mis amigos de esto? Sencillamente ingrese a ese mundo, a
ese juego falaz de una sociedad hipócrita y mezquina. He llegado a vivir ese
momento, ese espacio que viví la vida de otros y me olvide de vivir yo mismo.
Siempre viví
postergando ser feliz, postergando sentir al viento acariciar mi rostro, ver
nacer el sol adolescente, de escuchar el canto de las aves cerca de mi ventana.
Hoy seré yo mismo, hoy mirare al mundo con todos sus regalos, hoy apuntare mis
acciones hacia el universo, si caigo caeré en las estrellas.
Esa noche todo mi
cuerpo fue fragante por los abrazos de Isabel. A finales del otoño le había
dicho que le escribiría poemas. Sabía que tenía que hacerlo.
-
Karim – dijo mirando con tristeza profunda un sobre
que saco de su bolso
-
Dime amor mío, ¿Qué pasa? ¿Por qué esa nostalgia?
-
Lee el contenido de este informe médico
-
No entiendo este resultado médico ¿pero porque?
¿Por qué tu? ¿desde cuando?
-
Me haces muchas preguntas Karim, yo no tengo esas
respuestas. En este poco tiempo he aprendido que la vida es bella, he saboreado
la sonrisa, he amado con todo, aprendí escuchar las hojas silbar junto con los
vientos de otoño, además tú eres el ángel que Dios me envió, sola para mí. Que
más quiero, soy la mujer más dichosa Karim. Además saldré bien en todos los
análisis ya veras que pronto estoy mejor, solo para ti, todo mi mundo y el tuyo
será nuestro
Los vientos vienen del
sur, llevan consigo hojas secas. Recogí algunas entre mis manos tratando de no
dañarlos, de esa forma estaba el cuerpo de Isabel se moría letalmente de
cáncer, de alguna forma los médicos le habían detectado ese mal que opacaba a esa
vida que recién empezaba. Habíamos empezado a vivir, le sonreíamos a la vida,
le cantábamos a esa felicidad sempiterna. Si podía tener un lapso de tiempo
para seguir viviendo sería al lado de ella, de mi Isabel.
Esa tarde decidí buscar a Dios y conversar personalmente de
muchas cosas; El se acerco con una brisa casi perceptible mirándome con ojos de
gracia
-
Se lo que has pasado. Respóndeme a esto: cuando caminas que ves delante de ti, o solo
miras los pasos que das
-
¡No entiendo Señor!
-
Cuando conduces un coche miraras metros delante de
ti, si vas a una velocidad de 120 kilómetros tu visión será aun mayor, estarás
atento en lo que sucede delante de ti, en esa dimensión serás capaz de tomar
decisiones ante cualquier imprevisto.
Cerré los ojos, solo
pestañe Dios se había ido. Quise gritar que vuelva a mi, pero nuestra cita era para las cuatro de la tarde, de alguna
forma tenía miedo. Mis oraciones parecían simples, pero clamaba por una
fortaleza para enfrentarme a lo inevitable. Mis pensamientos buscaban
respuestas a cada palabra que Dios me
había dicho de mirar hacia delante, de alguna forma no entendía en su
totalidad.
Sentado en ese paraje
solitario, escuchaba el ruido del río y
algunas aves silbar tristemente. Miraba a todas partes en busca de Dios y no
llegaba. Mire el reloj eran seis de la tarde, el sol moría entre los cerros, el
viento me golpeaba con furia, entonces
grite:
-
¡Se que me escuchas! Te espere paciente y me
fallaste.
Esa hora efímera,
ausente se nublo mis pensamientos, estaba vulnerable, en circunstancias así
solo pensé en mí, el egoísmo de reclamarle con mi dolor, con mi odio, tal vez
con todo junto; no tenía idea de cuanto tiempo tendría. Quizá la enfermedad de
Isabel me gane y no alcance una primavera más, de sentir una navidad con el
cielo lleno de estrellas. Porque pensar en ese sentimiento con olor a muerte.
Me resisto a la idea de verla morir, pero yo quería decirle a Dios de mi
elección, una decisión noble, de amor.
Me levante sin
expectativa, de alguna forma Dios me había ignorado, si el mismo me había dicho
el día y la hora, yo solo escogí el lugar.
Camine lento por ese
paraje solitario, no me importaba estar sumergido en esa noche oscura.
Al fin dije, un hombre
en mi camino, solo que él venía a mi encuentro, trate de salir de mi camino:
-
¡Espere! – me dijo con voz aguda – tengo un recado
para usted.
-
¡Para mí! ¿de que o de quien? – dije sorprendido.
-
¡De El!
-
¿Ud. tenía cita a las cuatro...?
-
Si, con Dios – le interrumpí – Dios me fallo.
-
No es así – insistió.
-
Pues si, ¿miento acaso?
-
Lo que pasa en usted y en todos los mortales,
quieren la materialización del mundo espiritual. Dios vino a su encuentro, no
lo percibiste, el silencio de Dios es también una respuesta.
-
¿Qué de mis respuestas? Tengo tantas preguntas.
-
Lo sé, la primera, es tu elección: vida por vida,
¡tanto la amas verdad!
-
Es mi princesa. No quiero verla sufrir, me duele
verla llorar ¡No es justo, ya sufrió, es hora que la felicidad llegue en la
totalidad de su ser.
-
No necesitas hacer ese tipo de elección
-
¡No entiendo!
-
Si que me has entendido.
-
¡Eso te hace grande! No pediste para ti, es para
ella.
-
¿Y ella? ¡Isabel!
-
Sus problemas, incluso su enfermedad están
trabajando para ella; hay algo especial para ella. Pero muchas veces su mirada
no esta en Dios. Tienen que aprender a tomar decisiones correctas, ella tiene
muchas cosas que ofrecerle al mundo, ella es la obra de Dios, aún con todas sus
flaquezas, tiene derecho a muchas oportunidades para llevar una vida mejor,
esto sucederá si decide aceptarla.
-
Entonces lo que me dijo de ver en la distancia,
entiendo yo no estoy viendo el futuro, solo miro mi presente, ella esta en los
planes de Dios, ya me regalo esa felicidad, me devolvió la sonrisa, lleno mi
vida de esperanzas, de ver al universo como único regalo supremo que El da.
-
Gracias amigo mío, perdón pido a Dios por todo.
Usted encendió el poco fuego que tenía en mi corazón, usted logró encenderlo en
todo mi ser.
Cerré los ojos de esa
alegría que me embargaba, mi futuro es hoy no mañana, si quiero ver mi futuro
debo construir este minuto, estos segundos de tiempo que está en mis manos.
Cuando quise abrazar aquel hombre no estaba al lado mío. Pero ¡como desapareció
así como así! Se había ido. ¿Quién era ese hombre? ¿Un ángel? Si un ángel, otro
no seria. Corrí a mi destino, nunca más lamentarme de mi desdicha, hoy sonreiré
con Isabel los pocos minutos que nos queda de vivir, de saber vivir sin odios,
sin rencores, que Dios da oportunidades maravillosas a quienes lo toman y lo
comparten.
Camino
a casa recordé a Francisco Estrello algunos pensamientos lejanos que marcaron
esa soledad angustiante y yo poniendo piedras donde Dios sabe lo que debe
hacer. Ya hay demasiado fango en el sendero, no debo amontonar más de lo hay
tanto sufrimiento en el mundo. El dolor cubre la noche, esa ingrata tarea el hacer resbalar a los demás
para que vivan miserables comiéndose su dolor efímero. Ya hay demasiado barro
por la vida para que echarlo más. Seré yo de los que aparten ese barro para no
salpicar a los demás. Ya hay demasiadas sombras por el mundo, hare mi vida tan
clara y luminosa que evitare tropezar a los demás. Hay tanta podredumbre
dondequiera que vaya no es justo que yo la aumentes más; echare mi vida hacia
delante, andaré con pureza sin temores, surcando la vida, sembrando el amor
CAPITULO XIII
Ese encuentro con el
ángel marco mucho en mi vida. Que insolencia la mía, de pedirle a Dios
conversar cara a cara, soy el ser más imperfecto de la tierra, a pesar de todo,
El me ama y lo sé. Siendo Dios tan impredecible, que no se como va a actuar en
mis circunstancias; debo aumentar mi capacidad de percibir las cosas. Mi vida
es única, difiere de otro mortal y todo lo que hago en el día a día, de una
hora a otra, en esos minutos eternos le doy sentido a mi vida, los detalles,
los gestos que doy a cada persona, de no vivir una vida abstracta, efímera,
entendí que tengo una misión en este mundo y debo ser yo en esa singularidad
eterna, porque mi vida no puede repetirse es única, mi tarea para poder
construirla paso a paso, en cada palabra, en cada dolor, esos sufrimientos idos
puedo responderle a la vida con la construcción de mi propia vida.
Recuerdo esa noche a
fines de otoño, Abel me dijo:
-
Karim – pronunció titubeante – sé lo mucho que amas
a Isabel, pero tu sufres mucho y te olvidas de vivir para ti, vive como si
estuvieras viviendo esa segunda vez. La primera paso, no lo deseches sea bueno
o malo es parte de ti. Tal vez obramos desacertadamente pero hoy tus obras, tus
caminos, tu felicidad serán los destellos de esos días grises.
Esa noche mí café era amargo,
pude tener una experiencia tal difícil que el aliento de mi alma se iba.
-
Abel, mi princesa se muere, por eso quise hablar
con Dios y decirle mi elección
-
¡Elección has dicho!
-
Mi vida por la de ella.
-
Karim, si no te has percatado, la gente cada día se
va de aquí en todo el mundo y no
necesitan hacer elecciones, ¿por qué Dios tendría que dejar sus asuntos para
escucharte?
-
Creo que tienes razón– baje la cabeza en señal de
impotencia y sumisión
-
Pero yo se que te escuchará
-
¿Por qué lo haría Abel?
-
Nosotros nunca nos valoramos, ni nos damos cuenta
lo que somos, y tu eres ese ser tan especial, has estado al lado de muchas vidas,
a tiempo y fuera de tiempo; nunca pediste ni las gracias, sencillamente te
diste, te gastaste, además tu amor no es protección para que ella se salve sino
tienes que darte de ti para completarte en esa unidad, única
Forcé una sencilla sonrisa.
-
¡Te admiro Karim y que elección! ¿No tienes miedo a
la muerte?
-
¡No! Estoy agradecido a Dios, por haberla puesto en
mi camino, los pocos momentos que disfrute a su lado, su sonrisa de niña, todo
de ella, dio sentido a mi mundo. No tienes idea de cómo la amo y porque la amo
he puesto mi alma en las manos de Dios, mi opción está hecha.
Porque en circunstancias como esta cometemos
los errores más irreparables que mañana tenemos que lamentarnos, sabes cansado
en el parque vi a una linda muchacha de ojos claros le daba de comer a las
palomas, cuando se puso en pie era invalida, pero se fue sonriendo, un muchacho
leía un libro me acerque a preguntarle una dirección me trato amablemente y le
pregunte porque traía puesto los anteojos negros sino reflejaba el sol, me contesto
sonriendo que era ciego y que la lectura era Braille. De eso lamento amigo que
ellos les falta algo en su cuerpo son ciegos, inválidos, sordos, les falta un
pie o una mano pero son felices y lo dan todo y yo tengo todo, porque tengo que
tentar a Dios de esa manera más vil si Él me ha regalado todo a pesar de la
enfermedad de Isabel Dios me quiere enseñar que debo pagar el costo de aprender
a vivir una vida de dependencia a su gracia porque todo lo da con añadidura. Esa
noche camino a casa, pensaba en la silueta de Isabel, tan hermosa como es. De
mirarla sin su dolor, sin su cansancio por causa de su enfermedad. Si Dios
aceptará mi propuesta elegida, solo le pediría que me tenga con vida en el
lapso de dos lunas llenas, tiempo suficiente par entender mi presencia puesta
en el mundo:
De entender la gracia
de Dios, dada al hombre y nosotros la rechazamos buscando otros caminos, que al
final somos los seres mas desdichados de la tierra.
Pensamos que Dios nos
abandona, cuando vivimos nuestros fracasos, que nos deja de lado, muchos
pensamos que no tiene sentido nuestra presencia aquí, que todo lo que hacemos
no sale conforme lo queremos nos frustramos, nos odiamos. Cuando allí empieza
el verdadero fracaso, no aceptamos valorarnos ¿por qué? Porque sencillamente no
le hemos abierto nuestro corazón de par en par al mundo, a la felicidad; que
nuestro ser quiere liberarse para dar al mundo lo que realmente somos.
Hemos iniciado jornadas
de trabajo por inercia, sin pasión. Nuestra paz con nosotros esta en conflicto,
no sentimos orgullo por cada logro que hacemos; los pocos minutos que nos queda
no sabemos disfrutarlo con los que más amamos o nos aman.
Hemos vivido
mofándonos, de la lucha de otros; nuestras críticas y nuestra lengua facilista,
siempre estuvo delante de nosotros por que tenemos una vida simple, mediocre,
solo hemos vivido cargados de excusas, cuando fallamos, y al final; cuando nos
cansamos de hacer lo malo, de andar por el camino no adecuado y queremos
arreglar nuestra vida, habremos agotado todos los recursos y nadie estará al
lado nuestro para sostenernos.
¡Basta de caminar
errantes! Viviendo solo para nosotros mismos, los mejores años de nuestra vida
se fueron con la amargura, el dolor y la miseria espiritual y no tiene sentido
convivir con el fracaso, la ignorancia, la envidia, la pobreza, la
autocompasión.
Todos tenemos la llave
de esa maravillosa elección de ser mejores, de cambiar hoy, no mañana, sino en
el ahora. ¡Ahora es el tiempo para nosotros!
Cada día que pasa le
digo a Isabel esa voz tan escuchada, tan
pronunciada ¡te amo!, pero se vuelve singular, única; cuando viene del alma,
del corazón de un alma amante. Yo elegí amar, yo elegí querer, cada detalle por
tan simple que sea, es un gesto de amor. Jamás pensé que el amor sea una
aventura simple, tampoco un ensayo, es indescriptible en sí mismo lo que es el
amor.
Todos mis pensamientos
fueron turbados con la voz ronca de un anciano, que intentaba calentarse en un
fogón hecho artesanalmente en esa oscura noche:
-
La elección que hiciste solo tiene un nombre
-
me habla a mi señor – le dije desconcertado
Mire a todos lados,
obviamente era la única persona en ese lugar que transitaba a la media noche,
pensé fugazmente, tal vez sea Dios con rostro de mendigo
-
¿Puede repetirme lo que dijo?
-
Has buscado la felicidad, y no fue para ti, fue
para otra persona; eso significa solo una cosa: tener el mismo corazón de Dios.
-
¿Qué clase de mortal eres tú? Tu lugar debe ser ese
otro cielo y no este.
-
Soy de este mundo mi amigo, mientras tenga vida,
daré de mí, y aún más allá de mis fuerzas. Por eso se llama felicidad y no es
otra cosa, como piensan los hombres, se auto destruyen para ocupar sitiales,
ganar honras, honores, a costa de otros y cuando obtienen lo que quisieron, son
los seres más desdichados.
-
Veo en ti humildad, eso es difícil encontrar hoy en
día entre los mortales. Has aprendido a gestionar tu mundo, toda esa
experiencia que ganaste hoy la usas para dar soporte a mucha gente que viene a
ti
-
Lo poco o lo mucho lo hice con grandeza, con
pasión, he aprendido a compartir tristezas, gozo, éxitos, crisis y todo lo que
me han pedido lo di sin mezquindad. Ese es mi esencia.
-
La explicación a todo esto; es la renuncia de ti
mismo, de otra forma no darías, eso te hace grande amigo, además el riesgo más
grande es olvidarse de construir un
mundo solo para ti, tu futuro y no olvides que el pasado, tu presente y tu
mañana deben ser uno en esencia, no los dividas, todo en conjunto es la
construcción de la vida
-
Posiblemente, pero ¿Dime cuál es el nombre de mi
elección?
-
Amor, solo eso, amor
-
Puede ser, pero escucha lo que voy a contarte en
mis días lo que me sucedió: camine por las montañas rumbo a Castro Virreina allá
en Huancavelica, llegamos cansados y nos dispusimos a dormir. Un norteño alto y blanco, pasó adelante; ya
había alimentado a los caballos y gritando de cansancio se fue a dormir. Me tiré de sobre la hierba; quería dormir al
aire libre, miraba las estrellas en el cielo ancho, infinito; no pude conciliar
el sueño; el aullido de un lobo a lo lejos podía escucharlo; entonces me senté
y comencé a caminar por el patio. Y lo que había estado tan lejos, de pronto
estuvo cerca. El gruñido de aquel lobo me rodeó en esa inmensa noche; tenía los
ojos dorados que se encendían y se apagaban; brillaba en esa noche de luna
ausente. El lobo se acercó lentamente, paso a paso con desconfianza se
acercó a mí y me dijo lento y pausado:
-
Soy el lobo más viejo de esta zona. Me siento feliz de poder acercarme
a tu lado y no tengo miedo de ti, eres diferente a los demás humanos. Ya casi
había abandonado la esperanza, porque te espere desde la eternidad; mi madre te
esperaba, y su madre, y todas las madres hasta llegar a la madre de todos los lobos.
-
Me asombra lo que dices -dije olvidando que es un animal salvaje-
como sé que yo soy el que dices que soy: - los que vinieron antes que tu solo
han destruido mi familia, ya no quedamos más en este mundo, te seguí muchas
millas atrás por las montañas, llevas la marca- ¿de qué marca hablas? – esa del
alma noble, transparente que puedes ver entre el cielo y la tierra.
-
¿Qué deseas que yo haga?- sálvanos, sálvanos de la depredación del
hombre, solo eso, queremos vivir en nuestras montañas, nuestras cuevas en medio
de nuestras estrellas ya que vienes del norte;
en esto precisamente fundamos nuestra esperanza, esta es nuestra última
oportunidad de vivir
-
No hables tan fuerte -le dije-, los demás están durmiendo cerca de
aquí.
-
la armonía de la naturaleza con
el mundo abierto se ha roto, vivimos para defendernos de los humanos, ustedes
sacan sus escopetas y no saben si hay pequeños que todavía están amamantando la
leche de sus madres
-
¿pero cómo los ayudo?
-
diles al mundo que no somos
lo que ellos piensan, somos parte de su mundo y queremos convivir en esta vida
y las demás vidas por siempre
-
lo hare, lo prometo, ve en paz, nadie te tocara, lo juro
-
lo que quiero decirte amigo mío que todo lo que prometas tienes
que cumplirlo paso a paso, letra por letra, con Dios, imagínate, si lo
prometiste deberás hacerlo
-
Dios conoce mejor que nadie mi corazón amigo
-
Podrá conocerlo, pero tus actos deberán ser igual que tu corazón y
tus promesas. Solo entonces veras las respuestas en tus manos
-
Lo hare amigo y aún más todavía
Puedo pensar mil cosas de la narración que me hizo este hombre,
pero igual tengo que proteger ese amor único de Isabel, no lo matare con mi
indiferencia, sacrificare mi tiempo, mis indiferencias por verla sana, verla
sonreír, verla correr entre los campos, uniéndose con las estrellas gritando
que me ama.
La vida es solo prestada, por un tiempo, de lo que hago dependerá
solo de mí y de nadie más, no culpare a otros de mi desdicha, de mis fracasos
porque solo yo construí mi pasos, hice mis caminos, en este mundo ajeno.
CAPITULO XIV
He caminado sin rumbo cada noche buscando respuestas a mi
desdicha, quise encontrarlas en mi mismo, porque quizá yo sea del problema y no
los demás. Caminando en mis noches azules queriendo que el mundo sea mío, se
adapte a mis sueños y desechando que yo me adapte al mundo con sus sombras de
muerte he decidido hacer alianza con el universo.
Cerca de las ocho de la
noche sonó el teléfono, la voz de Rosa
era opaca, lloraba inconsoladamente. Me dijo que viajara
urgente a Lima al hospital neoplásicas, esa
que está en la avenida Alfonso Ugarte.
-
Es Isabel se nos muere Karim
Esa noche viaje en
silencio entenebrecido, tenía la mente en blanco. Llego la hora que esperaba y
a la vez lo negaba. Había ensayado esto mil veces de cómo actuar en casos como
este sin embargo perdí todo cause, es más, mi catarsis afloro, quería echar
maldiciones al viento porque mi único amor se va para nunca más volverla a ver. Ella no tiene padre ni madre, solo nos tiene
a nosotros, así que debo ser ese soporte en momentos así.
Al día siguiente
abrumado por toda esta situación quería que todo terminara de una vez, Rosa me
esperaba en la puerta principal, tenía los ojos llorosos
-
¿Dónde está mi Isabel? –le dije desesperado a Rosa
-
Esta en sala de cuidados intensivos
Alcance ver a Isabel
estaba envuelta con muchas sondas en ambos brazos, maquinas que intentaban
reanimarla, había entrado en shock. Llevaba un respirador artificial. No la quería
ver así, era una tortura para mí, me destrozaba en mil pedazos, mi agonía era
aplastante. No quería reconocerlo, hable con la enfermera si me dejaran verla
quizá sea la última vez que la vea
-
Es imposible verla en el estado en que se
encuentra. Tranquilo joven veremos cómo va el resultado – me dijo la enfermera
-
Señorita por favor si necesitase trasfusión de
sangre u otra cosa por favor aquí estaré, no me moveré de esta sala
-
Yo creo que deben irse para sus casas pues la están
estabilizando mañana será otro día – era duro escuchar esto, pero era
cierto
-
Karim – me dijo Rosa tocándome el hombro – vamos a
descansar ya nada podemos hacer, la enfermera nos pide que volvamos mañana,
solo entonces sabremos la evolución de su cuerpo.
-
No yo me quedo, si necesitan algo, un medicamento, quien
estará a su lado, no podre descansar esta noche con todo este dolor que llevo
dentro
-
ella esta inconsciente Karim, todo esta bien, de
parte de nosotros no hay nada mas que hacer por ahora. Ven sentémonos un
instante, pero solo un instante
-
Rosa tu eres enfermera, sabes todo el mal de Isabel
y sus consecuencias, tenia mal la sangre ¿verdad?
-
No, no Karim, Isabel te mintió tuvo cáncer al
estomago y no sabes cuantas noches, horas, días, pasamos al lado de ella, el
mal solo avanza a su fin Karim.
-
Porque me oculto esto Rosa, ¿acaso yo merezco esto?
-
Entiende Karim tu también hubieses hecho lo mismo,
ella te ama demasiado que no quería ver tu sufrimiento, que la recordaras así
como es ella. Además cuantas noches he visto sus lagrimas, eran por ti Karim
-
¡Pobrecita mi Isabel! ¿Cuánto habrá sufrido?
-
Tomaba tiernamente en sus manos tu fotografía y
lloraba dejarte solo
-
Porque no me llamo juntos hubiésemos llorado,
cantado a esa felicidad que nos fue robada.
-
Háblame del mal Rosa ¿Cómo es eso?
-
¿de verdad quieres saber Karim? Será más doloroso
aún para ti
-
Quebrado estoy Rosa, la mitad de mi cuerpo se esta
muriendo allí dentro y mi otra mitad se apaga, llora, gime, lamenta no haber
amado con intensidad, de haber dado aún más allá de mis fuerzas
-
En una de esas visitas periódicas que hizo Isabel
al médico le detectaron este mal. Ella pensó que era solo gastritis, sin
embargo era cáncer, y este mal es una enfermedad en la que un grupo de células del cuerpo se hacen
independientes del resto del organismo. Estas células se descontrolan, cambian
su tamaño y su forma y lo que es peor, comienzan a multiplicarse y crecer sin
ningún tipo de orden ni freno. El estómago, como la mayoría de los órganos del
cuerpo, está formado por distintos tipos de células: un recubrimiento interno de células que producen moco y ácidos para
la digestión, una capa
intermedia a base de músculo y una
más externa llamada serosa.
-
¿Isabel tenía el tumor benigno o maligno?
-
Te explicare ambos: Benignos:
crecen lentamente y no destruyen los órganos cercanos ni se extienden a otras
partes del cuerpo. A veces no necesitan tratamiento o pueden extirparse
fácilmente y los Malignos: las
células crecen más agresivamente, invaden y destruyen lo que tienen alrededor y
son además capaces de alcanzar zonas distantes del cuerpo (metástasis). Su
tratamiento es difícil y puede llegar a matar: es lo que se llama cáncer. Hay
distintos tumores de estómago dependiendo del tipo de células que se
transformen en malignas.
-
Rosa ¿sabías de los síntomas que tenía Isabel?
-
¡si Karim! – me dijo mirando al suelo
-
Pero, porque no me dijeron a mi, ¿porque me ocultaron?
¿si era yo su único amor debí ser parte de todo esto dolor no crees?
-
¡No! Isabel no quería que la vieras así, estaba quebrada
con agonía y en esa agonía te amó mucho Karim, quería luchar por ti, por ambos.
-
Cada palabra tuya me hiere mas no haber estado al
lado de ella
-
Lo se Karim, pero Isabel me hizo jurar que no te
dijera nada, y no sabes cuantas noches, he llorado no poder decirte, yo también
he sufrido Karim y le reprochaba esa actitud de no contarte su enfermedad
-
¿mi Rosita cuanto habrás sufrido? – allí le abrace
secando sus lagrimas-
-
No te aflijas Karim, lo que vendrá lo asumiremos
los dos.
-
Lo se amiga, pero dime los síntomas Rosita ¿Cómo es
eso?
-
El cáncer de estómago es una enfermedad traicionera
porque avisa demasiado tarde. Puede no
producir ninguna molestia durante largo tiempo y suele estar muy
avanzado cuando el paciente nota el primer síntoma. Además, los problemas que
produce son tan comunes que no suelen alarmar al principio. La persona puede
notar estas cosas Karim:
-
acidez de
estómago o sensación de gases, molestias
vagas en el abdomen, diarrea o estreñimiento, pérdida de apetito y de
peso, sensación de cansancio o debilidad, aparición de sangre en las heces o en
un vómito
-
¿me imagino que estuvo yendo constante al médico no
Rosa?
-
Si Karim, le aconsejamos que consulte al médico. El oncólogo es el especialista en tratar el
cáncer y sólo interviene cuando está confirmado que se trata de un tumor.
-
¿El cáncer de Isabel en que fase esta Rosa?
-
¡Terminal!
-
¡que! - quise gritar todo el pasadizo del hospital,
allí mismo sangrar mi dolor, que mis quejidos se impregnen en esa noche oscura
con olor a muerte
-
Lamentarnos a estas alturas ¿de que vale dime? Lo que cuenta es que ambos
se amaron intensamente, Isabel me dijo que esto era todo lo que anhelaba, no
necesitaba más, se ira al cielo con este maravilloso amor que eres tu Karim, el
regalo de Dios para ella
-
Sabes yo quise cambiar mi vida por ella
-
Si lo se, Isabel llorando me conto ese sacrificio
tuyo, me dijo que tuviste un encuentro con Dios, esto nadie te lo creerá
¿verdad? Para mi es la soberanía de Dios, mostrándose como El quiere, eso se llama Kairos, es tiempo de El, de Dios, de nadie más.
-
Pero Dios no quiso Rosa, Isabel debía enfrentar su
destino, estaba escrito que su tiempo terminaba aquí, acepte ese destino marcado
-
Si tu aceptaste, no te aflijas mas Karim, es la
voluntad permisiva de Dios, todo esta en El
-
¿Acaso El no vio nuestra felicidad Rosa? ¿porque
arrancarme tan abruptamente esa dicha, esa unión perfecta con Isabel?
-
No se Karim, hay respuestas que solo Dios lo sabe,
de porque El permite estas cosas
-
Creo en esa soberanía única que tiene Dios para sus
criaturas, camine en esa elección, busque a Dios si me accediera al cambio, su
vida por la mía, yo no estaba en sus planes todavía. Mi cronos, es decir mí
tiempo es lejano todavía. En cambio Isabel estaba en el pensamiento de Dios,
estaba en el corazón de Dios que se iría con El, estaba marcado ya ese final
-
Los planes de Dios ¿quién puede cambiarlos Karim?
-
Si Rosita, nadie, así es. ¿Sabes si Isabel recibió
quimioterapia?
-
Si Karim y no sabes eso es lo peor
-
Peor has dicho ¿Por qué Rosita?
-
Porque los efectos secundarios dependen del tipo de fármaco que le
administraron y de la dosis que emplearon en cada caso. Además influyó la
sensibilidad de Isabel. Los agentes quimioterápicos no son más que venenos que
matan células, lo que ocurre es que afectan sobre todo a las células que se
multiplican más rápidamente, es decir las cancerosas.
Sin embargo, las células sanas no pueden evitar verse afectadas y ella lo notaba. Se iba cayendo su cabello, el cabello se multiplica rápidamente y por eso se ve más afectado que otras partes del cuerpo. También las células sanguíneas se multiplican rápidamente, Isabel se vio afectada por la quimioterapia: puede aparecer anemia o una baja sus defensas. Esto último es importante porque en estas fases del tratamiento Isabel se encontró debilitada y es posible que hay sufrido infecciones muy graves. Otros efectos de la quimioterapia son: pérdida del apetito, debilidad, náuseas, vómitos o la aparición de llagas en la boca.
Sin embargo, las células sanas no pueden evitar verse afectadas y ella lo notaba. Se iba cayendo su cabello, el cabello se multiplica rápidamente y por eso se ve más afectado que otras partes del cuerpo. También las células sanguíneas se multiplican rápidamente, Isabel se vio afectada por la quimioterapia: puede aparecer anemia o una baja sus defensas. Esto último es importante porque en estas fases del tratamiento Isabel se encontró debilitada y es posible que hay sufrido infecciones muy graves. Otros efectos de la quimioterapia son: pérdida del apetito, debilidad, náuseas, vómitos o la aparición de llagas en la boca.
-
Pobrecita mi Isabel cuanto a sufrido, cuanto a llorado- no pude contener
mis lagrimas y allí llore sin consuelo, huérfano en un mundo solo
-
No Karim, tu fuiste lo mejor que le paso en la vida, fuiste el soporte
en esos momentos difíciles, angustiosos, su amor por ti fue grande, diría el
todo.
Salimos esa noche fría por la avenida Alfonso
Ugarte el cielo gris de Lima nos envolvía en nuestro duelo. Caminar bajo sus
sombras acompañándonos la muerte que sonreía su victoria de quitarme a Isabel
-
¿dónde estas hospedada Rosita?
-
Estoy en la avenida Bolivia, esta cerca de aquí y tu donde te quedaras
Karim
-
Iré a casa de Paco, es mi hermano
de juramento. No te preocupes vive en la avenida Arica, mañana nos encontramos,
paso a recogerte Rosita
-
Bien Karim que descanses
Esa noche camine con esa vieja nostalgia, mundo
solo. Caminos sin fin, cielos abiertos con desesperanzas, lluvias ajenas,
tiempo prestado. En fin lo que vendrá espero, ya llore, ya gemí en mis
entrañas, beberé esa agua amarga de ver morir a Isabel.
Se notaba la penumbra de la noche fría y un velo
azul obscurecía el cielo limeño. Las calles parecía una masa enorme,
perdiéndose sus contornos en la obscuridad del cielo de color negro azulado.
Franjas de nubes de neblina se expandían sobre las calles de la avenida Alfonso
Ugarte.
Mi futuro era incierto, lúgubre, me absorbía un
pesimismo de muerte escondida entre las calles, me veía en un pantano de dolor
nauseabundo haciendo esfuerzos para librarme y salvar mi vida y porque no la de
Isabel. Sin embargo no di a conocer mi estado de ánimo, me despedí de Rosa y me
envolvió la noche con sus tules de miseria y dolor.
Toque la puerta cuatro veces y desde la ventana del
segundo piso salió Paco
-
¿Quien es? – grito dos veces tratando de ver con claridad mi imagen en
esa oscura noche
-
Soy Karim Paquito
-
¡Hey! Karim, eres tu, has vuelto, enseguida abriré el portón
-
Paco, ¿Cómo estas? ¿los demás están durmiendo?
-
No Karim se fueron a España por dos meses, estoy solo
-
Que pena quería verlos, saludarlos
-
¡Pero que alegría verte Karim! Pero tu semblante es diferente ¿Pasa
algo?
-
Si Paco mi Isabel se muere de cáncer en el neoplasicas
-
Avisare a la sociedad mañana mismo
-
Bien Paco yo estaré en el hospital
-
Pero ¿Cómo te sientes Karim?
-
Paco estoy tratando de tomar el timón de mi vida pero las fuerzas me
abandonan ahora que más lo necesito, estoy quebrado, ya no doy más.
-
Pero Karim no es cuestión solo de conocerte a ti mismo, sino de actuar
en momentos así con procesos resilientes, nosotros los humanos somos esa
especie que salimos adelante con coraje a pesar de todo, en cambio los animales
caminan siguiendo el rumbo de la naturaleza. Y tu Karim has aprendido a usar
todo lo que tu mundo interior tenías, trabajaste de la mano con el universo así
que solo te digo que sigas trabajando, potenciando tus fortalezas, comienza a
crear ese mundo de dicha, de sueños que solo son tuyos. Un autor anónimo escribió
y te la doy a ti, el hombre que se levanta es más grande que aquel que no se ha
caído.
-
Tengo todo eso dentro de mi paco, pero ahora es diferente, me cercenan,
todo lo que soy en mi está quebrado, no tengo fuerzas para respirar en un
momento así. Ha ganado la muerte Paco por partida doble.
-
¿Partida doble? No entiendo Karim
-
Si Paco, la muerte se lleva a mi Isabel y todo mi mundo con ella.
Entonces Paco lo único que podía hacer era
abrazarme y llorar junto a mi acompañándome a mi dolor, mi desesperanza, mi ausencia
de vivir junto a ella.
CAPITULO XV
Recordé esa noche mis
tiempos lejanos, tiempos idos que no volverán. Alex tenia razón que Isabel sea
una luciérnaga, que aparece en la oscura noche, brilla un solo instante, luego
desaparece sin dejar huella alguna.
Todo este tiempo, he
vivido en dos mundos, y no se, si alguna vez, ese otro mundo de dolor, de vivir
conforme a la idea de los demás, que nos impongan ideas chauvinistas, de
pensamientos retrógrados y recalcitrantes; de amar con miedo; de llorar gimiendo porque se
es rechazado; de llorar por amor.
Tal vez, en otro
tiempo, ese otro mundo desaparezca y mi ángel no alce su vuelo inesperadamente como
siempre lo ha hecho.
Noviembre me vio llorar
en mis noches solas, vi la indiferencia encarnada en mi princesa, he sentido su
lejanía; entonces tuve miedo.
Ese miedo me encadenó a
un destino que no era el mío: tuve miedo de mirarla, no era mi Isabel, tuve
miedo de hablarle, mi voz no le tocaba; tuve miedo de estar a su lado, su
lejanía ausente de rechazar mi presencia era cruel; tuve miedo de escucharla,
su voz solo me hería.
Había llorado hasta ver
mis claridades; ya no había primaveras que alumbren mi vida. Estaba quebrado,
todas mis fortalezas de vivir para ella, se esfumaba, no tenía fuerzas para
impedir la fugaz huida de mi amor.
Miraba el calendario,
otro mes en esa agonía prestada, quería hacer mi último esfuerzo de luchar por Isabel,
si no me iré como los vientos de otoño y nunca más sabrá de mis pasos ausentes
y latidos enfermizos.
Reconozco que la ame
con todo, he besado sus manos de seda, sus labios carmesí, pero su corazón es de hielo, me iré lejos,
habitaré en tumbas hechas por muertos para los vivos, todo lo que he sido, lo
que soy es Amor hecho presencia.
Para mi todo estaba
dicho. He vivido de la fragancia de la tierra y ella me llevara a sus confines.
Empaque algunas cosas,
equipaje no quiero ¿Para que? si tengo el alma destrozada; mi vida estaba encadenada
a mi destino sombrío. Me iré a mi mundo solo, lejos de todo, alcanzare el
cielo, mirare el umbral de la muerte queriendo escapar de mi propia felicidad, entregándome
a esa soledad que me aplasta, me quiebra el alma entera.
El domingo en la mañana
he amanecido en un nido olvidado, lejano a mis sueños primeros. He visto mis
sombras salir a su mundo: ¡no te vayas tú también! ¡Yo soy tu destino!
Caminaremos hasta el final; el horizonte es nuestro paso.
Quizá tu me niegues, me
desconozcas borrándome con tu indiferencia. No te reclamare ¡que más puedo
perder!
Esa tarde quise
despedirme de la ciudad, camine hasta el mirador, quería olvidarme de todo, me
di cuenta de las mentiras demagógicas que tiene el amor. Hablamos en ese mundo
mágico, pero cuando nos enfrentamos con nosotros mismos, olvidamos todo lo que
dijimos. Quizá el amor tenga sus propias leyes: amar y no ser amado, esto es
frecuente en el camino de la vida.
Solo se que el
verdadero amor no provoca dolores, enfrentamientos. El amor es cercanía, es
comunión, es presencia, es verdad; el amor de por si solo no necesita otros
elementos para decir que amamos, por eso el amor no trae consigo lágrimas,
sufrimientos. El amor nos hace crecer. Yo cedí mi lugar, he caminado detrás
siguiendo sus huellas, sin presión, esperándola. Solo como siempre.
El martes me llamo
cuando el sol moría agonizante en esas montañas
-
Quiero que hablemos
- me dijo taciturna
Ella sentada frente a
mi, tenía la mirada pesada de dolor que no quería verla, su presencia me
causaba más dolor, no recuerdo las muchas cosas que me dijo o dije ante ella,
mi corazón estaba nublado, sentí que iba a explotar; que no la volvería a ver,
que me duele haberla amado de esa forma
-
Todavía no me has perdido – esa palabra abrió mi
cielo oscuro, pero tenia tanto miedo creer.
-
Necesito tu abrazo, tus besos, te necesito a ti,
entonces mis lágrimas aparecieron en esa tierra árida de mi alma.
-
No es debilidad princesa, es amor, por amor uno
aprende a llorar ¿Puedes darme un beso?
Se acerco a paso lento,
me abrazó entre sus pechos, justo allí quise morirme, no quería vivir más; esto
era todo lo que necesitaba, esa caricia única, en mis soledades he sido el
guardián de sus días, y en mis vigilias escuche el llanto y la risa lejana, esa
tarde vi el amor en esa perfecta claridad, no lo puedes ver hasta el momento de
la separación.
Esa noche caminamos
lento; solo escuche el dolor que sentía Isabel:
-
Perdóname, si te hago sufrir, con mi frialdad, ¿por
qué no apareciste antes? ¿Dónde estuviste en otras primaveras – me dijo con
mucha tristeza, sentí su dolor rasgando mi corazón
-
Amor, no importa si llegue en este frio otoño,
podemos construir nuestro amor; empecemos ese sueño solo para los dos.
Desde que le di mi amor
a Isabel, ella no tuvo palabras, estuvo
cubierta siempre, oculto en sombras pálidas de cada noche, eso me duele mucho,
comenzó a llorar reclamándome su dolor extraño, moribundo
-
¡nadie me
entiende, no doy más, estoy tan cansada, no puedo más- Me dijo con coraje, con
dolor y quebranto.
La abrace con toda la pasión
adormecida, de dolor, no quería verla llorar, bese sus lágrimas, bebí sus
lágrimas; de alguna forma quería llevar su dolor.
La tuve en mis brazos y
la ame con pasión entera, no quería perderla, comprendí que no tengo amor que
solo es para ella.
-
¡Isabel! – me miro con esa sonrisa de niña- ¡Te
amo!- le dije
-
Tú sabes que te quiero, dame tiempo, para amarte
como tú me amas.
-
Hasta aquí he vivido a las sombras de tu amor, tú
sabes que te esperare, porque te amo.
-
¡Karim! ¡Karim! ¡Nunca me dejes! Solo eso ¡Nunca me
dejes!
-
¡Te juro mi amor, que nunca te dejare!
Camine esa noche
mirando las estrellas y agradecí al
universo porque me devolvieron a mi Isabel.
Esa noche vi una
estrella fugaz. Entonces pensé en ella, en su tiempo, en su mundo. ¿Cuándo la
volveré a ver? Vino esa tarde, me cubrió con sus sombras de amor y se fue en
esa noche mágica, maravillosa, de haber despertado de mi sueño.
Apenas pude entender
toda esa ausencia, esa indiferencia de no querer estar conmigo, era por su
enfermedad, de sus viajes constantes a Lima para sus quimioterapias en el
hospital de neoplasicas. Y ocultando todo para que yo no supiera nada de nada.
En fin, hizo el mas grande sacrificio de curarse solo para mi y juntos
construir ese mundo solo nuestro.
Le narre muchas veces a
Isabel que cuando somos niños creemos en todo, el mundo de las fantasías son
tan reales. Creo en la magia de ser feliz abrazando mis sueños y eso me hace
crecer en este mundo hostil, indiferente.
-
Isabel – le dije tomándole de la mano en esa noche
estrellada, fría, única- nunca olvides en este mundo solo habrán pajarillos que
cantaran en las madrugadas frías. Veraz siempre el sol adolescente nacer para
ti y toda esa belleza del valle del Mantaro, con sus árboles de eucalipto, el
molle, sobre todo las retamas con su hojas amarillas tendiéndose por todo el
campo.
-
Yo lo se amor, tu sonrisa siempre está ahí cuando
más lo necesito, tu fortaleza es como los robles, no necesito más, te tengo a
ti, esto basta
-
Si una tarde me ves llorar, o no sonría, tal vez mi
silencio es fuerte como los vientos de otoño
-
Que me dices, tú no eres así
-
Solo te pido que te acerques en silencio abrázame,
dame un simple beso, regálame tu aliento para seguir viviendo como hasta ahora
CAPITULO XVI
Al día siguiente acudimos
temprano al hospital. La doctora nos llamo a su oficina con esa serenidad fría
que las caracteriza en casos como este
-
¿Son ustedes familia de Isabel?
-
¡Si, si señorita! ¡ambos lo somos! - dijimos en
coro
-
¡paso algo! – dijo Rosa tomándole el brazo a la enfermera
-
Calma, quiero que ambos tengan la fuerza en este
instante
-
¡Murió! Murió Isabel, fue una muerte rápida sin
dolor – dijo con soltura pero con tristeza
-
¿a que hora fue doctora? – dije con esa voz
asfixiante y quebrada
-
fue en la madrugada, de paro cardíaco, no resistió,
si gustan pueden verla, la enfermera les llevara donde esta ahora
Rosa me abrazo, lloraba
desconsoladamente. Trate de no llorar, pero mi corazón explotaba, mis pies temblaban,
no tenía palabra alguna. Se fue sin decirme nada. Hubiese querido darle el
último beso, de sentir sus manos acariciando mi rostro, de mirar sus ojos, de
escucharla sonreír. Aprendí a callar en mi silencio alquilado, muchas veces he
sentido sus latidos cerca de mi corazón, ahora los míos son fuertes a punto de
explotar.
Isabel se llevaba mi
aliento, mi vida en ese desierto que fabrique para llorar mis soledades, de
vivir mi mundo prestado, alquilado. Mis recuerdos se volvieron efímeros, no quería
nada mas solo un abrazo de ella, un simple beso y morirme junto a ella. Aunque
tú me dejes yo siempre estaré a tu lado. Ahora caminare a mi mundo, mi destino
abierto, solo, a un lugar donde quizá no haya ido contigo pero lo hare solo sin
ti. Tengo miedo de todo esto, pero la vida me enseña sus cosas, sus juegos para
aprender lo que significa amar sin condiciones.
Se acercaba la
primavera, lo presentí, supe que no llegaría a una primavera más. Ese
sentimiento frio de frustración me consumía, crecía ese dolor que había
sepultado, la muerte me gano por partida doble, estoy confiado en lo que Dios
me dijo: ¡este es su tiempo, no hay otro! Por eso vivimos los minutos contados,
hicimos cosas que la gente usualmente no lo hace, rompimos nuestros viejos
paradigmas y amamos el universo. Si pudiera pensar en esa eternidad que es la
vida a fin de cuentas, ¿de que forma o cuales de todas las formas existentes
debo vivir la vida? ¿Mi vida es solo este minuto efímero? O ¿es una larga travesía
que en algún momento debo detenerme y parar definitivamente? Ese proceso lánguido,
avaro de la vida se muestra irónica, salvaje en su trato despiadado que se
discurre entre mis alientos y no encuentro ningún significado de la vida, vivo,
sufro, lloro, languidezco con mis oprobios, rio tenue, en fin, alguien toca la
campana y me dice tu hora ha llegado y no se si he llegado a mi meta, nunca entenderé
si alcance mis sueños.
Viene a mí todos los
recuerdos idos. Ese último latido anunciaba lo breve que era tu vida, me
llamaba y te dije mil veces que siempre estaré junto a ti.
Pero esta vez mi amor
ya no caminaremos juntos, has volado sola sin mí a tu mundo, mañana quizá vaya
a tu encuentro, solo entonces espérame detrás del umbral para estar juntos por
siempre.
-
¿dónde la velaremos? ¿dónde la enterraremos? tenemos
que hacer los documentos para retirar el cuerpo de la morgue – las palabras de
Rosa me hicieron volver de mis recuerdos idos
-
Rosa, ayúdame, me aferrare a su cuerpo y entonces
esperare lo inevitable, quiero tenerla en mis recuerdos esa imagen de mi
princesa toda hermosa, con esa sonrisa que me embrujaba, con esos ojos que pedían
amor.
-
Karim lo que es de Dios como creador único, debe
volver a El. Tienes que ser fuerte, aprender del universo que sigue su rumbo
-
¡ayúdame Rosita! Estoy quebrado, no tengo fuerzas en
mis piernas, el aliento se me va, las fuentes de mis lagrimas se han secado, se
fue mi Isabel, huérfano de amor estoy, viviré mis oscuras noches, caminare mis
desiertos llorando su muerte, gemiré junto al río reclamándole no haberme
despedido con un beso, solo eso. No me despedí Rosita, la he amado como no
tienes idea, hoy mismo la amo, la amare por siempre.
Cerré los ojos en ese
frio hospital y de lejos la melancolía me envolvía, me cantaba muy suave y me
llevaba hacia el firmamento. Entonces retrocedí a mi pasado, volaron los
pensamientos abiertos cuando corríamos con Isabel por esas montañas respirando
el olor de la retama y eucaliptos, escuchando el canto de los pajarillos.
En este corto pasado le
di alguna forma a mi vida que la felicidad es verdadera, que las sonrisas te la
regala el universo si aprendes a vivir en paz con ella que el futuro no existe,
el presente es hoy. Allí parado frente a
Isabel camine contando mis pasos, podía escuchar mi aliento lejano distante,
este encuentro me destruía, mi alma entera gemía. Entonces no pude más y la
abrace, llore, gemí, reclamándole a Dios porque era injusto conmigo y mas con
ella que merecía todo, la vida misma. Tome sus manos frías quise gritarle
que abriera los ojos, que se levantara
que nos fuéramos a nuestro mundo solo, pero ella permanecía en silencio como
habeces lo hacia a orillas del rio donde mirábamos morir el sol serrano. Me
levante de mis congojas, limpie mi rostro y le dije a Dios que le hiciera
recordar mas allá del sol, que yo la he amado sin mezquindades, sin reclamos,
que viví solo para ella y para nadie mas.
Camine sin mirar atrás,
recordé levemente que ambos vivimos esa
eternidad, en ese cielo prestado, en este camino austero, efímero,
buscando lo que Dios ya tenía para
ambos, El amor.
Esa tarde de viento
otoñal, las hojas secas nos acariciaban silbando su música melancólica. Entonces
vi en medio de mi dolor a la sociedad, estaba conmigo Paco, Carlos, Lucho,
Gonzalo, Andrés, Julia, Charo Y Blanca.
Otra vez juntos, como
siempre. Podía sentir mi dolor desvanecerse con la presencia de la sociedad
frente al cuerpo de Isabel. No quería acercarme a la ataúd y mirar a Isabel,
tenía miedo verla otra vez, no quería
reclamarle porque se fue sin decirme nada, de llevar sola su agonía bastarda,
de no compartir conmigo su dolor y sus lágrimas. El dolor, el reclamo, el odio podía
más que yo.
El cementerio Británico
sería la última morada de Isabel, estará al lado de Leo y Miguel Abril juntos
por siempre. Este cementerio se inició en 1834 cuando el cónsul de Gran Bretaña
en Lima obtuvo la autorización del gobierno José de Orbegoso para la compra de
este terreno en el Callao para enterrar a los evangélicos y protestantes.
Yo me iré sin rumbo
buscando mi destino ausente lejos de un amor alquilado. No se si quería que
fuera sepultada ya mismo o tenerla allí mismo sin que se vaya de mi lado. Entendí
que el sufrimiento deja de ser en cierto modo sufrimiento en el momento en que encuentro
un sentido a esta circunstancia que estoy viviendo
-
¿Karim tienes algo que decir?- dijo Rosa mirándome
con tristeza
-
quiero leer este poema, lo escribí para ella, me
había pedido que lo leyera tomando nuestro café cuando regresará de su viaje,
pues ese día nunca llego.
Esta noche,
Parca y distante
Estás como ausente
Me embriago en mi
amarga saliva
De no poder decirte:
Que ha nacido el sol,
En noviembre.
La sombra de tu amor
Prestada, alquilada,
Quise hacerle trampa
a la vida
Golpea fuerte y duro.
Eres solo tú,
Toda tú,
Mi imagen opaca
Junto a ti.
Eres la luz que
esperé paciente
El perfume lejano y
tardío
Mi música intacta.
Eres mi mundo de luz
y destellos
Te he amado por todo
esto.
Cuando termine de leer mis lágrimas buscaban ese
surco seco de mis mejillas, allí enmudecí en silencio sepulcral, ausente como
siempre, buscando consuelo en nidos desechos, en luces opacas, distantes.
-
Isabel no se ha ido Karim, esta entre nosotros, allí vivirá siempre- me
dijo Rosa tomándome el hombro
-
Si Karim, se ira solo si la olvidas- dijo despacio Paco- entre la vida y
la muerte solo hay un paso. Primero nacemos luego morimos, entre ambos no
sabemos cuantos serán nuestros días, nuestras horas no hay forma de saberlo
-
Cierto, empezare a reconstruir mi vida y ahora- dije mirando ese cielo
abierto solo para mí- pero díganme ¿Qué es la felicidad? Entiendo que la
infelicidad es inevitable cuando no podemos hacer nada por recuperarlo
-
Karim el riesgo es olvidarse de construir tu futuro – me hablo con
firmeza Paco – tu pasado es de mucha nostalgia y ahora tu presente no te ayuda
mucho, pero ese futuro debe cambiar, todos deben asociarse
En un mundo amplio, grande
como tu mismo
-
Si Karim – sonrió Rosa- en tu mundo interior existen fortalezas, puntos
fuertes que debes usarlo y nunca debes dejarte usar por tus debilidades tus
rendimientos serán pobres, mezquinos.
-
Si amigos – dije mirando el poema que hice para Isabel – a lo largo de
nuestra historia el mundo nunca ha tenido esa necesidad de usar, de trabajar
sus fortalezas, sus puntos fuertes, además no solo es conocerse
Sino de actuar. Hay
situaciones, circunstancias que la vida nos priva de ejecutar la construcción
de nuestros sueños, de disfrutar de la vida y todo esto viene acompañado de
algo inevitable que es el sufrimiento. Yo acepte en mis soledades el reto de
sufrir de cualquier forma, la vida tiene hasta el último momento un sentido
único de aplastarnos hasta hacernos sentir miserables.
El panteonero con sus
ayudantes bajaron lentamente el cuerpo de Isabel bajo tierra. Tenía la mirada
perdida, miraba como Isabel era cubierta
por todas esa tierra. Quería correr a su lado, volver hacia atrás, cambiar muchas cosas, decir cosas que
no dije, gestos que hubiese hecho feliz a Isabel, tan solo tome una rosa y les
pedí que me dejaran a solas un instante con ella
-
Otra vez me dejas, como siempre. Solo te vas sin despedirte de mí, sufro
por esto, me acostumbraste a tus soledades, a esconderme bajo tus miedos de
amar libremente, a robarte un beso, a sonreír a los vientos del sur, de
arrancarte un te quiero; en fin, otra vez vuelvo a mi mundo solo. Sabes, te
sigo amando como la primera vez, quería irme
por este camino y no tú, pero esa tarde el ángel me dijo que todo era
perfecto, que no había equivocaciones en el plan supremo y no lo entendí. Lloro
tu partida austera, gimo un dolor agudo, prestado, siento un vacío lacio,
enfermizo en mi corazón que me impide respirar, ya llore mi amor, desgarre mi
corazón y hoy has roto mi dependencia hacia ti, te vas, apártame un lugar que
voy detrás tuyo, dijimos juntos hasta la muerte y así debe ser. Adiós Isabel,
princesa mía, allá te veré en ese otro cielo, el de nosotros.
El cielo se nublo esa
tarde, el viento golpeaba fuerte. Quería volver y abrir una y mil veces la ventana
del cajón, decirle a Isabel que siempre la amare, que no me olvidare de ella, y
pedirle un favor muy grande, que camine conmigo en mis soledades, en mis días
grises, de ayudarme a vivir ese duelo austero.
Caminamos lentamente con la
sociedad sin decir palabra alguna, mis voces se fueron con Isabel, mis
pensamientos estaban encarcelados, mi alma estaba vacía, sola.
-
Karim vamos para la casa- me dijo Paco
-
Gracias Paco me iré ahora mismo
-
¡te vas ahorita! ¿a dónde te iras Karim?
- dijo Rosa
-
Rosa todo este tiempo he caminado por las circunstancias, me deje llevar
por ese mundo mísero, hipócrita y deje de mirar lo maravilloso que es la vida,
de esa creación llamada naturaleza, de no respirar libremente, de mirar nacer
el sol, y aún cuando es adolescente en esa tibia mañana y verlo morir en esos
atardeceres, ya sea en las altas montañas de nuestra sierra o en el viejo mar
de Lima. Ahora me toca a mi, quiero regalarle a mi vida ese don maravilloso de
vivir como si fuera mi último minuto
-
Nuestra sociedad ha caminado en ese sentido Karim, por eso nada ni nadie
ha podido separarlo – me abrazo con cariño Paco
-
Amigos – dije mirándolos a todos – les comparto lo que leí hace tiempo:
cuentan que dos monjes budistas hicieron un pacto de no tocar mujer y estaban a punto de cruzar un río caudaloso,
cuando se encontraron con una mujer que les pidió ayuda para llegar al otro
lado. El monje más radical se negó rotundamente, pero el otro la cargo entre
sus hombros y le ayudó a cruzar. Luego los dos monjes prosiguieron su camino en
silencio. Pero el otro le reclamo de cómo era posible tocar a esa mujer y haber
roto el pacto. El otro le respondió: yo cargue a esa mujer y la deje al otro
lado y le recrimino de porque el le seguía cargando todavía.
-
Que quieres decir Karim – dijo Paco tocándome el hombro
-
Esta muy claro amigos, yo lleve cargando todos mis días, una vida efímera,
sonrisas prestadas, alientos sin vida. Pero hoy ya no será así, hoy dejo todo
lo que llevé en mi mundo interior, todo desanimo, ese olor a muerte, esa peste
llamada envidia. Todos caminemos con esperanzas, demos otra oportunidad al
mundo, sonriamos, la vida esta envuelta en un solo minuto, por eso no miremos a
tras, sembremos la vida. La muerte de mi princesa, ahora tiene sentido, en
todo. Si yo hubiera muerto ¿Qué sería de ella? Su dolor, su agonía sería doble,
no lo hubiera resistido. Mi dolor gano su felicidad en esa estela mísera de
sentido a la vida, cantare a la vida, en
cada dolor hay un sentido de vivir, de renacer a esos nuevos amaneceres,
entendí que la vida es efímera es ese pequeño espacio que nos regala para saber
disfrutarlo y cuando todo termine volvemos a nuestras oscuras noches, a
nuestras soledades interminables, di todo a mi princesa, nada más puedo hacer,
ahora me iré a mis caminos solitarios como acompañando a Isabel, solo que yo
seguiré surcando la vida recordando mi beso de despedida
-
Abracémonos – dijo Paco – y destruyamos todo lo que nos ha limitado,
todo cuanto hayamos caminado por inercia, hoy el cielo se abrió para nosotros,
hoy es especial
-
Pero ¿a donde iras Karim? - me dijo Gonzalo
-
Iré a la Patagonia de Chile, al último rincón del mundo. Primero estaré
con mi amigo Sepúlveda en Puerto Montt, luego partiré para Punta Arenas, viviré
con Luis dos meses en su barco pesquero, le ayudare a sus jornadas en ese mar
sureño.
-
Porque tan lejos Karim – dijo en tono melancolico Paco
-
Vivir en el mar es un mundo aparte, solo, no te
imaginas todo ese bullicio de las gaviotas volando encima tuyo quitandose los
peces de las redes, ademas ahí estan los Boteros, los pescadores artesanales y
las industrias pesqueras, soy novato en estos oficios pero tengo pasion por el
mar, es mi boleto a la libertad. Es otro mundo, no se puede comparar con nada,
el olor a pescado, ese mar misterioso esta
en mi sangre. La primera vez que estuve entre ellos mi alma se pego a ese mar
sureño porque vi ballenas muertas en el Estrecho de Magallanes, habian
ingresado a las partes de mareas bajas en
busca de alimentos, alli aleteaban queriendo vivir, todos los pescadores corrian gritando que
todos fueramos para ayudarlos buscando
la forma de poder salvarlos, me uni a ellos y logramos salvar a muchos pero
algunos murieron sin que podamos hacer nada. Recuerdo una en especial entre
cuatro jalabamos sus aletas empujandolo hacia el mar, estaba casi delante
cuando vi sus grandes ojos mirandome, nunca olvidare esa mirada me embrujo a su mundo, el mar. Viviras le repetia
una y otra vez, le abrazaba la parte de la cabeza, ingresamos casi hasta donde
el mar nos daba a la altura del pecho, un poco mas gritaba un viejo croata, la
ballena dio la vuelta y me miro por ultima vez, como despidiendose por ultima
vez. Volvere amigos a ese mundo que es mio.
-
¿cuándo te veremos Karim? ¿Cuándo volverás? – dijo Rosa llorando
-
No se Rosita, no sé, pero prométeme algo – le abrace tiernamente
-
Dime, dime Karim
-
Siempre le llevaras rosas rojas a nuestra Isabel
-
Lo hare Karim, tu sabes que lo hare
Abrace a cada uno sin decir
palabra alguna. Entonces vino a mi memoria recordando a José el de las
montañas, vi su rostro en esa tarde fría sonriendo al lado mío; a don Augusto
Vargas que lleno de esperanzas a mi corazón; al viejo Sebas trayendo palabras
de sabiduría en tiempos oscuros de vivir en desiertos prestados; a Leo, Fred,
Richard, Miguel Abril que fueron parte de nuestra sociedad; Isabel viniendo a
mi con esa sonrisa de niña. Amigos por siempre. Sólo tomaron la delantera en
esta vida peregrina; Ángeles que alzaron vuelos para un mismo lugar, el cielo.
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